Que no te asusten ni la letra ni el sendero de palabras pues, amigo, para la sed de saber, largo trago.
Retorna tanto como quieras que aquí me tendrás manando recuerdos.


domingo, 17 de abril de 2022

Un caserón oculto a la vista: Palacio de Hierro Salinas.

  
Nos acercaremos a la localidad de La Cerca para hablar de un palacio que de estilo clasicista de la primera mitad del siglo XVII. Aunque no se nota. Más bien parece un edificio construido en el estilo fascista del franquismo. Fascista pobre, quiero decir, porque aunque tiene las esquinas rectas –las del edificio original- la modernidad y solidez de los bloques de piedra perfectamente tallados se disimuló con el raseado del inmueble y la armonización de sus ventanas. 


Pero, si nos fijamos algo más detenidamente, descubriremos “cosas raras” en la construcción: los tres Medios torreones semicirculares de piedra en la fachada principal que evocan la época de las casas torre de la lucha entre Velasco y Salazar; ventanas de piedra cegadas; la presencia de pilastras sólo en el extremo derecho de la fachada… Probablemente este palacio fue construido aprovechando una casa fuerte de los Salazar. Y lo citan como lugar de nacimiento de don Lope García de Salazar.

 
Dado el empaque de este edificio, fue modificado en 1955 y convertido en casa consistorial de La Cerca aunque hoy se halla abandonado. Es de planta cuadrangular, aglomerado y con soportal de triple arquería de medio punto orientada al suroeste. Al sureste se abre, como resulta habitual en este tipo de palacios, lo que debió ser el mirador o solana. La fachada se prolonga con un ala estrecha que dota al conjunto de una planta en “L”, alterada en su diseño por modificaciones contemporáneas.


La parte del soportal de triple arquería de medio punto –para diferenciarla- tiene trazas renacentistas como las tres columnas –pilastras de orden gigante- adosadas, que remarcan la verticalidad del edificio, o la disposición simétrica y ordenada de las ventanas y el balcón central. Una fachada que responde al esquema de tres por tres, es decir tres plantas y tres ejes de vanos. Me aventuraría a definirlo a modo de conjetura propia como del periodo barroco con un aire herreriano dado el dicho rigor geométrico, la relación matemática entre los distintos elementos arquitectónicos, los volúmenes limpios, el predominio del muro sobre el vano y la ausencia casi total de decoración. Por supuesto, las paredes que no son la principal, exceptuando la fachada arcada, están construidas con materiales más humildes.

 
Como tenemos todas las fachadas cubiertas por un enlucido blanco sobre la piedra, como tenemos la presencia del escudo español oficial durante el régimen franquista y como tenemos un redimensionamiento de las ventanas y balcones que, seguramente, buscaban modernizar el edificio y darle luz terminamos confundidos con la aparente edad del inmueble. Tampoco nos ayuda el pegote de estructura de hormigón que le colocaron en la parte posterior.

 
La vista aérea del palacio parece indicarnos que su diseño incluía una generosa huerta cuyos límites serían fácilmente determinables por los setos que la circundan. Para entrar en ella existieron dos puertas de arco de medio punto y doble puerta. Dimensiones mínimas para el acceso de carros y carruajes. Por su disposición me atrevo a situar su construcción al mismo tiempo que el palacio. Solo sobrevive una de ellas. De hecho, aunque se observan cuatro medios torreones semicirculares de piedra vista me aventuro a decir que pudo haber existido otro en el punto de unión con la zona arcada y –ya rizando el rizo- uno más en la parte posterior, siguiendo la pared de unión entre el módulo arcado y el resto del edificio. Sería simétrico al de la pared izquierda. Pero son conjeturas. Llevadas al extremo podría haber habido medios torreones a lo largo de las cuatro paredes, pero debería hacerse un estudio arquitectónico profundo para confirmarlo.

Año 1973. Son visibles las dos 
puertas de arco de medio punto
 
Lo interesante es que en la esquina izquierda de la fachada, junto a la que antaño hubo un arco de acceso a la huerta cerrada, se conserva un escudo de armas en ángulo barroco de buena labra que nos ayuda a romper esa imagen de edificio cuasi contemporáneo. El escudo parece tener poco definidas sus armas a causa de la suciedad acumulada en su superficie. Lo timbra un casco, que mira al frente, y lleva por adorno cartela de rollos, penachos y lambrequines. Son las armas de los Hierro-Salinas. Su campo está dividido en cuatro partes:
 
  • Una banda que son las armas del apellido Hierro.
  • Cinco estrellas de ocho puntas, puestas en aspa.
  • Un árbol con perro pasante a su tronco.
  • Cinco flores de lis, puestas en aspa.
  • En la bordura trece estrellas: las conocidas armas de Salazar.
 
Según Luis Varona Saravia, personaje del siglo XVII, el origen de este apellido es aragonés y su solar se ubicaba en la localidad de Daroca. Sus armas primitivas se componían de una barra de oro, posteriormente de hierro, en campo verde. En la bordura las trece estrellas de oro, en campo de gules, de los Salazar por lo de la casa de La Cerca, primitiva de esta familia, en la que entraron los Hierro.


Contaba Luis que Hernán Sáez de Hierro, natural de la casa y lugar de Hierro casó con Casilda de Mardones y Resines, natural de Bóveda de la Rivera. Entre los numerosos hijos que tuvieron estuvo Hernán González Hierro que se casó con María González de Betarres y que fue padre de Andrés González Hierro, que fue sacerdote, y de Pedro González Hierro.
 
Pedro González Hierro se casó, en La Cerca, con María Ruiz de la Cerca, hermana de Martín Ruiz de la Cerca que fue abuelo de Lope García de Salazar, el que ganó las estrellas. Y aquí vemos el entronque con los Salazar. Tuvo entre otros hijos a: Pedro Ruiz Hierro que participó en las contiendas de sus parientes los Salazar contra los Velasco. Se cuenta que viéndose perdido en un combate escapó por unas peñas hasta unos molinos y cogió una palanca de hierro de las que se utilizaban para mover las muelas y volviendo a los suyos los animó y arremetió a varazos contra los Velasco.


Casó este Pedro Ruiz Hierro, llamado brazo de hierro por el suceso del molino, con María Fernández Salinas vecina de Salinas de Rosío. Hijo de esta pareja fue Juan González Hierro Salinas –Ya aparecen los apellidos del palacete-, alcaide de los Arcos de Navarra y después de la villa de San Sebastián (Guipúzcoa), donde murió. Siendo alcaide del castillo de San Sebastián se incendió éste y él, echándose las llaves al cuello, dijo: "Si el favor no viene del cielo aquí se quemarán las llaves y Juan Hierro, primero que se abra la puerta a hombres del suelo". Fue su mujer María Sáenz de Villamayor y Rosales, natural de La Cerca, que llevó en dote un azor y un caballo blanco. Sucedió en la casa Hernán González Hierro, señor de las casas de Salinas y La Cerca, que casó en Salinas de Rosío con María Sáez Vallejo. Fueron padres de Hernán González Hierro (II) que heredó los títulos y que viviría, seguramente, en la primera mitad del siglo XVI. Casó Hernán, en segundas nupcias, con María López Vivanco y de la Peña. En este matrimonio no hubo hijos. Hernán González desposó a su hijo Hernán (II) ¡de 10 años! con su cuñada María Saravia de la Peña, hermana de su segunda mujer.
 
Hernán González Hierro (II) reedificó la casa de La Cerca -¡Ya tenemos al constructor del edificio!- y salió de la tierra por no someterse al Condestable de Castilla que, evidentemente, era un Velasco. Aquí me surge la duda sobre el momento de construcción de esa casa o la existencia de más de una reforma al tener una horquilla de casi un siglo entre Hernán (II) y la fecha asumida de reforma. También fue uno de los doce caballeros que llevaron a entregar a los Delfines a Francia (¿?). En su matrimonio con María Saravia de la Peña tuvo: a María González Hierro que casó en Espinosa de los Monteros con Pedro Ortiz de Vivanco, montero real, cuyos hijos fueron los capitanes Pedro Ortiz de Vivanco y Fernando de Vallejo; a Fernando de Vivanco, comendador de Vallejo; a Juan de Vivanco, capitán de caballos en Flandes donde murió en compañía del duque de Parma; y a Ana de Vivanco que se casó en Torme con Francisco de Rocas.

Situación actual (Fuente Google)
 
Hernán González Hierro (II), tras enviudar de su esposa María Saravia, tuvo como concubina a Inés Pérez de Carrasquedo y fueron padres de Hernán González Hierro (III) que se avecindó en Logroño donde se casó con Mariana Ramírez y, después, con Francisca de Vidaria Treviño.
 
Casó Hernán González Hierro (II), el señor de la casa, en segundas nupcias –recuerden que lo habían casado con la hermana de su madrastra- con María Alonso de la Torre, alias Fernández de Oteo y Angulo, natural de Río de Losa, que aportó al mayorazgo creado abundantes propiedades en Río de Losa y San Pantaleón. Fueron padres de Andrés González Hierro; de Hernando González Hierro; del licenciado Gaspar Hierro, colegial de Oñate hacia 1584 y de San Bartolomé en Salamanca y gobernador del obispado de Málaga siendo obispo Tomás de Borja; de Melchor y Baltasar Hierro, que murieron niños; y de tres hijas: Casilda y Catalina Hierro, casadas, y Ana Hierro, monja en Santa Clara de Medina de Pomar. José Javier Vélez Chaurri y Pedro Luis Echeverría Goñi presentan otro hermano llamado Agustín (González) del Hierro que para Luis Varona Saravia es sobrino. No es algo tan raro en el estudio de estas genealogías pero hay que apuntarlo. Para ajustar fechas nos consta que Gaspar otorgó su última voluntad en Bilbao en 1597, abriéndose el testamento en la capital andaluza en 1600.

 
Andrés González Hierro que sucedió en la casa de La Cerca, se casó con Isabel de Miranda y Olea, hija del licenciado Miranda, regente de Galicia, natural de la villa de Oria, y de Ana de Olea, natural de Medina de Pomar. Hernando González Hierro heredó los títulos al no tener descendencia su hermano. Estaba casado con María Fernández de Salinas, hija de Juan Fernández de Salinas y de Constanza de Uribe Ayala y Salazar. Evidentemente todos los matrimonios que hemos ido leyendo se configuraban para aumentar el patrimonio familiar. Fueron padres de Agustín, el heredero; de Jorge, que casó en Orduña con Úrsula del Barrio; y de Ana, que casó con Juan Baltasar Alvarado Saravia.
 
Agustín Hierro Salinas, señor de las casas de La Cerca y Río de Losa se casó con Casilda Fernández de Oteo Angulo, natural de Río de Losa, hija de Pedro Fernández de Oteo, señor de la casa de Oteo (en Oteo) y de Angulo (en Río de Losa) y de María de Herrán. Casilda heredaría todo el patrimonio de sus padres al ser la única heredera. Fueron sus hijos Mateo, el sucesor; Iñigo, que murió niño; Juan Francisco (m.1671), colegial mayor de Santa Cruz de Valladolid, Catedrático de la Universidad de Valladolid, presidente de la Real Audiencia de Valladolid, oidor en La Coruña y Juez Mayor de Vizcaya; Agustín de Salinas (m. 1660), Colegial de Santa Cruz en Valladolid, y del Rey en Alcalá, fiscal y Oidor de la Chancillería de Granada, en el Consejo de Castilla y miembro del Consejo de Órdenes, Regente del de Navarra, Alcaide de la Casa y Corte y Catedrático de la Universidad de Valladolid. Estos dos últimos fueron doctores y catedráticos de derecho civil y destacados jueces en la España de Felipe IV. Nos queda por citar a una hija de Agustín, Bárbara, que se casó en San Martín de Don con Pedro Fernández Manzanos, ¡primo hermano de Casilda, su madre!

 
Mateo Hierro desposó a Feliciana de Pereda Salinas, natural de Salinas de Rosío, con la que tuvo a Agustín Hierro (sucesor), Manuel, Luisa, Clara y Gregorio. Agustín Hierro, o González de Hierro, se casó con Águeda Margarita de Oteo Angulo, hija de Juan de Oteo Angulo y de María Josefa de Madrazo Escalera, vecinos de Herrán en el Valle de Tobalina. Agustín y Águeda tuvieron a Pedro Agustín González Hierro Salinas y Francisco Antonio González Hierro Salinas, que fue capellán en La Cerca.
 
Pedro Agustín González Hierro Salinas matrimonió con María Manuela de Vivanco Angulo, hija de José de Vivanco, Abad de Vivanco, en el Valle de Mena y de Antonia de Oteo Angulo. Este matrimonio tuvo a María Antonia Manuela, que casó con Pedro de Angulo y Salamanca, hijo de Juan Francisco de Angulo y de María Ignacia de Salamanca y Largacha, vecinos de Nava en el Valle de Mena; a Miguel Antonio, el sucesor, nacido el 29 de septiembre de 1735; a Casilda, que casó con Manuel de Villamor, vecino de Salinas de Rosío; y a Úrsula, Manuel, Mateo y Narcisa que murieron niños.

 
En su testamento Pedro Agustín González Hierro Salinas se declara único patrono del convento de religiosas franciscanas de San Martín de Don, fundado por Juan de Ochoa Salazar, obispo que fue de la ciudad de Plasencia, y de la obra pía y capellanía que fundara Gaspar González Hierro en la parroquial de La Cerca a fines del siglo XVI con cuatro misas semanales y una dotación de cien ducados de renta. Gaspar era aquel colegial de Oñate que citábamos más arriba.

 
Miguel Antonio González Hierro Salinas tuvo dos esposas. La primera fue Joaquina de la Quintana Pando, hija de Francisco Ignacio de la Quintana y María de Pando y Sabogal, vecinos de Valmaseda. Tuvieron dos hijas llamadas María del Rosario, que murieron niñas. Es decir, repitieron el nombre. La segunda boda fue con su sobrina Bernardina Ortiz de Bustamante y Ballesteros, hija de Juan Ortiz de Bustamante y Velasco y de María Gertrudis de Ballesteros y Rozas, vecinos de Villalázara.

 
Del testamento de Miguel Antonio González Hierro Salinas, de fecha 24 de agosto de 1800 y posterior codicilo del 21 de diciembre de 1807, deducimos que en su segundo matrimonio no tuvo hijos y que vivía en Medina de Pomar. Dejó como heredera a su mujer Bernardina Ortiz, en el caso de no tener descendencia con ella. En ese codicilo cambió su lugar de enterramiento. Cambiaba la capilla familiar al lado del Evangelio de la iglesia parroquial de La Cerca por la iglesia del arrasado convento de San Francisco. Deseó ser enterrado en la sepultura que allí tenía con su nombre y apellido, al lado del Evangelio y entrada de la capilla de los Bustamante. Entiendo que, en la actualidad se ha perdido.
 
Murió don Miguel Antonio en Medina de Pomar el 11 de mayo de 1808 y fue enterrado en el citado convento. Con él dio fin la genealogía de la familia Hierro, de La Cerca.

 
El palacio pasaría por varias manos hasta ser la casa consistorial del ayuntamiento de La Junta de la Cerca de Losa que terminaría incorporándose al de Medina de Pomar. La Cerca era la cabecera de ese municipio que estaba formado por Bóveda de La Ribera, Quintanamacé, Rosales, Rosío, Torres, Villamor, Villanueva de Rosales, Villate y Villota. En 1910 Se incorporaron Criales, Salinas de Rosío, Angosto, Betarrés, la Riba, Recuenco y Villatomil procedentes del ayuntamiento de Aldeas de Medina.
 
Cuando dejó de ser un local administrativo se volvió a vender. O a perder.
 
 
Bibliografía:
 
“Blasones y linajes de la provincia de Burgos. V Partido judicial de Villarcayo”. Francisco Oñate Gómez.
“La junta de La Cerca y sus pueblos (I)”. Ángel Villasante Ortega.
“Amo a mi pueblo”. Emiliano Nebreda Perdiguero.
“El Valle de Losa. Notas para su historia”. Julián García Sainz de Baranda.
“Medina de Pomar. Arqueológico y centro de turismo”. Julián García Sainz de Baranda.
Blog “Picota y Cebo”.
Blog “Las Merindades en la memoria”.
“Vida del ilustrísimo señor don Diego de Anaya Maldonado, Arzobispo de Sevilla”. Francisco Ruiz de Vergara y Álava.
Las fuentes gráficas de las pinturas barrocas de los padres de la iglesia de Mendiguren (Álava) y La Cerca (Burgos). Fortuna de una invención de Pieter de Witte”. José Javier Vélez Chaurri y Pedro Luis Echeverría Goñi. Universidad del País Vasco.
Fototeca digital de España.
Fotos del palacio realizadas en 2016

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, tenga usted buena educación. Los comentarios irrespetuosos o insultantes serán eliminados.