Nos
vamos a la calle Fundador Villota de Medina de Pomar para toquetear un poco la
historia de una zona, actualmente, tranquila. Tenemos que viajar al año 1883
-más o menos- para conocer a Zoilo Ruiz-Cuevas. Al parecer este apellido “Ruiz
de las Cuevas”, “Ruiz-Cuevas” o, incluso, “Cuevas” llegaría desde Villapaderne
(Cantabria) hacia el año 1700. Llegando el siglo XX existían en Medina varias
familias Ruiz-Cuevas sin relación de parentesco cercano: la de Zoilo
Ruiz-Cuevas; la de Faustino Ruiz-Cuevas, sastre en la plaza Mayor; o la de Arcadio
Ruiz-Cuevas.
En
el Anuario del comercio de 1883 aparece Zoilo Cuevas entre los industriales de
Medina de Pomar. Entendemos que es Zoilo Ruiz Cuevas Regulez nacido hacia 1861
y fallecido en 1957. El documento no determina el sector, pero sabemos que
inició dos negocios: tejidos y Maquinaria de Labranza.
Ruiz-Cuevas
empezó su venta de telas de manera ambulante acudiendo a ferias y mercados
cercanos. De ahí pasó a crear un establecimiento comercial estable. Para ambos negocios.
La tienda de telas y lanas estaba en Fundador Villota, 24 y el comercio de
maquinaria de labranza “de tracción animal” en Fundador Villota, 22. En 1894 Zoilo
era ya un reconocido sastre en la comarca que, además, vendía géneros textiles.
Tanto Zoilo Ruiz como Zoilo Cuevas. Pues ambos nombres aparecen en la relación
de sastres del “Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de
la administración” de 1899. He de asumir que será una errata. Zoilo también
formaba parte de la sociedad de seguros contra incendios “La Medinesa”, que
tenía 314 socios y 515 casas, con el cargo de secretario. Al menos en 1898.
El
negocio de maquinaria agrícola se instaló en el local contiguo al de telas y
tejidos. Tenemos constancia de su trabajo con el dueño del palacio, hoy tan
conocido, de Ajuria Enea: Serafín Ajuria. La imagen de la agricultura
castellana de principios del siglo XX la vemos como un mundo de hombres enjutos,
doblados bajo el sol mientras segaban, o trillaban, o aventaban… Y, sí,
ocurría, pero también ocurría que no todo era inmovilismo machadiano. Aparte de
esa romántica y cruel resignación teníamos en Castilla algunas máquinas
trilladoras, motores portátiles y otras grandes y voluminosas máquinas que se
importaban desde Inglaterra, Francia o Norteamérica; y, además, en la zona
norte peninsular había agricultores y artesanos del hierro construyendo aperos
de labranza mejorados técnicamente. Este proceso fue tan evidente, que al
comenzar la segunda década del siglo XX era habitual ver a campesinos
trabajando con arados de vertedera, polisurcos, cultivadores, gradas metálicas,
trilladoras, aventadoras y pequeñas segadoras de tracción animal.
De
entre los artesanos que obraron este milagro están Serafín Ajuria y Segundo
Aranzabal que se asociaron en 1910 para fabricar maquinaria agrícola. En 1914
constituyeron "Ajuria y Aranzábal, S.A." que se transformará en 1927
en “Ajuria, S.A.”. Aun así, su sistema de trabajo no se alteró: sucursales en
las capitales de provincia donde se almacenaban las máquinas para la venta y
las piezas necesarias para las reparaciones y depósitos en localidades menores
con agentes de ventas. Estos cerraban acuerdos con sindicatos, federaciones
agrarias y con representantes en cada pueblo. El primer depósito que tuvo la
fábrica de Ajuria fuera de Vitoria se estableció en Medina de Pomar, con Zoilo
Ruiz-Cuevas de socio allá por 1917.
La
maquinaria agrícola marca Ajuria era muy apreciada y su madera de haya la hacía
pasar por una de las más demandadas para tema de tractores y grano. Las
aventadoras o beldadoras de esa marca supusieron toda una muestra de la
innovación aplicada a la recolección del cereal. La familia Ruiz-Cuevas también
tuvo posteriormente la licencia de distribución para toda España de la marca
Deutz. También trabajaron con las marcas FEM y Ursus.
Ubicación de "Depósito de Maquinaria Agrícola Ajuria, S.A."
Las
necesidades tanto del negocio textil -de que hablaremos más adelante- y del de
maquinaria agrícola llevó a los Ruiz-Cuevas a comprar la casa del capador
Gregorio Gállaga que fue fusilado durante la guerra de 1936-1939. Hoy vemos,
todavía, el cartel de “Depósito de Maquinaria Agrícola Ajuria S A.” en la
oficina acondicionada en la antigua cuadra de la casa de Gregorio. En la campa
entre la propiedad de la familia Angulo y la casa de Gállaga, donde estaba la
huerta y el gallinero familiar, se colocó las tuberías y la maquinaria diversa. Zoilo
tampoco descuidó la postventa de aperos y maquinaria agrícola y, quizá por eso,
puso en marcha un taller mecánico. El negocio comenzó a partir de la
incorporación al mismo de una persona con oficio de herrero. Del soldado,
afilado de brabanes, arados etc. se evolucionó hacia la gran maquinaria
motorizada y hacia el mantenimiento de vehículos y no era difícil ver algún
autobús de La Estrella o de Legarra allí. Y camiones, claro.
Enfrente
del depósito de maquinaria se encontraba el negocio de telas, tejidos, lanas y
hogar que hoy luce el nombre de Baldomero R-Cuevas en su fachada. Por cierto,
una fachada que merece su conservación. Incluso si se restaurase la casa. E
igual el cartel de maquinaria agrícola, que amenaza ruina.
Decíamos
que el negocio de telas lo inició Zoilo, pero el nombre que nos aparece es el
de Baldomero. ¿Por qué? ¡Cosas de familia! Les ponemos un poco al día: Zoilo
Ruiz-Cuevas tuvo cinco hijos: Sabas, María Natividad, Hortensia, Baldomero y
Petra.
Natividad se casó con el “rico propietario” argentino -de Santa Fe- Esteban
Extramiana. Sabas se centró en el negocio de sastrería; Baldomero,
inicialmente, se encargaba del comercio de tejidos; y Zoilo se vinculó más a la
maquinaria agrícola de tracción animal y, más tarde, mecánica. La vivienda
familiar de la familia Ruiz Cuevas estaba situada en las plantas superiores a
los locales comerciales y tenía doble acceso desde la calle La Ronda y desde la
calle Martínez Conde.
Familia Ruiz-Cuevas López-Para. Octubre de 1952.
De izda. a dcha. y de arriba a abajo: Mariano, Esperanza,
Ramón, Carlos, José Antonio, Baldomero, Emilio;
Baldomero, Luis, Zoilo, Juan, Fernando.
Baldomero
Ruiz-Cuevas, que se casó con Esperanza López-Para, fue adaptando su parte a los
cambios sociales. La época de los trajes confeccionados privadamente se
terminaba: la confección bajaba de precio y se vendían menos lanas y tejidos
para hacer la ropa en casa mientras que el “Prêt-à-porter” llegaba a las
estanterías. Como llegaba la década de 1960. Y esas estanterías necesitaban más
espacio tanto como para quedarse con los locales del portal 22. Tejidos Casa
Ruiz-Cuevas era un comercio "de los grandes". En una época con
difíciles comunicaciones su clientela procedía, también, de más allá de Medina:
Villarcayo, Espinosa… Eso sí, los lunes Baldomero acudía al mercado de Villarcayo.
Baldomero
y Esperanza tuvieron nueve hijos varones: Juan, Emilio, Antonio, Luis, Ramón,
Carlos, Fernando, Mariano y Baldomero. Todos empezaron desde jovencitos en los
negocios familiares en Medina. Toñín y Luis en el textil; Juan en la sastrería
y luego en el taller mecánico; Emilio en la banca, inmuebles y ocio; Antonio,
Ramón y Carlos estuvieron con los negocios de Agrícola Internacional, S.A. por
las provincias de Álava, Burgos y Navarra; Fernando y Baldomero hijo parieron a
Asturias; Luis, con la Informática, a Bilbao; y Mariano en Motor Ibérica -Ebro-
en Barcelona. Anotaremos que la esposa de Ramón, María Luisa Peña rubio,
falleció en mayo de 1968 al sufrir un accidente de tráfico dejando dos hijos
llamados Ramón y Luis.
El
negocio de confección empezó con costureras de dedal y aguja para evolucionar al
traqueteo de las máquinas de coser. Baldomero Ruiz Cuevas verá la oportunidad y
consigue la distribución en la zona de la máquina de coser Wertheim de una
empresa de Francfurt fundada en 1900 y que había llegado a España en 1912. Baldomero
“robó” a su padre Zoilo un rincón dentro del local de “Depósito de Maquinaria
Agrícola Ajuria S.A.” y allí se venderá el modelo "Rápida" de esta
marca de máquinas de coser. Y se daban clases de uso de la máquina de coser a
los sastres y modistas que se movían por Medina de Pomar. Sin olvidar la
cantidad de jovencitas de Las Merindades que llegaban para aprender “Corte y
confección” algo imprescindible para un buen casar y para realizar trabajitos
durante el franquismo.
Liquidados
los negocios de maquinaria agrícola y de máquinas de coser el local quedó vacío
varios años si bien Emilio Ruiz-Cuevas abrió allí un cine durante un tiempo y
luego fue el local festivo de la Peña "Los Bufis" durante las fiestas
patronales de Nuestra Señora del Rosario.
El
quinto, o sexto, negocio del que hablaremos es la sastrería. La llevó Sabas
Abad Ruiz-Cuevas, otro hijo de Zoilo, que era sastre, y su mujer Encarnación
Sebastián. Tuvieron tres hijas. Junto a Sabas trabajó Alfonso Codón (hijo del
dueño de la confitería Codón), Terio Céspedes Rueda, Charo -hija del propio
Sabas-, Juan Ruiz Cuevas (hijo de Baldomero) y varias personas más.
Con
el paso de los años se incorpora de aprendiz Jesús Ruiz-Cuevas Céspedes. Jesús
coincide con Sabas, con Charo y con su tío Terio. Había camiseras,
pantaloneras, modistas, sastres por toda la zona. Luis Ruiz-Cuevas hablaba de
todos sus paseos, yendo y viniendo, llevando y trayendo prendas a medio
confeccionar y confeccionadas. Se puede situar hasta siete u ocho personas
trabajando simultáneamente en la sastrería, sin contar con el negocio que se
subcontrataba a otros talleres y domicilios cercanos.
Jesús
llegó a encargarse de la Sastrería Ruiz Cuevas en una etapa posterior y por
espacio de unos diez años, ya con una plantilla mucho más reducida pues la
confección industrial dominaba el mercado. En el año 1984 cerró la Sastrería
junto a la antigua puerta Sur de Medina y Jesús Ruiz-Cuevas Céspedes abrió en
la nueva plaza de Somovilla una tienda de ropa de caballero con un taller de
sastrería que todavía lo lleva su familia.
Ubicación de la Agencia de Caja Circulo
Otro
negocio que emprendieron los Ruiz-Cuevas fue el bancario: una agencia de la Caja
de Ahorros del Círculo Católico. Baldomero era un comerciante e industrial
potente y negoció con esa caja de ahorros hacerse cargo de su expansión en
Medina de Pomar bajo la fórmula de Agencia. Se captaban fondos de las familias
y se realizaban préstamos. Se supone que la garantía era de la propia Agencia y
no de la caja. Emilio Ruiz-Cuevas, uno de los nueve hijos de Baldomero, fue
designado como encargado familiar del negocio.
El
local de esta Agencia era pequeño y el despacho estaba en el piso superior. Dicen
que la caja fuerte todavía existe. Arriba, una vez ya cerrada la agencia
bancaria, hubo una modista. En años posteriores se abrió durante un tiempo una
Floristería.
Edificio donde se instaló la nueva sucursal bancaria.
Hacia
finales de la década de 1960 cambió el modelo de expansión de Caja Círculo. Por
ello, se abordó una promoción conjunta Caja Círculo y Ruiz-Cuevas en la plaza
de Somovilla y se construyó el edificio que albergó la primera sucursal
medinesa propia de la "Caja de Ahorros y Monte de Piedad del Círculo
Católico de Obreros de Burgos" abierta en diciembre de 1967. Emilio tuvo la
opción de ser el director, pero declinó. Dirigió sus esfuerzos a otros negocios
como el edificio de pisos que se empezó a construir en Fundador Villota, 13 aprovechando
la ya inservible -desde 1967- campa almacén de maquinaria, y abrió la Sala de
Fiestas “Las Torres Club”.
La sala de fiestas se pone de largo el 30 de
septiembre de 1969. La fiesta inaugural fue el 12 de octubre de 1969 y entre
los participantes estuvieron el Dúo Dinámico. Por esta sala de fiestas pasaron
Los Mitos, Los Pop Tops, Antonio Machín, Los Módulos, los hermanos Calatrava… Aguantó
hasta principios de los años 80.
Hablaremos
del sastre Faustino Ruiz-Cuevas. Faustino era sobrino de Sabas Ruiz-Cuevas, aunque
era independiente y no estaba relacionado con la sastrería de los Ruiz-Cuevas. Su
local estuvo en los bajos de la casa de las Condesas de Ardales que hoy es un
bloque de pisos frente al Ayuntamiento. Casado con Flora tenían cuatro hijos:
Faustino (hijo), Luis, Celia y Teresa. La sastrería aguantó hasta el derribo de
la casa de las Condesas de Ardales. Sería el año 1968 o 1969. El escudo de esta
casa lo podemos ver en el museo de Las Merindades. Sin identificar.
Plaza del ayuntamiento donde se ve
la casa de las condesas de Ardales.
Y
todo esto sin contar la cafetería BALIS que fue asaltada en diciembre de 1980 y
que era propiedad de Baldomero Ruiz-Cuevas -según el “Diario de Burgos”-. De allí
los ladrones se llevaron un cassette con su amplificador, un jamón de jabugo y
el dinero que había dentro de tres máquinas recreativas y dos billares. Valoraban
lo sustraído en 300.000 pesetas. Claro que, en eso de los robos, la familia Ruiz-Cuevas
ya había sido participante en la persona de Zoilo. Fue el 10 de septiembre de
1913 y se llevaron una manta palentina y una docena de boinas.
Bibliografía:
“Anuario del comercio, de la industria,
de la magistratura y de la administración”.
“Anuario
Riera”.
“Indicador
general de la industria y el comercio de Burgos (1894)”.
“La
comercialización de maquinaria agrícola en España durante la primera mitad del
siglo XX”. Ramón Ojeda San Miguel.
“Fuimos.
Una crónica del comercio local”. Jesús Oleaga.
Periódico
“Diario de Burgos”.
Periódico
“El Castellano”.
Periódico
“La Voz de Castilla”.
Periódico
“El Papa-Moscas”.
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