Que no te asusten ni la letra ni el sendero de palabras pues, amigo, para la sed de saber, largo trago.
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domingo, 12 de junio de 2022

Visjueces: de la “V” a la “B”.

 
Desviémonos de la carretera de Villarcayo a Burgos a su paso por Villalaín para dirigirnos a la población que vamos a conocer. Hago un poco de trampa con el camino escogido porque su acceso importante es, hoy, el camino “pobre”.

 
En el área de Bisjueces hay muestras de ocupación desde el bajo imperio romano (siglos III-V) o, si me apuran, periodo visigodo como lo demostraría la lápida romana empotrada en un muro de su iglesia de San Juan Bautista. En ella vemos a un hombre con vestido largo, enmarcado en un arco de herradura, con una franja geométrica a su lado derecho. Deducimos que es solo un fragmento. Originalmente hubo de tener entre dos y tres personajes bajo arcos de medio punto, o de herradura, como el resto de estelas encontradas en Las Merindades.

 
Pero el primer documento que muestra que este pueblo existía se fecha en 1166. Ese año Pedro Rodríguez, hijo del conde Rodrigo González, empeña a favor del obispo Pedro de Burgos sus bienes en Visjueces que -lógicamente- perderían si él, o sus hijos, no pudieran pagar los 200 maravedís del empeño. Gómez Martín de Uizozes (Bisjueces) hace de testigo, en 1170, con motivo de una venta al monasterio de Rioseco que realiza Garci Garciaz de Siguenza y su mujer Urraca. El rey Alfonso VIII, en enero de 1186, confirmaba al monasterio de Rioseco sus propiedades en varios lugares y entre ellos se menciona “Uizuezes”. Todavía no se llama Bisjueces. Ni siquiera Visjueces.

 
Un tipo llamado -¿¡también!?- Gómez Martínez de Uizueces es -¿otra vez?- testigo en la donación que Lupo Martínez de Macoth hace en 1191 de lo que tenía en Torme y en Espinosa de los Monteros al monasterio de Oña. ¿Estarán emparentados Gómez Martín y Gómez Martínez? No lo sé. Da igual, no es nuestro tema esa investigación. En el siglo XII, aparece en el cartulario del monasterio de Rioseco una mención a la heredad que tenía en “Uigueces”. Pedro Ruiz de Uizieges, labrador de Uillafazera hace de testigo en el cambio de propiedades entre Marina, abadesa del monasterio de Villa Mayor, y Diego González. En 1246, el día de Santiago, existe la referencia a una carta que se escribió en Bizuezes, por la que Sancha Fernández y Fernando Díaz vendieron al monasterio de Oña una heredad en Tobalina.

 
Será en 1342 cuando sepamos que Inés Fernández de Isla, que era monja en el monasterio de las Huelgas de Burgos, tenía heredades en Vizuezes. En 1350 el Becerro de Behetrías anota Viruezos (Varruezes en el margen) y nos cuenta que el lugar es behetría y solariego. Pagaban al rey moneda y servicios y la parte solariega correspondía a Pedro Fernández de Velasco al que pagaban según acordaba con el casero. Manuel López Rojo no reconocía la presencia de Bisjueces en el dicho Becerro.

 
Y, es que, el nombre de este lugar fue cambiando -como hemos ido leyendo- hasta el definitivo de finales de la Edad Media. Por eso, tal vez, esa divergencia con relación a su presencia o ausencia del libro del Becerro de Behetrías. Algunos estudiosos ven el origen del nombre de Bisjueces en “Visoces” o “dos hoces”, dos pasos. Lo que es cierto, es que, alrededor de la poco probable etimología de los “dos jueces” se ha tejido cierta fábula. Incluso los Velasco aseguraron siempre que procedían de estos jueces y que en Bisjueces se asentaron los primeros de su apellido (¿En qué caserón o en qué torre?). Nuño Rasura y Laín Calvo juzgaban en un lugar llamado Fuente de Onzapata, Fuente Zapata o Fonzapata. El blog “Tierras de Burgos” nos cuenta que sigue existiendo un manantial llamado fuente de Onzapata situado cerquita del casco urbano.

Fuente de Onzapata (Cortesía de "Tierras de Burgos")
 
López Ruiz y doña Xence, moros de Medina de Pomar, tenían en 1399 un solar de casas tejadas y pajizas y heredades de pan y vino en Vizueces que vendieron a Juan de Velasco, camarero mayor del rey. Bisjueces tenía una casa fuerte propiedad de los Velasco que labraba Pedro González en enero de 1411 a cambio de una infurción o censo perpetuo. ¿Sería esta casa fuerte el actual hotel dado el tamaño de esta construcción? No tengo respuesta. Apenas un mes después, febrero de 1411, Juan de Velasco obtenía una infurción de 600 maravedís sobre una casa pajiza que tenía en el lugar de Vizuezes, esta venta da prueba de la existencia en el siglo XV de tejados de paja en las viviendas. Y antes lo sabemos por el texto de los musulmanes de Medina de Pomar.

 
Entre los años 1427 y 1452 se dona al monasterio de Rioseco un parral de vino en Cadero y una tierra de pan en el camino que va a Rebolleda. Que son zonas de Bisjueces. Parece que las posesiones de los monjes de Rioseco terminarían chocando con el concejo de Bisjueces. Entablaron un pleito en 1457 por términos y pastos con la granja de Hocina, que era del monasterio. Han sobrevivido las cartas de procuración del monasterio y la sentencia arbitraria, pronunciada por María de Velasco en Rebolleda, donde se delimitaron las propiedades de cada una de las partes.

 
En 1591 Bisjueces tenía 60 vecinos. De entre ellos, sabemos que cuarenta eran hidalgos, diez pecheros y dos clérigos. Treinta años después, el 16 de mayo de 1620, conocemos la existencia de un maestro de obras de Visjueces llamado Pedro Gutiérrez del Cerro que, ayudado por sus hijos y yerno, trabajó en el palacio de los Medinilla de Bocos.

 
Si mientras leían esto han estado paseando por la población seguro que sus pies les han acercado, como atraídos por un imán, a la iglesia de San Juan Bautista y su llamativo pórtico plateresco de bóveda de crucería que protege la portada renacentista. Según la Crónica de Álvaro de Luna, hubo una torre o casa fuerte en Bisjueces que García Sainz de Baranda identificó con parte baja de la torre de la iglesia. Resulta raro si pensamos que las iglesias se construían unas sobre otras. Quizá la casa fuerte estuviese en otro lugar -como hemos comentado arriba- y el templo fuese solamente una iglesia fortificada. Por su parte, la transición desde fortificación a iglesia podría surgir porque se cree que la de Bisjueces fue una de las torres quemadas por Pedro I durante la guerra civil castellana que perdió contra su medio hermano. Esa idea no casaría bien porque el coronamiento actual es una reforma del siglo XVIII, que enmascaró los elementos defensivos, pero se pueden ver las almenas embebidas en el recrecido de la torre. Esto, y la existencia de gárgolas, indica que la torre tuvo terraza defensiva descubierta y almenada, sobre la cual se colocó posteriormente la actual cubierta.

 
Tenemos, por aclarar, un templo renacentista (principios del siglo XVI) con trazas románicas como los reaprovechados nueve canecillos de la segunda mitad del siglo XII ornados con cabezas humanas, un cuadrúpedo, puntas de diamante y un tonel. Quizá haya más restos ocultos si aceptamos que la actual esté construida sobre los restos de la románica. El templo es de una sola nave abovedada con ábside rectangular. La torre es cuadrada con dos arcos gemelos en sus ocho huecos, imitando al románico y gárgolas en esquinas y remate en pináculos. Con dos campanas. La pila es gótica, sin adornos y base poligonal y el retablo mayor es barroco con un sagrario clasicista. Otro retablo tiene relieves del siglo XVI. Hay también un Calvario gótico. Sus libros parroquiales, que nos cuentan en cristiano el devenir de su historia, comienzan en 1589. Fue declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento el 6 de junio de 1991.

 
Volviendo a la portada destacan las columnas y los dos medallones con bustos de hombre y de mujer que, quizá fuesen los que encargaron la obra (entonces, ¿por qué no aparecen sus nombres en algún lado?). En el coronamiento, en sendas hornacinas, las efigies de San Pedro y San Pablo y entre ambos San Juan Bautista, patrono del lugar. Sobre ellos: Jesucristo. Las dos esculturas que quedan, en sus correspondientes hornacinas, son los famosos, y míticos, jueces castellanos Nuño Rasura y Laín Calvo. Se atribuye esta portada a Juan de Vallejo y a Simón de Colonia.

Diario de Burgos 1979
 
La portada, y el pórtico, no fueron baratos, costaron sus buenos dineros, pero tenemos que comprender que, a diferencia de hoy, el camino desde Burgos a la costa pasaba por aquí. Y eso significaba ingresos y trabajo. La ruta salía de Burgos por la puerta de San Gil y discurría por Villatoro, Vivar del Cid, Sotopalacios, Ventas de Quintanaortuño, Villaverde-Peñahorada, Peñahorada, Hontomín, Cernégula, El Cuerno o Villalta, Pesadas, El Almiñé, Puente-Arenas, desfiladero de Los Hocinos, Hocina, Incinillas, Bisjueces, El Vado, Medina de Pomar, Santurde, puente de Quintanilla de Pienza, Revilla de Pienza, Barcenillas del Ribero, El Ribero, Villasante -de donde se bifurca el camino a Bilbao-, Agüera de Montija, puerto de Sendero Enhiesto, El Prado, Valnera, Lanestosa, Ramales, y por el curso del río Asón, Bárcena, Rasines, Cereceda, Rocillo, Ampuero, Limpias, Colindres y llegaba a Laredo.

 
Sin olvidarnos que al norte de la sierra de la Tesla existió un paso de herradura entre Bisjueces y Valdivielso a través de Nuestra Señora de Pilas (Puertas) para descender hasta Puente Arenas y desde aquí al Paramo de Masa. A la subida se hallaban el santuario y venta de Valdemera, o de Adentro, que regentaba el monasterio de Rioseco hasta bien entrado el siglo XVIII.

 
La iglesia de San Juan Bautista y su cofradía es recordada en el testamento de Constanza, mujer de Ferrand Sánchez de Andino, señor de Rebolleda (Bisjueces) en 1484. Porque hubo una cofradía: la de la “Santa Vera Cruz”. Se multaba a los cofrades que no acudían a los entierros y en las colaciones se consumía escabeche, pan y vino. Y, no pensemos que sólo había un único lugar de culto, puesto que existían las siguientes ermitas: San Esteban, San Pedro, La Magdalena y San Roque. Con motivo de la visita del arzobispo en el año de 1706 se ordenó bajo "la pena de excomunión mayor" que en la ermita de San Esteban se reparase el tejado y la puerta, al estar tapiada y no celebrarse liturgia.

Cortesía de María del Carmen Arribas Magro
 
No sé si los representantes del catastro del marqués de La Ensenada, aquel veintitrés de junio de 1753, verían esa iglesia como la vemos nosotros, pero sabemos que Bernardo Ramírez de Arellano -abogado de los Reales Concejos- fue el interrogador que se reunió con Juan Alonso de Celada (el cura), Francisco Núñez y Juan de Gandía -hidalgos- y Tomás Francisco Núñez, José Gandía y Pedro del Cerro, labradores. Confirmaron que era un lugar de realengo. Cultivaban trigo y cebada. Además, disfrutaban de manzanos, nogales, ciruelos, cerezos, membrillos, olmos, robles y perales.

 
Había dos molinos de pan. Uno de José Ruiz de Salazar, cura beneficiado de Barruelo, y otro de Andrés Álvarez. Tenían treinta y cinco colmenas para endulzarse la vida. Se las repartían Juan Antonio de Celada, Juan de Rueda, Lorenzo y María Alonso de Celada, Juan de Gandía, A. Álvarez, Juan Gutiérrez, Gabriel Diez de Incinillas, María Ruiz y Francisco Alonso de Celada. Muchos Celadas, como vemos.

 
Había bueyes, pollinos, vacas, ovejas -parideras, para leche y lana- y algún caballo de silla. Figuraban veinticuatro vecinos y siete viudas que se repartían entre treinta y tres casas habitadas -había seis vacías-, trece pajares separados de las casas, una fragua y la casa concejo. Había una taberna que el concejo arrendaba a Benito Martínez y un horno comunitario.
 
Había dos curas: Juan Alonso de Celada, que era el cura beneficiado, y Manuel de la Cuesta, medio racionero.

 
Durante la década ominosa, Sebastián Miñano analizó la situación de España y nos informó que Visjueces tenía 204 habitantes, que no vecinos (solo cuarenta y cinco), y que producía grano. Pastaban en sus tierras ovejas, caballos y vacas.

 
A mediados del siglo XIX, gracias al diccionario Madoz tenemos esta referencia a Bisjueces:
 
“VISJUECES: I. en la prov., aud. terr., c. g. y dióc. de Burgos (43 leg.), part. jud. de Villarcayo (4), ayunt. de la merindad de Castilla la Vieja; Situado al pie de una cuesta; Reinan los vientos del N. y O.; su clima es frío pero sano y se padecen constipados e inflamaciones. Tiene 62 casas; escuela de instrucción primaria; iglesia Parroquial dedicada a San Juan Bautista, servida por un cura párroco; próximo a ella se encuentra el cementerio; el templo es de buena arquitectura. En su pórtico se ven estatuas de piedra de los dos primeros jueces de Castilla, Laín Calvo y Nuño Rasura, sentados en ademán de administrar justicia; según la tradición era este pueblo el lugar donde aquella se administraba, y de ahí la etimología del nombre de Visjueces. El término confina: N. Andino; E. La Aldea y La Rad; S. el r. Tesla y O. Incinillas. En él se encuentra la ermita de San Roque y el despoblado nombrado Rebolleda. El terreno es de mediana calidad; la parte montuosa está poblada de encinas y carrascos; Corren por él algunos arroyuelos afluentes del río Tesla. Los caminos son locales. El correo se recibe de Villarcayo. Producción: cereales, legumbres y lino. Cría ganado cabrío y vacuno; caza de perdices y codornices. Población: 37 vecinos, 132 almas. Capacidad productiva: 786.600 rs. Imp. 73.141. Contr.: 56.”

 
En 1863 habitaban 237 personas en Visjueces y el sacerdote encargado de la iglesia parroquial de San Juan Bautista era Juan Marañón, de 41 años. En el año 1863 había organista. Este cura continuaba allí en 1872 cuidando del mundo espiritual de 261 habitantes. Curiosamente había aumentado su número frente a nueve años antes.

 
En 1881 el diccionario Riera no contaba lo siguiente:
 
“VISJUECES.—L. agreg. al ayunt. de Merindad de Castilla la Vieja, cuya casa consistorial está en Villarcayo, del que dista la localidad que describimos 5'4 k. Cuenta sobre unos 260 hab. y 97 edif., de los que 32 están inhabitados. Org. civ. Corresponde á la prov. de Burgos y contribuye, con su ayunt., para las elecciones de diputados provinciales y las de Cortes. - Org. mil. O. G. y G. M. de Burgos. -Org. ecle. Pertenece á la dióc. de Burgos, al arciprestazgo de Villarcayo, y tiene una iglesia parroquial, dedicada á San Juan Bautista, cuyo curato es de entrada. -Org.jud. Pertenece al part. jud. de Villarcayo, y á las aud. de lo criminal y territ. de Búrgos. Org. econ. Para el pago de contr. depende de la Delegación de Hacienda de su prov. - S. Púb. Recibe y expide la corr. por la A. de Madrid á Irún, estación de Bribiesca, cn. de Ramales, esf. de Medina de Pomar y pt. de Villarcayo. -Ob. púb. y med. de com. Para sus transportes y relaciones se sirve de los caminos que cruzan su térm. municipal. - Ins. púb. El ayunt. costea de fondos municipales una escuela incompleta para ambos sexos. - Art., of., ind. La única industria. de este agreg. es la agrícola. - Pob. Nada de notable ofrecen los edif. que la constituyen. - Sit. geog. y top. (Véase el artí- culo de su ayunt.)”.

 
Siguiendo nuestro recorrido por este pueblo vemos en una casa una ventana geminada torpe mente mutilada. Sobre su dintel está esculpido un sencillo escudo de clérigo en el que figuran una cruz, un aspa y dos llaves, puestas en sotuer, todo ello puesto en palo. Otro elemento llamativo es la amalgama de edificios adosados entre los que se encuentra un coqueto hotelito donde destacamos una ventana renacentista ricamente trabajada y una reconstrucción ventral en la misma fachada. Este es, con diferencia, el edificio más alto de Bisjueces haciéndonos soñar con que esta fuese la torre fortificada. Soñar es libre. Si, mirando esta fachada, giramos la cabeza a la derecha nos encontramos con otra ventana de buena labra renacentista donde se enmarca plenamente el vano. Distribuidas por el pueblo nos encontramos otras pequeñas joyas que nos hablan de la antigüedad del lugar: una puesta ornamentada que ya está medio arruinada, casas de estilo montañés con la solana en la última planta, puestas altas, casonas sin escudo, desgastadas y vetustas ventanas en su origen geminadas…


Gracias a Dios no hay huellas, o no las hemos identificado, de las dos casas incendiadas a finales de septiembre de 1899. Eso sí, conocemos el nombre del profesor que impartió en la escuela de Visjueces al menos desde 1894 y hasta 1906. Se llamó Segundo Peña. El párroco en 1906 seguía siendo Juan Marañón. ¡Con 84 años! En 1894 había 39 casas habitadas y, en 1900, unos 183 habitantes.

 
Bueno, para 1908 tenemos cambios entre las gentes de respeto del lugar: el nuevo párroco es Marcelino Alonso y el profesor respondía al nombre de Miguel Jaime Lázara. Siguen, al menos, hasta 1911. Antes de 1934 llegará a Bisjueces, como párroco, Simón Hurtado Estalayo del que sabemos que en el año 1962 continuaba dando misa en este pueblo. Sobre los profesores de antes de la guerra de 1936 a 1939 sabemos que, al menos, desde 1924 instruía Cayo Torres que será sustituido por José Casasayas Romá en 1930. ¿Hasta cuándo estuvo? Hasta 1933 que marchó a Lloret de Mar.

 
Tras la guerra civil de 1936 a 1939 -exactamente en 1950- tenemos 255 residentes en Bisjueces que se distribuían en sesenta y cinco viviendas y tenían dos docenas de edificaciones destinadas a otros usos. En el año 2000 tenía cincuenta y nueve residentes.

 
En una finca la Asociación de "Amigos de Villarcayo y de Merindad de Castilla la Vieja", erigió hace años un monolito en recuerdo a los primeros Jueces castellanos.
 
Bisjueces contuvo algunos despoblados: San Pedro con ermita del mismo nombre, La Magdalena, la de San Roque y el probable eremitorio de San Esteban, todos ellos citados en 1707, y el de Villa Berzosa.
 
 
 
Bibliografía:
 
“Amo a mi pueblo”. Emiliano Nebreda Perdiguero.
“Arquitectura fortificada en la provincia de Burgos”. Inocencio Cadiñanos Bardecí.
“Diccionario Geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar”. Pascual Madoz.
“Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal”. Sebastián Miñano.
“Diccionario geográfico, estadístico, histórico, biográfico, postal, municipal, militar, marítimo y eclesiástico de España y sus posesiones de ultramar”. Pablo Riera Sans.
“Burgos. Todo el románico”. Guías del románico.
Estadística del Arzobispado de Burgos del año 1872.
Estadística del Arzobispado de Burgos del año 1863.
Censo de población de las provincias y partidos de la corona de Castilla en el siglo XVI.
Nomenclátor de las ciudades, villas, lugares, aldeas y demás entidades de población de España formado por el Instituto Nacional de Estadística con referencia al 31 de diciembre de 1950.
“Caminos burgaleses: los caminos del norte (Siglos XV y XVI)”. Salvador Domingo Mena.
“Villarcayo, capital de la comarca Merindades”. Manuel López Rojo.
“Las Siete Merindades de Castilla Vieja. Castilla Vieja, Sotoscueva, Valdeporres y Montija”. María del Carmen Arribas Magro.
“Blasones y linajes de la provincia de Burgos. V Partido judicial de Villarcayo”. Francisco Oñate Gómez.
“Las Merindades de Burgos: Un análisis jurisdiccional y socioeconómico desde la Antigüedad a la Edad Media”. María del Carmen Sonsoles Arribas Magro.
“Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración”.
Indicador general de la industria y el comercio de Burgos (1894).
Blog “Tierras de Burgos”.
www.condadodecastilla.es
Hotel rural “la torre de Bisjueces”.
http://www.castillosdelolvido.com/
Catastro del Marqués de la Ensenada.
“Casas de la nobleza en Las Merindades y en La Bureba (siglo XVII). Datos para su estudio”. Lena S. Iglesias Rouco y María José Zaparaín Yáñez.
Periódico “Diario de Burgos”.
Boletín Oficial del Estado del Reino de España.


A Cristina y a sus padres.
  

1 comentario:

  1. Muchas gracias por acordarte de nosotros.
    Nos ha gustado mucho y estamos muy orgullosos de nuestro pueblo.

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