Que no te asusten ni la letra ni el sendero de palabras pues, amigo, para la sed de saber, largo trago.
Retorna tanto como quieras que aquí me tendrás manando recuerdos.


domingo, 2 de marzo de 2025

Sangriento Bisjueces.

 
 
Todos tenemos idealizada la vida en el campo, en los pueblitos pequeños de Las Merindades. O, ¿no? Evidentemente la respuesta es “no” porque, de lo contrario, se acaba en este punto la entrada. Nos centraremos en un pueblo que su nombre contiene la palabra juez. Más por jugar con la ironía que porque en este pueblo fuese una norma habitual la acción de la justicia.

 
Nos vamos a trasladar a primeros de noviembre de 1924, el día cinco o seis, cuando el Diario de Burgos nos dice que “esta, mañana se vio sorprendido el público de esta villa (se entiende Villarcayo) con la desagradable noticia de que en el inmediato pueblo de Bisjueces se había realizado un hecho sangriento y qué el autor había sido detenido por los individuos del somaten del expresado pueblo.
 
Vimos marchar al juzgado, compuesto por el digno juez D. Alberto Gil, secretario judicial D. Emiliano Corral y alguacil D. Pablo López, en dirección a dicho pueblo, regresando a las tres horas y al poco rato al vecino del citado Bisjueces Ulpiano Peña Zorrilla, que esposado y conducido por cinco somatenistas armados ingresó en la prisión del partido, pues debido a que la guardia civil había sido reconcentrada en Burgos por el paso del Rey, no existía ningún número en el puesto de esta villa.
 
Por las noticias que hasta nosotros llegan, podemos relatar el hecho en la forma siguiente: Ezequiel Díez Andino, vecino de Bisjueces, a eso de las ocho y media de la noche del día de ayer, salió de su casa y se dirigió a una finca de su propiedad, próxima al pueblo, sembrada de patatas y plantada de berzas, con el fin de ver si en ella había algún ganado para espantarle, y observó que había un bulto tumbado, como si sería una borrica, encaminándose hacia él, y estando como a cuatro o cinco metros de distancia, vio con sorpresa que un hombre se levantó y sin mediar palabra le disparó el desconocido un tiro de escopeta cargada de perdigón, que le hirió en la parte superior del vientre, dándose aquél a la fuga, llevando consigo un cuévano que allí a su lado tenía; parece ser que el agresor fue conocido en el habla por el agredido, e inmediatamente los del Somatén cercaron la casa de aquél, que resultó ser el vecino Ulpiano Peña Zorrilla, y lo detuvieron y apresaron, haciéndose entrega por la mujer de una escopeta, que contenía aún el cartucho descargado y con la que se supone se hizo el disparo.

 
El hecho es objeto de duras recriminaciones, máxime no habiendo ninguna clase de resentimientos entre ambos, y de veras celebraremos que la lesión producida no se agrave y prive de la vida a un hombre honrado y trabajador. Felicitamos a los somatenistas de Bisjueces, por sus servicios en pro de la administración de justicia, y muy especialmente al cabo del repetido pueblo, y maestro nacional D. Cayo Torres García, quien hizo entrega de un atestado al Juzgado. Nos consta también, que el cabo del distrito, D. Juan de Pereda, ha quedado congratulado y altamente satisfecho de tales actos”. La noticia la repetía el “Heraldo alavés” del siete de noviembre de 1924.
 
Claro que, Ezequiel, era un tipo con mala suerte porque el 20 de enero de 1910, a las 14:00 h, se le incendia la chimenea y, para apagarla, se necesitaron varias horas de esfuerzos de los vecinos y las autoridades. Se le quemó parte del tejado generándole unas pérdidas de unas 400 pesetas de ese momento. ¿Y Ulpiano? Vean la sentencia en este recorte:
 
 
Bien. Se hizo justicia. El siguiente hecho noticiable de Bisjueces es una pelea entre dos personajillos: “En el pueblo de Bisjueces fue agredido David Pardo Fernández, de 25 años, natural de Becerra (Lugo), por un compañero de trabajo, Justiniano Antolín, de 28, de la provincia de Palencia, que le causó con una navaja una herida de pronóstico reservado en el costado izquierdo. El agresor se dio a la fuga”. El breve fue publicado el 20 de julio de 1931 en el “Diario de Burgos”. No hay más menciones, o por lo menos no las hemos encontrado. Esperamos que David se recuperase con bien. Por su parte, la prensa de esos años nos habla de un hombre violento nacido en Tabanera de Cerrato (Palencia) que estaba en paradero desconocido y que respondía al nombre de Justiniano Antolín Bueno. Este tipejo, en 1924, había dado una paliza a su novia, que le denunció. No digo que fuese el mismo, ojo. Pero…

 
Quizá para mostrar que estas cosas no van solo de hombres violentos contra mujeres pacíficas les mostramos esta noticia del “Diario de Burgos” del 19 de enero de 1986:
 
“Reyerta en Bisjueces: A las dos de la tarde de ayer se produjo una reyerta en Bisjueces entre F.P. de 51 años de edad y C.F.B. de la misma edad, marido y mujer respectivamente en la que resultó herido grave el primero por arma de fuego. Trasladado urgentemente a la Residencia “General Yagüe” hubo de amputársele el brazo derecho”.
 
Una pena lo de la protección de datos que no nos permite conocer más del lesionado o de su mujer y de como pudo ser su vida posterior. Probablemente, de seguir juntos, la relación estaría “tocada”.

 
Terminamos esta retahíla de desgracias en Bisjueces con un accidente: “HOMBRE MUERTO. — A las ocho y media de la mañana de ayer fue encontrado muerto en un pajar de Bisjueces Fortunato Ruiz Trechedo Galio, de 53 años, soltero, vecino de la citada localidad y natural de la Merindad de Castilla la Vieja. Al parecer la víctima tropezó con una máquina segadora dándose un fuerte golpe en la cara, ocasionándole la muerte. El trágico accidente -se cree- se produjo en la noche del pasado día 25. Fuerzas de la Guardia Civil practicaron diligencias”. (Diario de Burgos, 30/05/1974).
 
 
 
Bibliografía:
 
Periódico “Diario de Burgos”.
Periódico “Heraldo Alavés”.
Periódico “La voz de Castilla”.
Periódico “El Castellano”.
Periódico “El diario Palentino”.
Boletín Oficial de la provincia de Palencia.