Que no te asusten ni la letra ni el sendero de palabras pues, amigo, para la sed de saber, largo trago.
Retorna tanto como quieras que aquí me tendrás manando recuerdos.


domingo, 23 de enero de 2022

Felipe Ruiz Puente y García de la Yedra, un “Hidalgo de los Mares”, nacido en El Almiñé, que gobernó Las Malvinas.

 
 
El arrollador poder del cine norteamericano en nuestra cultura actual hace que las palabras entrecomilladas nos lleven a pensar en la interpretación de Horacio Hornblower de Gregory Peck en una película donde la cinematográficamente épica marina británica de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX navega sobre la virtud y la suciedad innata de franceses y españoles. En el resto de países de habla hispana se llamó “El conquistador de los mares” –tampoco muy bien pensado- y el título original era “Capitán Horatio Hornblower”. Nada de hidalgo.
 
Porque la hidalguía era el primer escalón en la nobleza castellana. Ser hidalgo era menos que ser caballero o noble, pero mucho más que ser del pueblo llano. Era un vestigio medieval para obtener hombres de armas a cambio de eximirles de ciertos tributos y de permitirles acceder a puestos destacados en la Iglesia o el ejército. Este es el caso de la gran mayoría de hidalgos que vivían en Las Merindades, como los García de la Yedra. Familia del que forma parte nuestro protagonista, el primer gobernador español de las islas Malvinas, Falkland, Malouines o como quieran llamarlas.

Casa de El Almiñé
 
Esta familia procedería de la merindad de Cuesta Urria desplazándose hacia Incinillas, Valle de Manzanedo y el lugar de Hocina. Encontramos en el siglo XVII a los García de la Yedra en el valle de Valdivielso donde perviven varias casas solariegas. Empezaremos por Juan García de la Yedra que fue el padre de Juan García de la Yedra García de Pereda casado con Magdalena García del Moral López Malabad. Esta pareja tuvo a Juan, Pedro, Agustín, Mateo, María, Catalina y Magdalena que nacieron en Villanueva de la Rad, situada entre La Aldea y Bisjueces, alrededor del año 1600. Agustín se asentará en Cádiz y servirá de tractor de otros familiares y de lanzadera hacia América.
 
Mateo García de la Yedra y García del Moral (Villanueva de la Rad, 1600- Quintana de Valdivielso, 1655) se casó en Cádiz con María de Oyos. Tuvieron un hijo y, dada la enfermedad de ella regresaron a Las Merindades. Enviudado, Mateo se casará con María Rodríguez de la Iglesia López de Quecedo (1601-1673), de El Almiñé. Mateo y María tuvieron nueve hijos pero nos fijaremos en Sebastián (1645). Este hidalgo se casó, en El Almiñé, con María López de Quecedo Zorrilla. ¿Por qué fijarnos en Sebastián? Porque era el padre de Josefa García de la Yedra que fue la madre de Felipe Ruiz Puente García de la Yedra, -¡Por fin llegamos al protagonista!- nacido en El Almiñé el ocho de mayo de 1724 y muerto en Chiclana en 1779. ¡El primer gobernador de las islas Malvinas! O como las quieran llamar.

 
Su padre, Diego Ruiz Puente y del Moral poseía mayorazgos en El Almiñé y en Quintanilla del Ríofresno y capilla en la parroquia de San Nicolás de Bari de El Almiñé. Felipe es hijo tardío con seis hermanos, algunos de los cuales se desplazarán a Cádiz y a Nueva España.
 
Niño aún, Felipe, queda huérfano de madre. Con doce años su padre lo envía al Real Seminario de Nobles de Madrid y dos años más tarde, en 1738, ingresa a petición propia en el Cuerpo General de la Armada Española, sentando plaza de Guarda marina en la compañía del Departamento de Cádiz con el Expediente Nº 234.
 
José María Madueño Galán, en su biografía de Felipe Ruiz Puente, da una versión bastante diferente a la presentada por Jesús Moya y Ana Rallo: “Pasó su juventud en la casa familiar de Almiñé, hoy día pedanía de la Merindad de Valdivieso a 75 km al norte de Burgos capital, sin hechos dignos de destacar. Realizó los estudios propios de la época en Burgos y decidido a efectuar la carrera de las armas en su faceta de la Real Armada, solicitó carta-orden de guardia marina y sentó plaza en el Departamento de Cádiz (11 de julio de 1738)”.

Casa de El Almiñé
 
Tenemos claro que el 23 de marzo de 1741, ascendió a alférez de fragata siendo destinado de subalterno en los buques del departamento gaditano para hacer misiones de patrulla, corso y aprovisionamiento de los presidios de África. Tras estas actividades fue promovido a alférez de navío (20 de noviembre de 1749) y destinado al arsenal de La Carraca. Muy pronto obtuvo los galones de teniente de fragata (28 de octubre de 1751) y embarcó en el navío “Reina” (1 de septiembre de 1752). Volvió a ascender, esta vez a teniente de navío (4 de octubre de 1752), continuando en el mismo navío y desembarcó el 25 de noviembre del mismo año. Volvió a embarcar en el navío “Firme” (25 de septiembre de 1754), que fue desarmado el 25 de junio de 1755. Por ello, fue destinado a arsenales donde mando vario buques hasta su ascenso a capitán de fragata (13 de julio de 1760). Asciende a capitán de navío hacia 1765, siendo destinado al apostadero de Montevideo en la américa hispana. Frente a las islas Malvinas. Esas Mal-vi-nas… O como se quieran llamar.
 
El dichoso archipiélago está formado por dos islas mayores: Occidental o Gran Malvina y Oriental o Soledad, separadas por el estrecho de San Carlos; y un centenar de islotes menores que cubren un total de 11.718 kilómetros cuadrados. Parecen ser conocidas desde cerca del año 1500.

 
La ubicación de estas islas inhóspitas nos provocó, siempre, roces con Francia e Inglaterra, pues ambas naciones defendían haber descubierto por su cuenta las islas y las reclamaban para sí. En 1740 se produjo un combate naval sin un claro vencedor. Posteriormente, el conde y explorador francés Louis Antoine de Bougainville –junto a Nerville y D' Arboulin, miembros de su familia-, sabiéndolas sin asentamientos, estableció una colonia el 3 de febrero de 1764 en la isla Soledad, a la que bautizó con el nombre de Port Saint Louis (hoy Port Stanley), en honor al rey de Francia Luís XV. Construyó, además, un fuerte. Tomó posesión del territorio en nombre del rey de Francia (a pesar de que la colonización fuera una empresa particular suya y el rey francés se hubiera desentendido del asunto) y las bautizó como Malouines, en honor de Saint-Malo, ciudad francesa de donde partieron los primeros colonos. De la deformación de este nombre surge el topónimo en español.
 
Las autoridades virreinales españolas estaban medianamente informadas porque Bougainville hizo escala en Montevideo donde embarcó todo el ganado que pudo.

 
En 1765 llegaron nuevos habitantes a un poblado que tomaba forma. Los residentes ocupaban casas cuyos muros eran de césped. Había tres almacenes. Las maderas del estrecho de Magallanes habían servido para los trabajos de carpintería de estos diversos edificios, y para construir dos goletas de reconocimiento. Se habían naturalizando la mayor parte de los granos llevados de Europa. Aumentaban las cabezas de ganado y había ya unos ciento cincuenta habitantes.
 
Pero mientras esto ocurría frente al Virreinato del Río de la Plata las reuniones diplomáticas dieron lugar a que en 1766 Francia reconociese la soberanía española sobre el archipiélago, con la condición de que se diese una indemnización a Bougainville por su esfuerzo al pagar la expedición y el establecimiento de la colonia. El 2 de octubre de 1766 el rey Carlos III de España dictó una Real Cédula por la cual creaba la Gobernación de las islas Malvinas con dependencia de la Capitanía General de Buenos Aires, ocupada en ese momento por Francisco de Paula Bucarelli y Uruzúa, nombrando al capitán de navío Felipe Ruiz Puente como primer gobernador del territorio. Felipe recibe orden de que “pasase con las fragatas “Liebre” (de 28 cañones, construida en La Carraca en 1755) y “Eshera” (de 34 cañones, construida en Mahón en 1753) a tomar posesión del Gobierno de las Malvinas”. Siendo además acompañado desde Buenos Aires por la fragata “La Boudeuse”, con Bougainville a bordo, para hacer la entrega formal. El 25 de marzo de 1767 fondearon en el puerto de dichas islas. Ruiz Puente se presentó ante el gobernador francés el día 27 a causa de un fuerte resfriado.

Orden de Bucarelli a Felipe Ruiz Puente
 
Efectuada la presentación y exigidas las Reales Ordenes que para el gobernador llevaba Felipe, se acordó convocar para el día 29 de marzo a la oficialidad y habitantes de la población y leerles el Real Aviso de Su Majestad Católica y Cristianísima sobre la libertad de elegir vasallaje bajo las mismas prebendas y circunstancias que disfrutaban. Los ciento quince colonos franceses solicitaron quedar bajo el gobierno del nuevo gobernador Felipe Ruiz Puente. El 1 de abril de 1767 Bougainville hizo entrega a Felipe de su fundación y este mandó satisfacerle 603.000 libras tornesas como indemnización de los gastos hechos en los víveres, municiones, barcas y objetos de la colonia, así como el interés de un 5 por 100 sobre la suma. Desde entonces se adoptó el nombre francés del archipiélago en la forma castellanizada de Malvinas. El 2 de abril de 1767 el hijo del valle de Valdivielso tomó posesión de la colonia francesa. La ceremonia tuvo lugar frente a la casa del gobernador, expresando que “al Salir el sol en dicho día hice arbolar el pabellón de S.M., saludado por esta plaza y la fragata con la correspondiente salva de 21 cañonazos, que se repitió al arriarla”. Bougainville zarpó para hacer la primera circunnavegación francesa del mundo.
 
En un mundo bronco en que el dominio de puertos garantizaba el comercio es difícil entender esa “lealtad” de familia de los borbones gabachos. Se llegó a escribir que Francia ya tenía decidido abandonar la colonia por poco rentable ya que su origen había sido el ser puerto seguro en la carrera de las indias por Tierra del Fuego. Tal vez, pero también andaban en lo mismo los hijos de la pérfida Albión.

 
Felipe Ruiz Puente construyó varios edificios comunes como cocinas y cuarteles, y una capilla consagrada a Nuestra Señora de la Soledad, nombre que reemplazó al topónimo francés del puerto y derivó finalmente en el de toda la isla. Además se estableció en la isla la Gobernación general y la sede del gobierno. Ruiz Puente también vigiló las costas insulares y patagónicas hasta el Cabo de Hornos. En 1769 se prepararía una cartografía realizada por el Ministro de la Real Hacienda de las islas Miguel Bernasani, y por el subteniente de artillería Francisco Orduña. Todos los veranos se surtía la colonia desde el puerto de Montevideo.
 
Pero recordemos que esta partida por las islas se jugaba a tres. El comodoro Byron preparó en 1764 la toma de estas islas para contar con un puerto seguro en la región de la América Austral. Recaló en las Malvinas para reconocerlas fondeando en puerto Egmont (puerto de la Cruzada). Allí tomó posesión de las islas en nombre del rey de Inglaterra. Pero no se quedaron. Volvieron en 1766 y les dijeron a los franceses que se fuesen que estaban en tierra inglesa. Crearon un establecimiento en la isla Trinidad (isla Saunders) de las islas Sebaldinas (Sebaldes Islands). Poco a poco fueron construyendo casas y almacenes al abrigo de una torre de madera llevada, desmontada, desde Inglaterra y una batería de ocho cañones de doce libras, montada en la playa y servida por la gente de tres fragatas de guerra componentes de la estación naval a cargo del comandante Hunt. Felipe Ruiz había encargado la vigilancia del asentamiento inglés a la fragata “Santa Rosa” y al chambequin “Andaluz” para, después, informar a Madrid. Mientras esperaba instrucciones rotó en la vigilancia con la goleta “San Felipe”, y la fragata “Santa Catalina”. Cortésmente se preguntó a los británicos si “su presencia era debida a falta de recursos porque en tal caso se les proporcionaría para que siguiesen su ruta. Claro que si venían a quedarse estarían en contravención de los tratados existentes y enturbiarían las buenas relaciones de España con la Gran Bretaña, por lo cual debía invitarle y le invitaba a desalojar el puerto ocupado”.

 
Hunt respondió que estas eran las islas de Falkland, “propiedad del Rey de Inglaterra por descubrimiento y prioridad de ocupación”, y que, siendo a los españoles a los que correspondía dejarlas, señalaba al gobernador el plazo de seis meses o les expulsaría mediante las armas. Enseguida partió Hunt para Inglaterra para reclamar refuerzos dejando delegado al capitán Maltby con las fragatas “Favourite” y “Swift”, la segunda de las cuales naufragó pocos días después.
 
Las órdenes enviadas en tanto por el Gobierno español al capitán general de Buenos Aires eran terminantes: ingleses fuera por las buenas o por las malas. Salieron inmediatamente del Río de la Plata, a pesar del invierno austral, las fragatas “Industria”, “Bárbara”, “Catalina”, “Rosa” y el chambequín “Andaluz”. La mandaba Juan Ignacio de Madariaga, capitán de navío y mayor general de la Armada, y llevaba un cuerpo de infantería y artillería de campaña mandado por el coronel Antonio Gutiérrez.


El 10 de junio de 1770 entró en Puerto Egmont y se inició el combate diplomático retrasando el recurso a la violencia. Madariaga desembarcó tropa y artillería con que cercar el fuerte y rompió el fuego. A los pocos disparos “corteses” los ingleses del capitán Farmer se rindieron. En las capitulaciones se acordó que embarcasen y se inventariase lo que dejaban en poder del gobernador Felipe Ruiz Puente. Los prisioneros quedaron retenidos veinte días para que las primeras noticias del asunto llegasen a España y no a Inglaterra. Así se recibieron en Londres por conducto del embajador de España, príncipe de Masserano que recibió la queja inglesa.
 
Incluso nuestro convecino Felipe tuvo tiempo de informar a la Corte del posible descubrimiento de otra isla: la isla de Pepys. El 29 de marzo de 1771 comunicaba al Ministro Julián de Arriaga que José Antonio Puig, piloto de la fragata mercante “San Francisco de Paula”, alias "La Catalana", le escribía una carta que adjuntaba. Además, Felipe Ruiz Puente despachó desde las Malvinas un buque que con las coordenadas dadas por Puig buscó la isla de Pepys. Sin encontrarla. El Gobernador de Buenos Aires no se conformó con este resultado negativo, y el 12 de diciembre de 1771 comunicó al Ministro Arriaga que despachaba dos bergantines para buscar la isla de Pepys. Sin encontrarla.
 
Volviendo a la “real politic”, cuando arribó a Inglaterra la fragata “Favourite” desde Las Malvinas su historia excitó a las masas que empezaron a pedir guerra. Carlos III solo esperaba el apoyo de los borbones franceses para aceptar el envite. Pero Luis XV no estaba por la labor e instó al español a que buscase el acuerdo. Se pactó retrotraerse a fecha del 10 de junio de 1770. Por ello se indicó a Felipe Ruiz Puente, con fecha 7 de febrero de 1771, que entregase el puerto de la Cruzada, o de Egmont, según los inventarios hechos en julio del año anterior, a la persona autorizada por el Gobierno británico. Recibido el correo, Felipe preparó el viaje mientras esperaban al representante británico. Llegado este partieron a Puerto de la Soledad y, en cumplimiento de lo pactado, el teniente Orduña, por orden del gobernador Ruiz Puente, hizo la entrega el 16 de setiembre de 1771 al comandante de la fragata inglesa “Juno”. Finalmente los ingleses se marcharon de Las Malvinas en 1774, por no serles rentable, y España destruyó el asentamiento en 1780. Pero eso no lo vio Ruiz Puente que dejó el cargo el 23 de enero de 1773. En las Islas Malvinas el topónimo Bahía de Ruiz Puente (en inglés: Brenton Loch) recuerda la estancia de Felipe.

 
Por su especial comportamiento en todo el problema de las Malvinas el Rey le ascendió al nuevo grado de brigadier en el mismo año de su creación de 1773. Llegó Felipe Ruiz Puente al puerto de Cádiz en la fragata “Nuestra Señora del Carmen” el 13 de agosto de 1773, desembarcando el mismo día. El rey, por su Real Título de 6 de septiembre de 1773, le nombró intendente de Marina del departamento de Cádiz, como premio a sus méritos y servicios. Por Real Orden de 24 de septiembre de 1773 recibe autorización para ir a El Almiñé. Un nuevo ascenso lo eleva a Jefe de Escuadra con honores en 1774, y recibe otro honor que se otorgaba, más bien, como ayuda económica a los militares retirados: la Encomienda del Portezuelo en la Orden de Alcántara, que disfruta desde 1771 hasta su muerte.
 
Ya establecido en la Península, Felipe se casará con su sobrina María Anselma Ruiz Puente Ontañón -nacida en 1755 y vecina de El Almiñé- en 1777. Felipe muere en Chiclana la mañana del 29 de mayo de 1779, sin cumplir dos años de matrimonio y al parecer sin descendencia.

 
Fue caballero de la Orden de Santiago desde 1760. Murió con cincuenta y cinco años de edad, de ellos cuarenta y uno de servicios al Rey. En la cartela del cuadro debajo de su escudo de armas dice: “Dn. Phelipe Ruiz Puente, Del Orden de Santiago Comendador de Portezuelo en la de Alcántara, Gefe de Esquadra de la Real Armada, Intendente General del Departamento de Cádiz”.
 
 
 
 
Bibliografía:
 
Real Academia de la Historia. Biografía de José María Madueño Galán.
Blog “García Huidobro de Valdivielso”.
“Historia de las antiguas Merindades de Castilla”. Julián García Sainz de Baranda.
“Hidalgos de Las Merindades de Burgos (siglos XVI a XVIII): saga de los García de la Yedra”. Ana Rallo y Jesús Moya.
“Boletín de la Real Sociedad Geográfica”.
“Estado militar de España”.
Periódico “La América”.
Periódico “Mediterráneo”.
“Revista de Archivos, bibliotecas y museos”.
Blog “El Malvinense”.
Fundación Malvinas.
Blog “Heráldica en la Argentina”.
Portal de los archivos españoles. "Plano del Estrecho de Mar que divide las Yslas Maluinas."
“Documentos históricos de la soberanía argentina Períodos colonial y nacional”.
“El primer gobernador español de las islas Malvinas”. Ana María Musicó Aschiero.
 

2 comentarios:

  1. Traslado aquí las apreciaciones que ha realizado don Francisco Javier Polanco Muñoz sobre esta entrada en muestra nueva página de Facebook:

    "Me ha gustado tu artículo sobre el gobernador de las Malvinas.
    Solo que me gustaría puntualizar algún pequeño detalle. Ya sabes que los genealogistas somos un poco “quisquillosos o detallistas” o, como dice un amigo mío profesor de Historia Moderna en una universidad conocida: “los genealogistas entráis en el más mínimo detalle y por ello sois de gran ayuda para nuestras investigaciones, ya que nosotros no tenemos tiempo para investigar tanto detalle”.
    En mi libro Los Hontañón, doy algunos detalles sobre Felipe Juan Ruiz Puente, pues así se llamaba, Felipe Juan, aunque es conocido como Felipe.
    En páginas 338 y 339 verás que hablo de Felipe Ruiz Puente y de su esposa, su sobrina María Anselma Ramona Ruiz Puente Ontañón, hija de su hermano Bernardo y de María Antonia Cipriana de Ontañón Enríquez de Mendoza. En página 341 publiqué el árbol genealógico, hasta sus tatarabuelos, de Felipe y Bernardo.
    En el apéndice documental de mi libro, va incluido el último testamento de Felipe Ruiz Puente otorgado en Chiclana, el 23 de mayo de 1759, seis días antes de morir. Documento 72, páginas 609-611. Por cierto, en mi libro tuve un error y feché el testamento el día 3 de mayo de 1759, cuando debí decir 23 de mayo, tal y como se lee al final del testamento.
    En el mismo apéndice y documento 69, páginas 603-604, va incluida la partida de matrimonio de Felipe Ruiz Puente y su esposa María Anselma, celebrado por poder en Almiñé, el 5 de septiembre de 1775, no 1777, como se dice en el blog “García Huidobro de Valdivielso”, donde existe algún error más, como por ejemplo que Felipe nació el 8 de mayo, pero ese día se bautizó, habiendo nacido cinco días antes, el día 3 de mayo. El documento 48 es la partida de bautismo de Felipe, páginas 577-578.
    Por ello, Felipe y María Anselma estuvieron casi cuatro años casados. La ceremonia de casamiento celebrada en Almiñé, por poder (hizo de novio Mateo Ruiz Puente, hermano de María Anselma) fue ratificada en Chiclana.
    María Anselma no nació en 1755, sino el 21 de abril de 1754, bautizándose dos días después. El documento 60 es la partida de bautismo de María Anselma, en páginas 593-594.
    Y, por último, Felipe Ruiz Puente y su sobrina, fueron padres de un niño, según declaró él en su último testamento. En página 345 escribo:
    «María Anselma Ramona Ruiz Puente Ontañón y su marido Felipe Juan Ruiz Puente no dejaron descendencia, aunque tuvieron un hijo que murió de pocos meses:
    “y durante el matrimonio tuvimos un hijo que falleció de pocos meses sin haber tenido después otro y así lo manifiesto para que conste”»
    Un saludo".

    ResponderEliminar
  2. Y las realizadas por Juanra Seco en el mismo lugar:

    "Me manda mi tímida prima argentina Stella Ruiz, el siguiente artículo que se acaba de publicar en su tierra, diciendo que la ha hecho mucha ilusión ver esta publicación después de su visita al valle este pasado verano y su visita a El Almiñé. Entiendo que, aunque ella no lo haya hecho, parece necesario dejar aquí el enlace a este artículo. Incluso dar traslado aquí del resumen del mismo: EL PRIMER GOBERNADOR ESPAÑOL DE LAS ISLAS MALVINAS AUTORA: Musicó Aschiero, Ana María.
    <RESUMEN: En 1764 el marino y coronel francés, Louis Antoine de Bougainville fundó una colonia en la actual isla Soledad, a la que llamó Port Louis. La corona británica envió en 1765 una expedición que instaló una factoría en la isla Trinidad que recibió el nombre de Port Egmont. El Rey Carlos III decidió defender sus dominios y el 2 de octubre de 1766 dictó una cédula que dio origen a la gobernación de las Islas Malvinas y nombró al capitán de Navío Felipe Ruiz Puente en calidad de gobernador. El 2 de abril de 1767 el gobernador tomó posesión de la colonia Port Louis en nombre del Rey de España. El 10 de junio de 1770 el Jefe de la Armada española Capitán de Navío Juan Ignacio de Madariaga bloqueó Puerto Egmont y logró su rendición, haciéndose cargo del establecimiento el gobernador Ruiz Puente. El gobierno de Ruiz Puente en Malvinas se prolongó hasta el 23 de enero de 1773, fecha en la que fue sucedido por el Capitán de infantería Domingo Chauri".

    https://www.colegiomilitar.mil.ar/rediu/pdf/ReDiU_1848_art05-El%20primer%20gobernador%20espanol%20de%20las%20islas%20Malvinas.pdf?fbclid=IwAR1zDqq2zV25XFaSwrgpbdNuzBW4J4f0HwmpZdREjCL8UWwjPWZW45tHW6s

    ResponderEliminar

Por favor, tenga usted buena educación. Los comentarios irrespetuosos o insultantes serán eliminados.