Que no te asusten ni la letra ni el sendero de palabras pues, amigo, para la sed de saber, largo trago.
Retorna tanto como quieras que aquí me tendrás manando recuerdos.


domingo, 5 de diciembre de 2021

El general Marcide. Espinosiego, segoviano y africano.

  
Esta semana recibimos a un amigo y a un trabajador infatigable a favor de divulgar la historia de Espinosa de los Monteros y sus gentes. Conozco a José Antonio San Millán Cobo desde los inicios de esta bitácora y le rogué hablase del general Marcide en “7 Merindades” cuando, durante un paseo por la villa de los monteros, nos llegamos hasta la casa de los marcide y me esbozó la vida de este caballero que estaba investigando. Me rendí ante el reto. José Antonio es ingeniero de formación. Dedica su tiempo, y su esfuerzo, a su empresa “Pasiegos y Merindades”, con la intención de hacer que los viajeros, propios y extraños vean Las Merindades con otros ojos, que se vuelvan a sus casas con un agradable sabor de boca por todo lo que han podido ver: naturaleza, paisajes, torres, palacios e iglesias. José Antonio es un investigador entregado que dedica su tiempo, a partes iguales, a la naturaleza, la fotografía y la historia. Quizá le recuerden -y todavía puedan encontrarlo por la internet- por ser el antiguo director del programa “Huellas en el Tiempo” de Radio Espinosa Merindades. Permaneció en antena ocho años sin interrupción.
 
Y sin más le dejo con José Antonio.
 
He querido realizar este artículo porque siempre me llamo la atención el desconocimiento tan grande que había en Espinosa de los Monteros sobre un personaje contemporáneo e importante. Además, el hecho de estar asociado su nombre a una de las casonas históricas de la Villa, una antigua torre medieval modificada a principios de la Edad Moderna, contribuyó a llamar más mi atención. Así que me puse a buscar información de aquí y de allí, contacté con su sobrina, y ella me ayudó con una gran cantidad de información.

Casona del General Marcide
 
A parte de una pequeña placa frente a esta casona conocida como “del General Marcide”, con una reseña realizada por su sobrina Angelines y unas pocas líneas en internet sobre quien era, no encontré nada más, por lo que me propuse realizar este artículo. Previamente mi buen amigo Lebato, me pidió que realizara un artículo para este maravilloso blog, por lo que los ingredientes ya estaban listos para ser cocinados.
 
Manuel Marcide Odriozola nació en Segovia el 21 de octubre de 1899. Fue hijo de Domingo Ángel Marcide Cano, bautizado en la Iglesia de Santa Cecilia de Espinosa de los Monteros el día 3 de marzo de 1868, y de María del Patrocinio Odriozola Arévalo, cuyo padre fue arquitecto diocesano. Sus abuelos paternos fueron Manuel Marcide Sainz de la Maza y Ramona Cano Fernández-Villa, y sus bisabuelos, por la misma línea paterna, Eusebio Marcide y Andrea Sainz de la Maza y, por el otro lado, Juan Antonio Cano Monasterio y Manuela Fernández-Villa. Todos ellos naturales y vecinos de Espinosa de los Monteros, incluso el tío de Manuel, Martin Marcide Cano, fue Montero de Espinosa en 1884.

 
Domingo Marcide -padre de Manuel Marcide- llego a ser Coronel de Artillería destinado en Segovia. Allí conoció a la Segoviana María Odriozola y nació nuestro protagonista, que fue el mayor de los nueve hermanos de la familia, a saber: Manuel, Concepción (fue monja, esclava del Sagrado Corazón, durante algún tiempo en Azpeitia), Águeda, Ramona (Murió de sarampión con solo tres años), Ramona (Se quedo en Espinosa, pero acompañaba a su hermano Manuel en alguno de sus destinos), Isabel, Ignacio, Joaquín (fusilado en Paracuellos del Jarama en 1936), María de los Ángeles (Maruja, en Espinosa) y Martin José (Arquitecto). Domingo murió el 22 de noviembre de 1949, día de Santa Cecilia, patrona de su Villa natal, en Madrid, y allí está enterrado en Madrid.
 
Manuel Marcide ingreso en la academia militar de Segovia con 12 años y fue artillero. Terminó siendo ingeniero de armamento y construcción especializado en cohetes.

 
Respecto a su carácter, siempre fue muy reservado, no le gustaba la ostentación, ni el llamar la atención. Era un señor elegante, y bien educado, tenía carácter, aun así, siempre tuvo muy buen trato con todos sus sobrinos, aunque con la que más convivio fue su sobrina Angelines. Manuel fue una persona con principios, y siempre se guio por ellos. Sus valores, a diferencia de lo que pasa en la sociedad hoy en día, eran inquebrantables, en todos los aspectos de su vida, podríamos decir que era un caballero de los de antes. No le gustaba salir en la prensa ya que prefería pasar desapercibido. No era persona dada a hablar de política, de hecho, le gustaba muy poco la política, por no decir nada. Al final de su vida aun no entendía a los políticos. Él siempre fue un hombre dedicado a su trabajo, el mundo militar, y la artillería en concreto, donde se desarrolló durante mucho tiempo como profesor de este Arma. Era recto y quizás distante para las personas que le trataban por primera vez. Y probablemente su carácter le hacía pasar por una persona rígida pero, en cambio, era muy familiar. Sus relaciones familiares con sus hermanas y con el resto de la familia, siempre fueron excelentes. Moderado en sus costumbres y en sus gastos, pero no dejaba pasar todos los días el café con sus amigos en Espinosa. Era una persona muy culta y amante de la lectura. Siempre trato de vivir acorde a su forma de pensar y le encantaba estar en Espinosa de los Monteros, le gustaba pasear, leer y tomar notas.
 
Vivía en Madrid, pero veraneaba en Espinosa varios meses al año y hacia el 12 de octubre se volvían a la capital, porque en la casa de Espinosa no había calefacción. A Manuel le gustaba mucho venir a Espinosa de los Monteros, y pasar los meses cálidos aquí. Pero, había una cosa que no le gustaba nada, le molestaba sobre manera que los chavales del pueblo vinieran a su finca a robar fruta.

Casona del General Marcide
 
Vivió con tres de sus hermanas solteras. Él tampoco se casó, quizás influido por los constantes cambios de destino de la vida militar. Y aunque tenía fama de rígido, quizás fuera solo una apariencia externa, una coraza frente al mundo. Entre las personas que estuvieron a su cargo siempre tuvo muy buena fama y buen trato.
 
Una de sus pasiones siempre fueron los caballos, la hípica, y de hecho participo en numerosos concursos en toda España, como militar. Le gustaba mucho leer sobre estos animales y todo lo que está relacionado con ellos. Y una de sus manías más humanas, en Espinosa, era quitar los cardos y las malas hierbas en las esquinas de la tapia de su huerta. También le gustaba mucho la fotografía, era un excelente fotógrafo, y cuando tenía oportunidad, hacia fotos de todo tipo. Siempre estaba ocupado con alguna actividad.
 
No le gustaba hablar mucho del pasado, de la Guerra, o de cuando lo detuvieron, pero a veces hablaba, parcamente, de las actuaciones militares en África, y de los errores cometidos allí.

 
La casa donde veraneaban en Espinosa, hoy se conoce como la casona del General Marcide. Esta casa era donde vivían las hermanas del General, que eran las verdaderas propietarias, y donde él pasaba todos los veranos. La compró Domingo Marcide, su padre, para que vivieran en ella las hermanas de él, Inés (Madre de Ramonita Marcide) y Catalina.
 
Esta casa perteneció en su origen al Marques de Chiloeches y los dos escudos de la fachada principal pertenecen a la familia Zorrilla de San Martin, los mismos que luce en su fachada el Palacio de la plaza. Es una construcción un tanto compleja, pero no me quiero meter mucho con ella, porque aún hay que encontrar documentación e investigar un poco. El caso es que lo que se ve en la actualidad es un revestimiento de la edad Moderna de una antigua torre medieval. Y en una de las fachadas del patio interior, decían que había habido un pequeño campanario (tradición oral). Domingo le compró la casa al Marqués, ya que era su administrador para esa propiedad.

Interior casona del General Marcide
 
El padre de Domingo, que también se llamaba Manuel Marcide, de segundo apellido tenía Sainz de la Maza, era labrador/ganadero en la Villa de los Monteros.
 
Manuel ingresó muy joven en la Academia Militar de Segovia, Ciudad en la que por entonces residían sus padres. Lo hizo con apenas 12 años, a punto de cumplir los trece, el día 1 de septiembre de 1912, y el día 6 de octubre presto juramento de fidelidad. El día 26 de junio de 1917 se le destina al noveno Regimiento Montado de Artillería y en agosto se vio obligado a salir con su batería con motivo de la huelga general, formando parte de las fuerzas mandadas por el Sr. General de la Brigada Don Jose Tomaseti. Este año se le asciende a teniente. En 1918 fue destinado a la Comandancia de Artillería de Mallorca y a finales de 1919 se le envía a Fontainebleau (Francia) para seguir un curso en la Escuela Militar de Artillería. El día 4 de noviembre de 1920 se incorporó a Estandartes en la Plaza de Bourges (Francia), visitando la fábrica de pólvora y explosivos de “Les Boudset”, los establecimientos de telegrafía y telefonía a cargo del Cuerpo de Ingenieros de Paris y la Estación de telegrafía sin hilos de la Torre Eiffel, un parque de artillería pesada y otras muchas instalaciones militares. También estuvo varios días visitando y observando los campos de batalla de la recién terminada Primera Guerra Mundial en Verdún, Metz, y otros lugares de interés como aeródromos y la fábrica eléctrica de hidrogeno y oxígeno a cargo de la aviación (Utilizada para los dirigibles).
 
El 1 de septiembre paso al grupo de Artillería a Caballo de la tercera División de Caballería de guarnición en Estrasburgo. Por fin el día 5 de noviembre de 1920 se le promueve a Capitán y se le destina al decimocuarto Regimiento de Artillería Pesada en la Plaza de Medina del Campo, haciéndose cargo del mando y administración de la primera Batería.


 
En las notas que recibió al volver de Francia figura lo siguiente: “Este oficial es muy trabajador, teniendo una preparación anterior que le ha permitido seguir fácilmente el curso en la escuela y sacar de el gran provecho, así como de ser un excelente jinete, muy buen tirador y estar apto para mandar una unidad, siendo un buen instructor”. Poco después, en abril del mismo año se le destina a Madrid como Capitán de Almacén y Auxiliar de Mayoría.
 
Muy probablemente como consecuencia del desastre de Anual (julio-agosto de 1921) se le ordena, el 19 de noviembre de ese mismo año, salir con su grupo en columna por carretera hacia Madrid y desde esa ciudad en ferrocarril a Málaga, donde embarcó para Melilla llegando el 25 de noviembre. Desde Melilla se dirigieron a Segangan donde acamparon y quedaron a las órdenes del General Sanjurjo. El 30 de noviembre tomo parte en la conquista de Tauriat Narrich. Este día fue citado en el Parte diario del Alto Comisario al Ministerio de la Guerra por la eficacia que su fuego tuvo. Al día siguiente tomo parte en la Acción de Monte Harcha. El día 3 de diciembre se desplazan hasta Zeluan, acampando a las órdenes del General Cabanellas. Al día siguiente con el comandante, el capitán de artillería y el ayudante reconocen el terreno para situar los cañones para la operación del Zoco El-Jemís del día 4 de diciembre.
 
En estos momentos se reconoce el terreno para las posibles operaciones militares. En las minas de Afra, las tropas pudieron observar todos los daños causados a la propiedad en los yacimientos mineros de empresas españolas como Setolazar, La Alicantina y otros. Todas las instalaciones estaban parcial o totalmente destruidas, así como los poblados donde habitaban los obreros españoles. La maquinaria de la mina y varios vagones del ferrocarril de vía estrecha aparecieron en el fondo de los barrancos. El saqueo y la destrucción contrastaban con las supuestas intenciones de “construcción nacional” que Abd el Krim decía que iba a imponer sobre su República del Rif. Preciosísimos recursos en forma de material minero, industrial y de transporte de mercancías no fueron ni siquiera expoliados, quizá porque no hubiera un mercadillo donde venderlos. Para muchos rifeños de a pie, el levantamiento fue una oportunidad para robar y destruir con singular alegría sin que consideraciones geopolíticas le vinieran a la cabeza en esos momentos.

 
El día 20 de diciembre tomo parte, con la Plana Mayor, en la operación Tazarit-Zoco-Tauriat. Y el 21 con su columna de municiones, Plana Mayor y segunda batería se traslada a los alrededores de Taruiat Hamed donde acampa. El día 22 coopera al paso del rio Kert y toma las posiciones de Ras Tikermin, Caloul y Tamasolet, sin encontrar mucha resistencia. En toda esta zona de actuación habitaba la tribu bereber de los Zanata, uno de los pueblos nómadas más antiguos de Marruecos. De hecho, el origen de la palabra jinete viene precisamente del nombre de esta tribu ancestral que llegó incluso a entrar en España con las invasiones árabes del siglo VIII. El diccionario alude a la etimología de jinete como: “Del ár. hisp. zanáti, gentilicio de Zanata, confederación de tribus bereberes conocida por la cría de caballos y el dominio de la equitación”.
 
El día 23 marcho a Segangan, permaneciendo en el campamento a las órdenes del coronel Fernández, del Regimiento de Caballería de Alcántara, hasta el 25 que se traslada con la Plana Mayor y la segunda batería a Melilla (Campamento de la Granja Agrícola) y el día 27 de diciembre con su columna de municiones y la Plana Mayor marcha a Monte Arruit, quedando en esta posición a las órdenes del General Cabanellas.
 
El 8 de enero de 1922 marcho con el Grupo al campamento general del Batel, quedando a las órdenes del General Cabanellas, el que asistió a la operación de Dar Azugaj y el día 10 a la de Dar Drius. El día 28 se hizo cargo de la Caja de Campaña, por haber sido designado para dicho cargo.

 
Ya en marzo, el día 7, tomo parte con el Grupo en la operación de Lania de Drius, con la columna del Excelentísimo Señor General D. Federico Berenguer, realizando después algunos reconocimientos por la zona. El día 9 marcho con el grupo a Batel, y el 14 toma parte con el Grupo en las operaciones de la meseta de Arkab y Tikermin a las órdenes del comandante General D. José Sanjurjo.
 
Por R. O. comunicada el 26 de abril de 1922, se le concede la medalla de Marruecos con pasador “Melilla”. El 17 de mayo marchó por carretera y en comisión a Melilla con la Plana Mayor. El día 21 de julio marcha a Dar Quedari, donde se hace cargo del mando de la segunda batería.
 
El día 26 de agosto toma parte con su batería en la operación de Alrid El Midavan, haciendo fuego sobre concentraciones enemigas. El 2 de septiembre tiene que proteger el convoy a las posiciones tomadas el día 29 con la columna del coronel del Regimiento de Infantería de África Número 68 D. Alfredo Coronel. De nuevo el 13 tiene que proteger el convoy de Arcid El Middar.

 
Los días 7, 18 y 24 de octubre toma parte en los convoyes de Azid El Middar, con la columna del coronel del Regimiento de África Número 68. El 26 de octubre tomo parte en la operación de Tafersit – Halaut protegiendo con su fuego los movimientos de las columnas a las órdenes del Excelentísimo señor Comandante General D. Carlos Losada, pernoctando en Bu-Hafora. El 28 asistió a la operación de Tizzi Aza haciendo fuego sobre Igueriben con la columna del General Ruiz Trillo a la que había quedado agregado. Los siguientes meses sigue participando de forma activa en las diferentes operaciones que se realizan en la zona, cuando atacando y cuando protegiendo a las tropas.
 
El 7 de diciembre de 1922, por orden de la Comandancia General de Melilla, hace entrega del material a la comandancia de artillería de dicha plaza y marchó a Dar Drius. El 8, con todo el grupo, marcha a Melilla en camiones para ser repatriados, llegando ese mismo día a la ciudad. El día 22 de diciembre con el personal de su batería embarca en Melilla en el vapor J.J. Sister, llegando a Málaga el 23 y volviendo a partir a Madrid en ferrocarril al día siguiente, más concretamente al campamento de Carabanchel.

 
En la orden general de la comandancia de Melilla del 7 de febrero de 1923 se cita como muy distinguido a este capitán por la preparación de tiro, levantamiento topográfico y reconocimientos bajo fuego enemigo. Y por R. O. del 19 de mayo se le concede la condecoración del mérito militar con distintivo rojo, por los servicios prestados y méritos contraídos en nuestra zona del protectorado de África. También fue felicitado por el Excelentísimo señor Inspector General del Ejercito por circular del Estado Mayor Central del 29 de septiembre, en la orden general de la Alta Comisaria de España en Marruecos, fecha de 14 de septiembre y publicada en la Comandancia General de Melilla el 9 de octubre, donde se cita como muy distinguido a este Capitán por el acierto en el mando de su batería en las operaciones del 26 y 28 de agosto y muy especialmente en las del 26 y 28 de octubre de 1922.
 
En la primavera de 1924 toma parte en los ejercicios de tiro que efectuaron en presencia de S.S.M.M. y A.A.R.R. los Reyes de España e Italia y los príncipes herederos de ambos países, siendo felicitado por los mismos por la brillante presentación y acertada instrucción en las maniobras efectuadas los días 8 y 14 de mayo.
 
En virtud a un telegrama del Capitán General de la primera región, fechado el 6 de septiembre, salió con su batería por ferrocarril el día 8 con dirección a Sevilla, llegando al día siguiente. Embarcando en el vapor “Román” y saliendo para Ceuta el día 10. El día 13 queda acampado con su grupo a las órdenes de su Teniente Coronel D. Alfonso Velarde. Marchó por carretera a Tetuán acampando en esa ciudad. Los días 18, 19 y 20 tomó parte con su batería en la operación realizada para llevar un convoy y romper el cerco que habían establecido los moros a la posición de Gorgues, por las columnas de los tenientes coroneles Franco, La Viña y Molino, por la actuación, el grupo fue felicitado por el coronel comandante principal de artillería.

 
El día 22 formando parte de la columna del General D. Federico Berenguer, marcho con el grupo a Ben Karrich quedando acampado allí. Al día siguiente, con su batería, protegió el avance y ocupación de Kudio–Gemuna por la columna del general D. Julián Serrano. El mismo día y desde loma artillera hizo fuego en batería sobre Ajayant y alturas próximas. Por la cooperación del grupo en ese día fue felicitado por el Alto Comisario, el General Aizpuru, el jefe del Estado Mayor, el General Correa, y el comandante general del territorio, el General Bermúdez de Castro. El día 24, desde loma artillera, hizo fuego con su batería sobre el poblado de Imat y alturas dominantes.
 
El 27, en la misma columna, marcha al Zoco Arba de Beni Hanan. Al día siguiente, desde las proximidades de su posición, hizo fuego con su batería a varios puntos para proteger, con sus fuegos, el avance hacia Xerita de las columnas de los Generales Castro Girona y Serrano. El día 29, desde la misma posición protege el convoy a Puente Minad y Dar Arcoba. Continuó haciendo su trabajo en esta zona del Protectorado y el día 18 de octubre marchó con el grupo por carretera a Tetuán. Desde allí siguió protegiendo las acciones del ejercito con su batería. Y seguía siendo felicitado por su buen trabajo.
 

A principios de 1925, más concretamente el 4 de enero, regreso por ferrocarril a Ceuta para ser repatriado, embarcando el mismo día en el vapor “Reina Victoria”, saliendo con rumbo para Sevilla donde llego el día 5, desembarcando el 7. Desde allí a Madrid, en tren, nuevamente al Campamento de Carabanchel, donde quedo de guarnición. El 27 de mayo se le concede el “pasador Tetuán” adicional a la medalla de Marruecos que ya poseía. Y el 20 de octubre se le conceden 500 ptas. por llevar 5 años de empleo. El 17 de diciembre de 1926 se le concede la Cruz de Primera clase de la Orden de María Cristina. El 10 del mismo mes es destinado al primer regimiento de artillería ligera, incorporándose al citado regimiento el día 27, haciéndose cargo en ese momento del mando y administración de la sexta Batería. El 18 de mayo de 1927 hace entrega del mando y administración de la Batería y marcha a Valencia para tomar parte en el concurso hípico que tuvo lugar del 21 al 31 del mismo mes quedando octavo y ganando un premio de 110 pesetas montando el caballo “Bordado”, marchando a Madrid una vez terminado dicho concurso, para participar en otro concurso de hípica en esa ciudad. Después recorrerá Barcelona, La Coruña y Santander.
 
En esta última ciudad, participando en el concurso de hípica, el día 16 de junio, cayo del caballo que montaba fracturándose una pierna, marchando por este motivo a Madrid, para pasar al Hospital Militar. La rotura fue complicada y los médicos le informaron que no se recuperaría, pero su tesón y su fuerza de voluntad fueron más fuertes, y consiguió recuperarse totalmente, tanto es así, que volvió a competir en hípica en cuanto tuvo oportunidad. Entre los premios de este año, en la hípica, podemos recordar una “Copa de S.M. el Rey”, un séptimo puesto dotado con 200 ptas., un sexto puesto con 400 ptas. en la prueba “Copa internacional de S.M el Rey D. Alfonso XIII” y un décimo cuarto puesto dotado con 200 ptas. en la prueba “Copa del Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid” montando en estas últimas el caballo “Disperso”. En Barcelona obtuvo un quinto y un decimosegundo puesto en diferentes pruebas, montando el caballo “Bordado”.

 
El 24 de septiembre de 1927 fue destinado en vacante de concurso a la primera sección de la Escuela Central de Tiro de Artillería del Ejercito, a la que se incorporó el 1 de octubre, haciéndose cargo del cometido de profesor. En 1928 asumió el cargo de Capitán de Almacén. El día 10 de julio marchó a Burgos para participar en el concurso hípico de esta ciudad, para posteriormente hacerlo en La Coruña.
 
Coopero eficazmente en el desarrollo y ejecución del curso para capitanes próximos al ascenso realizado en Carabanchel. Del 23 de septiembre al 14 de octubre pronuncio varias conferencias sobre tiro antiaéreo. El 7 de diciembre se le dan las gracias en nombre de S.M. y se dispone que se anote en su hoja de servicios la complacencia por la ponencia con la que se ha visto la útil labor desarrollada por este oficial. Fue en este año cuando redacto el Reglamento para la Instrucción de Tiro, del cual siempre se sintió muy orgulloso.

 
A comienzos del año 1929 y como consecuencia de lo dispuesto en R. O. del 28 de junio de 1928, se dispone cause baja definitiva en el Arma de Artillería. Esto solo se puede entender si tiene algo que ver con la finalización de la Dictadura de Primo de Rivera. El 12 de enero de 1929 cesa en su puesto. Por R. O. del 4 de noviembre se dispone que continúe en la situación pasiva que le corresponde en el percibo de la posesión de la Cruz de María Cristina hasta la terminación del plazo de 5 años por la que fue concedida. El 8 de febrero de 1930, por R. O. retorna a la escala activa del arma de Artillería. Y el día 24 se le notifica que queda en situación de disponible forzoso con residencia en la primera región. Ya en marzo será destinado a la Comandancia de Artillería de Ceuta, verificando su incorporación a Banderas en Ceuta el 4 de abril, marchando al día siguiente a Tetuán donde se hizo cargo del mando y administración del parque móvil de esta comandancia. El 11 de octubre de 1930 es nombrado inspector de automóviles pesados de la circunscripción de Ceuta-Tetuán. El 21 del mismo mes se le concede un premio de efectividad de 1000 ptas. anuales desde el 1 de noviembre, por llevar 10 años de empleo. Y el 26 de diciembre es destinado en comisión a la fábrica de productos químicos de Alfonso XIII para seguir el curso de especialización de Industrias Militares. A principios de enero de 1931 se trasladó a la península, y el día 7 se incorporó a la fábrica en comisión de servicios. De nuevo el 26 de febrero es destinado al Regimiento de Artillería a Caballo continuando con su comisión.
 
Creo que será conveniente dejarlo en este punto cuando la vida de Manuel Marcide da un giro con la llegada de la II República Española.
 
 
 
Bibliografía
 
“La Guerra de Marruecos y el combate que no debió ser”. Guillermo Serrano Sáez de Tejada. 2013. Ministerio de Defensa.
“Historia de las Campañas de Marruecos”. Estado Mayor Central del Ejercito. Servicio histórico militar.
Expediente militar de Manuel Marcide Odriozola.
Prensa 1978, ABC, El País, El Adelantado de Segovia, Diario 16, Ya, Pueblo, Información Local, Informaciones, Arriba, El Alcázar.
Efemérides Artilleras. 1990.
Diario Oficial del Ministerio del Ejercito 1946
B.O.E. 1963 y 1964
Transmisión oral de su sobrina Angelines Marcide.
 
 
 
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