Que no te asusten ni la letra ni el sendero de palabras pues, amigo, para la sed de saber, largo trago.
Retorna tanto como quieras que aquí me tendrás manando recuerdos.


domingo, 23 de febrero de 2020

Velascos de colección.



Los Velasco financiaron múltiples obras que nos han llegado. Algunas de ellas con finalidad social, como se dice hoy, pero la mayor parte de ellas como muestra de su poder, prestigio y posición. Tenemos en mente el alcázar de Medina de Pomar, la casa del cordón de Burgos o -si son muy de Madrid- el palacio del condestable en la capital del reino.

La conferencia de Somerset House (1604)

Pero hubo facetas que no fueron la edificación o las dádivas religiosas. Así debemos fijarnos, nuevamente, en Juan Fernández de Velasco, VI Condestable de Castilla, que inició su carrera diplomática y política en 1586 cuando, residiendo en Nápoles con su suegro –Pedro Téllez Girón, I duque de Osuna y virrey–, el rey Felipe II le mandó ir a Roma a dar la obediencia al Papa Sixto V. Luego gobernó el Estado de Milán desde 1592 al final del siglo. Desde 1600 fue presidente del Consejo de Italia. Encabezó la delegación española en las negociaciones de paz en Inglaterra.

Detalle del VI Condestable de Castilla
en el cuadro anterior.

Recién firmada la paz, regresó a Bruselas donde los archiduques Alberto e Isabel Clara Eugenia le regalaron: ella “una sortija de diamante prolongado todo fondo que está puesto en una garra toda descubierta” para aumentar su brillo – fue valorada en 1608 casi en un millón y medio de maravedíes–; y el archiduque unos tapices que representaban un paisaje poblado de árboles y arbustos. Debemos saber que el VI Condestable era un coleccionista: Piezas de orfebrería, escultura, armas, joyas, tapices, relojes, lienzos... De la composición de esta colección tenemos constancia en diversos inventarios en 1602, 1608, 1609 y 1613.

Es muy probable dicha colección fuera de las más importantes en la España de principios del siglo XVII. Alejándose de las formas de la época – los conocidos como “gabinetes de maravillas”- los cuadros se encontraban expuestos en una galería de pinturas.

Podemos hablar, gracias al inventario de bienes de 1608 y 1609, de que se llevaron de Burgos a Madrid “una echura de Nuestro Señor, la Madalena y Santa Marta al olio en tabla con guarnición de oro y negro. Presentaronla a su excelencia en Amberes, 150 reales. Otro quadro de Nuestra Señora y Santa Ana San Joseph y el niño Jesús con la misma guarnición que la de arriva. Presentaronsela a su excelencia en Flandes, 150 reales”. La descripción de este último cuadro podría ser la Sagrada Familia de Medina de Pomar. El cuadro aquí relacionado obtuvo una valoración mayor que el del oratorio y se puede suponer que hacía pareja con el anterior, tal vez Cristo en casa de Marta y María.

"Sagrada Familia con Santa Ana" de Hendrick de
Clerck (1604). En Medina de Pomar.

En el mismo inventario, bajo el apartado de “cosas compradas en Flandes durante la jornada de Inglaterra” se relacionaron “77 quadros de países, galerías cazas y otros, 1078 reales. Seis mapas que son Europa, América, África y Asia y otros dos enteros de todo el mundo, 198 reales. Mas otros ciento y trece quadros de países, galerías, elementos, sentidos y del yjo prodigo, 1808 reales”. En la Casa del Cordón de Burgos había “una tabla de pintura con su guarnición de cosa de Jerónimo Bosco, en çien reales... Un liençeçillo con su guarniçion con un retrato de una flamenca, en diez reales… Un lienço grande de cossas de Jerónimo Bosco copiado y maltratado, en quatro ducados”. También el inventario de 1609 recogía un “quadro de los siete infantes de Lara que esta biejo maltratado y es antiguo, 32 reales” trasladado a Madrid.

Y, por supuesto, la famosa e invisible relación de retratos de familia de los Velasco. La historia de estas pinturas familiares, no vistas por nuestros ojos contemporáneos, tienen un contar rocambolesco. Miren, en el transcurso de los trabajos de catalogación del archivo familiar apareció un documento sin fecha que contenía una relación de cuarenta y un retratos situados en una estancia de la Casa del Cordón (Burgos). Eran retratos de algunos de los miembros más ilustres del linaje entre los siglos XIII al XVII, cuyos nombres, títulos nobiliarios, atuendos y peinados se describían. Claro que no se recogía el soporte, la técnica o el precio. Se seguía la tradición imperante en la época de que las grandes Casas Nobiliarias encargaran retratos de sus antepasados, pues la nobleza, siempre preocupada por la antigüedad de su linaje, encontró así un modo de reflejar su historia. Obras que buscaron la fidelidad con el aspecto del retratado partiendo de imágenes que podían poseer, bien en medallas, grabados, sepulcros o cuadros, según se desprende de la comparación que se ha hecho entre las representaciones conservadas de estos ilustres personajes y la descripción de su correspondiente retrato.

¿Y eso de que el retrato se pareciese al retratado? Pues, esa minuciosidad respondía al interés surgido en Europa desde el Renacimiento por representar fielmente a los sujetos. Se generalizaron los retratos de más de medio cuerpo o de tres cuartos con personajes que miran fijamente al espectador. Corrijo, en los retratos oficiales se prefería representar al personaje de cuerpo entero.

"Adoración de los Reyes Magos" en Medina de Pomar

En el inventario de 1602 se cita la “galería nueva” de pinturas de la Casa del Cordón en la que había 45 retratos de personajes ilustres. Sin embargo, en ese momento aún no hay noticias de la galería de retratos de los Velasco, a la que sí se alude en el nuevo inventario que se realizó en 1605. En él se constata que el VI Condestable adquirió numerosas piezas y cuadros en Flandes, así como cuarenta y ocho marcos de cornices hechos en Flandes para poner en ellos los retratos de los antecesores de la casa del Condestable. Al margen se apuntaba que “estan tasados enmarcados con los quadros”. Esto indica que en 1605 se había completado la galería de retratos y que ésta se encontraba en ese momento en la Casa del Cordón, siendo trasladada posteriormente a la Quinta de Mirafuentes, su residencia madrileña, donde permaneció hasta 1613 que retornó a Burgos.

El catastro del Marqués de la Ensenada, realizado en 1751, señala que la casa se encontraba en aquel momento ocupada por varios vecinos, lo que trajo consigo la alteración de su estructura interna. Pese a ello, Isidoro Bosarte pudo contemplar los cuadros cuando visitó Burgos en 1804. Aunque, en 1884, cuando Cantón Salazar realizó su estudio sobre la historia de la Casa del Condestable, este conjunto de retratos ya no se encontraba en su interior. El historiador señala que en el momento de su visita había desaparecido “una gran colección o serie completísima de retratos de todos los señores de uno y otro sexo de la genealogía de los fundadores; como igualmente pontífices, emperadores, reyes, personas ilustres, multitud de cuadros religiosos, magníficas tapicerías y alhajas para el culto” que habían existido en la Casa del Cordón. Según Cantón Salazar, parte de esos retratos se habían podido recuperar y estaban en ese momento en la residencia madrileña de los duques de Frías, si bien no especifica si esos retratos eran los de la genealogía de los Velasco o los de personajes ilustres que componían la colección de pinturas de la casa del Cordón.

Podría ser que los cuadros de los Velasco salieran de la residencia burgalesa entre 1843, año en que la Casa del Cordón comenzó a utilizarse como sede de la Capitanía General, y 1883, fecha en que esta casa pasó a manos de Juan Domingo García y Tomás Conde Carriedo. No obstante, también pudieron haber salido durante la invasión de Burgos por los franceses en 1807, momento en el cual se expolió la ciudad, sobre todo en los conventos y monasterios.

Y no sabemos más sobre estas pinturas.

Juan Fernández de Velasco no solo coleccionaba pinturas sino que también destacaba su armería que, junto con la biblioteca y una vajilla de plata dorada regalo de Jacobo I, tenía orden de no ser disuelta. Para ello las vinculó al mayorazgo. Prácticamente el total de las obras de su colección, excepto la armería y la biblioteca, fueron trasladadas a la casa de Madrid, en 1609.


La biblioteca contaba, según una relación de los libros que sobre 1600 poseía el condestable y que se ha conservado, con unos 2.157 volúmenes. Entre ellos encontramos varios clásicos grecolatinos. Tengamos en cuenta que el duque patrocinó, durante su segunda gobernación de Milán, la publicación de algunos hechos relevantes de sus antepasados, particularmente “El Seguro de Tordesillas” que había escrito Pedro Fernández de Velasco, conde de Haro y protagonista del acontecimiento ocurrido en 1439. La publicación estuvo a cargo de Pedro Mantuano, secretario y bibliotecario ducal, que añadió un breve capítulo sobre la ascendencia del conde de Haro y otro sobre el origen de la Casa y Familia de Velasco: “En una Chronica antigua, que se guarda en San Pedro de Arlança, está escripto que los de Velasco descienden de un Hijo de Nuño Rasura, ó Rasuera, que fue juntamente con Lain Calvo Iuez de Castilla... Nuño Rasura fue hermano de Gustio Gonçalez, y ambos á dos Hijos de Nuño Belthides, y de Sulla Bella, Hija de Diego Porcello, primero Fundador de la Ciudad de Burgos: prosapia nobilissima. Tuvo Nuño Rasura un Hijo y una Hija. Casó la Hija con Lain Calvo, de quien desciende el Cid Ruy Diaz de Vivar; y el Hijo fue Padre del Conde Fernan Gonçalez. Ambas á dos ramas estan diversas vezes inxertas en la Casa y tronco Real de Castilla. De Gustio Gonçalez procedieron los siete Infantes de Lara, cuya Casa esta tambien incorporada en la Casa y Estado de Velasco”.

La nueva residencia no solo recibió obras que se ubicaran con anterioridad en Burgos, sino que otras tantas fueron adquiridas para esta casa como las numerosas esculturas, cuadros y una colección de objetos de plata adquiridos por el Condestable en Milán.

Pero este amor al arte no asociado a la piedra no era privativo de Juan Fdez. de Velasco sino que otros Velasco que desempeñaron cargos de muy alto nivel en la corte de Madrid, en Milán, Nápoles y Flandes, también coleccionaban y mantenían un modo de vida cosmopolita, con objetos suntuarios procedentes de diversos continentes y obras de arte de producción flamenca o italiana, que en ocasiones remitían a España. El coleccionismo artístico de estos Velasco derivó en el siglo XVII en una preferencia por la pintura frente a las otras artes. De este modo entran en relación con artistas como David Teniers III, Justus van Egmont, Otto van Veen, Gaspar de Crayer o el taller de Rubens.

"Felipe IV" de Gaspar de Crayer.

Por el tiempo que el VI Condestable esperaba en Bruselas el desarrollo de las paces con Inglaterra llegó desde Génova Juan de Velasco que estaba al servicio de Ambrogio Spinola. Era hijo de un humilde herrador de Logroño. Parece que se encaminó al servicio militar en Italia. Según datos que ofrece Spinola en una carta dirigida al rey el 17 de enero de 1615, le servía desde 1596 o 1597, pues señala que “18 años a esta parte ha que sirve a V. Magestad en ministerio de papeles Juan de Velasco mi secretario, los 9 en Italia y los otros 9 en estos estados en lo mismo que ahora esta continuando”. Consta como secretario personal del general en 1612, pero lo había de ser, al menos, desde 1607 cuando se negoció la Tregua de los Doce Años con Holanda –”todo el tratado de las treguas de Olanda paso por sus manos” reconoció Spinola en la carta citada–. El logroñés también se refirió a sus servicios en otra carta fechada en febrero de 1615 y dirigida al soberano. En ella reconoce que “sirvio a V. Magestad en los papeles de la embaxada de Genova çinco años y ha casi nuebe que lo continua en Flandes en los del Maestre de Campo General de aquel exerçito con mucho cuidado y trabaxo en todas las campañas que en su tiempo se han ofreçido”. Las fechas revelan una estancia en Génova de 1599 a 1604 y otra en Países Bajos desde el último año señalado, que es el de la recuperación de Ostende por Spinola. El general fue nombrado maestre de campo general el 13 de mayo de 1605 y Juan de Velasco hubo de acompañarle en las exitosas campañas de Frisia (1604-1609) y en las hostilidades de 1614 por la ocupación holandesa de Juliers/Jülich y Kleve que fue contestada por Spinola con la toma de Wesel.

En 1613 Spinola solicitó al Rey la concesión de alguna merced para Velasco, lo que reiteró el 17 de enero de 1615, “pues por lo que ha servido como por lo que va sirviendo puedo asegurar a V. Magestad que la tiene mereçida”, y manifestó que tenía en él “toda confianza”. Esto dio lugar al nombramiento de Juan de Velasco como “secretario del rey” el 9 de junio de 1618, con un salario de 100.000 maravedís anuales, aunque quedó excusado de prestar el habitual juramento en Madrid dado que se encontraba en Flandes, “cerca de la persona del marques de Espinola”.

Juan de Velasco

Lamentablemente falleció sólo tres años después de su nombramiento. Para entonces disponía de un dibujo con la heráldica de Velasco y no podemos saber si preparaba su acceso a la nobleza, aunque su hermano José de Velasco ordenó añadir sus “armas” a todas las ropas legadas a la sacristía de Santa María de Palacio. Murió, sin testar, de tifus en la importante plaza militar de Wesel (Alemania) el 2 de diciembre de 1621, durante la campaña del Bajo Palatinado en los inicios de la Guerra de los Treinta Años y sólo quince días antes de que el nuevo rey Felipe IV recompensase a Spinola con el título de marqués de los Balbases que le supuso el ingreso en la Grandeza de España.

Tras la muerte de Juan, José de Velasco acudió en 1622 a hacerse cargo de los bienes dejados por su hermano en Bruselas y Wesel, unos 20.000 ducados sin contar el valor de las rentas, los inmuebles, las joyas, los muebles, los vestidos y los cuadros. Desde allí llegaron bastantes obras a Logroño, bien enviadas por Juan de Velasco o bien traídas por José de entre las que aquél tenía. En 1622 algunas pinturas ya estaban en poder del beneficiado de Santa María de Palacio, quien pudo adquirirlas por iniciativa personal, o bien como encargo específico a su hermano durante los largos años de estancia del secretario en Bruselas. A la iglesia de Palacio perteneció un retrato de Juan de Velasco que en el siglo XIX pasó a una colección de Cantabria. Pudo ser pintado por Gaspar de Crayer, si bien es cierto que también observamos cierto parecido con un cuadro de los Archiduques realizado por van Veen en 1615.

"José de Velasco" de Gaspar de Crayer. 

Otros cuadros legados por José de Velasco a varias instituciones religiosas de Logroño los relacionamos con diversos artistas de Bruselas y Amberes. En total tuvo unos cuarenta cuadros entre los que destacan un Cristo crucificado pintado por un seguidor de Rubens –actualmente es propiedad del cabildo de la Redonda de Logroño– y dos representaciones de San Ignacio y San Francisco Javier que Juan de Velasco envió a Logroño en 1621. Serían copias de los cuadros que Rubens pintó entre 1617 y 1618, y fueron realizados antes de que Schelte a Bolswert abriera los grabados de ambos santos después de la canonización de los santos jesuitas ocurrida el 12 de marzo de 1622. Ambas representaciones eran de considerable tamaño y seguramente valiosas, pues se tomaron muchas garantías en el envío. Creemos que en el siglo XVIII pasaron desde el colegio de jesuitas de Logroño al castillo de Javier y al menos desde 1743 se dispusieron en el retablo de la parroquia local.

Ahora tendremos que girar hacia Luis de Velasco, II conde de Salazar. Los miembros de la rama Salazar de los Velasco eran herederos del señorío de Castilnovo que Juliana Ángela de Velasco y Aragón, esposa del IV Condestable, había legado a su prima la condesa de Osorno a pesar de la oposición de su marido y del V Condestable. Luis de Velasco, general de caballería opuesto a la política pactista de Spinola, heredó el condado de Salazar de Bernardino de Velasco, señor de Castilnovo y I conde de Salazar desde 1599. Luis, casado en Flandes, ingresó en la orden del Toisón en 1621 y aparece representado en Las lanzas de Velázquez que se inspiró en “El sitio de Breda” de Pedro Calderón de la Barca.

"La rendición de Breda" de Velázquez.

Uno de sus herederos, Juan de Velasco y Henin, V conde de Salazar, fue general de artillería y castellano de Gante y Cambrai. El 28 de octubre de 1673 obtuvo merced Real para ingresar en la orden del Toisón, aunque la ceremonia se celebró el 14 de junio de 1675 en Bruselas. El conde de Salazar fue armado caballero en casa del Príncipe de Nassau –Juan Francisco el Deseado, Príncipe de Nassau-Siegen–, “en una sala guarnecida de una tapicería de la mejor que havía en este pays”. Estuvieron presentes el rey de armas –Jean Hernaert–, el conde de Egmont y Diego Bruneau, tesorero de la orden, pues eran pocos los caballeros del Toisón presentes en la ciudad, aunque a los festejos acudieron otros muchos señores de Países Bajos. Para entonces el conde de Salazar era castellano de Amberes. Su retrato se encuentra en un cuadro atribuido a François Duchatel que conmemora la ceremonia de proclamación del rey Carlos II como conde de Flandes, ocurrida el 2 de mayo de 1666 en la plaza mayor de Gante.

"Proclamación de Carlos II como conde de Flandes" de Duchatel

Pasemos hasta la segunda mitad del siglo XVII cuando Francisco Marcos de Velasco tuvo un singular protagonismo político y militar. Desde el escalafón más bajo de la nobleza, su capacidad –unida seguramente a las posibilidades que abría su apellido (No difiere nada a hoy día)–, los servicios militares de varios parientes y el ingreso en la red clientelar de Íñigo Melchor Fernández de Velasco, VII duque de Frías y VIII Condestable, le permitieron protagonizar un notable ascenso social pues logró ser caballero de Santiago en 1661, castellano de Amberes en 1679 y marqués del Pico de Velasco en 1684. El VIII Condestable de Castilla, general de la caballería, fue el último de los duques que sirvió en Flandes -de 1668 a 1670-. Fue un destacado miembro del partido austracista y se mantuvo informado de los asuntos de Flandes a través de Francisco Marcos de Velasco, al que ayudó decisivamente en su carrera militar y en su ascenso social.

Ambos ingresaron en 1661 en la orden de Santiago y mantuvieron amistad hasta el final de sus días. En una colección particular se conserva un retrato en miniatura sobre pergamino que, aunque no está firmado, parece que es el dibujo que Justus van Egmont realizó en 1669 para el grabado ejecutado por Pieter de Jode con el retrato de Íñigo Melchor como gobernador de Flandes. El grabado debió hacerse para acompañar la dedicatoria al Condestable en una publicación sobre fortificación de Alonso de Zepeda, Maestre de Campo General.

Iñigo Melchor Fdez. de Velasco.

Francisco Marcos de Velasco (Carasa, Cantabria, 28 de abril 1635 – Amberes, 17 de junio de 1693). Nació en la casa del Pico de Velasco, un viejo solar que el tronco principal de los Velasco vendió a finales del siglo XIV, pero que sus propietarios posteriores transformaron en lugar legendario del origen de esta familia, ayudados de un comentario de “Bienandanzas y Fortunas de Lope García de Salazar” sobre la llegada a Carasa de un Velasco godo que allí construyó sus palacios. Pedro Fernández de Velasco, III duque de Frías, recogió esta fabulosa leyenda en “Origen de la Ylustrísima Casa de Velasco”.

Francisco comenzó la carrera militar como soldado en Galicia desde el año 1649 y durante la guerra con Portugal. En 1661, fallecido su tío Francisco de Velasco y Arce, el rey le concedió el hábito de la orden de Santiago por las mismas fechas en las que el Condestable Íñigo Melchor obtuvo una de las encomiendas de la misma orden de caballería. Juntos llegaron a Flandes en 1668 y Francisco Marcos comenzó allí una brillante carrera militar de la mano del Condestable, gobernador de 1668 a 1670. Más adelante sirvió de capitán general de artillería, maestre de campo general, castellano de Amberes –desde 1679 hasta su fallecimiento– y miembro del Consejo de Guerra. Incluso pretendió el nombramiento de gobernador de Países Bajos con el apoyo del Condestable después de que en 1684 obtuviera el título de marqués del Pico de Velasco. Tampoco logró ser nombrado virrey y capitán general de Cataluña en 1690, a pesar de contar de nuevo con la ayuda del Condestable.

Casa "Pico de Velasco"(1906)

En la concesión del título de marqués se recogieron sus méritos que refieren elocuentemente la red de la familia Velasco de la que siempre formó parte. El rey Carlos II concedió el marquesado el 22 de mayo de 1684 y en el despacho se señaló “Por quanto teniendo atencion a la calidad, y méritos de Vos el Maestre de Campo General D. Francisco Marcos de Velasco, Caballero del Orden de Santiago, cuya es la Casa del Pico de Velasco de Angustina, del mi Consejo de Guerra, y mi Castellano del Castillo de Anveres; y atendiendo a los servicios que me habéis hecho de veinte y ocho años a esta parte, habiéndoos singularizado muchas veces con los enemigos, mandando diferentes Cuerpos de Exército; y que el General de la Artillería D. Francisco de Velasco, vuestro tío, sirvió también en el Exército de Galicia, y que vuestra Casa está aliada con la del Condestable de Castilla, Marqués del Fresno, Condes de Siruela, y de la Revilla,[todos los anteriores de la familia Velasco] Duques de Náxera, Conde de Escalante, de la Vega, de la Corzana, y de Villamor; en remuneracion de todo ello: Por Decreto sellado de mi Real mano, he tenido por bien haceros Merced de Título de Marqués de Castilla para Vos, y vuestros herederos, y sucesores”.

En 1671 Francisco Marcos participó en una negociación diplomática en Londres junto con el II marqués del Fresno, pariente directo del Condestable. Se pretendía fraguar una alianza de diversos países europeos contra Luis XIV de Francia. Consta que Carlos II, rey de Inglaterra, le regaló un valioso diamante y habrá que suponer que el retrato ecuestre del rey que poseyó Marcos de Velasco también lo obtuvo en la misma embajada. Poseyó igualmente un retrato con diamantes del duque de Brandeburgo –valorado en 714 florines–, personaje que se incorporó a la coalición antifrancesa. Además, tenía varias veneras o insignias de caballero con diamantes –valoradas en más de 2.000 florines; una de ellas de 851 florines–, un escritorio de concha, otro escritorio con aderezos de plata, una cruz con un Crucificado de marfil y otras ricas joyas.

Francisco Marcos de Velasco estuvo en contacto con David Teniers III al que encargó su propio retrato como general de artillería. Con anterioridad, el 28 de octubre de 1673, había delegado en el pintor el dorado de una estatua de Venus para regalar al Condestable. Se puede proponer que sería semejante a las que aparecen en varias versiones del cuadro de Teniers II representando la galería del archiduque Leopoldo Guillermo en Bruselas. En 1 de julio de 1674 Francisco Marcos apadrinó a un hijo de David Teniers III en representación del Condestable del que se conserva un retrato que se atribuye a Murillo –hoy en el Museo del Louvre– y que está pintado con un estilo semejante al de Teniers. La madrina fue una hija de Juan de Velasco, V conde de Salazar y castellano de Amberes. Hacia 1684 Francisco Marcos encargó un retrato propio a Teniers III.

"Entrada triunfal de don Juan José de Austria" (David Teniers III)

Este Velasco tenía su residencia en la casa del castellano de Amberes en la ciudadela construida en 1567. En la sala principal colgaban 26 pinturas entre las que se contaba el retrato del rey de Inglaterra, dos kermesses de Amberes –valoradas en 300 florines–, una taberna, una caza de ciervos y tres paisajes –estimados en 470 florines; “La fuente de Vilvuorde” (el jardín de Tres Fuentes de Vilvoorde, muy transformado posteriormente; lugar que fue pintado por Peeter Gijsels), “El castillo de Amberes” y una “Casa de Willebrouq” (Willebroek)–. Además, poseía una serie de los cuatro elementos y dos mendicantes. También disponía de cuadros religiosos, seguramente en un oratorio privado: la Adoración de los Magos – que en el inventario alcanzó la más alta valoración: 806 florines–, Nuestra Señora en marco de plata, San Francisco, Nuestra Señora de la Soledad, la Virgen María con San Francisco, una Virgen en marco de flores, un rostro de Cristo pintado sobre mármol blanco y varias pinturas sobre lámina.

Para ocasiones especiales contaba con varios manteles de Damasco, tapices de Turquía, ricas colgaduras y una asombrosa colección de tapices flamencos: uno con la conocida serie de la historia ejemplar de los amores de Armida y Rinaldo –en 8 piezas con 296 varas; valorada en 2.935 florines–, otro con la serie producida en los talleres de Bruselas de “la vida del hombre” – en 18 piezas y 4 pequeñas con 340 varas; valorada en 1628 florines–, otro con un paisaje, uno más denominado de Oudenaarde... Después de su fallecimiento, ocurrido en 1693, posiblemente el conde de Clairmont, uno de sus testamentarios, mandó hacer una tumba monumental en cumplimiento del deseo testamentario de Francisco Marcos de Velasco.

Monumento funerario de Fco.
Marcos de Velasco.

Pieter Scheemaeckers hizo el monumento. La figura del marqués está acompañada del Tiempo y de la Muerte. La piedra está trabajada con un virtuosismo excepcional y se combinan mármoles de varios colores en la mejor tradición barroca. Para ubicar el entierro se construyó una pequeña capilla dotada, además, con un soberbio altar del mismo escultor hecho a base de mármol negro y blanco con apliques de bronce. El retablo estaba dedicado a la Santísima Trinidad acompañada de la Virgen y las almas del Purgatorio. Como muestra de la riqueza del encargo se conserva un dibujo preparatorio y un modelo de terracota en el Museo MAS de Amberes.



Bibliografía:

Barrón García, Aurelio Á. / Aramburu-Zabala Higuera, Miguel Ángel: “Francisco Marcos de Velasco y el arte flamenco: biblioteca, cuadros, tapices y capilla funeraria”, BSAA arte, 85 (2019): 113-150.
“La casa de Velasco en Flandes, relaciones y coleccionismo”. Aurelio a. Barrón García y Miguel Ángel Aramburu-Zabala Higuera.
“Nuevas aportaciones al coleccionismo español de la edad moderna: la galería de retratos de la familia Velasco”. Isabel Cofiño Fernández y Mª Eugenia Escudero Sánchez.
“Monografía histórico-arqueológica del palacio de los Condestables de Castilla”. Leocadio Cantón Salazar.
“Los Velasco. Política y arte”. Elena González Plaza.
Domus Pucelae



Anexos:

Relación de la galería de retratos conservada en la Casa del Cordón en Burgos (sin fecha). Retratos de los señores y damas de la casa de los condestables de Castilla casi de cuerpo entero que se registran en la pieza de su palacio de la ciudad de Burgos:

Del lado del oriente

I Doña Sancha Osorio Carrillo aya y camarera mayor de doña Leonor Ynfanta y Reyna de Aragon segun su retrato fue esta señora religiosa franciscana de mediana estatura y hermosa cara: sin otro visible defecto que el de tener las mexillas algo descarnadas lo que se puede verosilmente atribuir a efecto de los años y de sus penitente vida en la religion serafica donde tomo el abito hallandose viuda de Fernan Sanchez de Velasco, Adelantado y Justicia mayor de Castilla

II Sigue el retrato de una señora sin decirnos cual redonda de cara y de algo abultadas facciones pero no feas peinada de caveza de carnero con su especie de rodete o de cofia y vestida con su gorguera de una casaca terciopelo negro muy larga con mucha votanadura dorada, espesa como quentas de rosario, de mediano tamaño y con sus mangas desde el codo perdidas trayendo puestos unos brazaletes en los brazos parezidisimos a los que usan oy los señores obispos traya anillos hasta en el pulgar

III Doña Ana Antonia de Velasco muger de don Alonso de Cordova esta pintada esta señora de linda cara aunque redonda buena estatura y ayroso talle con peynado de caveza de carnero y su especie de rodete pendientes de perlas gorguera muy llena de encaxes y su casaca larga de tela de seda de color de yema a manera de vata con sus mangas abiertas desde los codos sembradas de lazos con brazaletes de la misma tela y una lazada y puños y con su peto de la misma tela quaxado de joyas y lazos.

IV Doña Mencia de Mendoza Condesa de Haro fue esta señora de hermoso rostro aunque algo carilarga proporcionada estatura de corto pero muy airoso talle segun su retrato que nos la pinta con una cofia blanca sobre cabeza y frente cortada como para cubrir un pelo a la Romana coronada con coronel de un de un dedo de ancho vestida con su camisa como a la portuguesa que en lugar de asiento esta labrada de seda o galonada como un dedo de ancho por la garganta y de una ropa talar de grana escotada como las cotillas de ahora con mangas semejantes a las de los monges benitos, cerrandolas con una como corvata pendiente de las muñecas con sus tres lazadas haciendo como simetría con otra corvata ceñida a la cintura en la misma conformidad.

V Doña Mariana de Velasco, Condesa de Villamayor fue esta señora redonda de cara de abultadas facciones pero no feas, de mediana estatura y corta de talle segun su retrato que nos la pinta peynada de caveza de carnero con su cofia blanca donde aora el Rodete y su gorguera espaciosa de encaxes rodeada de un sartao de grandes perlas que cae hasta la çintura y vestida de una casaca larga de terciopelo negro, ajustada como las antecedentes a la manera de cotillas con mangas perdidas desde el codo y brazal del mismo terçiopelo hasta la muñeca conuna vuelta como la de los Ynquisidores aunque mas angosta segun las antecedentes (excepto la que tiene puños o vueltas como las de los hombres de oy).

VI Doña Maria de Solier señora de Villalpando esta esta señora pintada detras de cortina no enseñando mas que el brazo derecho vestido de una manga de tela verde y dorada a modo de vata liada con una cinta hasta la muñeca donde se registra una vueltecita como las otras y hasta el dedo pulgar con dos sortijas.

VII Doña Beatriz Manrique Condesa de Haro fue algo morena pero de hermosas facciones de rostro y buena estatura y talle esta pintada con tocas y abito como morado con oras en la diestra y rosario de coral.

Retratos del mediodia

I Don Luis de Velasco Virrey de Nueva España del Peru fue de buena estatura ni recio ni flaco, muy poblado de barba ancho de frente tuvo los ojos undidos algo, nariz proporcionada y el color moreno segun su retrato que nos le pinta sin pelo con gorguera y cetro en la diestra y enpuñando la espada con la yzquierda vestido de cota de malla muy lucida con el morrion a un lado y la venera de Santiago sobre el pecho pendiente de una cinta rodeada a la gorguera.

II Don Francisco de Velasco hijo del Virrey don Luis de Velasco fue alto de cuerpo seguido y ni gruesso ni flaco y de recordable semblante segun su retrato que nos le pinta sin pelo con vigote y gorguera, vestido de cota de malla lucidisima con su venera como la antecendete y espada pendiente de su petrina sobre la cota segun el estilo de aquellos tiempos.

III Don Sancho Sanchez de Velasco, Adelantado y justicia mayor de Castilla fue este señor de mediana estatura y no muchas carnes y tubo angosta la frente pero buenos ojos y demás facciones de cara para hombre segun su retrato que nos le hace de aspecto venerable; pintandonosle con barba bastante larga y pelo cortado como le usan los labradores de Castilla y vestido con una como sotana o tunica morada ajustada de mangas ceñida con una cinta o galon encarnado del que pende la espada y cubierto con una capa negra, sostenida por los hombros con una cinta encarnada, asegurada de dos planchas de metal lucido con los escudos de armas de la casa puestas en ademán de broches y asimismo se nos le pinta con un alcon en la mano yzquierda calzada con su guante según se practica para semejante genero de caza.

IV Don Yñigo de Velasco Conde de Haro esta pintado este caballero como de edad de 20 años y según su retrato fue de muy hermoso aspecto y de gallardo cuerpo: vestido de cota de malla con su gorguera, una vanda encarnada que atraviesa del ombro derecho al yzquierdo y empuñando la espada con su mano siniestra.

V Don Pedro Fernandez de Velasco I Condestable de Castilla, 4 camarero mayor del Rey en su casa fue este señor de mediana estatura, no muchas carnes y de hierado gesto según su retrato que nos le pinta con pelo rojo cortado como a la romana con coronel sobre sus sienes vestido de cota de malla muy bruñida que remata en la garganta como las esclavinas que usan oy los clerigos cubierta con una ropa de tela encarnada sin mangas y con cetro en la diestra, empuñando la espada con la izquierda.

VI Don Alonso de Velasco, veedor general de las galeras de España e Italia fue alto y seguido de cuerpo de medianas carnes y no despreciable gesto segun su retrato que nos le pintasin pelo, con vigote y gorguera vestido de cota de malla descansando sobre el morrion la diestra y empuñando con la yzquierda la espada.

VII Don Iñigo Fernandez de Velasco Condestable y camarero mayor del Rey píntanosle su retrato vastante delgado de cuerpo y carilargo, no muy bien encarado, ni barbado y sin pelo: vestido con su cota de malla muy labrada, rematando en su garganta con la esclavina de lo mismo pero con su cuello como de Abate y con su vanda encarnada puesta de su onbro yzquierdo al derecho.

VIII Pedro Fernandez de Velasco, I Camarero mayor del Rey en su casa, pintanosle su retrato muy membrudo y bien trazado de cuerpo y cara con venerable aspecto por el señorio del rostro y su barba algo crecida: y vestido todo de malla muy lucida con el morrión en forma de liana Puesto sobre la caveza: empuñando el cetro con la diestra y la espada con la siniestra.

IX Don Pedro Fernandez de Velasco, I Conde de Haro, 3º camarero del Rey píntanosle su retrato de medianas carnes y estatura, algo moreno pero de semblante muy señor y apacible, afeitado y con pelo negro caido sobre los ombros: vestido de una como chupa de grana o paño de color de teja con sus mangas ajustadas hasta el puño como las de ahora: y ençima de uno como capotillo de los de ahora, cerrado por delante y abierto de mangas, descansando sobre los ombros con una vuelta como de encaxes partidos a cuarterones.

X Don Antonio de Velasco conde de Niebas Virrey de Nueva España de proporcionada estatura y carnes facciones regulares, blanco con barba negra, coronado con un coronel muy estrecho de condes, rematado con un penacho acia la derecha tiene vestida una ropilla de terciopelo morado con sus mangas ajustadas botanudura menuda y espesa por delante y su esclavina con su cuellecito como las de ahora la cual esclavina está rodeado un rico collar y sobre la ropilla trae un casacón de terciopelo negro forrado en marta abierto por los codos.

Retratos del lado del poniente

I El primer retrato representa una señora de estatura femenil, el semblante sin especial imperfeccion, el pelo rubio rrizado y el traje no muy desemejante a los que qui(e)re la practica moderna jubon y basquiña negros, adornados de oro y pedreria; pues desde el cuello que hermosea una gorguera almidonada y azuleada, pende un hilo de pedrería puesta en oro, la qual esta asida de un collar de igual preciosidad, aunque de diferente figura, y termina en lo último del jubón que acaba en punta, como de cotilla; y en esta misma punta se unen otros dos hilos uniformes que descienden de los hombros. La casaca o jubon es abierta de mangas y desde el codo a la muñeca esta cubierto el brazo con unas mangas ajustadas de tela blanca, rematando con buelos uniformes a la gorgera, la qual es muy diminuta. Amás desto el traje está hermoseado de varios lazos blancos figura de tixera.

2 Doña Blanca de Herrera duquesa de Frias, señora de Pedraza de la Sierra segun su retrato fue esta señora de proporcionada estatura y talle, muy blanca de muy vaste parecer esta su caveza cubierta de una gasa delicada esparçida sobre los hombros tiene la garganta desnuda sin collar ni otro adorno su traje se compone de una tunica talar de tela fondo amusco con florones dorados y mangas ajustadas hasta las muñecas de las quales cuelgan dos madejas de hilo u algodon fino puestas para adorno o significar su aplicacion a las labores femeniles y asimismo se compone de un manto de tela entre morado y encarnado abierto por los hombros con sus lazadas por las aberturas para sacar los brazos, y forrado en martas.

3 Doña María de Velasco Ybarra representala su retrato mediana estatura, ayroso talle y semblante majestuoso con el pelo cortado como para rizarse su traje se compone de una gorguera escarolada muy ancha vajo de la que pende un collar de perlas puesto sobre su jubon o casaca que es ajustada en forma de cotilla y tiene las mangas abiertas desde los codos; desde los quales hasta las muñecas tiene vestidos unos maniquetes de tela blanca listada que se rematan con vuelos escarolados como la gorguera finamente tiene ceñida la cintura de un cordon precioso al parecer y los dedos, sin esceptuar el pulgar, llenos de sortijas.

4 Doña Juana de Aragon, Duquesa de Frias, mujer del Condestable don Bernardino, según su retrato fue esta señora de mediana estatura, correspondiente talle y de menudas facciones de cara, pero de semblante señor y agradable esta retratada con las insignias ducales; a saber con coronel sobre su caveza cubierta de una cofia blanca de la misma hechura que la de doña Mencia de Mendoza y manto ducal de tela encarnadina con forro de vuelta de armiños vajo del qual tiene un vestido una tunica talar ajustada al cuerpo en forma de cotilla y un peto guarnecido de pedreria rematando como los de aora en la tabla del pecho que esta descubierta y la garganta tambien a la que ciñe un rico collar de piedras con su cruz o joya como los que se practican oy las mangas de dicha tunica estan abiertas como las de los frayles agustinos, tiene su buelta verde doblada cosa de dos dedos sobre las muñecas que estan vestidas de una manga ajustada de grana al parecer con su vuelo muy estrecho finalmente tiene esta señora ceñido a la cintura un cordon muy precioso.

5 Doña Ana de Velasco y Giron, duquesa de Braganza Representasenos esta señora perfecta en estatura, cuerpo, y en las facciones de rostros con hermosisimo color en las mexillas, aspecto muy agradable pendientes de perlas en sus orejas y su gorguera escarolada bastante espaciosa de la que salen unos hilos de perlas para adornar la caveza y sujetar el cavello que es rubio y esta rizado al parecer y prende también una sarta de ricas perlas sobre el pecho (seguir).

6 Doña Maria de Tovar duquesa de Frias, marquesa de Berlanga. Representasenos de gallarda estatura y talle, muy blanca y roja con hermosas facciones de cara y pelo largo tendido sobre las espaldas y una cofia blanca a manera de solideo en lugar de Rodete esta retratada con la garganta desnuda (excepto un collar de perlas) con una camisola muy delgada que remata en la tabla del pecho y con una ropa talar de tela sembrada de flores, parecida a las batas de ahora; excepto en venir ajustada al cuerpo y con el mismo escote que las cotillas de oy y en ser las mangas semejantes a las de los frayles agustinos; cuyas aberturas se registran como cerradas de unas madejas o corvatas blancas con tres lazadas en correspondencia con otra ceñida a la cintura pendientes de las muñecas que visten también el adorno de los vuelos ajustados al puño.

7 Doña Ana de Guzman y Aragon duquesa de Frias Representasenos de mediana estatura buen cuerpo, decente parecer y pelo rubio medio cubierto con una especie de red en forma de solideo; vestida con gorguera estrecha rodeada con un collar precioso de piedras con una ropa talar de tela pagiza con mangas ajustadas hasta las muñecas que ciñen unos puños de poco vuelo y un sobre todo o jubon negro abierto por los codos y por delante como las casacaspresentes de hombres con sus broches ricos a trechos.

Lado del septentrion

I Don Fernan Sanchez de Velasco tubo los mesmos oficios que su padre Sancho Sánchez de Velasco representasenos en edad como de 50 años, de mediana estatura proporcionado cuerpo y facciones de rostro muy blanco y rojo, con semblante respectuoso, barba algo creçida y el pelo cortado a Guedejas como los labradores de oy su traxe es el mismo que el de su padre (con sus escudos también de sus armas en las planchas o broches de su manto negro) excepto el color de la tunica talar que remata en la garganta dejando desnudo el cuello como la de su padre que lo es de teja y el de la cinta o vericu de que pende la espada empuñada con su siniestra, que es verde.

2 Don Iñigo Fernandez de Velasco 3 Condestable, 6 camarero mayor del Rey. Representasenos de buena estatura, cuerpo y carnes proporcionadas y correspondientes facciones de rostro muy venerable por lo majestuoso y por las canas de su barba y cabello, que se registra blanco como el de una paloma y cortado como el de nuestros abates tiene puesto sobre la cabeza un bonete o sombrero redondo de terciopelo negro al parecer con una rica joya por botón esta vestido de una cota muy lucida y perspuntada que termina en la garganta como esclavina la qual viste una como garnacha de terciopelo verde forrada de tela por los ombros, sin mangas, con galon de oro por las aberturas los cabrones son de una tela que no se percibe si es paño de color de teja, grana o terciopelo carmesí con la diestra empuña un cetro y la siniestra el rico pomo de su espada pendiente de una cinta estrecha o pretina ceñida al cuerpo sobre la malla.

3 Don Pedro Fernandez de Velasco 4 Condestable 7 camarero mayor del Rey Representasenos de pequeña estatura pocas carnes, vastante blanco con el semblante señor pero algo ceñudo entre 60 y 70 años de edad con barba blanca no muy poblada y pelo también cano según los dos tufos aun no cubren lo largo de las orejas, lo manifiestan cubriendo sus canas con una gorrilla negra idéntica con las de los ministros de oy en la figura, con su penacho blanco al lado diestro esta vestido de una como ropilla de terciopelo sembrada de hilo de oro que rremata en la garganta con una esclavina clerical de las de oy forrada en martas y unida por tres botones de ylo de oro como se practica oy sus mangas son como las que oy llamamos de trabuco quando estan sin vuelta: tienen dos ordenes de votones de ylo de oro sobre el codo, otras dos de alamares del mismo hilo hacia las muñecas; donde se rematan con dos botones hermanos de los otros encadenados al parecer como los que se estilan oy en los puños de las camisas, para cerrar la abertura de dichas mangas; semejantes a las de nuestras chupas sobre dicha ropilla esta puesta una garnacha de terciopelo mismo como la de nuestros ministros con vuelta obscura de [espacio en blanco] y la misma abertura por los hombros sin mangas esta retratado con un rico collar del toyson un memorial en la diestra y empuñando su espada con la yzquierda.

4 Don Pedro Velasco, capitan de la Guardia del Peru, general de un ejercito en la Andalucia. Representasenos alto de cuerpo, bien hecho, descarnado de cara, con semblante de enfermo, pera y bigote, sin pelo, con una grande cicatriz en la caveza esta vestido de una cota rica, con su gorguera mediana escarolada de la que pende la venera de Santiago en un rico cordon con cetro en la diestra y empuñando la espada con la yzquierda cuyas muñecas las ciñen unos estrechos vuelos escarolados.

5 Don Bernardino Fernandez de Velasco, 1 duque de Frias, 2 Condestable, 5 camarero mayor de Rey. Representasenos alto bien dispuesto de cuerpo de lindo y agradable aspecto, en edad como de 30 años, poco poblado de barba y vastante encendido de megillas, con coronel sobre su cabeza (cuyo cabello muy blanco esta cortado como el de nuestros abates y tendido) vestido de una ropa talar de tela de color de yema, con unos galones blancos y negros de arriba avajo y en las mangas que rematan en los codos desde donde estan vestidos los brazos de muy lucida malla hasta las muñecas que estan ceñidas de unos vuelecitos escarolados. Con la diestra empuña un baston con cubierta de tela encarnada obscura claveteada de oro y la izquierda el pomo de su espada pendiente de una rica pretina ceñida al cuerpo sobre la ropa talar.

6 Don Hernando de Velasco, hijo de Hernando, hermano 2 del conde de Haro Representasenos de buena estatura, delgado, bien trazado de cara, blanco y rubio, poco poblado de barba con el pelo cortado a guedejas y una toalla azulada rodeada sobre la cabeza en forma de turbante turco; vestido de una bata de paño color de teja con mangas de frayle y vuelta verde; rematando en la garganta como nuestras dalmaticas y pendiendo del dicho remate sobre el pecho una patena como las de nuestras aldeanas rodea dicha bata por la cintura una pretina con evilla de oro de la que pende la espada empuñada con su siniestra.

7 Don Pedro Fernandez de Velasco, Dean de Burgos. Representasenos no muy alto de vastantes carnes menos en la cara, blanco, barbilargo con pera y vigote rojo y pelo de la misma suerte cortado como el de nuestros abates tiene encasquetado un sombrero redondo y vestido una ropilla de terciopelo negro, con su esclavina y cuello casi como los estrechos de oy y mangas ajustadas hasta las muñecas que las ciñen unos volillos de un dedo de anchos: y sobre la ropilla viste una como garnacha del mismo terciopelo con mangas hasta los codos y vueltas de martas por delante y las espalda. Tiene calzada la diestra con un guante y el otro suelto en la misma mano.

8 Juan de Velasco 6 Condestable, 9 camarero mayor del Rey. Representasenos bien hecho de cuerpo, alto y algo delgado, moreno de cara pero de aspecto señor y penetrante, sin pelo, son pera y bigote, su gorguera mediana escarolada y el morron con penacho colorado puesto al lado siniestro; dejándose ver al diestro el retrato de un hombre anciano en ademan de criado mayor esta vestido de cota de malla, sobre la qual tiene un jubon anteado ajustado al cuerpo y los brazos: cuyas muñecas estan ceñidas de unos volillos correspondientes a la gorguera: la cintura de una rica pretina sembrada de pedrería de la qual pende un puñal y espada que tiene empuñada con la izquierda ejecutando con un cetro lo mismo con su diestra.

9 Don Antonio de Velasco, hijo de don Luis de Velasco, Virrey dela Nueba España y del Peru, y otra vez de la Nueba España. Representasenos en edad como de 30 años robustote proporcionada estatura bien encarado sin pelo, con vigote y gorguera scarolada a correspondencia con los puños: vestido de cota muy lucida, con una banda violetada del ombro izquierdo al derecho, y ceñido de una rica pretina para sostener la espada.

Sueltos

1 Don Diego de Velasco, hijo de Pedro Fernandez de Velasco, camarero mayor del Rey. Representasenos de 30 años, moderada estatura, no más carnes, algo descarnado de mejillas y de no feas facciones de cara, poco barbado, con pelo rubio cortado como el de nuestros abates teniendo ceñida sobre sus sienes una especie de diadema rodeada de una cinta blanca con motas obscuras: y vestido de una chupa larga de tela verde por el cuerpo con tulipanes y otras flores pagizas desvaydas y del mismo color pagizo listado de verde las mangas ajustadas de dicha chupa la qual Remata en la garganta muy holgada dejando descubierto todo el cuello, con un genero de vorde como el de nuestras dalmaticas, unido por delante con el socorro de un cordon de seda con su vorlecita y sobre ella se registra una pretina con evillas y embutidos al parecer de oro de la qual pende la espada empuñada por el pomo con la yzquierda.

2 Don Antonio de Velasco conde de Nieva representasenos de mediana estatura entre 60 y 70 años de edad mas grueso que flaco y con semblante respetable en si y por las canas de su bigote y solemne pera y tambien de la cabeza; desnudo de pelo y del morrión que con su penacho encarnado y blanco se registra a un lado. Su traxe es marcial estando vestido de cota de malla muy lucida y de una rica pretina para sostener la espada cuyo pomo empuña con la izquierda.

3. Juan de Velasco Merino Mayor de Castilla La Vieja y Camarero Mayor del Rey representasenos entre 40 y 50 años de edad, alto, delgado, descarnado algo de cara y moreno, poco poblado de barba, con semblante grabe y una especie de toalla listada, ceñida a la cabeza con su poco de caida sobre las orejas esta vestido de un jubon encarnado con mangas ajustadas hasta las muñecas (en cuya diestra mano tiene un memorial) el cual remata en el cuello: dejandosele del todo descubierto hasta de camisa sobre dicho jubon tiene vestido una ropa parece bata de tela verde con flores encarnadas excepto las mangas, que son semejantes a las de los frailes agustinos, y en la vuelta encarnada que descansa sobre los ombros y pecho a manera de esclavina de peregrinos cortada con similitud a varias hojas de higuera juntas.

4. Doña Maria Sarmiento representasenos detras de cortina verde descubierto solo el lado izquierdo desde el ombro avajo por lo que no podemos dar mas señas de que fue bien dispuesta de estatura y cuerpo; y componerse su traje de una especie de ropa talar de tela rica ajustada al cuerpo con su genero de peto formado de pedreria desde el pecho a la cintura y las mangas de bastante vuelo abiertas por cima de la sangria de los brazos y a imitación de nuestras aberturas de mangas de trabuco y de chupa tambien viendose la camisa por todas tres partes desde cerca del ombro hasta la muñeca donde rematan sobre la camisa que tiene sus vuelos anchos con un dedo estando los de su mano izquierda ceñidas de varias sortijas de piedras.

5. Doña Juliana Angela de Velasco de Aragon duquesa de Frias representasenos en edad de 20 años de proporcionada estatura airoso cuerpo llenita de cara pero de hermosas facciones y risueño semblante, tez blanca y pelo muy rubio, cortado en tufos sobre las orejas, cuyos pendientes son de pedreria con tres ricas perlas cada uno sobre la cabeza tiene puesta una guirnalda o diadema sembrada de pedreria y perlas, rematando en el lado diestro con una preciosa joya con su escudo de armas y un penachito blanco. Su brazo se forma de un jubo largo, ajustado al cuerpo como nuestras chupas con un galon quaxado de perlas por ambos lados desde abajo al pecho donde termina como las cotillas con otro galon mas ancho sembrado tambien de pedreria y perlas registrandose un genero de camisola de gasa sembrada igualmente de pedreria por toda la tabla del pecho hasta el cuello donde se deja ver un cuellecito como clerical escaroladito y un collar rico de piedras ceñido sobre dicha camisola. Fuera del cual esta adornada de otro collar mas ancho y precioso que subiendo de las espaldas se deja caer a raiz de los obros sobre el pecho como dos dedos mas bajo del escote del jubón (cuyas mangas ajustadas hasta las muñecas con bolillos negros son de tela encarnada quaxada de pedreria y lo restante de tela de plata) y asimismo lo esta de un cordon preciosisimo de piedras que ceñido a la cintura remata por delante en punta en forma de cotilla.

6. Don Luis de Velasco capitan general de la artilleria y después de la caballeria de los estados de Flandes representasenos en la edad de 40 años, alto, de proporcionadas carnes, moreno, algo bizco, de semblante grave con pera y vigote negro su gorguera escarolada con dos dedos de encajes y una vanda roja rodeada de una cadena de oro pendiente del cuello sobre la cintura con la venera de Santiago esta con cetro en la derecha y empuñando con la izquierda la espada: pende de una lucida pretina ceñida a la cintura sobre la cota que esta pespuntada de oro y adornada de varios trofeos militares: teniendo los brazos vestidos de ante muy fino con un grande lazo encarnado en la sangria de cada uno y sus volillos correspondientes a la gorguera.

7. Don Juan de Velasco obispo de Palencia representasenos acia 60 años de edad bien dispuesto de estatura y cuerpo, algo moreno, de semblante serio y no feo sin barba ni mas pelo que un cerquillo cano como el de los dominicos con su sombrero o bonete puesto en la cabeza esta vestido de obispo con mantelete morado roquete con dos texidos de encaxes estrechos por delante de arriva abajo maniquetes con sus bolillos estrechos anillo en la izquierda breviario en la derecha y con esclavina y cuello como los estudiantes de oy pero sin pectoral.

8. Don Jacinto de Velasco etatis sua 25 menses año de 1603 el dia 9 de junio este niño esta pintado con abito franciscano y cuello de abate, vastante medrado para la edad, blanco y de buenas facciones de cara.