La cruz sobre mi pecho. Una novela de Kapi.
Vuelve
con nosotros el escritor de Santurtzi (como ya les dije: “Santurce – la de la
bilbainada- para los no entendidos”) Javier Peñalba Hernández (alias Kapi). Este
caballero de unos cuarenta años logra saltar al pasado con la calidez de
alguien que hubiera vivido los tiempos que relata. Para los de mi quinta
resulta un chavalito nacido en 1983 y, como él se define, es un autodidacta a
quien la vida le inspira. Y, ya que estamos con cifras, les diré que veranea en
nuestra comarca desde que cumplió doce añitos.
Empezó
en la literatura en 2011 con la publicación conjunta de un primer poemario “La
liga de los Poetas” (Editorial Casa Eolo), publicó luego dos poemarios
individuales y su novela debut “Soledad… mi fiel compañera”. Tras un parón de
casi seis años publicará “Poemario indignado” (Ediciones oblicuas). A partir de
esa obra optará por la auto publicación. Será así como vea la luz su
problemática novela “La noche oscura” que trajimos a esta bitácora en 2018 y
sobre la cual pueden leer en este enlace.
La obra fue retirada de las librerías por decisión del autor. Esta situación no
significaba que dejaba de publicar siendo su siguiente obra “Necrología del
relato autosuficiente”, un libro de relatos.
Retomó
la novela histórica con dos piezas entrelazadas que proyectan el deseo de crear
una saga. En ellas cuenta la evolución de Santurtzi desde el último tercio del
siglo XIX. Son “La batalla del Serantes” y “Entre sardinas y barrenas”. Una
especie de “Episodios Nacionales” de su pueblo. No parará de publicar y añadirá
a su biblioteca los poemarios “La luz de la crisálida” y “Canto a la libertad
(diario de un confinamiento)”. Este último fruto del impacto que le produjo la
pandemia del Covid 19.
Entre
sus distinciones destacamos la Mención de honor en el primer Premio
Internacional de Poesía Guadalquivir cautivo (2011); finalista ese mismo año en
el VIII Concurso Anual de Cuento Breve y Poesía de “La Librería Mediática”
(Venezuela); y su mención de honor en el sexagésimo séptimo concurso
internacional de poesía y narrativa "Alianza de palabras" (2019).
“La
cruz sobre mi pecho”, decíamos, es una nueva edición, revisada y mejorada, con datos
añadidos que consiguen mayor fidelidad histórica, de “La noche oscura (Cillaperlata)”.
Esta reedición de la novela sale con el apoyo de la editorial Ibera Ediciones y
tiene un estilo más maduro y profesional. En ella conoceremos el entramado del
espionaje Nazi en España a través de su primer representante y posterior cónsul
en Bilbao, Friedhelm Burbach.
Este
nazi nos trasladará a un pueblo -Cillaperlata-, una comarca y unas gentes
únicas. La novela transcurre, principalmente, durante la década de los treinta
del siglo XX. Conoceremos la guerra y la represión que se vivió durante y
después de la guerra civil de 1936-1939. Y su miseria, la dura vida en el
campo, la depuración de responsabilidades, el maquis... Es en este ambiente
cuando uno de los 104 agentes nazis, que han vivido en España con la protección
de Franco, es reclamado por la justicia internacional. Era al finalizar la
segunda guerra mundial. Es cuando Friedrich Burbach, primer representante de
Hitler en España y Portugal, nos entra en escena. Este hombre se escondió en
una granja de Las Merindades.
Friedrich Burbach
Por
las líneas del libro veremos desfilar -al paso de la oca- los albores de una
locura y un genocidio. Situación almibarada por la dura, y bella, vida en el
campo y en las industrias locales. Tal es el caso del molinero, el herrero,
carboneros o resineros que se ganaron el sustento en una tierra lejana al
desarrollo de cercanos lugares como Bilbao: El norte de Burgos.
Pueden
encontrar esta novela en el correo j.penalba@outlook.es; en siguiente enlace dela editorial;
y en las principales plataformas digitales: Corte Inglés, Fnac y Casa del
libro. Pero, si sois de los míos, y preferís acudir a la librería de vuestro
pueblo no tendréis problema alguno porque lo pueden pedir por plataforma.
¿El
precio? 20 euritos.
Anexo:
Friedhelm
Burbach: Nació en
Herchen, Sieg, en la región de Bonn, Alemania, el 23 de julio de 1893. Cursó
estudios secundarios en un pueblecito de Bad Godesberg, en el “evangelisches
paedagogium” junto a Rudolf Hess, quien fuera uno de los mayores representantes
del nazismo, mano derecha del Führer Adolf Hitler, y su hermano menor Alfred. En
1920 fue cuando inició su aprendizaje en temas comerciales en una empresa de
Düsseldorf, actividad que desarrollaría poco tiempo después. Ese mismo año
recala en España. Se instala en Barcelona donde establece negocios, para
desplazarse a Bilbao y después a Vigo. Teniente en la gran guerra, la primera,
habiendo participado en la batalla de Verdún y siendo reconocido con la Cruz de
Hierro de primera clase por méritos de guerra ingresaría en el partido nazi
(según los datos) en enero de 1931. Fue en esa época, en 1930, cuando recalaría
en Lisboa, Portugal, tras haber pasado por Berlín. Lo haría con una misión:
expandir el ideario nazi. Fue en Oporto, en los años veinte, donde conoce a su
mujer Ilse Thumamm, con quien se casaría en Barcelona el 10 de diciembre de
1921, en el Consulado Alemán. De ahí que conozca la lengua y pueda
desarrollarse, ser el candidato ideal en aquellas tierras. Trabajando como
agente de exportaciones, sería el primer representante en España y Portugal del
nazismo. Junio de 1933 será la fecha en la que abandone Portugal
definitivamente, y tras un breve período de estancia en Berlín, de regreso
nuevamente por España, ya que en 1934 fue nombrado director de la
auslandorganisation (Organización en el extranjero del partido nazi) AO para ambos
países, pasó por Madrid y después por Bilbao, donde residiría a partir de
entonces. A finales de la guerra civil, tras haber prestado servicios a la AO
intercambiando estancias entre España y Alemania, ocuparía definitivamente la
sede del consulado situada en el número 12 de la calle Aguirre de Bilbao, donde
ejercería el cargo de cónsul. Buscado por los aliados al finalizar la segunda
guerra mundial, será escondido en una granja del Valle de Valdenubla, cerca de
Trespaderne, y trasladado después a otro lugar llamado Villanueva de la Nia,
cerca de Polientes, Cantabria, hasta que todo pasó. Regresaría apenas dos años
después a Bilbao, donde viviría “ajeno” y “olvidado”… hasta el final de sus
días. Murió en 1959 a la edad de 66 años debido a un accidente de tráfico sin
haber sido juzgado ni condenado, amparado tras el manto del poder político y la
iglesia de una España Franquista “neutral”, pero que no ocultó su simpatía por
el nazismo. Hecho que se constata con acciones como aquella: escondiendo en su
tierra a muchos de ellos. Murió llevándose a la tumba el secreto de sus
operaciones a pesar de no haber escondido, nunca, ni renegado, su oscuro
pasado.
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