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domingo, 7 de noviembre de 2021

Manuel Ortiz de Taranco amó su tierra, amó sus gentes y… fue generoso.

 
 
Volvemos a recorrer el Valle de Mena para buscar una de sus escuelas. En este caso nos pararemos en la que surgió de la mano filantrópica de Manuel Ortiz de Taranco destinada a niños de ambos sexos. Surge en 1851 por testamento del 10 de julio del matrimonio formado por Manuel, natural de Villanueva de Mena nacido el 2 de abril de 1873, y María Clara de Ganchegui, natural de Madrid. De hecho vivían en la capital del reino, en la calle Virgen de los Peligros. Para dotarla destinaron de su fortuna doce mil reales de vellón anuales, que se habrían de satisfacer por mensualidades vencidas. Ese dinero pagaría los sueldos del maestro de niños y la maestra de niñas; surtir de leña en el invierno las cocinas; utensilios como mesas, bancos, encerados, reglas; libros elementales de todas clases y catecismos; y para la reposición y conservación del edificio de las dos escuelas.
 
Manuel Ortiz de Taranco durante su vida realizó diversas funciones dentro de la administración tanto en la capital, de la que fue intendente, como en provincias como Burgos o Asturias. También parece constar cierta vinculación con la ciudad de Ávila. Fue Caballero Comendador de Número de la Real y distinguida Orden Española de Carlos III (agosto 1847) y de la Americana de Isabel la Católica, condecorado con otras varias cruces de distinción, socio de mérito de la Económica Asturiana, Consejero Real desde el 15 de enero de 1847 hasta el 30 de abril de 1850 y Senador del Reino desde el 8 de enero de 1851 hasta su fallecimiento el 19 de septiembre de este último año en Madrid. En la capital formó parte de la comisión de fincas y enajenaciones. Participó, también, de la dirección del Banco de Isabel II. Hay notas de prensa que asocian a este caballero con una tienda de curtidos en 1824 lo cual resulta, en cierta forma, chocante.

 
La madrileña María Clara de Ganchegui y Gazmuri, su esposa, era una mujer muy limosnera, elemento asociado a las personas de alta alcurnia en ese siglo XIX y así quedó reflejado en la prensa del momento. También nos han llegado los documentos de sus pleitos con el ayuntamiento del Valle de Mena.



Para poner en marcha el proyecto, la fundación compró el 17 de agosto de 1852 dos terrenos en el sitio de Pradillos. Eran de Braulio Ortiz, vecino de Villanueva, y de Gregorio Zorrilla, de El Vigo, respectivamente. Se pagaron mil cien reales. La descripción que se hace de los terrenos adquiridos en la escritura fundacional es:
 
“El terreno de D. Braulio de trescientas treinta brazas, de a siete pies, de pavimento, que linda por solano Camino Real nuevo, ábrego las Monjas de Villasana, y regañón herederos de D. José Manuel de Angulo, vecino que fue de Caniego, y por cierzo la que sigue; y el de D. Gregorio la otra en el mismo sitio y término de tres celemines, o trescientas brazas, que linda con solano y camino Real nuevo, ábrego la antes deslindada, cierzo heredad que fue de la Patrona del Convento de Villasana, y por regañón heredad de Saturnino Sojo, vecino que fue de Santa Cruz; y el D. Braulio vende además a esta Fundación el camino de servidumbre peonil para tomar agua del cauce de Villanueva y Villasana para el surtido de nuestras escuelas, y de los que habiten en sus casas, pared cierzo, orilla del caño, de la heredad que le corresponde en el sitio de la Pontoncilla del término de Villasana de siete celemines y medio, que linda por cierto caño, solano camino Real Nuevo, por cuya parte tendrá entrada nuestra servidumbre, sin perjuicio del cierzo de citada heredad”.

 
El edificio debió ser estrenado en 1854 y disponía de planta baja, principal y desván, y ocupaba –ocupa- una superficie de 347`34 metros cuadrados en un rectángulo de 25`54 metros por 13`60 metros. Fue construido de cal y canto con sillería en sus cuatro ángulos, puertas, balcones y ventanas, con dos pilastras también de sillería en los medios de su fachada principal en toda su altura. La estructura interna, evidentemente, era de madera. El piso bajo del edificio sirvió para las escuelas de ambos sexos y la planta principal para habitación de los maestros.
 
Como habrán podido ir leyendo se marcaba mucho la diferenciación entre niños y niñas en aquellas leyes de educación de los siglos XVIII y XIX. Debían educarse en escuelas distintas y recibir enseñanzas distintas. Debido tanto a restricciones morales y religiosas como a una sociedad que asumía que la finalidad y los conocimientos que necesitaban chicos y chicas eran diferentes. Claro que, la precariedad económica de los municipios -los ayuntamientos eran los que debían asumir el sueldo de los maestros- hacía casi imposible, como ocurría en el Valle de Mena, la existencia de dos escuelas en cada pueblo, así que lo frecuente era que niños y niñas fueran al mismo centro escolar, aunque recibían una atención y enseñanza distintas.


La Ley Moyano, la vigente esos años de creación del centro, establecía esa diferenciación por sexos dejando para los varones los conocimientos de agricultura, industria y comercio y a las féminas los de dibujo aplicado a las labores “de su sexo” y ligeras nociones de higiene doméstica. Así, el testamento de Manuel Ortiz de Taranco, otorgado en la Villa de Madrid, se describía de manera pormenorizada lo que había de enseñarse en las escuelas de su fundación en Villanueva de Mena:
 
“En la Escuela de niños: lectura, escritura, doctrina cristiana, nociones de Historia Sagrada, gramática y ortografía castellana; aritmética completa con el sistema legal de pesos y medidas; dibujo lineal; nociones de algebra y de geometría con sus aplicaciones a los usos comunes de la vida, a las artes elementales y a la agrimensura; nociones de geografía y de historia, especialmente de España; y nociones de historia natural popular contraídas principalmente a las producciones y vegetación del país y a la cría de los ganados que el mismo permita a fin de ilustrar a la Juventud e inclinarla al fomento y mejora de estos ramos en él. En la Escuela de Niñas: Punto de media y de calceta; marcar todas las letras del abecedario; coser en toda clase de ropas blancas y marcar estas mismas ropas; cortar vestidos de todas clases para mujer y coserlos; lectura, escritura, doctrina cristiana y las cinco reglas de cuentas; quedando al arbitrio de las Maestras enseñar a las niñas pudientes que se lo paguen, las demás labores esmeradas o de lujo y adorno que ella debe saber”. ¿Cómo se quedan?

 
Supongo que ese reparto de funciones sociales las tendrían totalmente asumidas Crisanto Esteban (profesor de niños, al menos, entre 1897 y 1909), Casilda Labarga (niñas, al menos, entre 1901 y 1904), Coleta Balanzaitegui (niñas entre 1904 y 1909) y Julián Moreno y Micaela Pérez (que se encargaron de la instrucción, al menos, hasta 1911).
 
La fundación trabajó en pro de la educación en el Valle de Mena hasta su fusión en febrero de 1963 con otras cuantas entidades educativas de la comarca como relata el “Diario de Burgos”. Agrupadas todas ellas bajo el nombre de "Función benéfico-decente del Valle de Mena" presidida por el alcalde del valle.


El edificio sufrió un grave abandono que lo llevó a su ruina. Y que, ahora, se recuperará. El objetivo es la restauración estructural y de la cubierta –tejado- siguiendo el estilo de la derrumbada sin elevar la altura del inmueble.
 
 
 
Bibliografía:
 
“Anuario Riera”.
“Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración”.
“La enseñanza en el Valle de Mena. Una singularidad desde el siglo XVIII hasta nuestros días”. Armando Robredo Cerro.
Senado del reino de España.
Periódico “Diario de Burgos”.
Periódico “El Español”.
Boletín Oficial de Santander.
Boletín Oficial de la Provincia de Guadalajara.
Diario de avisos de Madrid.
“Guía de forasteros en Madrid de 1845”.
Periódico “El clamor público”.
Periódico “El Observador”.
“Proyecto de restauración estructural, y cubierta de la antigua escuela de Villanueva de Mena (Valle de Mena, Burgos)” del arquitecto Restituto Ortiz Ruiz.
Boletín trimestral del ayuntamiento del Valle de Mena.
 
 

1 comentario:

  1. Soy descendiente por afinidad de D. Manuel Ortiz de Taranco. Y puedo darle datos. Le envío mi dirección electrónica: j. mantilla91@ yahoo.es

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