¡¿Un
tren blindado?! Sí. Pero, ¿eso no salía en una película de James Bond? Y sí,
salía uno en “Goldeneye”. Uno soviético. Que eran muy amigos de esta arma. Y
los alemanes, también.
Y
los españoles. Por lo menos hasta 1939. Los trenes blindados se empezaron a
emplear en la provincia de Cuba contra los insurrectos, en el malhadado
protectorado de Marruecos y en el golpe socialista de Asturias de 1934. en este las columnas izquierdistas que marcharon sobre Oviedo lo hicieron acompañadas
de una locomotora del Ferrocarril Vasco-Asturiano y dos vagones improvisadamente
blindados donde practicaron aspilleras para disparar los rifles. Pero fue en la
guerra de 1936-1939 cuando se emplearon de forma habitual, tanto como arma principal
o como arma de apoyo.
¿Por
qué se volcaron en ello los republicanos? Antes de la guerra el personal
ferroviario era ugetista o católico conservador con menor presencia anarquista.
El golpe de estado fracasado y la subsiguiente guerra civil fue una desgracia
para los ferroviarios de izquierdas que quedaron en zona rebelde. Los
ferroviarios de la zona gubernamental, mayoritariamente de la UGT organizaron
las Milicias Ferroviarias de las que surgirían los trenes blindados. La zona nacional
se desentendió del ferrocarril más allá de usarlo como medio de transporte o de
algún tren capturado.
Con
el golpe militar y los sucesos que acontecieron, los trabajadores ferroviarios
de las principales empresas que quedaron en zona gubernamental se organizaron
para controlar las estaciones, el material, los nodos ferroviarios y las
comunicaciones telefónicas y el sistema de señales propios del ferrocarril. En
los depósitos ferroviarios se comenzó a proteger locomotoras y vagones con
planchas de metal reutilizado. Los rebeldes no blindaron trenes, aunque alguno
si protegieron, o dotaron de vagones antiaéreos, como en el caso de transporte
de Estados Mayores.
Los
trenes blindados republicanos fueron evolucionando y compuestos de manera
estándar: vagón artillero, locomotora y tender blindados, y vagón ametrallador.
El vagón artillero iba en un extremo -pues los trenes blindados se movían
indistintamente para adelante y para atrás- y con piezas navales de 37 mm. o 57
mm. o con piezas de acompañamiento de infantería de 70 milímetros. En el otro
extremo el vagón ametrallador, para el que se escogieron vagones de carga
pesada. El tender se adecuaba para sus labores de carbonear y se le añadía una
estancia para el jefe de tren y los maquinistas.
Pero
los trenes blindados no fueron un arma fundamental en ningún combate. Apoyaban
con su fuego siempre y cuando el combate estuviese cerca de vías férreas. Su
empleo fue variando: de fuerza de ruptura del frente a labores de suministro y
vigilancia de frentes consolidados. Entendámoslo, las nuevas formas de lucha,
la aviación que les descubría y atacaba y la mejor artillería eliminaba sus
ventajas.
Se
han llegado a clasificar los trenes blindados en: tren de asalto para ataques
de infantería; tren ofensivo para acciones a media distancia; tren defensivo para
proteger accesos a poblaciones con línea ferroviaria; y tren fantasma, rápido,
con la máquina al final del convoy y con grupos de asalto de infantería.
Durante
todo 1936 los trenes blindados dependieron -cuando dependieron- del comité de
empresa o sindicato dominante en su sector, pero no fue hasta la orden de
creación del Ejército Popular de la República cuando estas unidades empezaron a
tomar forma. Serán las brigadas ferroviarias dentro del Cuerpo de Ingenieros.
¡Incluso hubo una canción bélica llamada “el tren Blindado”!
Y,
por entrar en materia, ¿hubo trenes blindados en Las Merindades? Parece que sí.
Una de las hazañas más recordadas de los derechistas meneses evadidos a la zona
de Relloso fue bloquear la vía de La Robla para impedir que subiera por ella,
hacia Bercedo, un tren que había sido blindado por los republicanos en los talleres
de Valmaseda. Esta arma pretendía romper el frente hacia la cuña de Espinosa de
los Monteros, emulando los logros de los trenes soviéticos.
Pero
el tiempo de los trenes blindados se estaba terminando y aquel tren blindado en
los talleres de "La Robla" de Valmaseda resultó un fracaso pues no
pudo llegar hasta El Cabrio. Cómo dijo un entrevistado a Fernando Obregón: “Los
de La Peña bajaban hasta la vía (del ferrocarril de La Robla), cortaron
la vía para que no pasara el tren blindado, los de La Peña eran valientes,
bloquearon el tren en un túnel, se oían los gritos de los que estaban (en
el tren), que no podían salir pensaban que iban a llegar a Bercedo o a
Espinosa, silbaban las balas...”
¿Qué
túnel? No lo sabemos por el testimonio. Podemos conjeturar que fuese el túnel
junto a la antigua estación de la Silla, tras la iglesia de Cantonad. Lo digo
porque es de fácil acceso desde La Peña. Pero es solo una suposición. ¿Y el
tren blindado? ¿Siguió en Las Merindades o fue retirado para proteger la ruta Bilbao?
Todavía no lo sabemos.
Bibliografía:
www.infoaguilas.es
www.hispanismo.org
“Los
trenes blindados en la guerra civil española”. Jacinto M. Arévalo Molina
(capitán de ingenieros).
Sociedad
Benéfica de Historiadores Aficionados y Creadores. "República, guerra civil y posguerra en el Valle de Mena (1931-1955)". Fernando Obregón Goyarrola.
Google.
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