Nos volvemos a acercar a la ermita de Nuestra
Señora de las Nieves. A todos nos suena que la reina Isabel II donó a la Virgen
un manto de terciopelo bordado en oro. ¿Y esto por qué fue? Se cuenta que la
Reina quiso regalar algo a una pasiega de las que trabajaban en la Corte.
Recordemos que muchas de las amas de cría de la monarquía –hasta Alfonso XIII-
llegaban de estas zonas. Esta pasiega pidió un manto para la Virgen de las
Nieves. Es una bonita historia pero tengamos en cuenta que los Monteros de
Espinosa tenían la máxima cercanía con la Corona y bien pudieron ser ellos los
conseguidores del manto. De hecho, el manto se custodiaba en Espinosa de los
Monteros y solo se llevaba al santuario en ocasiones contadas.
Ermita de la Virgen de las Nieves (Las Machorras) |
Nos ha llegado una trascripción de la donación y
conducción de dicho manto a Espinosa de los Monteros, que no a Las Machorras.
Nos dice la transcripción que el documento procedía de la mayordomía mayor de
S.M.:
“S. M.
La Reina, nuestra señora. (Q.D.G.) siguiendo los impulsos altamente religiosos
que la sugiere su cristiana piedad ha resuelto regalar un manto a la Santísima
Virgen de Las Nieves de esa Villa de Espinosa, dignándose mandar al propio
tiempo que dicho donativo se custodie y guarde siempre en ese Ayuntamiento, del
cual deberá sacarse únicamente las veces que haya de usarle la Sagrada Imagen.
Lo que
de real orden comunico a ustedes para su satisfacción e inteligencia, la del
cura de (la) hermita donde se
venera la Santísima Virgen referida y efectos consiguientes, previniéndoles al mismo
tiempo que la conducción del manto (que ha de hacerse por cuenta de la Real
Casa) se ha servido su Majestad encargarla a Cuerpo de Monteros de Cámara y
Guarda.
Dios
guarde a usted muchos años.
Palacio
de Aranjuez, 17 de Junio de 1859.
El
Duque de Bailen.
Rubricado.
Es copia”.
Bajo ese título nobiliario se encuentra Luis
Ángel Carondelet Castaños (1787-1869). Fue II duque de Bailén y VI barón de
Carondelet y sirvió, como vemos, en la Real Casa.
Luis Ángel Carondelet |
Su padre, Francisco Luis Héctor de Carondelet, V
barón de Carondelet, era un flamenco alistado en la Real Guardia Valona y que
terminó destinado en los Virreinatos americanos. Su madre era María de la
Concepción Castaños Aragorri, hermana del general Castaños. Luis Héctor ocupó
diferentes puestos como Intendente de San Salvador, Gobernador de la Luisiana y
Presidente de Quito, cargo en el que fallece en 1807.
Con veinte años, y tras el fallecimiento de su
padre, Luis Ángel retorna de América junto a su hermana y su madre. El 7 de
mayo de 1813 se casó con Gertrudis Donado García. La influencia de su tío -I
duque de Bailén desde 1833- le coloca en diversos puestos de la Corte. En 1836 es
designado Gentilhombre, Grande de España con ejercicio y servidumbre de la
Reina Isabel II. El 4 de junio de 1851, la reina creará el título de marqués de
Portugalete para su hijo Eduardo. En 1852, al fallecimiento de su tío, heredará
el título ducal y, en 1854, será designado por la Soberana como su Sumiller de
Corps. La estrecha confianza depositada por Isabel II en él hará que, dos años
más tarde, lo nombre su jefe superior de Palacio, y ocupó ese cargo durante
diez años hasta que solicitó la jubilación. Falleció en Madrid el 3 de
noviembre de 1869, poco después de que estallara La Gloriosa.
Vemos que escondido bajo la firma se encontraba
un “pez gordo” de la Corte.
El 9 de julio de 1859 el Diputado José de
Velasco comunica al ayuntamiento de Espinosa, que Blas Cobo, Montero de Cámara y
Guarda de sus Majestades viajará a allí en comisión del real Cuerpo de
Monteros, para hacer entrega del manto. Me gustaría decirles que durante el
trayecto el agente Cobo, Blas Cobo, tuvo que eliminar peligrosos y sádicos
enemigos a la par que enamoraba esculturales mozas cada noche del viaje pero
nada de esto ocurrió. No fue una película de James Bond pero, seguramente,
serviría como trama para una aventura de los tres mosqueteros. ¡Si Alejando
Dumas y su negro hicieron una epopeya con unos herretes qué no harían con un
manto!
En fin, que me caliento. Ciñámonos al texto
original: “Este Manto se recibe en el
Ayuntamiento de Espinosa de los Monteros, traído por el Montero Don Blas Cobo (luego
intentaremos conocerlo), el día 25 de
Julio de 1859, siendo alcalde D. Valeriano Madrazo y Párroco-Arcipreste el B. Don
Francisco Villasante. Fue portador del regio Manto Don Blas Cobo, y hizo la
entrega oficial Don Manuel de Villasante Ballesteros, Decano de los individuos
del Real Cuerpo de Monteros, habiéndose hecho grandes fiestas religiosas y
populares por tal motivo, entre las que descuella un novenario en la Iglesia de
Sta. Cecilia y Sta. María Magdalena de Espinosa y Bárcenas, respectivamente, a
cuatro días en cada Iglesia y el noveno, que fue el día cinco de agosto de
dicho año en la hermita o Santuario de la Sagrada Imagen, que se hallaba
enclavada en el sitio de San Bartolomé, barrio de la Sía, sobre las márgenes
del Trueba.
Se
cursó una felicitación a SS.MM. por el acto de regalo de tan precioso manto, y
a la Corporación o Cuerpo Real de Monteros, por su conducción a esta.
Certificándolo todo el Sr. Secretario del Ayuntamiento, Don Sandalio María deArce”.
Espero que este último nombre les suene porque estuvo
envuelto en un proceso judicial en 1824 al verse acusado por el Marqués de
Chiloeches. La acusación estaba relacionada con la lápida de la constitución de
la plaza de Espinosa de los Monteros. Vemos que, a estas fechas sigue
trabajando.
Nuestro viajero desde Madrid, Blas Cobo, aparece
en las relaciones de monteros reales. Rufino Pereda Merino, en su obra sobre
los Monteros de Espinosa nos presenta un montero que se incorpora a la tarea en
1849 y que se llamaba Blas Joaquín Cobo Terrones y Ruiz de Santayana. Era yerno
de Victoriano Gutiérrez Solana y Sainz-Aja y sobrino de Pedro López Cobo, ambos
monteros también. Con la restauración de Alfonso XII, Blas recuperará su puesto
permaneciendo hasta su jubilación en 1883.
Los Cobo constan en Espinosa de los Monteros el
año de 1613, entroncados con los Santayana, Ortiz de Montellano, González de
las Fuentes, Sainz de Rasines, Peña, Saravia, Pereda, Ezquerra Fernández de
Villa y Gutiérrez-Solana.
El otro montero que nos aparece en la
documentación es Manuel de Villasante Ballesteros que ingresó en el cuerpo en
1836. Su familia figuraba en los padrones Nobleza y distinción de estados de
los hidalgos notorios de sangre de la dicha Villa de Espinosa ya en 1613.
En la guerra de 1936-1939 se quemaron los
documentos de la ermita pero se salvó el manto. Debemos entender, por tanto,
que el manto permanecía en Las Machorras. ¿Y eso? Pues, no lo sé porque el
siguiente documento decía que:
“Con
fecha de orden de S.E.I. el Arzobispo mi Sor. digo a D. Valentín Martínez,
ecónomo de la parroquia de Santa Juliana, sita en la Hermita de Ntra. Sra. de
Las Nieves, lo que a continuación sigue: "Su Excelencia Ilustrísima el
Arzobispo mi Sor. Por auto de Santa visita de la Parroquia de Santa María Magdalena
de Barcenas de Espinosa, se sirvió acordar, que el Manto regalado por S.M. la
Reina (Q.D.G.) a nuestra señora la Virgen de Las Nieves, sea puesto a esta
señora en los días de las tres Pascuas de Navidad, Resurrección y Pentecostés,
en el día de la titular, Asunción y Purísima Concepción, y en cualquier otro
día solemne que señalare el Arcipreste del Partido".
Y
custodiándose en ese Ayuntamiento de su digna presidencia el manto mencionado,
lo pongo en conocimiento de Vd. de orden de S.E.I. para los efectos oportunos.
Dios
guarde a Vd. muchos años Quincoces en Sta. Pastoral Visita, 21 de Julio de
1860.
Licdo.
Fernando Hüe y Gutiérrez.
Sec°
Rubricado.
Sr.
Alcalde de Espinosa de los Monteros”.
Concretando: las fechas en que podía estar eran
el 25 de diciembre, domingo de resurrección, el 31 de mayo, el 5 de agosto, 15
de agosto y el 8 de diciembre. ¿Se incluye el 18 de julio? Pues, aunque después
fue fiesta y día de paga extraordinaria, no. Pero lo dicho esta anulado por la
última frase de la carta: “…y en
cualquier otro día solemne que señalare el Arcipreste del Partido".
Con lo cual estuvo en Las Machorras con toda ley.
Ante la posible profanación de la ermita, la
familia de Severina Trueba lo ocultó. Lo devolvió su hijo Amable Fernández
Trueba, el sacristán del templo, en 1937 al Ayuntamiento de Espinosa de los
Monteros. En el acta de recuperación se indica que el manto estaba todo él
bordado en oro y que había sido regalado por Isabel II el 17 de junio de 1859. Claro
que –debemos siempre decirlo- era más importante su valor histórico. El peso
del oro de los bordados era de siete kilos, aunque durante la Guerra
desaparecieron dos de las cuatro borlas de oro que tenía.
El 9 de diciembre de 1959, después de que de
forma excepcional el manto pernoctase en la iglesia tras la celebración de la
Inmaculada Concepción, en extrañas circunstancias un fuego calcinó Virgen y
manto, no recuperándose nada de oro. Sólo se salvaron los rostros de la Virgen
y del Niño, que sirvieron de modelo para el modelado de la imagen actual. La
escultura quemada la verán a la entrada del templo.
Bibliografía:
“Romería al Santuario de la Virgen de las
Nieves: Sus danzas, sus personajes, en las Machorras, tierra de Pasiegos
(Burgos)”. Jaime L. Valdivielso Arce.
“Los Monteros de Espinosa. Mil años de
historia”. Adriano Gutierrez Alonso, Francisco Javier Peña Pérez, Félix
Castrillejo Ibañez, Pilar Calvo Caballero y Cristina Borreguero Beltrán.
“Los Monteros de Espinosa”. Rufino Pereda
Gutiérrez.
“Pasiego de Las Machorras”. Mauricio de Grado.
Comentario trasladado desde FACEBOOK.
ResponderEliminarAlfonso Diez Ausin dijo:
Enhorabuena por la entrada...muy interesante...me gustaría añadir dos cosas si se me permite...desde muy antiguo la Casa Real contrató nodrizas pero solo desde Isabel II aparecen pasiegas o cántabras...de hecho el mayor porcentaje de amas de cría es burgalés...pero no de esas comarcas del norte si no del Alfoz de Burgos...serranía que decían entonces...incluso la nodriza que crió al futuro rey Alfonso XII fue asturiana
Por esta causa me inclino más a la idea de que fue una decisión relacionada con los Monteros
Otra idea que me gustaría compartir es que a veces es un mito el oro de los bordados de argentería...pues la mayoría de ellos son de plata con baños de oro de baja calidad...por lo que las leyendas que atribuyen un alto valor a los mismos son solo eso...leyendas...por los restos que he podido ver enmarcados en el Santuario...me atrevería a decir que en el caso del Manto de la Nieves seria un entorchado de plata bañado en oro...aunque ciertamente esto se sabría con un análisis de los mismos
Eso si...son de mucha calidad...de escuela lógicamente Isabelina...de una delicadeza y perfección interesante pues seguro que por los motivos que vislumbran fueron confeccionados en algún taller de reales fábricas...donde...entre otras cosas...se labraban uniformes