Lo cierto es que ese prisma
de base cuadrada -de unos tres metros de altura- con un obelisco de unos doce
metros encima servía, según Julián García Sainz de Baranda, como una
construcción dedicada a probar la presión del agua en la tubería para, sin
hacer caso de la teoría de los vasos comunicantes, ver sí podían subir las
aguas a la parte alta de la ciudad de Medina de Pomar. Quizá apoyaría esta
visión el vierteaguas que hay en lo alto, pero debería tener tuberías en su
interior.
Reconozco
que me resulta una justificación peculiar porque los romanos ya conocían el
principio de los vasos comunicantes. En este caso debemos aceptar que la altura
de esta estructura es la misma que la de la plaza del ayuntamiento. En otros
papeles indican que este obelisco es uno de los registros de la antigua
conducción de agua desde el arroyo Ceñares. Porque, en Medina de Pomar, esta
fue la primera traída de aguas, antes de la toma del manantial Vadillo, en La
Tesla.
Desde
el manantial de Ceñares -entre Villatomil y Rosales- se llevaba el agua a
Medina de Pomar para alimentar la fuente situada en la plaza mayor. Una fuente
dibujada y proyectada por el arquitecto de la Academia de San Fernando Alfonso
Regalado Rodríguez, en 1780.
Hoy esta obra, que está formada por un prisma de
base rectangular labrado en almohadillado con el surtidor y el pilón saliendo
de su frente, pasa algo desapercibida en la tranquila plaza del ayuntamiento.
Sobre esta forma aparece la figura de una leona -muy desgastada- descansando y
a ambos lados dos adornos en forma de piña. La fuente de la plaza no sólo fue
la principal, sino la única del siglo XIX nos ha llegado.
Periódico “Diario de Burgos”.
Boletín Oficial de la provincia de Logroño.
“Medina de Pomar. Cuna de Castilla”. Inocencio Cadiñanos Bardecí, Emilio González Terán y Antonio Gallardo Laureda.
Revista Internacional de Métodos Numéricos para cálculo y Diseño en Ingeniería.
Periódico “El País”.
Instituto Geográfico Nacional.