Volvemos a
analizar una novela y a su autor. Repetimos con Daniel Bilbao cuyo grueso
literario está centrado en novela negra contemporánea, o incluso situada en el futuro
cercano. “Tiburones desdentados”, “Marca de Sangre”, “Branded Privacy”, “Marca
de aire”, “Manuel Torres, guerrillero” o “Marca de fuego” son una muestra de su
trabajo. Las crónicas de Güilliam de Canford están siendo publicadas por la
editorial de la revista “Mongolia” con todo lo que le cuelga y que no
necesitamos comentar en esta bitácora.
Daniel Bilbao,
nacido en Bilbao (Vizcaya) el año 1960 se licenció en Filosofía, Política y
Economía por la Universidad de Oxford, donde también obtuvo el Premio Cyril
Jones de Literatura Hispánica. Empezó a trabajar en la City londinense a
finales de los ochenta. Es presidente y socio fundador de la productora
Martingala con programas como “La ruleta de la suerte” o “Quién quiere ser
millonario” y compagina su trabajo como productor de televisión con la
escritura. También es socio de “El diario.es”, de una empresa de tecnología
digital y de una productora de publicidad de realidad aumentada. Vive en Madrid
y está casado con dos hijos. Punto. No, punto no: ¡veraneó de niño en Las
Merindades!
El personaje de Güilliam
surgió cuando Daniel vio en un periódico de Las Merindades un concurso de
relato cortísimo. Y cuando empezó con la idea descubrió que tenía entre manos
una novela larga, seria, con múltiples capas y puyas a la sociedad medieval.
Todo dentro de una ¿Novela histórica? ¿Novela negra? ¿Relato cómico?
En la
contraportada define a “el arquero siniestro sindedos” un directivo del grupo
Mongolia como un “Tyrion Lannister pero
con las habilidades guerreras de su hermano Jamie”.
Si en la primera
parte se vislumbraba el problema de la desigualdad de derechos de las personas,
la falta de seguridad jurídica o la presencia judía en la actual se toca el
trabajo cualificado de los constructores de iglesias, su movilidad, la presión
y el poder –con su parte de negocio comercial- de los monasterios y su
capacidad de ser tractores económicos de sus comarcas. Sin dejar sin contarnos
las ansias de poder que anidan en los corazones de todos los seres humanos y
que no se paran, nunca, ante obstáculo alguno. Así volvemos al año 1476 cuando,
en el transcurso de la desconocida misión ordenada por Fernando de Aragón llega
a Oña durante la construcción del monasterio. La población está descrita con
dos pinceladas evitando prolijas descripciones donde el autor se explaya en
trabajar con un plano de la población y calcula distancias y pasos. Nuestro
arquero se codeará con monjes, canteros, matones, meretrices, truhanes y burgueses.
“El Diario.es” define a este personaje de origen inglés como “un detective de novela policiaca en el
Burgos medieval”. Con un paje con sorpresa, diría yo.
Para hablar
sobre el contrapunto al protagonista aterrizado en Las Merindades damos voz a
Daniel: “Aquí vuelvo a la estructura de
la novela negra. Hace falta un Sancho Panza, hace falta alguien con quien
rebotar las ideas y tal, ya que el protagonista era un machote machote... pues
vamos a compensarlo con una mujer, casi fuera de lugar en Edad Media, pero su
opuesto: es más inteligente que él, es todavía más irónica, y es un contrapunto”.
Tras este
episodio en Oña la novela transcurrirá en otros puntos de Las Merindades:
Cuando parta de Oña llegará a Medina de Pomar donde la lía con los burgueses de
la ciudad que están preparando una carrera de caballos. Y en la cuarta novela sabremos
de qué va su misión.
Como no me
resisto a hacerles un poquito la puñeta les adjunto la última hoja de la
novela.
Bibliografía:
Periódico “Huffingtonpost.es”.
El Blog de
Abasolo.
“Las crónicas de
Güilliam de Canford, el Arquero Siniestro Sindedos II: El gato negro”. Daniel
Bilbao.
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