La tía Isidora tiene una cueva. Y la tuvo en…
Bueno, la tuvo. Lo de donde está puede generar cierta confusión porque la cueva
está dentro de la jurisdicción de Arnedo (Valle de Valdebezana) pero es
propiedad de Montejo (Alfoz de Brida) que la compró. ¿Aclarado? Espero que sí,
aunque lo encontrarán adscrito al municipio de Montejo de Bricia.
Cortesía de Ucouco (Wikiloc) |
Además esta cueva es conocida por otro nombre
aparte del de “tía Isidora”: "Cueva de Linares". Fue excavada en un
pequeño promontorio de roca arenisca hoy situado en un paraje apartado y
resguardado. Desde allí dominamos una tierra fértil con agua cercana.
¿Cuál pudo ser la advocación de este templo? Una
pista nos la da el diccionario de Pascual Madoz cuando, dentro de la voz
referida a Arnedo (Burgos) dice que hay dos ermitas dedicadas a San Pedro que
están fuera de la población. Una pudo ser, sería seguramente, Celada que en
esas fechas –poco después de su desamortización- todavía existiría. La otra
sería esta, a 500 metros de Celada.
¿Dos San Pedro a corta distancia? Según María
del Carmen Arribas esta iglesia excavada debió ser el antecedente del
asentamiento de Celada. Y cuando este monasterio pasa a propiedad del
monasterio de Rioseco los nuevos dueños lo trasladan a otra ubicación –cercana
pero menos húmeda y más aireada- por razones de funcionalidad, pasando a ser
una granja agropecuaria y explotar sus tierras. Ella mantiene que el hecho de
que no exista advocación alguna ligada al eremitorio de “Tía Isidora” se
explicaría por la cercanía a la iglesia del monasterio de San Pedro de Celada,
donde se trasladó el culto, el monasterio y el poblamiento.
Bueno, alguien podría haber pensado que el
nombre con el que se conoce esta iglesia rupestre procediese del culto a Santa
Isidora. Esta Santa fue monja en un monasterio de vírgenes en Tabennis, en el
Alto Egipto. Su historia es como la de la Cenicienta pero en lugar de príncipe fue
en su busca el eremita Pioterio, para declararla santa. Tras ello, en lugar de
asumir el mando del convento donde limpiaba, decidió ser anacoreta. La realidad
es más prosaica: se la conoce como cueva de “Tía Isidora” porque esta señora
era la arrendataria de la finca que está junto al eremitorio a mediados del
siglo XX. El otro nombre que tiene es una referencia geográfica dado que “Linares”
es como se llama el arroyo local.
Cortesía de Ucouco (Wikiloc) |
La cueva fue abierta con la entrada al sur y
tuvo algún tipo de estructura anclada a la pared de piedra. La puerta se
encuentra aproximadamente a un metro sobre el suelo, probablemente por la
erosión del torrente. La tenemos frente a un área recreativa, solo por
anotarlo. Está deteriorada y sin forma justa y tuvo cierres diversos del tipo
de ranuras y de quicialeras, muy probablemente, correspondientes a dos épocas
distintas. El cierre de quicialeras es un sistema rudimentario, pero eficaz,
donde las hojas de las puertas giran sobre una especie de platillo colocado en
el umbral, donde entra el gozne (macho o bullón) inferior de la puerta,
mientras el superior entra en un hueco practicado sobre el dintel. El interior
es una iglesia pequeña, de unos siete metros de largo por tres metros de ancho,
planta rectangular, y orientación este a oeste. La altura llega a 2`50 metros.
Cortesía de "El correo de las matas". |
Iglesia pequeña pero con detalles artísticos
inusuales. Su planta, bien orientada, la integran tres marcados espacios que se
alinean de oeste a este: trasera, nave única y cabecera simple.
La parte trasera se identifica gracias a un
estrechamiento -donde posiblemente se ubicó una arquería de cierre con uno o
dos arcos- y a su menor altura con relación a la nave. Tuvo tres arcos ciegos,
de los que apenas quedan los arranques, pero que articulan y decoran los muros.
La puerta exterior abre directamente a una nave muy corta con bóveda de cañón
fajonada. De nuevo se perfilan dos arcos laterales ciegos que tienden hacia el
medio punto, uno sobre la puerta y otro frente a ella.
A través de dos potentes pilastras laterales
sobre las que se sustentaban dos gruesos arcos que, posiblemente, contaban con
un soporte central hoy desaparecido, se accede a la pequeña cabecera del
templo. Nos encontraríamos así que el paso a la cabecera se efectuaría a través
de un doble arco. No es frecuente pero tampoco imposible. La cabecera está
elevada respecto a la nave y su hueco es más estrecho que el de esta. Su altura
también es menor y la planta es cuadrada. Tuvo dos arcos en los muros laterales,
del tipo de los que se advierten en el resto de la iglesia, apenas perfilados,
mientras que un tercero enmarcaba el altar de nicho en arco de medio punto,
irregular y deteriorado. Medirá cerca de metro y medio.
No se aprecian vanos de iluminación, tal vez por
las reducidas dimensiones de la iglesia, para la que pudo ser suficiente con un
cerramiento no opaco de la puerta de ingreso, ayudado por la iluminación de las
lámparas del templo. Por distintos sectores de la cueva se observan cruces
incisas en los muros, varias de ellas tienen aspecto antiguo, siendo
especialmente claras las de ingreso a la cabecera, latinas, de doble trazo y
triangulándose en los extremos. Otras pueden ser modernas.
Cortesía de "El correo de las matas" |
Esta iglesia tiene un cierto paralelismo con San
Vitores de Oña, con la también excavada iglesia de San Pedro de Argés (Valle de
Manzanedo) en los arcos que recorren el perímetro de la iglesia, el arco
triunfal dividido en dos y el altar único y de nicho enmarcado en un arco, como
sucede también en San Miguel de Presillas (Alfoz de Bricia). Por ello, la
cronología de este templo correspondería al periodo altomedieval, entre los
siglos VIII-X. Andrés Serna nos comenta en su página “El correo de las Matas”
la existencia de una inscripción recogida en algunos estudios que dice: “+ Regnando
Alfonso VI S.XI” pero que él no ha logrado identificar. Este rey sería Alfonso
VI, el Bravo, fue rey de León, Galicia y Castilla entre los años 1065 y 1109.
Si esto fuese cierto lo clocaría un poco por encima de la horquilla
altomedieval.
Cortesía de "El correo de las matas". |
El deterioro que presenta en la actualidad esta
iglesia, se debe a la humedad y a los usos modernos de los que ha sido objeto,
que van desde las pintadas en las paredes hasta la utilización de la iglesia
como almacén.
Bibliografía:
“Los alfoces de Arreba, de Bricia y de Santa
Gadea. Los valles de bezana y de Zamanzas”. Colección historia de Las Merindades.
María del Carmen Arribas Magro.
“Eremitorios rupestres en la comarca de Las
Merindades”. Judit Trueba Longo.
Visor Sigpac.
Catálogo de cuevas de Burgos.
“Monjes y eremitas. Santuarios de roca del
sureste de Burgos”. Elías Rubio Marcos.
Para saber más:
Excelente e interesante trabajo, estimado amigo.
ResponderEliminarComo veo que sigues al pie del cañón, esto es señal de que te encuentras bien, así que te envío un fuerte abrazo.
Muchas gracias.
ResponderEliminarY, a su vez, entiendo que usted también se encuentra en perfectas condiciones.
Un abrazo.