Que no te asusten ni la letra ni el sendero de palabras pues, amigo, para la sed de saber, largo trago.
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domingo, 20 de febrero de 2022

A hombres generosos de Noceco se les va la mano con la iglesia.

 
Hoy nos acercamos al pueblo de Noceco pero no hablaremos de su historia sino de un elemento sorprendente allí. Noceco es una población sin un centro urbano definido, poblamiento semidisperso dicen, lo que lleva a que cuando circulamos por la carretera -¿la calle?- nos encontremos su iglesia aislada y, por ello, destacada.

 
El templo está dedicado a Nuestra Señora del Rosario. Emiliano Nebreda Perdiguero nos dice en su libro “Amo a mi pueblo” que fueron costeadas por Manuel y Mariano López y Timoteo Bustillo, sacerdotes e hijos del pueblo. Si sumo esta última frase a lo que dice la página “Las Merindades. Sensaciones por descubrir” que nos dice que “Se levantó a expensas de varios hijos del pueblo que hicieron fortuna en otras tierras”, pues… ¡Vaya lío!
 

Esta iglesia tiene un aire medieval pero, me apena romper el encantamiento, es de estilo historicista neogótico. Este estilo llegó a España a finales del siglo XIX y a Noceco en 1906. El templo presenta una sola nave con crucero y ábside poligonal con contrafuertes y torre a los pies con un pórtico adosado. La torre, cuadrada, está rematada en chapitel, con tres huecos y dos campanas. Dentro hay dos pequeñas capillas laterales con arcadas de piedra y bóvedas de medio cañón de ladrillo. La pila es tipo renacentista, pero seguramente sea moderna, y el retablo mayor tiene todas las imágenes modernas. 




(Cortesía de la familia López) 
fotos del interior de la iglesia de Noceco 
previas a la guerra de 1936 -1939

Si entran a verla encontrarán un púlpito de piedra con arcadas para la subida y decoración en relieve. Su ábside es semicircular con columnas y capiteles sencillos.

Cortesía de José Antonio San Millán

Durante la guerra civil de 1936-1939 el pueblo quedó en el lado republicano y, por ello, estuvo convertida en cuartel y depósito de municiones. Quedaron destruidos tres retablos y diez imágenes de talla (una de ellas el Stmo. Cristo y otra la Virgen del Rosario) que se emplearon como leña. Desaparecieron sus cálices, (uno de oro y dos de plata), la custodia, dos copones y crismeras de plata y caja para el Santo Viático, dos lámparas, todas del mismo metal, y los ornamentos. El cementerio fue convertido en polvorín y quemado el retablo de su capilla. Desapareció el archivo parroquial. Por ello decíamos que su decoración interior era moderna.


Ya está. Ahora iremos a analizar a esos orgullosos limosneros intentando saber algo de sus vidas y de su generosidad.

Cortesía de José Antonio San Millán

Del primero que hablaremos es de Timoteo Bustillo López que figura en el centro y todos sabemos que esta posición destacada debe significar que fue el principal donante ¿no? Este caballero nació en Noceco en 1844. Marchó a Madrid con once años para trabajar en el comercio de paños de su tío Gaspar de la Peña situado en la Plaza Mayor, 4. La tienda había sido fundada a principios del siglo XIX. En 1869 a la muerte de su tío creará una sociedad con sus primos Enrique de la Peña Huerta y Pedro de la Torre bajo la razón social “Hijo y Sobrinos de G. de la Peña”, que aguantará hasta 1876 cuando se retira Enrique. Timoteo y Pedro crearán “Sobrinos de Peña” que se liquidará en 1880 cuando Pedro deja el negocio. Todo esto según la biografía de Juan Valero de Tornos.
 
Este comerciante de Madrid fue diputado durante cuatro legislaturas, de 1893 a 1903. Representó los intereses de una parte considerable de los fabricantes laneros del distrito de Sabadell que estaban enfrentados a los que lideraba Joan Sallarés Pla. Como nota curiosa les diremos que entró en el congreso sustituyendo a Francisco Pi y Margall quién fue uno de los cuatro presidentes de la efímera Primera República Española.

Artículo de "El Globo"
 
Era un cacique, como Gumersindo Gil y Gil en Las Merindades, en una zona alejada de su lugar de residencia y de su tierra natal: en Cataluña. No nos meteremos en el sistema electoral de la época, carente de garantías, pero sí en cómo llegó un escaño tan lejano a Burgos o a Madrid a manos de Timoteo. En Sabadell la muerte del diputado conservador Pau Turull (1891) provocó cierta crisis en el sistema agravada por la movilización de los republicanos federales. Así, en las elecciones al Congreso de 1893, Francisco Pi y Margall consiguió el acta de diputado frente al candidato dinástico Josep Griera Dolcet, del Partido Liberal. Por el hecho de que Pi obtuvo acta tanto por Madrid como por Sabadell se organizó una elección complementaria en 1894. Esa doble elección era legal entonces y Pi y Margall renunció al escaño catalán. Para evitar una nueva victoria de los republicanos, los liberales y los conservadores, ahora dirigidos por Joan Sallarés Pla, procuraron reunir fuerzas en torno a una candidatura monárquica unitaria. Así presentaron al comerciante de tejidos madrileño, que tenía tienda en la plaza Mayor número 4, Timoteo Bustillo López, del Partido Liberal –también maurista, conservador o Gamacista según el momento-, quien desde hacía años mantenía amplias relaciones con los fabricantes sabadellenses.

¡Un puro diputado cunero! No residía en el distrito del que era candidato. Su oponente fue otro cunero: el escritor y periodista valenciano, Vicente Blasco Ibáñez. Bustillo obtuvo el apoyo de los principales industriales de la ciudad, en el marco del comité electoral presidido por Sallarés Pla y fue presentado como el único representante del proteccionismo en el Congreso. Bustillo, que ganó, sólo tenía que calentarle el asiento al que fuese a ser el nuevo cacique acordado por la oligarquía de Sabadell. En las legislativas de 1896 ya se presentó la candidatura del fabricante y líder local del Partido Conservador Joan Sallarés Pla apoyado por Fomento del Trabajo Nacional y que desde un año antes estuvo haciendo labor de zapa contra Bustillo. Ya no eran ni aliados ni amigos políticos. El burgalés denunció las presiones de Sallarés Pla para que retirara su candidatura en connivencia con el gobierno de Madrid. En 1893 ganó, de nuevo, Bustillo. Y en 1899. Y en 1901.


En 1903, perdió frente a Pi y Arsuaga –el hijo de Pi y Margall-. Supongo que Timoteo Bustillo López se encogería de hombros y retornaría a su trabajo en la empresa de paños que parece llamarse “Bustillo, Peña y Compañía” que 1902 se publica que fue disuelta para asumir todos sus haberes Timoteo. Pero sigue existiendo en 1923 en la dirección donde empezó Bustillo y estaba su tío. En ese sentido tampoco me puedo fiar de mis fuentes sobre la trayectoria empresarial Bustillo. Timoteo fallecerá a los 62 años en Noceco el 28 de julio de 1907. Un año después de la construcción de la iglesia sobre la que inicialmente hablábamos en esta entrada. Pero en conversaciones con descendientes de esta familia me dijeron que no estaba enterrado en la iglesia por él patrocinada porque no se había completado a su muerte. Por cierto, no fue sacerdote.
 
El segundo nombre a destacar en esa portada es Manuel López Angulo quien es conocido –es un decir- por la fundación escolar en este mismo pueblo en 1889 y que se reflejó en el edificio construido en 1914 y que hoy está dedicado a tareas agrícolas. Y tampoco era sacerdote.
 
Cortesía de la familia López.

El tercero, Mariano López Angulo, también fue comerciante en Madrid. Falleció el 16 de febrero de 1912. Era hermano de Manuel y de Sinforosa, la cual no financió la iglesia. 

Mariano López. 
Cortesía de la familia López

Mariano no solo pagó parte de esa iglesia sino que he hallado –les aseguro que no fue el único donativo- un legado de 20.000 pesetas a favor de la Asociación Matritense de Caridad. Y tampoco era cura.


 
Bibliografía:
 
“Burgos edificado”. José Luis García Grinda.
“Amo a mi pueblo”. Emiliano Nebreda Perdiguero.
Wikiburgos.
“El poder de la influencia: geografía del caciquismo español (1875-1923)”. José Varela Ortega y Josep Armengol y Segú.
“Historia de Sabadell: Timoteo Bustillo, el diputado madrileño por Sabadell (1893-1903)”. Antonio Santamaria.
Revista “El progreso industrial y mercantil”.
“Les eleccions generáis a Catalunya de 1901 a 1923. Relació deis resultats electorals de 1869 a 1899”. Albert Balcells, Joan B. Culla y Conxita Mir.
Boletín Oficial de la provincia de Madrid.
“España en el fin de siglo”. Juan Valero de Tornos.
Revista Montserratina.
Periódico “La Correspondencia de España”.
Revista “La unión católica”.
Periódico “El Globo”.
Congreso de los Diputados del Reino de España.
 
 
Para saber más:
 
 
 
 

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