Que no te asusten ni la letra ni el sendero de palabras pues, amigo, para la sed de saber, largo trago.
Retorna tanto como quieras que aquí me tendrás manando recuerdos.


viernes, 12 de octubre de 2012

¡¡¡¡Santiago....!!!!

Quizás no se hayan dado cuenta pero… antes de que la ciudad de Burgos encabezase la comarca de Castilla el Camino de Santiago pasaba más al norte: Pasaba por aquí, por las Merindades. Y nada mejor que hablar de Santiago, que también fue Fiesta Nacional, en el día de la Fiesta de la Hispanidad, día de la Raza o día de la Virgen del Pilar.
Nuestro camino pasa o nace en Bilbao y sigue la cuenca del río Cadagua hacia el Valle de Mena. Continuando por la falda sur de la Cordillera Cantábrica, hasta Villafranca del Bierzo en León. Lo hace siguiendo las Calzadas Romanas, únicas vías de comunicación en aquellos tiempos.
Los peregrinos fueron por estas calzadas hasta que, algunos dicen que ordenado por los reyes[1], los peregrinos desviaron el Camino, al principio por Álava, aunque se continuó yendo por la calzada Flaviobriga y Pisoraca, habiendo cruzado previamente los diferentes pasos de montaña antes de Burgos. Pero el poder del Rey solo no mueve el camino, influirá el desplazamiento hacia el sur de la frontera cristiana y la consecuente mayor seguridad y comodidad en el desplazamiento. Y, siglos más tarde, con la introducción de la orden religiosa de Cluny, la invención de milagros y leyendas, la construcción de monasterios, puentes y hospitales, y la publicación de una guía sobre este nuevo trazado se consiguió consolidar el desvío. En honor a Cluny llamaron Camino Francés a cuanto de Roncesvalles a Compostela discurre.
Siones
De todas formas quedó reconocido que existió otro viejo camino y éste fue espontáneo, no trazado y que no disfrutaría de los posteriores beneficios comerciales. Y, como nos ocurre siempre, este camino por las Merindades se encuentra olvidado y abandonado (salvo las necesarias referencias literarias).


Organicemos nuestras ideas. Reinaba en las Asturias Alfonso II (el casto), desde el 791 al 842. Tenía por consejero un monje llamado Beato, confesor de su tía Adosinda y abad del Monasterio de San Martín de Turieno, que luego pasó a llamarse Santo Toribio de Liébana, Este monje, gran teólogo y persona muy culta, pensó que si los cristianos tuviesen un líder a seguir que les motivase, y aprovechando que Santiago Apóstol estuvo predicando en España, le nombró su patrón y también le compuso un himno llamado ODEI VERBUM. Vemos con ello que las necesidades producen soluciones. Falleció Beato en el año 804, no viendo finalizada su idea, cosa que sí hizo un discípulo suyo llamado Pelayo y el obispo Teodomiro en el año 813, cuando afirmó no sin razón, que había visto una estela luminosa y una lluvia de estrellas en dirección a Finisterre señalando el lugar donde se halló un cofre o sarcófago con los restos de Santiago traídos a España por sus discípulos después de ser decapitado en Jerusalén en el año 44.

Peregrinó el Rey Alfonso II junto con su corte y mandó edificar allí una ermita. En el año 829 se consagró la primera y a partir de aquí una riada de peregrinos, en principio del propio reino asturiano, y más tarde de toda Europa, entraba desde Aquitania, siguiendo la vía de Agripa, llenando las calzadas romanas que estaban libres de sarracenos. Afluían peregrinos procedentes de los diferentes pasos de los Pirineos y puertos marítimos del Cantábrico y a su vera se fueron construyendo infinidad de iglesias, ermitas, monasterios y hospitales con el objetivo de atenderlos. La mayoría son de estilo románico quedando en muchos casos documentado en los pliegos y en sus piedras infinidad de símbolos jacobeos.

Hemos indicado que los peregrinos desembarcaban en Bilbao donde contarán con una ermita dedicada a Santiago y con el hospital de los Santos. Desde la villa vizcaína los romeros optarán el camino de la costa (la cual era difícil al ser inhóspita, agreste e inaccesible tanto a pie como en barco) o por caminar a lo largo del Cadagua.

En esta segunda opción llegan a Valmaseda, entrando por el barrio de La Magdalena, nombre de una ermita que a la vez fue leprosería y que junto con San Severino, patrón de la villa y de San Roque, titular de la ermita del monte Colicha nos muestran su ascendencia francesa. Suponemos que dichas advocaciones fueron traídas por los peregrinos, así como el cultivo de parras y a la elaboración de chacolí, abundante tanto en Las Encartaciones como en el Valle de Mena. (Para que luego chinchen los vizcaínos).

Salían de la villa por la puerta de San Lorenzo (Puente Viejo) y por la calle de La Calzada siguiendo esta por la izquierda del río y llegaban a un puente romano llamado de las Oleas, mitad Vizcaya mitad Burgos. También hay constancia sobre el paso y percances del barón de Rosmithal[2], por estas tierras en el año 1466 “. Seguimos nuestra marcha y más adelante otro pequeño puente romano, y otro cruce de calzadas donde estaba situado un Miliario Romano”, conocido como el Miliario del Berrón que se encuentra en el museo etnográfico de Bilbao y cuyos grabados en latín hacen referencia a la reparación de puentes y calzadas en tiempos de Julio César.

Nuestra vía llega a Menamayor, Medianas, Covides y Villasana. En la principal población del valle de Mena hubo un hospital de peregrinos sobre el cual escribe textualmente D. Ángel Nuño en 1925, “sin que se sepa su origen existió antiguamente un pequeño hospital en Villasana, para peregrinos y transeúntes y se sostenía con las rentas de unas fincas”. En 1776 fue convertido en escuela.

Siguiente paso: Vallejo, donde hay nuevas pistas del viejo camino: la iglesia de San Lorenzo, construida a expensas de Dª. Enriquena de Mena. Iglesia y monasterio estuvieron bajo la custodia de los Caballeros de Jerusalén (Protectores de Peregrinos) y en sus piedras quedaron grabadas cantidad de peregrinos, conchas y figuras jacobeas, tantos que por lo visto no existe otro templo en España con tanta iconografía dedicada al tema jacobeo. (Les recomiendo que pasen por la puerta del perdón para obtener la indulgencia plenaria).

Sigan hacia Siones y la Iglesia de Sta. María, esculpidos en sus piedras vemos más peregrinos, conchas y leyendas jacobeas, atendida y custodiada por los Caballeros Templarios

Siguiendo la marcha hacia Vallejuelo, Sopeñano y Cadagua, pasaremos después por la fuente del Romero, topónimo que se repite en el Camino Primitivo. Ante nosotros, una fuerte subida por la calzada, romana en principio y después llamada árabe. Esta se conserva bastante bien y en el alto nos encontramos con la mejor postal de Mena. Si el día acompaña se ve a la izquierda las ruinas de lo que fue la ermita de Santa María Magdalena en la que estuvo situado otro hospital, según escribió el obispo Navarrete en el libro de visitas parroquiales, cuando dice en el año 1696 “había en la ermita de La Magdalena un hospital con tres camas para atender a peregrinos y caminantes y lo hallé decente”. Lo atendía la cofradía de la Vera Cruz.

Bisjueces

A partir de este punto nos encontraremos tres alternativas principales en el espacio y en el tiempo. La más antigua que pasará por Espinosa de los Monteros y otras que se dirigirán a Burgos. De hecho podrían haberse desplazado a Trespaderne.

Una primera vía, que se dirige al camino Frances, desciende la calzada y a la izquierda las ruinas de Muga, un pueblo desaparecido (¡Su patrón era Santiago!) y pasamos a Lastras de las Heras, Las Heras, Colina, Tabliega, todos con iglesias románicas. El pueblo siguiente Quintanilla de Pienza, con Santiago Matamoros como patrón, después Bárcena de Pienza, aquí restos de su iglesia románica en lo que hoy es el cementerio, con figuras jacobeas labradas en el arco triunfal y capiteles.

Continuaremos aguas abajo del río Trueba para entrar a Medina por una de sus puertas abiertas en la muralla y los peregrinos daban a la calle Rocamayor, donde estuvo situado el oratorio de San Felipe Neri. La iglesia de la Santa Cruz, que también tiene una antiquísima puerta llamada de los peregrinos o de los Olivos.

Un viejo crucero nos precede al llegar a las ruinas del hospital de la Vera Cruz, se construyó para atender las necesidades de enfermos de la villa y romeros. Contaba con veinte camas. Avanzaban camino de Bisjueces, el desfiladero de Los Hocinos, Valdenoceda, Puente Arenas y El Almiñé. Y aquí llegaban otros peregrinos que subían desde Pancorbo y Oña por el desfiladero del río Oca y del Ebro y por el valle de Valdivielso. En El Almiñé, donde hubo un hospital, su iglesia está dedicada a San Nicolás de Bari, santo también relacionado con los peregrinos. Desde la Virgen de la Hoz atravesaban el páramo de Masa hacia Burgos.
 
La segunda variante va tomando desde el alto de la Mazorra en camino de Dobro, Pesquera, Escalada, Orbaneja del Castillo, San Martín de Elines (con un singular enterramiento, un caballero peregrino al que le surgió la muerte en su viaje de peregrinación) y Polientes, para llegar a Aguilar de Campoo.  

Espinosa de los Monteros
 
Una tercera variante del Camino de Santiago, y la más antigua, parte de Santecilla, para retomar la ruta Flaviobriga, Juliobriga, Pisoraca. Nos situamos donde estuvo la ermita de San Andrés y el miliario de El Berrón. Cruzando el río Romarín el siguiente pueblo es Gijano, tiene como patrón a Santiago, representado aquí en figura ecuestre. En este pueblo se encontró otro miliario dedicado al emperador “Flavio Valerio Severo”. También se hallaron enterramientos romanos y monedas, existiendo una finca llamada El Hospital, donde estuvo ubicado un Hospital de peregrinos. El camino avanza hoy paralelo a la vía del ferrocarril y se puede observar una línea de matorrales y árboles por donde pasa la calzada, cuyo pavimento se encuentra cubierto de tierra y sedimentos. En este lugar estuvo situada la ermita de San Román y un cementerio. Allí se encontró otro miliario, del año 251, dedicado al emperador “César Gayo Mesio”.

Se vislumbran tramos de calzada visibles antes de llegar a Nava de Ordunte, Partearroyo y la ermita de San Bartolomé, donde los peregrinos cogían el camino a la derecha hacia el pantano de Ordunte. En este punto, en años de mucha sequía, se puede ver el puente romano llamado del Romero “otro topónimo de los peregrinos”. Más adelante hay otro puente romano, que está tapado por matorrales y todavía otro llamado de las Ahorcadas.

Se atravesaba Ribota de Ordunte, que tiene por patrón a Santiago, representado como peregrino y cuando llegaban al cruce para subir a Hornes pasaban por Burceña, pueblo antiguo, de los más importantes de Mena, ya existente en tiempos de los romanos. Su iglesia románica, tiene como patrón a San Román y otras dos desaparecidas con el título de basílicas, San Esteban y otra de los mártires San Cosme y San Damián (los cuatro fueron santos relacionados con las peregrinaciones a Santiago). De esta última, aún existen restos.

Llegando al cruce de Arceo, seguían en dirección al pueblo y todavía hoy persisten grandes tramos de calzada. Pasando Irús y el puerto del Cabrio el siguiente pueblo Bercedo, su iglesia de San Miguel es románica, después Quintanilla con Santiago como patrón, Villasante, Loma de Montija donde existieron tres Monasterios, y daban a los peregrinos un potaje , llamado patatas calderonas, es por eso que antaño se conocía a los lugareños por calderones, siguiente pueblo Espinosa de los Monteros, Santa-Olalla, Para, Quintanilla del Rebollar ,Quisicedo, Villavascones, Entrambosrios, Pedrosa de Valdeporres, Argomedo (donde existió un hospital de peregrinos dedicado a San Carlos), Soncillo, Cilleruelo, Arija, Retortillo (la antigua Juliobriga), Cervatos, Olea, Nestar y Aguilar de Campoo.

Con todo esto nuestra fuente, don Adolfo Diego de Miguel nos recuerda que antes del camino francés por Burgos estaba el camino de Las Merindades por antiguas calzadas romanas y sendas seguras ante los moros.

Camono Francés por Burgos

BIBLIOGRAFIA UTILIZADA.
  • El Valle de Mena y sus Pueblos. D. Ángel Nuño. 1925
  • Noticia Inédita del Noble y Real Valle de Mena. D. Julián de San Pelayo. Sevilla 1892.
  • El Viejo Camino de Santiago. D. José Fernández Arenas.
  • Apuntes históricos sobre la ciudad de Medina de Pomar. D. Julián García Sainz de Baranda. 1951
  • Comunicaciones de la Época Romana en Burgos. D José Antonio Abasolo Álvarez. 1975.
  • Los Monasterios Primitivos en la Castilla Vieja. D. Nicolás López Martínez
[1] Parece ser que este desvío lo efectuaron el Rey de Pamplona Sancho Garcés III apodado El Mayor, Sancho Ramírez V de Pamplona y I de Aragón y Alfonso VI de Castilla y León, cuyas victorias de reconquista fueron vitoreadas y ensalzadas en el Codex Calixtinus.

[2] León de Rosmithal de Blatna (denominado Barón de Rosmithal de Blatna o con caracteres especiales Rožmithal) es un noble bohemio, cuñado de Jorge de Bohemia, y conocido por haber completado en el ano 1467, un viaje documentado por Europa.[1] El viaje se realiza desde Praga (sale el 1465) a España y Portugal (1466) con una comitiva de cuarenta personas. Visita en su viaje: Renania, Flandes, Inglaterra, España y Portugal. El objetivo de ese viaje era doble, por un lado hacer observaciones militares y por otro analizar las costumbres religiosas de cada país.


 

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