En
el municipio del Valle de Manzanedo, Las Merindades, está el pueblo de Crespos,
cuya iglesia conoceremos en esta entrada. Este pueblo perteneció al Valle de
Hoz de Arreba y al alfoz de Arreba, apareciendo por primera vez en el Libro
Becerro de las Behetrías, donde se le situaba dentro de la merindad de Castilla
Vieja, siendo “logar de donna Maria, muger de Diego Pérez Sarmiento”,
quien también poseía Arreba. El templo lo tenemos a la izquierda del camino que
conducía a Perros y Munilla. María del Carmen Arribas Magro nos cuenta que esta
iglesia está advocada a Santa María cuyo culto se generalizó entre los siglos V
y VIII. Situaríamos, entonces, la cristianización de Crespos hacia el siglo
VIII. En el siglo XVIII continuaba con esta advocación siendo, posteriormente,
cambiada por la Virgen del Rosario.
Cómo todos los templos que sobreviven en
Las Merindades, este ha tenido reformas y añadidos, pero se sigue reconociendo
su nave única y la desarrollada cabecera de ábside semicircular cerrado con
bóveda de horno. Antes del ábside tenemos un presbiterio abovedado con medio
cañón reforzado por fajones. La restauración eliminó adherencias como las dos
construcciones que flanqueaban la cabecera cubriendo las estructuras románicas.
La del norte fue un trastero y la del sur una sacristía rectangular a la que se
entraba por la arquería del presbiterio.
La
nave, cuya cubierta de madera a dos aguas es nueva, mantiene la portada abierta
en un antecuerpo del muro sur. Los muros románicos fueron levantados mediante sillería
labrada a hacha, siendo las reformas posteriores -el hastial occidental y la
mayor parte del muro norte- erigidas con mampostería. En el sector oriental del
muro norte de la nave es visible esa diferencia.
Foto cortesía de ZaLeZ.
Desde
el exterior vemos que el ábside se divide en tres paños gracias a dos
contrafuertes rectangulares escalonados bajo la línea de canecillos de la
cornisa. En la calle central estuvo la ventana que daba luz al altar y que fue
tapiada en algún momento y cuyas marcas son visibles en el interior. Dos
impostas ajedrezadas dividen en tres tramos el exterior del ábside.
Un par de
contrafuertes refuerzan la intersección del hemiciclo con el tramo recto y es
en un sillar del contrafuerte sur del presbiterio, que fue protegido por la
secretaría añadida y derribada, donde se grabó un texto que corresponde a los
años centrales del siglo XII:
V K MAI PASCASI
VS PLANTAVIT ORTI
IN ERA TCLXXXI
Su
traducción sería: “El 5 de las calendas de mayo Pascasio plantó el huerto,
en la era de 1181”, fecha correspondiente al 27 de abril del año 1143 de
nuestro calendario. El uso de la “T” (en realidad una “I” con el rasgo horizontal
de abreviatura) con el valor de “milésima” también está en las iglesias de
Escaño (1088). La inscripción de Crespos viene a atestiguar que el templo se
encontraba ya construido en 1143. Pérez Carmona y Félix Palomero y magdalena
Ilardia leyeron Ariano en lugar de Pascasio. Indicamos que Pascasio aparece en
1159 en Villavés.
Bajo
la cornisa abocelada disponemos de toscos canecillos de prótomos de animales
(bóvidos, carneros, cérvidos de ramificadas astas), un conejo, una arpía, dos
cuadrúpedos recostados, un barril, un muy desgastado personaje, un monstruo devorando
a un personaje, un exhibicionista, otra figura en similar actitud y otra más
portando un barrilillo sobre sus hombros. No se pueden observar bien todos por
la presencia del cementerio adosado.
Cortesía de
"El Correo de las Matas".
La
parte interior de la cabecera está sobre un banco corrido de fábrica ornado con
un bocel. Se repite el ajedrezado exterior en dos alturas. La bóveda del tramo del
presbiterio aparece ceñida por dos arcos fajones de medio punto que reposan en medias
columnas coronadas por capiteles figurados. Sus fustes quedan tras las impostas
ajedrezadas. Las basas correspondientes son diferentes.
Los capiteles del arco
triunfal, que separa nave y cabecera, reciben una pareja de capiteles de
idéntica estructura en la que se colocan, en la cara que mira al altar, sendas
parejas de leones afrontados que comparten cabeza, mientras que la cara que da
a la nave muestra en ambos casos dos figuras con los brazos en jarras y un
mascarón humano.
La correspondiente al capitel del lado del evangelio es
claramente femenina por su toca y barboquejo; no así la del capitel del lado de
la epístola que aparece sentada y sosteniendo algo entre sus piernas. En los
capiteles del arco fajón que ciñe la bóveda por el este, el correspondiente al lado
del evangelio muestra dos parejas de leones de largos cuellos afrontados en los
ángulos de la cesta y entre ellos dos toscas flores de cinco pétalos. El del
lado de la epístola se decora con una pareja de águilas de alas explayadas y sobre
ellas un cuadrúpedo, especie de leoncillo.
En
el ábside quedan los vanos románicos y la ventana abierta en el muro meridional
del presbiterio. Esta conserva el arco de medio punto decorado con un junquillo
sogueado. Las arquerías ciegas que animan el piso inferior de hemiciclo y
presbiterio muestran arcos de medio punto con grueso baquetón adornado con
piñas, bolas y hojitas y apeados en jambas y columnas adosadas al muro, a razón
de dos arcos en cada lado del tramo recto y cinco arcos en el ábside. En éste,
las columnillas son prácticamente exentas. La mayoría de los capiteles de las arquerías
han desaparecido o están deteriorados. Se llegan a observar una pareja de
águilas de alas extendidas en los ángulos, un león pasante en el frente y dos
toscas cabezas humanas, una de ellas mostrando los dientes y hojas carnosas y
lobuladas. El único capitel conservado en el presbiterio fue seccionado en el
momento de abrir la hoy eliminada puerta de la sacristía. Representaba la
lujuria bajo la forma de sendas mujeres desnudas cuyos pechos son mordidos por
dos desproporcionadas serpientes de cuerpos escamosos y ondulantes.
Foto cortesía de ZaLeZ
La
portada del templo -restaurada en 2023- está abierta en un antecuerpo del muro del
mediodía de la nave y está abocinada. La tenemos dispuesta alrededor de un arco
de medio punto ligeramente peraltado. El tímpano es liso. Rodean el arco dos
arquivoltas y tres cenefas decorativas. En los capiteles vemos diversas
figuras. El del lado izquierdo hay una pareja de leones afrontados de tiesas
orejas que apoyan sus garras sobre un cordón y cuyas melenas fueron
arbitrariamente insinuadas mediante incisiones concéntricas. El capitel interior
muestra un águila de alas desplegadas, entre un brote de una hojita lobulada y
una máscara humana de rasgos someros. Los dos capiteles del lado derecho
decoran sus cestas con cuatro niveles de estereotipadas hojas nervadas
entrecruzadas y rematadas en volutas.
Foto cortesía de ZaLeZ
Se
conserva una pila bautismal románica, labrada a hacha, de copa semiesférica de
86 cm de diámetro por 68 cm de altura, sobre pilar de 19 cm de alto. Está
decorada con dos líneas de dientes de sierra flanqueando un bocel sogueado
entre dos junquillos, común en la zona. Igualmente, en el ábside se encuentran
recogidos dos cavidades, para contener las cajas de reliquias, con el rebaje
sobre el que se dispondría una tapa de madera. Se debieron integrar en la mesa o
en los pilares del primitivo altar. Finalmente, sobre el antecuerpo de la
portada, modificado en su remate, se alzó una pequeña espadaña de finales del siglo
XVIII con una escalera de piedra suprimida en la restauración.
La
iglesia de Crespos responde a los mismos principios artísticos, y más que
probablemente a un mismo taller o talleres, que la de San Miguel de Cornezuelo.
Ambas ligadas a edificios de los Valles del Alto Ebro: cabeceras de Butrera,
Torme, Manzanedo (la mejor del grupo), Ailanes, Munilla, etc. Sería más
verosímil que fuesen los canteros montañeses los que extendiesen su influencia
por el norte palentino y burgalés. Por ejemplo, en la iglesia de San Juan de
Raicedo encontramos una organización exterior del tambor absidal similar a la
de Crespos e idéntica temática en los capiteles de su portada. Las esculturas
de los capiteles de Crespos muestras un arte tosco, sin concesión al detalle,
técnicamente deficiente, imitación de modelos algo más elaborados como los de
San Pedro de Tejada con los que tiene paralelos iconográficos principalmente en
las figuras de leones y aves de alas explayadas.
Bibliografía:
“Iglesia
de La Inmaculada Concepción de Crespos”. Texto y fotos: JMRM - Planos: PJSL.
“Crespos.
Iglesia de la Inmaculada Concepción”. Carmen Baena Yerón
Periódico
“Diario de Burgos”.
Blog “el Correo de las Matas”.
www.arteguias.com
www.romanicoenruta.com
Blog “ZaLeZ”.
“El
Valle de Manzanedo. El Valle de Mena”. María del Carmen Arribas Magro.
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