Que no te asusten ni la letra ni el sendero de palabras pues, amigo, para la sed de saber, largo trago.
Retorna tanto como quieras que aquí me tendrás manando recuerdos.


domingo, 26 de septiembre de 2021

COMUNERO. La rebelión de las comunidades.

 
 
Hoy les traigo un autor tímido, deseoso de mantenerse en el anonimato, a pesar de ser un bilbaíno de Recalde. Del barrio de Recalde… ¡Ahí es nada! Y le comprendo porque yo también soy bastante retraído. Saben que me oculto tras un seudónimo y una rara foto. ¡¿Cómo voy a juzgar a quien comete mí mismo pecado?!
 

Quizá la forma en que se describe en Linkedin nos diga algo sobre su personalidad o su sentido vital: “Profesor de enseñanza secundaria, teatro y talleres de escritura creativa. Escritor con diversos premios a nivel nacional e internacional. Ensayista en temas de abandono rural y africanismo (especialmente Guinea Ecuatorial). Guía en recursos del norte de Burgos (cultura, costumbres, geografía, actividades senderistas, etc.)”

José Antonio estudió Filología Hispánica en la universidad Jesuita de Deusto (Bilbao) y después marchó de cooperante, entre 1988 y 1990, a Guinea Ecuatorial como profesor en Malabo, en la isla de Bioko. La impresión que obtuvo de ese país la ha definido como ''económicamente desolador, con la miseria muy cercana, pero humanamente reconfortante. Literalmente me cambió la vida. Y desde entonces, de una forma u otra, he estado ocupado y preocupado con este tema''. Por eso gran parte de su producción literaria se centra en la temática del colonialismo en Guinea Ecuatorial.
 
Continuó vinculado con África al regresar a España al ser profesor de lengua española en la isla de La Palma, en las Islas Canarias. Disfrutaron de sus conocimientos los alumnos del Instituto Cándido Marante Expósito de San Andrés y Sauces. También estuvo en Formentera y Reinosa empapándose así de la diversidad de nuestra España. Y, en Las Merindades han sido pupilos suyos los alumnos del instituto Merindades de Castilla de Villarcayo y el Sancho Ortiz de Matienzo de Villasana de Mena. De hecho, vive en este último municipio: Valle de Mena. Lo que podría significar un regreso al entorno del que se vieron obligados a partir sus padres. En sus palabras: “El origen de mi familia está en el Alto Ebro burgalés; como otras muchas, tuvo que emigrar a Bilbao. La comarca de Las Merindades es mi lugar elegido para comprender que en lo local se encuentra también lo universal. Y Comunero responde a ese punto de vista”.
 
Villasana de Mena

Comunero. La obra que nos ha traído aquí. Dice que “Comunero es una novela histórica, bien documentada, que pretende reivindicar la importancia del ejército comunero del norte, con la influencia también de la rebelión comunera en las Merindades. Este territorio, señorío de los Velasco, causó la preocupación del corregente y condestable de Castilla, Íñigo Fernández de Velasco, quien escribió al emperador confesándole que “temía más la rebelión de Burgos hacia el mar que de Burgos hacia Toledo”. Sin embargo, la fama se fue por el lado contrario, a Villalar, olvidando que, en realidad, la derrota comunera se fraguó en la derrota del ejército comunero del norte”.
 
Les puedo decir que la novela es agradable de leer. Mantiene el ritmo narrativo a la vez que intercala los imprescindibles datos históricos que justifican, y explican, los vaivenes de Angélico. Parece que estemos corriendo sobre una versión en prosa del romance de “Los Comuneros” de Luis López Álvarez. Veremos al protagonista transitar por ciudades comuneras, ser testigo de las debilidades humanas y de los altos ideales, visitar Espinosa de los Monteros para buscar Monteros para su reina…
 
Nos presentará al enérgico obispo Acuña, a Pedro López de Ayala, conde de Salvatierra y general de las mesnadas comuneras por Las Merindades y Álava o al licenciado Urrez. Sabemos que Angélico salva la vida al estar el libro contado como un “Flashback” y que llegará a América. No les digo cómo. El personaje dibujado termina siendo tan querido al lector que difícilmente se desea su fin y, ciertamente, la obra permite continuar sus andanzas en los nuevos territorios de la corona de Castilla.

Villarcayo
 
“Comunero” resulta una opción atractiva para abstraerse y aprender mientras viajamos en el metro -por ejemplo, el del Bilbao natal del autor-, escrita con una prosa eficaz y una ajustada cadencia. Características de un escritor premiado, que sabe el oficio.
 
José Antonio López Hidalgo ha recibido los siguientes premios: Jaén 1994, con “La casa de la palabra” (Debate, Madrid, 1995); Ínsula del Ebro e internacional Javier Tomeo de la Universidad Rey Juan Carlos, con “De la casa del padre” (Gens, Madrid, 2006); Internacional Juan Rulfo 2006 y Radio Francia Internacional 2006, con “El punto se desborda” (Fondachao, 2006). Los premios de relatos Villa Santurtzi, Ciudad de San Sebastián, Valle de Benasque y Castilla y León. Además, es autor de dos guías subjetivas del Alto Ebro: “En el lugar de la desolación” y “Entre el Ebro y el Rudrón”.
 
Y es un placer y un honor que sea nuestro convecino.
 
“Comunero” se puede conseguir en cualquier librería, también a través de la distribuidora Elkar o por internet. El precio es de 12 euros.
 

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