La
frontera entre Burgos y Cantabria por la zona de Bricia es una broma de mal
gusto donde la división administrativa se retuerce y los pueblos se acercan y
alejan de la capital provincial de forma caprichosa. Esto le ocurre a Valderías
que aparece al final de un meandro burgalés entre las aguas de Cantabria. Así
Valderías y Linares de Bricia son burgaleses, pero Espinosa de Bricia es
Cántabro. ¡Cosas del siglo XIX!
La
primera mención a esta población, entonces llamada Valdelías, figura en el
Becerro de Behetrías en 1350. Allí se declara que formaba parte del alfoz de
Bricia y que había sido de realengo hasta que el rey Alfonso XI (1311-1350) se
lo donó a su hijo don Tello, del que eran vasallos en ese momento. Pagaban al
rey moneda y servicios, descartando el yantar y la fonsadera, y a don Tello
martiniega y fuero. Eran nueve y cuatro maravedís respectivamente. Pero,
realmente, no quiere decir que la población surgiese en ese momento, sino que sería
bastante anterior. Sin contar que dentro del término de Valderías se localiza
el yacimiento arqueológico de Peña Escrita. Es un afloramiento de arenisca en
la ribera derecha del Arroyo del Pilón, afluente del Arroyo Riopanero. Este
arroyo discurre por un corredor natural entre el monte Peña Escrita (899 m) al
norte y la Peña de la Viga (893 m) al sur. Presenta planta rectangular, con
paredes verticales de más de tres metros y una parte superior regular, lisa,
ligeramente basculada hacia el río. En todas las paredes hay zonas aprovechables,
pero son las orientadas al oeste y sur las que ofrecen una superficie más
regular. Precisamente en esta pared sur, hacia el extremo este, y también en el
ángulo sureste, se han identificado varios grabados.
Cortesía de María del Carmen Arribas Magro
Pero,
volviendo a mediados del siglo XIV, el Alfoz de Bricia estaba compuesto por los
lugares de Montejo, Espinosa, Campino, Bricia, Villamediana, Linares,
Cilleruelo, Villanueva de Carrales, Valderías, Renedo, Vallosera, Lomas,
Cejancas de Yuso, Cejancas de Suso y Barrio y muy probablemente los lugares de
Allen del Hoyo, Quintanilla de Rucandio, Soto Rucandio y Riopanero. Puntualicemos
que Valderías es el más meridional del alfoz de Bricia.
San
Martín es el titular parroquial de su iglesia, su culto se generaliza entre los
siglos V y VIII. Entre estos siglos nacerá la población. La iglesia, del siglo XVIII,
tiene pocos testimonios románicos de principios del siglo XIII. Los que hay se
sitúan en la fachada meridional y son dos aspilleras y una portada de arco de
medio punto doblada sobre jambas y molduras con bocel de arista. El templo hoy
está en ruinas conservando una parte de sus muros. En 1943 se derrumbaron el
atrio y una capilla realizada en piedra de sillería. En 1986 se vinieron abajo
dos tramos de la bóveda. Lleva mucho tiempo sin ser la iglesia del pueblo a
pesar de que dispone de una posición privilegiada en el alto del asentamiento.
Las
campanas estaban situadas en una espadaña de dos cuerpos, rematada en frontón y
pináculos, con tres huecos y dos campanas. la pila de bautismo era lisa. En
cuanto a sus libros parroquiales, hay uno “de fábrica” de 1884; los demás
fueron destruidos en la guerra civil de 1936-1939.
En
1987 el vicario de la diócesis Vicente Proaño Gil inauguró un nuevo templo de
Valderías en el lugar en que antaño hubo una fragua. Acompañaron al vicario
Antonio Gutiérrez que era el párroco de Valderías y el padre Domiciano López
Esculapio. La financiaron los vecinos y el arzobispado y la advocación es San
Martín -obviamente- y San Juan Bautista, que era el titular de una capilla que
se ha convertido actualmente en cementerio de Valderías. Es aquí donde debemos haber
encontrado cuatro tumbas del siglo VII excavadas en la roca arenisca.
¿Qué
quiere decir esto? Sabemos que San Juan (Bautista) era un despoblado que hoy
está incluido en el término de Valderías. Su culto se generalizó entre los
siglos V y VIII. Tenemos, por tanto, un yacimiento datado en la alta Edad
Media. El yacimiento se localiza al fondo del valle que forma el arroyo
Matacalera, en la parte posterior del cementerio del pueblo, en un cruce de
carreteras. El poblado contaría con una iglesia, bajo la advocación de San
Juan, cerca de las sepulturas. Pudo haber sido esta iglesia el actual
cementerio como ocurre en otros casos el Las Merindades. Anotaremos que en 1709
la ermita de San Juan permanece en buen estado.
En
1587 figuran catorce vecinos -que no personas- y se incluyen en el
arciprestazgo de Santa Cruz con Bárcena. En 1591 no aparece en el Censo de la
Corona de Castilla, en ninguna de las provincias.
Para
1752 tenemos el catastro del marqués de la Ensenada. Hasta Valderías se
desplazó Felipe López que era el delegado del catastro para la zona. Se juntó
con Pedro Gómez y Nicolás Sainz, lugareños, y con el cura beneficiado Juan de
la Peña y único sacerdote del lugar. Dejaban constancia de que la localidad pertenecía
al alfoz de Bricia. Las tierras eran de secano “sin que sirva para hortaliza ni
de maíz”. Informaban que dejaban tierras en barbecho y que había prados
regaderos para yerba. Y centeno. Había un molino que era de José Gómez y Gerónimo
Gallo. Tenían bueyes y vacas de labranza, ovejas, cabras y cerdos para el
consumo.
El
número de vecinos era de cinco que se repartían ocho casas habitables y cinco
en ruinas. Eso era todo. Bueno, estaba la iglesia porque no había ni tabernas,
ni hospitales, ni conventos…
Casona noble con ventanas labradas.
El
catastro nos da una serie de nombres de vecinos del pueblo: Santiago Alonso,
Francisco Gallo, Agustín y Rafael Gómez, Clemente López, Gerónimo Gallo, Pedro
de Villanueva (que era, además, carretero). Principalmente eran agricultores y
pequeños ganaderos.
Sebastián
de Miñano y Bedoya nos recopiló en su diccionario de 1826 la situación de estos
reinos y sobre Valderías nos cuenta que pertenece al arzobispado de Santander
-¡qué sorpresa!- y que tiene once vecinos que se transforman en cuarenta y cuatro
habitantes. Recalca que producen hierba y centeno.
En
1848 salió el diccionario Madoz y contaba sobre Valderías: “en la prov., aud.
terr., c. g. y dióc. de Búrgos (11 leg.), part. jud. de Sedano (3), ayunt. de
Alfoz de Brícia (1); Sit. en una cañada rodeada de cerros, con buena
ventilación, y clima sano; las enfermedades comunes, son reumas y catarros.
Tiene 23 casas, y una igl. parr. (San Martin) servida por un cura párroco. El
térm. confina N. La Lastra; E. Presillas; S. Repudio, y O. Cejancas; en él se
encuentra una ermita dedicada á San Juan. El terreno es de ínfima calidad; su
monte está poblado de robles y mata baja. Los caminos son locales, prod.;
centeno, patatas, lino y pastos; cría ganado lanar, cabrío y de cerda; caza
mayor y menor, pobl.: 15 vec, 73 alm. cap. prod.: 176,000 rs. Imp.: 17,748”.
Frutos
Arroyo Calzada, de 25 años, era el sacerdote de esta población en 1860. De 1863
sabemos que el cura beneficiado de Valderías era Bernardo Gil y Gil, de 33
años, que cuidaba de las almas de los 85 residentes en el lugar. En 1872 en
sacerdote será Juan Sedano, de 37 años.
En
1881 tenemos la foto siguiente: “L. Agreg. al ayunt. de Alfoz de Bricia, cuya
casa consistorial está en Barrio de Bricia, otro de las que forman este ayunt.
y del que dista la localidad que describimos 6´9 km. Cuenta sobre unos 60 hab.
y 19 edif., de los que 5 están inhabitados.- Org. Civ: Corresponde á la prov.
de Burgos y contribuye, con su ayunt., para las elecciones de diputados
provinciales y las de Córtes.- Org. Mil. C. G. y G. M. de Burgos.- Org. Ecle.
Pertenece a la dióc. de Burgos y al arciprestazgo de Arreba. Tiene una iglesia
parroquial, dedicada a San Martin, obispo, cuyo curato es de categoría rural de
segunda. -Org. Jud. Hállase adscrito al part. Jud. de Villarcayo y a las aud.
de lo criminal y territ. de Burgos.- Org. Econ. Para el pago de contr. depende,
con su ayunt., de la Delegación de Hacienda de su prov.-S. Pub. Recibe y expide
la corr. por el camino de Burgos á Sedaño, car. de Quintanilla de Escalada. -Obras
Públicas y med. de com. Para sus transportes y relaciones, utiliza los caminos
que cruzan su tér. -Ins. Púb. La escuela radica en la cabecera de su ayunt. Ind.
La única ind. de esta localidad es la agrícola. Pob. Ninguna importancia
ofrecen los edif. que la forman. -Sit. geog. y top.”
En
los años siguientes a esta mención del diccionario Riera comprobamos la
ausencia de servicios en el pueblo de Valderías. Para sus necesidades debían
desplazarse o dar aviso a Alfoz de Bricia, a siete kilómetros, donde estaban
los médicos -como Aquilino Estébanez y Juan Huidobro o Demetrio Gómez en otro
tiempo - o los veterinarios. Como nota curiosa diremos que el “Anuario del
comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración” hace que
este alfoz “salte” un par de veces entre el partido judicial de Villarcayo y el
de Sedano (hoy desaparecido).
En
1894 vivían 99 personas y en 1900 eran ochenta personas. ¡Cosas de que
revisemos diferentes fuentes! Ante tal número de vecinos, y sus hijos, se
necesitaba instruir a la juventud para lo cual acudieron sucesivos maestros
como José Puente García en 1902. El Anuario Riera deja constancia de que en
1904 había 94 personas -más imprecisiones- por lo cual se necesitaba del
profesor Celso López para instruir en la escuela mixta. Aguantó hasta 1905-1906
cuando entra Paco Blasco. Lamentablemente en las publicaciones de la época
aparecen varios nombres de maestros para Valderías en 1906: Antonio Martín,
Hipólito Enciso, Juan F. Amorós. ¿Por qué? No les sabría decir a ciencia cierta,
pero, ajustándonos a lo que ocurre hoy, casi diría que… no les gustó el destino
y buscaron alternativas. ¡No sabían lo que se perdían! Otra guía nos dicen que
hay ochenta y tres vecinos en 1906, cifra que se mantiene en 1908 cuando el
párroco volvió a ser un ya mayor Bernardo Gil y el maestro era Francisco
Blasco. Parece que había una tienda de vinos que regía José Somavilla. Entre
1908 y 1909 la instrucción estuvo en manos de Julia Tejada Sedano. Sí, una
señora que marchará en 1923 para Cilleruelo de Bricia. Y en 1909 da clases
Saturnino Parte. Sabemos que en 1911 seguía. En 1924 entrará como maestra
Hermerinda Laurín -o tal vez Josefa Sáinz Gil-. Se siguió moviendo la silla
dado que en 1926 tenemos como maestra interina a Segunda Sáinz González. Luego
fue nombrada, como interina también, Emiliana López. Y, después, la interina
Sofía López Ruyales. Todas sin salir de 1926. ¡Espera! Todavía hay una más:
Hilaria Porres Serna. De 1926, claro.
Para
1927 figurará en este pueblo Juana González Moreno. En 1930 obtuvo el cargo de
maestra Cándida Benita de la Fuente Martínez. En 1931 era nombrada como maestra
de Valderías María de la Concepción López. En 1941, tras el expediente de depuración
correspondiente, daba clases allá Antonia Árias Parra.
La
prensa del siglo XX nos da retazos de la vida de este pueblo, claro que no los
mejores. Conocemos a Ulpiano Gómez Gallo porque arreó una pedrada al pastor
Ireneo Pérez en 1912. O a Silverio Sedano (1914) que estaba loco para el sentir
popular. O al generoso Juan López Lucio (1916) que aparece dando un donativo.
Todo
parecía ir bien, pero llegó otra guerra civil y luego la emigración hacia las
grandes ciudades que llevó a que el censo de 1950 redujese el número de
residentes a 64 personas que se distribuían en 17 viviendas. Y eso que el 13 de
mayo de 1955 se inauguró en Barrio de Bricia una casa de médico y llegó la luz
eléctrica a Valderías. Se acercó el Gobernador Civil a la inauguración y el
asunto se publicó en el “Diario de Burgos”. Allí recibió a esta y otras
autoridades provinciales el presidente de la junta local Eutiquio Pérez, el
párroco Nicanor González y la maestra nacional Filomena Moro. Vamos, las
fuerzas vivas del lugar. ¡Y todo para bendecir un transformador!
El
último curso en Valderías fue el de 1965-1966. En el año 2000 figurarán cuatro
personas censadas. Y en 2015 tres.
Bibliografía:
“Diccionario
geográfico, estadístico, histórico, biográfico, postal, municipal, militar,
marítimo y eclesiástico de España y sus posesiones de Ultramar” publicado bajo
la dirección de Pablo Riera y Sans.
“Amo
a mi pueblo”. Emiliano Nebreda Perdiguero.
Anuario
del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración. 1884
Indicador
general de la industria y el comercio de Burgos (1894)
Estadística
Arzobispado de Burgos.
“Censo
de población de las provincias y partidos de la corona de Castilla”.
“Nomenclator de las ciudades, villas, lugares, aldeas y demás
entidades de población de España formado por el Instituto Nacional de
estadística con referencia al 31 de diciembre de 1950”.
“Burgos,
todo románico”.
“Las
Merindades de Burgos: Un análisis jurisdiccional y socioeconómico desde la Antigüedad
a la Edad Media”. María del Carmen Sonsoles Arribas Magro.
Revista
“El Magisterio español”.
Periódico
“Diario de Burgos”.
Periódico
“El Papa-moscas”.
Revista
“El defensor escolar”.
Boletín
Oficial de la provincia de Santander.
Página
web de la Diputación Provincial de Burgos.
Blog“Tierras de Burgos”.
Becerro
de Behetrías.
“Diccionario
geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar
(1846-1850)” – Pascual Madoz.
“Diccionario
geográfico-estadístico de España y Portugal (1826-1828)”. Sebastián Miñano y
Bedoya.
Para Alfredo.
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