Hoy nos acercamos al pueblo de Las Machorras
situado en el municipio de Espinosa de los Monteros pero que formaría parte de la
zona de los "Cuatro Ríos Pasiegos". Área híbrida entre La Montaña y
Las Merindades. Es momento de conocer su famosa romería del cinco de agosto.
Una de las celebraciones más antiguas y de mayor contenido folklórico de la provincia de Burgos.
Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves |
En su origen, esta festividad reunía ante el
santuario a los pasiegos que habían estado dispersos en sus cabañas durante el
año, ofrecía una excusa para la contar chismes, negociar y permitir la relación
entre los jóvenes. Hoy es otra cosa. Por supuesto, Las Machorras no es un lugar
de celebración exclusivo, el 5 de agosto se celebra en numerosas localidades de
España, de Italia y de Hispanoamérica.
La advocación de Virgen de las Nieves o Santa
María de las Nieves, hace referencia al templo de Santa María la Mayor, situado
en una de las colinas de la antigua Roma. Y la denominación "de las
Nieves" data desde el siglo IV cuando un matrimonio romano, sin hijos, al
que se le atribuía gran caridad y devoción a María rezó para que la Madre de
Dios los guiara. La Virgen se les apareció y dijo que allá donde señalara, se
le construyese un templo. Así, en la mañana del 5 de agosto de 358, amaneció
nevado el monte Esquilino de Roma y el matrimonio lo interpretó como voluntad
de la Virgen y así lo hizo saber al Papa.
Entrada del pueblo desde Espinosa de los Monteros |
Como en muchos milagros, hay versiones y
diferentes grados de participación de sus protagonistas. Así tenemos otra que
dice que por la generosidad del matrimonio la Virgen se les apareció la noche
del 4 de agosto diciéndoles que construyeran una basílica en el Monte Esquilo
(una de las siete colinas de Roma), en el punto que ella señalaría con una
nevada. Por supuesto, también se le apareció al Papa Liberio informándole de lo
que había pedido a ese matrimonio adinerado -supongo que para que los
fiscalizase no fuesen a arrepentirse-. En la mañana siguiente, el 5 de agosto,
mientras brillaba el sol, la ciudad quedó sorprendida al ver un terreno nevado
en el monte citado. La pareja se acercó al lugar y el Papa Liberio llegó
encabezando una procesión. La nieve cubrió exclusivamente el espacio que debía
ser utilizado para la basílica y desapareció una vez señalado el lugar.
La obra se concluyó un año después. La pena es
que la iglesia desapareció al poco tiempo y fue reconstruida por el Papa Sixto
III alrededor del año 434.
Por cierto, en algunos lugares podrán llegar a
leer que también en Espinosa de los Monteros nevó un 5 de agosto. Probablemente
sea una réplica del milagro original.
El Bobo y uno de los ocho Danzantes. |
La Romería de Nuestra Señora de las Nieves
comienza en la festividad de Santiago, tras la misa mayor, cuando se presentan
los aspirantes al Alcalde pedáneo manifestándole su interés por los puestos. La
elección puede ser a dedo, subasta o sorteo que efectúa la Junta Vecinal. Si no
hubiera candidatos, el Alcalde los buscará. Una vez elegidos, El Bobo y el Mayoral
reclutarán al Rabadán y a los Danzantes, para empezar los ensayos. Trabajarán el
baile hasta la víspera de la romería. También buscarán a quienes les compongan
los versos, si no lo hacen ellos.
El día 4, en que se celebran las Vísperas, se
realiza un ensayo general de las danzas y, usando versos de años anteriores,
los Danzantes, Mayoral y Rabadán practican el recitado con la entonación y el
ritmo adecuado, ayudándose de la mano derecha los primeros o del ramo apoyado
en el suelo los dos últimos. Después del ensayo, se distribuyen los trajes que
se guardan en la Casa Concejo. Esa misma tarde, los mozos levantan la “maya” en
lo alto de la cual se pone el adorno y la bandera nacional.
Artículo del "Diario de Burgos" (1939) |
Los personajes protagonistas son, y han sido
siempre, varones: El Bobo, el Mayoral, el Rabadán y ocho Danzantes. Todos
ellos, excepto El Bobo y el Mayoral, son niños, aunque antiguamente estos
papeles eran desempeñados por mozos.
Describámoslos:
- El Bobo: Tendrá más de dieciséis años y su tarea es divertir, abrir paso a la procesión, ayudar y animar a los Danzantes y pedir las propinas desde primeras horas de la mañana. Este personaje formaría parte del mundo en que están los Birrias, Zaharrones, Cipotegatos, Guirrios,... Representaría, indistintamente, al demonio o a las fuerzas del mal (entre ellas el Lobo), a las muchas divinidades, a la fortuna… Todos estos personajes citados podrían llegar a tener una raíz prerromana –abusan de los fonemas “rr” y “z”- aunque han evolucionado en su indumentaria y en su actividad.
- El Mayoral: También mayor de dieciséis años. Es el que enseña y dirige a los danzantes y controla los tiempos del ritual. También se encarga de preparar las varas de avellano, de dos metros de largas, para el baile de “Las varas” o del “Ahorcado”.
- El Rabadán: Es el más joven de la comitiva de Danzantes, pues tiene seis o siete años. Encabeza una de las filas durante el baile de "El pasacalles” e imita con sus movimientos lo que hace el Mayoral, es como su “alguacilillo”. En sus versos puede decir verdades, con la ingenuidad de los niños. Aunque, como leerán en un artículo de "La estampa" puede que no fuese siempre así.
- Danzantes: Son ocho. Su edad está entre los doce y los dieciséis años y han de ser hijos del pueblo o que, al menos, uno de sus padres lo haya sido. Para una familia pasiega es un honor estar allí representada por uno de sus hijos. Podrán participar excepto que haya muerto alguien en la familia durante ese año.
En esta farsa El Bobo viste blusa amplia con
bolsillo para guardar el dinero y pantalón fruncido por debajo de la rodilla,
ambos estampados de flores en dos tonos cuartelados. Cubre la cabeza con gorro
cónico y su cara está cubierta con una máscara, ahora de goma, con facciones de
viejo. Del cinto le cuelgan cuatro cencerros. Una pierna la tiene descubierta,
calzando ese pie con alpargata negra, mientras un calcetín negro cubre la otra pierna
calzando ese pie alpargata blanca. En las manos lleva espada de madera y tenazas
articuladas rematadas en cuernos de cabra.
Mayoral |
Mayoral y Rabadán visten igual: camisa y
pantalón blancos con faja roja de paño a la cintura y banda de seda del mismo
color cruzando el pecho; en el brazo derecho llevan lazo amarillo y en el
izquierdo, lazo rojo. Cubren la cabeza con boina roja. Calzaban alpargatas blancas
que han sido sustituidas por calzado deportivo de ese color. Llevan en la mano
el ramo: palo pintado en rojo y verde rematado en un ramo de flores
artificiales y con dos penachos de cintas también rojas y verdes, uno bajo el
ramo y el otro en su parte inferior. Antiguamente, el Rabadán vestía como los Danzantes,
llevando como signo distintivo un gorro blanco festoneado.
Los Danzantes visten camisa y enagüillas
blancas, con faltriquera de distinto color y dos bandas de seda, una roja a la
cintura a modo de faja y otra amarilla cruzada por el pecho; mantienen los
mismos lazos en los brazos que el Mayoral y el Rabadán y el mismo calzado. Esos
lazos recuerdan a los que se les colocaban a los difuntos en un intento de ralentizar
la putrefacción del cadáver. ¿Convertiría eso a estos personajes vestidos de
blanco en enlaces con el mundo de los difuntos? ¿en unos psicopombos? Pensemos que el día seis es de recogimiento y recuerdo. Completando su vestimenta
diremos que sus boinas son negras y llevan en las manos castañuelas.
Antiguamente también realizaban el baile del paloteo.
Rabadán del año 2019 |
El Mayoral con el Rabadán y los Danzantes, al
son de la dulzaina y del tambor, bailan las siguientes piezas:
- El
pasacalles: Bailan en dos filas formando, a veces, al
cruzarse, una sola y cambiando de puesto en ellas con rítmicos saltitos.
- El
ahorcado: Esta danza la bailan llevando cada danzante una vara con la
que trenzan figuras simbólicas que marcan con el ritmo de El Pasacalles. En una
de las evoluciones saltan sobre la vara y, después, bailando en rueda, las van
colocando alrededor del cuello del Mayoral, lo que explica el nombre de esta
danza. Una danza similar y del mismo nombre, pero efectuada con espadas tiene
lugar en Obejo (Córdoba) en la romería de San Benito; Atienza la considera
derivada, al igual que otras vascas, de la fiestas romanas Mamuralia, que se
celebraban en Roma el 14 y 15 de marzo.
- El
caracol: Llevan los danzantes un par de palos cada uno y lo bailan a
lo llano, haciendo movimientos que imitan la busca del caracol. También se ha
interpretado como representación de tareas agrícolas o de acciones guerreras. Sin
perder el ritmo de la danza juegan chocando los palos con los que llevan el
compás, y terminan dando todos ellos una rápida vuelta marcada con un fuerte
golpe en el tambor. No la verán, ya no se ejecuta.
Los actos del día 5 empiezan temprano, cuando el
Bobo sale a la carretera que da acceso al pueblo desde Espinosa de los Monteros
y detiene a todos los vehículos, para hacer la cuestación, con la amenaza de
espada y tenazas. Antiguamente, desde el alba, iban todos por las cabañas pasiegas
recordando la fiesta y recogiendo la propina.
Entrada del pueblo con el "Maya" al fondo y los danzantes en posición |
En torno a las 10:30 horas el Bobo se reúne con los Danzantes
–que todavía no danzan- y oyen
en
el templo la Santa Misa, dirigida especialmente a ellos. El Bobo entra con
caperuza y máscara, aunque al dirigirse hacia su sitio en la primera fila se
echa la caperuza hacia atrás, manteniendo la máscara. Terminada la eucaristía, El
Bobo vuelve a pedir a la entrada del pueblo, mientras los Danzantes, el Rabadán
y el Mayoral –que los dirige- quedan en la carretera, bailando de forma
intermitente “El pasacalles”, al ritmo de las castañuelas.
Algunas evoluciones de "El Pasacalles". |
Hacia las 12:00 horas se espera la llegada de las
autoridades, de la pedanía y de Espinosa de los Monteros hasta donde se
encuentran los Danzantes. Se reúnen con El Bobo y todos, al son de la música y
del sonido de las castañuelas, se dirigen a la iglesia. Allí, toda la comitiva
se arrodilla ante el altar mayor, formando un semicírculo, en cuyo centro está El
Bobo, y en ambos extremos el Mayoral y el Rabadán. Estos, levantando sus varas,
y los danzantes con siete toques de castañuela, invitan a la Virgen a salir en
procesión. La invitación la repetirán tres veces.
Después abandonan el templo tocando sus castañuelas
sin dar la espalda al altar mayor y se inicia la procesión encabezada por El
Bobo, sin máscara, que abre paso a la comitiva valiéndose más de la espada que
de las tenazas. Le sigue la cruz procesional del Santo Cristo, un gran pendón
con dos vientos, los Danzantes, descubiertos y bailando siempre de cara a la
Virgen, los músicos, la Virgen sobre andas, las autoridades y el pueblo en
general. El recorrido es pequeño, llegando hasta la explanada, denominada “El
campo de las Nieves” en la que se desarrollarán más tarde los actos finales y
profanos de la celebración.
Escenas de la Procesión. |
Tras el regreso a la iglesia se celebra la Misa
institucional a la que ya no asisten nuestros protagonistas, que aprovechan
para hidratarse, descansar en el porche de la iglesia, repasar los versos que han
de recitar e, incluso, para realizar una prueba de sonido rápida en la explanada -que
agradece el público que permanece sentada desde alguna hora antes por mor de
obtener un buen lugar para la representación-.
Cuando salen las autoridades por la puerta de la
Iglesia, comienza nuevamente la música y el baile que llevará a los Danzantes
hasta "El Campo de Las Nieves". Fíjense que van sin Pendones, sin
curas vestidos con trajes de celebrar, ni estatua de la Virgen. Estamos en una
celebración diferente, profana, irreverente y carnavalesca.
Comienza la actuación con la interpretación del
Baile del “Ahorcado”. A continuación es interpretado “El pasacalles”, que se
viene repitiendo machaconamente a lo largo de la mañana; con el Mayoral y el
Rabadán encabezando las dos filas, hacen cruces, vueltas, paradas y empieces,
siempre al ritmo que marca el ramo del Mayoral, hasta que en un momento dado
los Danzantes les dan la espalda y empiezan a obedecer la dirección que les
marca El Bobo; tendrá que recuperar su puesto el Mayoral avanzando por el
centro y sorteando los cruces de los Danzantes.
Al llegar al frente y delante de las autoridades,
detiene la música y, previo permiso que el Alcalde concede al Mayoral, éste
pronuncia su discurso, ayudado por el movimiento rítmico de su ramo, en el que
habla de la leyenda de la Virgen de las Nieves. Al dirigirse a Nuestra Señora, el
Mayoral, haciendo un gran alarde de energía, se vuelve y mira hacia el Santuario, motivo por el cual se le deja de oír por la megafonía, para hacerlo
únicamente de viva voz, lo mismo ocurre al final, cuando habla a los danzantes
alentándoles a pedir propinas entre la concurrencia si echan bien el verso:
Para
empezar mi discurso
pido
permiso al Alcalde,
señores
y autoridades
y a
todo el que aquí se halle
Con el
transcurso del tiempo
desaparecen
los seres,
y Tú
siempre estás igual,
Virgen
santa de las Nieves.
El
mayor de tus milagros
fue tu
santa aparición
el día
cinco de agosto
con un
sol abrasador.
Que
dejaste las señales
en el
monte el Esquilino,
danto
tu nombre a un templo
en
memoria de tu Hijo...
El Mayoral declamando. |
Luego sigue con la relación con Santa María la
Mayor de Roma, la fidelidad de los pasiegos hacia su Virgen, el patronazgo que
ejerce sobre Las Machorras, cómo hace prosperar sus pastos... Terminará su
discurso con la siguiente copla:
“Virgen
Santa de las Nieves,
Reina y
Madre soberana,
te
venimos a cantar
los
hijos de estas montañas”.
Suenan dos acordes de “El pasacalles” y, a
continuación, los Danzantes comienzan el recital de los llamados “versos
pasiegos”, una docena de “completas”, de carácter jocoso-satírico, realizadas por distintas personas. Cada uno lo hace
con la boina quitada y ayudado rítmicamente por un movimiento del brazo derecho
de adelante hacia atrás; termina con un giro sobre sí mismo, siendo felicitado
por El Bobo que les coge en brazos; después, al son de la música y danzando,
ocupa el último lugar de la fila. Y así hasta que todos recitan su parte. La
temática es divertida y hace siempre referencia a situaciones chocantes que han
sucedido en la localidad durante todo el año, teniendo algunas de ellas
carácter reivindicativo y crítica social.
Posteriormente interviene el Rabadán. Al margen
de cuál sea el contenido del cuerpo central de su verso, este destaca la juventud
del chico y termina metiéndose con El Bobo:
Yo por ser el más pequeño
me han puesto de Rabadán (…)
Terminado su discurso el Rabadán buscará a El
Bobo para golpearle con su vara. Recordad que es el único que puede pegarle. Suenan
de nuevo los acordes de “El pasacalles” y se retiran de forma definitiva los
Danzantes, el Mayoral y el Rabadán, que ahora serán espectadores de la
actuación de El Bobo.
Se coloca un dujo -colmena hecha de un tronco-
en la explanada. Se acerca El Bobo hacia él y lo mueve sin levantarlo del
suelo, con cautela. Todos están expectantes por saber qué animal contendrá este
año. ¿Un conejo? ¿Un gato? ¿Un jabato? ¿Palomas? Se sabrá en cuanto lo levante
El Bobo.
Una vez pasado este momento de expectación, El
Bobo se sube al dujo o colmeno y empieza su declamación satírica. Generalmente
es un mensaje centrado en el mundo próximo lo que hace que una parte se pierda
para el extraño. Es el verso más largo y en donde se percibe ironía, tristeza, burla,
desesperación... Dicen que refleja el alma del pasiego burgalés.
En el discurso de El Bobo destacaríamos dos
aspectos: no solo hace de bobo sino que es bobo; y porque es bobo dirá la
verdad. Igual que un niño. E igual que ellos posee inocencia y falta de
prejuicios. Pero, por encima de todo, el Bobo es soltero y se compadece de
ello; y habla, por supuesto, de la ganadería y su vida… de soltero y ganadero.
Artículo de "La Estampa" donde nos presentan
un Rabadán diferente y parece no constar el
Mayoral
|
A estas alturas de la celebración ya se habrán
percatado del soniquete con el trabajan: la Completa. Esta viene a ser una cuarteta
de octosílabos con rima asonante, 2-4, y en ocasiones 1-3, que a veces pueden
ser consonantes, aunque no siempre porque lo que tienen que decir es más
importante que la rima. Además, cualquier desajuste se encuentra protegido por la
entonación. Por ello, lo importante es escucharlos y no leerlos.
Por otra parte, su estructura, en términos
generales, es siempre la misma: se inicia con una breve presentación del sujeto
que la recita, se continúa con un comentario jocoso de hechos diversos y se
finaliza con una despedida en la que se incluye una a modo de moraleja o remate
del comentario sobre el que ha versado la copla.
Contaba el “diario de Burgos” del diez de agosto
de 1982 que “A continuación comida
campestre, ver paisajes y soltar la “tela” a los danzantes que van con sus
danzas de “mesa en mesa” para ver cómo se “explican” los turistas”. Y, es
que, las cuestaciones que hace El Bobo son continuas. Danzantes y Rabadán sólo
hacen cuestación tras su actuación, entre la gente que se reúne para comer.
Y, por la tarde, una verbena.
El día 6, “La Nieves Chiquitas”, la celebración
religiosa está dedicada a los difuntos y tiene carácter íntimo.
Antonio Montesino González opina que los
Danzantes son un grupo de iguales, con un elemento integrador -el Mayoral- y
uno desintegrador -El Bobo-. La entrada en el grupo de Danzantes significaría
para cada uno de ellos un rito de iniciación a la pubertad social, lo que les
confiere un nuevo status y el desempeño de nuevos roles. De ello se encarga el
Mayoral que les enseña a superar ciertas pruebas: resistencia física, pericia,
disciplina, coordinación y sociabilidad.
Esto lo consigue en tres fases: la “preliminar”,
por la que se separa de la familia y es entregado al Mayoral para que le eduque
en la danza; la “liminar”, donde aprende disciplina y obediencia a los mozos
viejos; y la “postliminar” o de agregación a la sociedad con un nuevo status.
La función de los versos pasiegos sería la de
suavizar las tensiones ocurridas durante el año mediante la trivialización. A
través de ellos, se ponen de relieve los valores que regulan y conforman las
relaciones sociales pasiegas. Es una catarsis colectiva, bastante atemperada en
los últimos tiempos.
¿Qué significado tiene la fiesta? Bueno, sabemos
que, oficialmente, es en honor a la Virgen de las Nieves y que El Bobo es lo
negativo y el Rabadán el Bien. Por eso aquel es golpeado por este. Lo mismo
ocurre con los demás Birrias, Cachibirrias, Zarrones, Zangarrones... que siempre
acompañan a los Danzantes en festividades de carácter religioso.
Pero las interpretaciones son más amplias y,
acaso, más sutiles. En algunos lugares se les asocia a la ganadería: el Mayoral
sería el pastor, el Rabadán su perro, los ocho danzantes serían las ovejas y El
Bobo un lobo, una alimaña. También cuenta Mauricio de Grado que el Bobo viste
con “campanos” y lleva espada y tenazas, porque hubo en la comarca un lobo que
diezmaba las reses. Entonces un pasiego se puso “campanos” para atraerlo a un
atajo y allí con tenazas y espada lo mató. Hoy representa, según creencia
popular, al pastor que cuida de las ovejas, que son los Danzantes. Vale, son
contradictorias.
La Iglesia presentó a El Bobo, para hacer más
festiva la celebración, como un diablo cristiano que tiene que aparecer para
intentar entorpecer los actos que se hacen en honor de la divinidad o de un
santo. Este personaje, en principio sólo tendría dos funciones: entorpecer a
los Danzantes y espantar a los críos que siguen a las procesiones. Sin embargo,
estos personajes que suelen aparecer durante el siglo XVII, salvo alguna
excepción como los Zarrones de Almazán, que son posteriores, han sufrido una
evolución y representan funciones diversas, como es la de ayudar a los
Danzantes o la de saltar por encima de los recién nacidos. ¿Recogió o
cristianizó la Iglesia un personaje tradicional de las sociedades rurales que
ya existía o lo creó ella?
Las funciones de El Bobo, aparentemente, están muy
alejadas de ese representación de lo negativo, aunque sí quede un rastro de ello
escondido en los golpes simbólicos que el Rabadán, el David pasiego, le da. La
comunidad queda libre del mal.
Excepto este detalle, por el resto de sus
acciones, El Bobo es un ser benefactor para la comunidad, los divierte, pone
orden y los purifica mediante la lectura de sus “completas”. Volveríamos a ese ser
prerromano, en el que se encarna el espíritu de los antepasados, intermedio
entre los dioses y los hombres, que viene a pasar revista a la fidelidad o no de
la herencia que dejaron, trayendo beneficios o castigos en función de ello, al
tiempo que purifica el lugar con el sonido de sus cencerros.
Para rematar, ¿Se han fijado en una cosita? ¿Se
han dado cuenta de que en la celebración de la explanada no está la Iglesia como institución?
Sí, ya sé lo que me dirán: que hay una mención del Mayoral a la Virgen de las
Nieves y a los Papas. Y pueden llegar a aparecer menciones a los curas en los
versos de los participantes.
El Clero, que históricamente ha tratado de "despaganizar" las fiestas y adueñarse de ellas en tanto como ha podido,
frecuentemente ha menospreciado la demostración folklórica y cultural de la
Romería de Las Nieves y de los pasiegos, no sabiendo encajar la parte secundaria
que le ha correspondido ni las críticas satíricas.
De esta forma, la voz popular se escucha,
burlando la continua represión a la que es sometida para tratar en “voz alta”
determinados temas. Por eso, y quizás por más cosas, en algunas ocasiones el
clero ha utilizado la ausencia como defensa, pero con o sin él, parece que la Romería se ha realizado con pocas variaciones.
Bibliografía:
“Romería al Santuario de la Virgen de las
Nieves: Sus danzas, sus personajes, en las Machorras, tierra de Pasiegos
(Burgos)”. Jaime L. Valdivielso Arce.
"Danzas típicas burgalesas". Justo del
Río.
Periódico “Diario de Burgos”.
“Mascaradas de Castilla y León”. Bernardo Calvo
Brioso.
“Romería Virgen de la Nieves”. Ignacio Ortiz
Marcide.
“Pasiegos de burgos, una población por descubrir”.
Mª Yolanda Carballera Cotillas.
“Pasiegos de Las Machorras. Ritual festivo de la
Romería de Las Nieves”. Mauricio de Grado.
Revista “La Estampa”.
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