Hoy
hablaremos de un medinés que era hijo del notario Remigio Bustamante y de
Agapita Martínez. Nació el 12 de junio de 1824 y falleció en Madrid en 1901. Tras
sus estudios generales cursó la carrera de Leyes y obtuvo el título de abogado
el 11 de agosto de 1846. Retornó a Las Merindades y ejerció la abogacía durante
cinco meses en el partido judicial de Villarcayo (Burgos). Por Real Orden de 20
de febrero de 1847, fue nombrado funcionario auxiliar, sin sueldo, del
Ministerio de Gracia y Justicia. Un año después pasó a la Sección de
Contabilidad y Pagaduría y se le dio el sueldo de 6.000 reales, con el cual
ascendió poco después a oficial cuarto. En agosto de 1849 ascendió a oficial
tercero con 8.000 reales; en junio de 1851 ascendió a oficial de sección, de la
clase de sextos, con 10.000 reales; en octubre del mismo, a auxiliar de la
clase de terceros de la Dirección de Ultramar con 14.000 reales. Siguió así,
salvo una breve cesantía en 1853, llegando hasta fiscal del tribunal de cuentas
de Filipinas, pero no tomó posesión de este empleo renunciando en agosto de
1855. En 1856 fue nombrado oficial de la secretaría de Gracia y Justicia, en
cuyo cargo estuvo hasta diciembre de 1861.
El
27 de diciembre de 1861, mediante permuta de su puesto con Joaquín Fernández
San Miguel, fue nombrado presidente de sala de la Audiencia de Zaragoza. Este
paso a la carrera judicial se produjo por la equiparación entre los cuerpos
ministeriales. Después fue magistrado de la audiencia de Madrid, el 20 de abril
de 1867, y regente de la Audiencia de Pamplona el 14 de julio de 1867 por
fallecimiento de Fermín González Gutiérrez. Quedó declarado cesante el 10 de
noviembre de 1868 -otras fuentes lo fechan el 3 de octubre de 1868-, por los
dirigentes de la Revolución septembrina o “la Gloriosa”. Aun así, ese año
recibió la encomienda de Isabel la Católica.
Reingresó
en la carrera judicial el 22 de febrero de 1875, gracias a la Restauración con
Alfonso XII, y sirvió el destino de presidente de la Audiencia de Valladolid,
hasta que fue nombrado presidente de la Audiencia Territorial de Madrid, el 25
de marzo de 1878. Ascendió a magistrado del Tribunal Supremo el 19 de
septiembre de 1878 por fallecimiento de Laureano de Arrieta. Le concedió el Rey
la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica en 1884, y se le promovió a
presidente de Sala el 17 de septiembre de 1892. En esos años vivía en la calle
de la Libertad número 37 de Madrid, claro.
El
18 de octubre de 1883, a las doce de la noche casi siendo el 19 de octubre, fue
atropellado por un coche de alquiler en la Carrera de San Jerónimo resultando
con contusiones y heridas de relativa gravedad. El cochero se dio a la fuga por
La Castellana. Nuestro Juan Francisco fue tratado en su casa por su médico de
cabecera y atendido por sus familiares.
El
14 de septiembre de 1893 ocupó de forma interina la presidencia del alto
tribunal. Logrará se nombrado presidente del Tribunal Supremo por Real Decreto
de 30 de marzo de 1894, permaneció en el cargo hasta el 10 de septiembre de
1895, fecha en la que se jubiló y fue sustituido por Santos Isasa Valseca.
Durante su mandato, leyó el discurso de apertura de Tribunales del año 1894: “De
la necesidad de reformar los artículos del código de comercio relativos a
suspensión de pagos y de la jurisprudencia sobre varias cuestiones legales”.
Falleció
en octubre de 1901 -no en 1898 como se lee en la internet- y sus funerales se realizaron
en la iglesia de Santa Bárbara de Madrid. Presidió el duelo su hijo Alejandro
Bustamante (abogado fiscal de la audiencia provincial de Madrid) y le
acompañaron el presidente del tribunal supremo señor Martínez del Campo y el
presidente de la audiencia señor Izquierdo. La prensa indicó que cuatro ujieres
del tribunal supremo guardaban el túmulo.
Periódico "El Cantábrico" del 22/10/1901
La
plaza mayor de Medina de Pomar se llamó durante un tiempo Plaza de Juan
Francisco Bustamante. Y, a su vez, era recordado en Santander donde veraneaba.
Bibliografía:
Historia
Hispánica. Real Academia de la Historia.
Periódico
“Crónica de ambos mundos”.
Periódico
“El Constitucional español”.
Periódico
“El Español”.
Periódico
“El Imparcial”.
Periódico
“El Pensamiento español”.
“Guía
oficial de España”.
Revista
“La ilustración hispano americana”.
Periódico
“La lealtad española”.
Periódico
“La reforma”.
“La
politización de la justicia: el Tribunal Supremo (1836 -1881)”. Tesis doctoral
de Braulio Diaz Sampedro.
“Medina
de Pomar. Cuna de Castilla”. Inocencio Cadiñanos Bardecí, Emilio González Terán
y Antonio Gallardo Laureda.
Periódico
“La correspondencia de España”.
Periódico
“El Papa-moscas”.
Periódico
“Diario de Burgos”.
Periódico
“El Correo”.
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