Paseando
por el pueblo de Nofuentes nos encontramos con este caserón, próximo a la
iglesia, en el que destaca su escudo y su estado de conservación. Tenemos una fachada
donde se nota la modificación de la entrada eliminando un arco de medio punto que
terminó convertido en unas puestas bajas. Salvo las ventanas, con buena piedra
tallada formando un encuadre a la ventana en la planta noble, la fachada es de
cal y canto. Las esquinas también son de buena labra. Posee moldura bajo alero
que recorre todos los paños del edificio de tres altura y tejado a cuatro
aguas.
Las
armas allí representadas eran las de los Fernández de Cadiñanos y sus alianzas
familiares. Está timbrado por un casco con penachos, acompañado por cuatro
cabezas humanas. Completan el adorno una cartela de rollos, lambrequines,
cascabeles y dos cabezas de león, una a cada lado de la punta. El campo del
escudo está dividido en cuatro cuarteles:
- Una
cadena puesta en banda y sobre ella dos perros pasantes, el de la parte
superior mirando a la diestra y el de la inferior, invertido, y mirando a la
siniestra. En jefe tres cruces puestas en faja: Armas de Cadiñanos.
- En
el superior derecha -según lo miramos-, una barra. A su diestra, cinco
estrellas de ocho puntas, puesta una en el cantón diestro y las cuatro
restantes en posición de barra. A su siniestra cinco flores, puestas, una, dos
y dos.
- Un
árbol con un perro pasante a su tronco, cebado y contornado, y en la punta un
grifo, contornado.
- Una
barra engolada en boca de dragones acompañada de tres estrellas de ocho puntas,
a cada lado. En la bordura general una cadena.
Según
consta en el testamento de Carlos Fernández de Cadiñanos, el doctor Lucas
Fernández de Cadiñanos, canónigo de la Metropolitana Iglesia de la ciudad de
Burgos, fundó un mayorazgo en fecha que no se precisa pero que debió ser en el
siglo XVII. El heredero fue Lucas Antonio Fernández de Cadiñanos posible sobrino
del canónigo. Lucas Antonio Fernández de Cadiñanos, cuya fecha de nacimiento
desconocemos, casó con Antonia Vélez Angulo y fue
padre de Carlos, Bernarda, Margarita, Manuela y de Tomás.
De
Carlos Miguel Fernández de Cadiñanos y Vélez Angulo desconocemos su lugar de nacimiento,
pero sabemos que era el regidor cuando se realizó el Catastro del marqués de la
Ensenada en Nofuentes. Matrimonió con Vicencia Núñez de la Cantera, hija de
Juan Francisco Núñez de la Cantera y de Angela
Alonso de Celada, vecinos de Moneo. De este matrimonio fueron los siguientes
hijos: Vicencia Antonia, Carlos Miguel (bautizado el 17 de febrero de 1702),
Ventura Manuel -que fue beneficiado en Barruelo-, Angela Micaela, Juana, José
Canuto -beneficiado en Nofuentes y citado en el Catastro de 1852-, Salvador,
Clemente Andrés -nacido en 23 de noviembre de 1718-, Matías, Aniceto Antonio -nacido
el 18 de abril de 1722- y Francisco Julián.
Clemente
Andrés Fernández de Cadiñanos y Núñez de la Cantera casó
con Manuela Sáez de Espiga y fueron padres de Dionisio -que fue cura beneficiado
en Mijangos- y de Manuela. Aniceto Antonio Fernández de Cadiñanos y Núñez de la
Cantera, hermano de Clemente, heredó el mayorazgo y se casó con Josefa Fernández
Villarán, hija de Baltasar Fernández Villarán y de María García, vecinos de
Cebolleros. Fueron padres de: Nicolás (03/09/ 1748), Paula Juana, Isidra,
Ulpiana, Miguel, María Josefa y Martina. Este matrimonio fue vecino de
Mijangos.
Carlos
Miguel Fernández de Cadiñanos fue el sucesor en el mayorazgo, Entiendo que
puede ser el citado Miguel hijo de Aniceto Antonio. Carlos se casó con Clara
Ordoño Rosales, hija de Leonardo Ordoño Rosales y de Clara Irús Arcedo, que eran
vecinos de Medina de Pomar. Carlos y clara fueron padres de Francisca e Isabel
Antonia, que murieron niñas, y Manuela Antonia, nacida el 24 de diciembre de
1738.
Manuela
Antonia Fernández de Cadiñanos y ordoño casó con Juan López del Campo, hijo de
Pedro López del Campo y de Agustina García, vecinos de Cadiñanos. De este
matrimonio nacieron Luis, que nació en Cadiñanos, Agustina Josefa y Justa
Rufina. Luis López del Campo y Fernández de Cadiñanos desposó a María de la
Calleja, hija de José de la Calleja y de María de Miera, vecinos de Quincoces.
De esta unión nacieron Ciriaco, Isabel Cecilia, Luis, Manuela Justa, Eusebio y
Pascual (17 de mayo de 1800).
Pascual
López del Campo y de la Calleja casó dos veces; la primera con Policarpa
Fernández de Villarán, hija de Eusebio Fernández de Villarán, natural de
Cebolleros, y de Eulalia Ruiz de Trechuelo. De esta unión nacieron Lino, el 23
de septiembre de 1825, y Eustaquio. De su segundo matrimonio con María López de
Castro, hija de Pablo López de Castro y de Apolonia de Celada, vecinos de
Mijangos, nacieron, Francisco, Leonardo Zacarías, Fulgencio y Luis.
Lino
López del Campo y Fernández de Villarán casó con Casilda García, hija de
Gregorio García y de Ignacia de la Peña, vecinos de Pradolamata y fueron padres
de Paula López del Campo García, nacida el 15 de enero de 1856.
Bibliografía:
“Blasones
y linajes de la provincia de Burgos. V. Partido judicial de Villarcayo”. Francisco
Oñate Gómez.
Catastro
del marqués de La Ensenada.
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