Hubo un tiempo en que la voluntad popular consiguió que se
hiciese una plaza de toros en Medina de Pomar. Una de verdad, de cal y canto. Bueno,
de madera, piedra y mortero. Atrás quedaba las plazas de madera o los
redondeles, siempre aproximados, hechos con carros ensamblados y tablones
colocados en plazuelas y rincones para distraer a los aficionados durante el primer
domingo de octubre, y el lunes y martes siguientes.
En 1904 el ayuntamiento de Medina de Pomar registraba el
documento que concretaba la subasta para la “construcción de la plaza en
donde han de celebrarse las corridas de novillos que se proyectan para los días
2, 3 y 4 de octubre próximo, con motivo de la festividad de la patrona de la
ciudad”. Allí se señalaba que "acordado por este Ayuntamiento en
sesión de este día de subastar la construcción de la plaza en donde han de
verificarse las corridas de novillos que se proyectan celebrarse en los días
del Rosario, patrona de esta ciudad, por no haber tenido efecto por falta de
licitadores las tres subastas intentadas para la contratación de los festejos
que se proyectan celebrar en estos dos días, los cuales se acordó también
llevarlo a cabo por administración de este Ayuntamiento, procédase por la
Corporación a redactar el pliego de condiciones que ha de servir de base a la
subasta del expresado servicio. Lo mando y firmo el Sr. alcalde, Ángel Hidalgo,
en Medina de Pomar a 12 de agosto de 1904, de lo que yo, Juan Ruíz Cuevas, secretario,
doy fe”.
La obra la ejecutó Balbino Rodríguez Castresana, carpintero,
natural y vecino de Medina que cobró 1.250 pts. En 1905 la plaza de madera la construyó
Ricardo Temiño por 999 pts. Incluyéndose en la obra talanquera, tendidos, palcos
y demás. En 1906 los documentos nos indican que la plaza, completamente
circular, y de 30 metros de diámetro se estableció en el campo de San Andrés y
con palco… Y que la construyó, con madera de buena calidad, Ricardo Temiño por
819 pesetas. ¡Cada vez más barato!
"Manolas" a principios del siglo XX en Medina de Pomar
En 1907 la contratación de la plaza fue para Victoriano de
Lucio Pereda con un monto de 942 pesetas. En el contrato de este año aparece la
referencia a que los aficionados que lo deseasen pudiesen “bajar al redondel
en la forma y día que disponga la autoridad”.
Los toros llegaban andando, custodiados por pastores y
mansos. En una finca en Vado Ancho esperaban a ser lidiados. Estas becerradas
tenían su cita en las fiestas de San Isidro, San Cristóbal, Santa Cruz, San
Miguel y en la celebración de la Virgen del Rosario.
Será el 16 de noviembre de 1908 cuando se cree la sociedad anónima
llamada “La Popular Medinesa” ante Antonio Tovar Núñez, notario en Medina de
Pomar, para la construcción y gestión de una “Plaza de toros de forma
poligonal regular, de 24 lados, radicante en el campo de San Andrés. Formada
por dos muros construidos de mampostería y con armaduras de madera sobre las
que se apoyan los tableros fijos o clavados que sirven de asientos. Tiene dos
entradas con puertas grandes para la entrada de los toros y arrastre, y sus
entradas con puertas más pequeñas para el servicio de tendidos y palcos
ocupando todo una superficie de 1.733 metros cuadrados, lindando por los cuatro
puntos cardinales con el campo de San Andrés y vale 24.000 pesetas”. Los
socios que figuraron en la firma de la sociedad fueron Ángel Hidalgo Alonso,
alias “Cucurru”, -Alcalde de Medina de Pomar de mayo de 1904 a enero de 1906- (33
acciones por 3.300 pts.); Miguel García (30 ac.); Ricardo Cárcamo (30 ac.);
Juan Ruíz Temiño (33 ac.); y José Garrastachu y Udaeta (30 ac.). La duración de
la sociedad era de 40 años, pudiendo prorrogarse, pero mientras subsistiese el
contrato con el Ayuntamiento, el consistorio podía adquirir la plaza de toros a
la cotización de entonces, sin que excediese las 24.000 pesetas. Evidentemente,
en este caso, quedaba extinguida la sociedad.
Curiosamente es la plaza fija más antigua de Burgos que
todavía ofrece ferias. Es de tercera categoría según el Real Decreto 145/1996.
La categoría de la plaza afecta también al peso de los toros; al número de
sobreros y caballos; al precio de las entradas; a los seguros; y a los
profesionales que deben estar presentes durante la corrida.
Y ¿por qué se toma esta iniciativa ese año de 1908? ¿Por un
irrefrenable deseo de los lugareños a favor de la Fiesta Nacional de España?
Puede ser. No lo niego. Pero también tuvo su poquito de influencia la Real
Orden Circular del Ministerio de la Gobernación del cinco de febrero de 1908
que prohibía festejos con toros -ensogados o en libertad- por plazas y calles.
Así pues, “La Popular Medinesa, S.A.”, presidida por Ángel
Hidalgo Alonso, adjudicó la construcción de la plaza al briviescano Atanasio
Ruíz González en la cantidad de 15.730 pesetas. Dejó fuera del juego a Domingo
Múgica. La plaza se construiría en el ya conocido campo de San Andrés. Para
ello, el ayuntamiento cedió esos terrenos a la sociedad. Parece que en este
lugar estuvo la antigua iglesia de San Andrés y de ahí le vendría el nombre.
Algunas fuentes señalan que el retablo de la iglesia de Torres de Medina
perteneció a esta de San Andrés. Volvamos a los toros: las obras comenzaron el 9
de mayo de 1908 y terminaron el 9 de agosto de 1908.
La inauguración se produjo en la fiesta de la exaltación de
la Santa Cruz, septiembre, de este año de 1908. El primer ingreso está datado
el 19 de septiembre de 1908 por una cantidad de 987`50 pesetas, cobrado del
Ayuntamiento en concepto de subvención por las corridas celebradas los días 13
y 14 de septiembre de 1908. Bonifacio Céspedes Cárcamo en su obra “Pinceladas”
recuerda que llegaron autoridades de Burgos, Miranda de Ebro, Briviesca... "fue
una verdadera peregrinación”. La primera corrida fue una novillada sin
picadores en la que toreó el más significativo de los novilleros de la época “El
Alhameño”.
El año de 1915 se encarga a Plácido Guinea la organización
de la feria del Rosario. Más cosas: En 1924 fueron adjudicadas dos corridas de
novillos a Julio Fernández los días 5 y 6 de octubre; En 1925 la subasta la
ganó Eusebio López López; En 1926 consiguió Mateo García dos corridas de
novillos. Por una inspección de la Compañía Arrendataria de Tabacos, que tenía
a su cargo la vigilancia del Timbre del Estado, sabemos que el 7 de abril de
1925 la plaza tenía 1.868 plazas. Pero en la década de los locos años veinte la
empresa Popular Medinesa, S.A. tiene dificultades económicas. "Ese
consejo, dada la anómala situación de la Sociedad y considerando altamente
beneficioso para los intereses públicos y de los accionistas, la cesión de los
bienes de la Sociedad al Ayuntamiento, tras laboriosas gestiones, se ha llegado
a un acuerdo con el mismo y por el cual la Corporación municipal se compromete
a pagar a los accionistas el cincuenta por ciento del valor de las acciones, en
dividendos repartidos en un plazo de cinco años para los que fijarán cantidad
en sus presupuestos. Esperamos que esto sea aprobado por la mayoría de los accionistas
y que, por tanto, acudirán a poner a disposición deI Ayuntamiento sus acciones".
Al liquidarse la sociedad “Popular Medinesa, S.A.” el
ayuntamiento se hace cargo de la plaza. Es enero del año 1929. Y, resulta que
la plaza de 1908 tenía grietas por falta de cimentación y por las fuerzas
laterales. Se conserva, en principio, la disposición de la plaza, reduciéndose
las obras a las demoliciones de los tendidos para su reconstrucción con
hormigón armado y a establecer ciertos servicios y dependencias que estaban
incompletos o, simplemente, no existían. Veremos desaparecer la vieja zona de
toriles para ganar amplitud y mejorar el encierro de los toros. Ahora tendremos
cuatro toriles- aunque se lidien seis toros-.
En el presupuesto figuró la colocación de cuatro puertas
nuevas para los pasos de entrada y arrastre reparando el resto -y ahorrándose
así unos dineros-. Cambiaron las de toriles, taquilla y la del corral de
ganado. El reglamento de espectáculos de la época ordenaba establecer retretes
y urinarios en proporción al número de espectadores. Fueron distribuidos en la
misma planta, el nivel medio del suelo, con un mínimo de dos retretes y cuatro
urinarios para los hombres y uno para señoras. Lo que nos da a entender que
pocas mujeres asistían a “los toros”. No había enfermería dentro de la plaza
porque ya había fuera. Cerca de la plaza. Pensaban que eso era suficiente. Eso.
El presupuesto de ejecución material es de 33.807`24 pesetas.
Una vicisitud de esta plaza es que fue acuartelamiento
-incómodo- de soldados del Cuerpo de Tropas Voluntarias italianas. Una curiosidad
que nos interesa, no por su efecto bélico, sino porque dejaron la plaza sin las
gradas de madera porque fueron empleadas como combustible. De este destrozo se
recuperará en la postguerra (entre los años 1942 y 1943) aumentando su aforo. A
dicha reforma se deben las puertas grandes bajo los actuales palcos de
presidencia y músicos.
Y llegamos a 1944 cuando los hermanos Temiño (David y
francisco), que entonces regentan la plaza, organizan una corrida extraordinaria
para el primero de octubre con cuatro novillos de la ganadería de Félix Molero
(anteriormente Marqués de Villagodio) para el torero baracaldés Jaime Noain,
que traía a su hermano Antonio como sobresaliente.
Después de los hermanos Temiño gestionó la plaza Julio López
Rubio que tuvo, entre otras cosas, que levantar un veto administrativo a la plaza.
Estábamos en 1958 y en Medina de Pomar no se celebraban festejos. Julio pagó de
su bolsillo una sanción por haber toreado toros bravos de ganaderos no adscritos
a la Asociación de Ganaderos. La multa eran 5.000 pesetas. Por lo leído, la
práctica de comprar toros no sindicados lo realizaban los medineses ya en 1945.
Cuando en 1973 Pedro López Rueda -El alemán, por haber
emigrado allá- toma la concesión por veinte años de la plaza de toros observó que
“estaba hundida, desvencijada, en el abandono... bueno, bueno...". Todo
era fruto a que no había corridas y el gobierno civil no autorizaba la
celebración de espectáculos. “Me la encontré sin puertas, sin gradas, con
los burladeros desvencijados, callejón y chiqueros deteriorados...” Completó
las obras emprendidas por el Ayuntamiento en los tendidos de sol, en los
corrales y en el ruedo de la plaza; sustituyó los tendidos de madera por los
actuales de viguetas y bovedillas de hormigón; Amplió el aforo hasta las 3.000
localidades, divididas en cuatro tendidos, con cuatro vomitorios para acceso
del público; se hicieron los corrales; el patio de caballos... Y se
electrificó. Las obras descritas se llevaron a cabo entre abril y julio de
1974. Costó unos 8.000.000 de pesetas de 1974. La reforma le permitió dar corridas
y no solo las novilladas sin caballo y becerradas. La inauguración fue en San Cristóbal.
Pedro organizó una corrida con ganado de María Sánchez de Terrones, de Salamanca,
para los diestros Pascual Mezquita, Curro Vázquez y Félix López -El Regio-.
Fueron cortadas nueve orejas.
Aun así, la primera novillada de su periodo fue el 7 de
octubre de 1973 cuando ofreció cuatro novillos de la ganadería de Adrián Angoso,
de Buenamadre (Salamanca). Y el lunes 8 de octubre fueron tres novillos, el
primero para la popular caballista brasileña Lolita Muñoz y los dos restantes
para Pedro Giraldo.
Pedro estuvo seis años de empresario en la primera etapa y
cinco formando parte de la Taurina Medinesa. Tras él llegaron los hermanos
Caminero Pérez que estuvieron unos veinte años con esta plaza. Y, contaban que
desearon hacer encierros pero el ayuntamiento se opuso. En Medina estuvieron
los mejores novilleros del momento como Ponce, Higares, Rafa Camino… ¡Trajeron
a Jesulín de Ubrique en 1994!
El siguiente en la relación de empresas en Medina de Pomar
fue “Taurina Medinesa, S.L.” formada por Juan Manuel Ruiz Sainz, José González
Cavia, el ya citado Pedro López Rueda y Esteban Torre, “Mancheguito”. Los
citados Juan Manuel Ruíz y José González Cavia cogieron las riendas de la plaza
en 2002 y llevaron la administración durante siete años, celebrando las ferias
de San Isidro y de la Virgen del Rosario e incluso en dos años (2008 y 2009)
gestionaron la de Villarcayo.
Luego vinieron la sociedad Aldiñigo, Euroribera del Tajo…
En todos estos años, la plaza ha continuado recibiendo
mantenimiento, pintura y limpieza por parte de los servicios municipales.
En la actualidad, la plaza de toros de Medina de Pomar
cuenta con:
- Dos palcos; uno, para las autoridades y el otro, para la
Banda de Música.
- Ocho filas de tendido y tabloncillo.
- Ruedo de 40 metros de diámetro cerrado con una barrera.
- Cuatro burladeros.
- Callejón que tiene una anchura de un metro y está rodeado de
un muro de mampostería rematado por una maroma de acero.
- Siete chiqueros en línea bajo el tendido.
- Dos corrales.
- Patio de caballos.
- Desolladero.
- Enfermería.
- Capilla.
- Sala museo.
Bibliografía:
“La fiesta nacional desde el albero medinés (1904-2014)” Emilio
González Terán y César Prieto Herráez.
Radio Espinosa Merindades.
Periódico “El Correo de Burgos”.
Todocolección.net.
Blog “Toreros españoles”.
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