Que no te asusten ni la letra ni el sendero de palabras pues, amigo, para la sed de saber, largo trago.
Retorna tanto como quieras que aquí me tendrás manando recuerdos.


domingo, 25 de mayo de 2014

Cuando Frías no era uno de "Los pueblos más bonitos de España".

Ahora que Frías forma parte de los pueblos más bonitos de España seguiremos el viaje que realizó Luis Saiz Fernández Casariego, ingeniero agrónomo, en el lejano 1935 para la revista Oasis. Salvo coincidencia de nombres, que todo es posible, este hombre sería también el autor del trabajo titulado "Sobre la persistencia de la acción del estiércol como fertilizante" (1935).

Como otras veces, os ruego paciencia con la forma de escribir de principios del siglo XX: para nosotros rebuscada, con palabras que ya no usamos y menos entendemos y con referencias en desuso. Venga, vamos.



"Situada en la parte Sur de la amplia depresión que atraviesa el Ebro al abandonar el estrecho paso de la Peña Horadada y hasta el angosto desfiladero en cuyos contrafuertes se asienta el minúsculo pueblecito de Sobrón, en la ruta hacia Miranda de Ebro, una escarpada colina de regular altura y de forma alargada, con vertientes casi inaccesibles, en situación de dominio sobre la comarca, sostiene la que hasta 1447 fué villa y después ciudad de Frías.

En relación perfecta con las necesidades estratégicas de la época, agrupa a lo largo de su cresta, sobre su estrecha meseta y desbordándose por la vertiente meridional, el total de sus construcciones, limitadas en ambos extremos por la iglesia parroquial, sobre un acantilado cortado a pico y el castillo, que sirve de cierre al acceso natural más fácil.

Partiendo del valle de Tobalina, dejando la carretera que va a Trespaderne en el pueblo de Quintana Martín Galindez, después de atravesar el río por un puente de moderna construcción, a cuya izquierda queda el de origen romano, hoy cerrado al tránsito rodado, una estrecha y empinada carretera conduce a la población por su entrada al pie del castillo.



Queda a la derecha la mole de piedra del que fué convento de San Francisco, primeramente situado lejos de la ciudad, junto al Ebro, cuya fundación se remonta al año 1249 y que más tarde y merced a la bula concedida por Sixto V fué trasladado al lugar que en la actualidad ocupa, habiendo llegado a albergar en su tiempo una nutrida comunidad, que en 1752 llegaba a contar 24 religiosos y dos criados.

Aun cuando en la época de la francesada fueron muradas todas sus entradas, no pudo evitarse el enorme destrozo por ella causado y la ruina total que sobrevino más tarde a consecuencia de la desamortización".

Nos saltamos el párrafo sobre el castillo que describe lo que hoy en día todavía encontramos y continuamos con el paseo por sus calles.

"Más lejos, las casas, que en número de 300 albergaban antiguamente unos 200 vecinos, juntamente con los molinos, batanes, telares y otras instalaciones industriales de las que apenas quedan hoy rastros, se agrupan entre calles principales, angostas, toscamente empedradas y de fuerte pendiente, que conducen hacia la iglesia parroquial". La visión de Fernández Casariego es demoledora, no se reprime al aplicar adjetivos con connotaciones negativas. ¡Incluso con la iglesia parroquial!

"Procede ésta igualmente del siglo XII, pero en el curso de los años ha sido objeto de tan múltiples como lamentables reformas, que hoy apenas quedan vestigios de lo que fué, y lo que resta se conserva en un estado verdaderamente lastimoso. Nada existe ya de aquella famosa portada artística de ocho arcos que representaba a San Vicente, y que algunos documentos dicen disponía a la altura del coro, como particularidad curiosa, de un balconcillo enladrillado desde el cual el cabildo veía correr los novillos en la plazuela ante ella existente, y del suntuoso atrio en donde, al parecer, se fallaban los juicios ordinarios de los moradores, por fuero concedido por Alfonso VIII, resta tan sólo un arco considerablemente deteriorado.



En 1906, al desplomarse la torre, ocasionó en toda la construcción daños difícilmente reparables, y del montón de ruinas, tras varios años de inexplicable abandono, fueron vendidas para el Museo de Nueva York piedras centenarias de venerable tradición y elevado valor artístico. ¿Y qué decir de la torre reconstruida? Es una obra del peor gusto y máxima carencia de estética, sin la más mínima  relación con el estilo primitivo del templo".

A estas alturas del relato a poca gente de 1935 le quedarán ganas de llegar a Frías para conocer un lugar que, encima, está igual de atrasado que muchas otras partes de España. Quizá este ensañamiento proceda del rechazo que produce a una persona instruida el atraso de su patria.

"Junto a su altar mayor, de principios del pasado siglo (Siglo XIX) y atribuido a E. Ortega, la Sacristía y varias capillas de escaso o nulo valor artístico, contiene de notable la iglesia parroquial una imagen policromada del siglo XII, representando a la Santísima Virgen, un Santo Cristo de tradición milagrosa, y en su tiempo muy venerado, y la muy interesante capilla llamada de la Visitación, con su magnífica verja, su mesa de altar, su retablo y su bóveda.

La fundación de ésta parece remontarse al siglo XV; restaurada con notable magnificencia en 1517 por el deán de Sigüenza, don Clemente López Frías, en ella se celebraron, por los correspondientes beneficiados, numerosos y solemnes cultos, no faltando la misa diaria de alba y la salve al anochecer; tales prácticas no pudieron, sin embargo, ser en todo tiempo mantenidas posteriormente; unas veces por razones económicas (en 1598 se redujo a 70 el número de misas y a 32 en 1716) y otras por abandono de sus patronos e interesados o por el mal estado de la capilla, llegó el culto incluso a quedar interrumpido, si bien fué reanudado, aun cuando muy restringido, en 1801, después de la sentencia dada en 1790 por el arzobispado relativa al pleito promovido a los beneficiados por el presbítero patrono de la capilla, don Juan B. Sisniega.

Claro testimonio del arraigo que antiguamente tenia la fe religiosa entre los moradores de Frías , hoy tan considerablemente reducida, es el número de iglesias y ermitas que, además de los monasterios, allí existían. Como más importantes pueden citarse las de San Vítores, San Pedro, de la Magdalena y Nuestra Señora del Puente, entre las primeras, y Santa Marina, Santa Olalla, Santa Lucía, San Cristóbal, San Sebastián, San Roque, etc., entre las últimas". Ni la fe religiosa ha logrado sobrevivir a la decadencia de la ciudad. ¿Es un logro de la república, de la educación o una muestra de la pérdida de valores de los habitantes de una pobre población? No lo dice, solo insinúa cosas.

"Particular importancia correspondía al monasterio de Vadillo, fundado en 1219 para canónigos regulares de San Agustín por don Diego Faro, canónigo de Burgos, hoy casi totalmente derruido. Emplazado fuera de la población, disponía de cuantos medios eran precisos para sostener sus 13 canónigos y el prior y para satisfacer el importe de las raciones establecidas por el fundador a favor de los beneficiados de la parroquia, como compensación de los posibles perjuicios que el culto en el monasterio pudiera ocasionarles. En no pocas ocasiones el pago de tales raciones fué motivo de discusión y aun objeto de pleito con el cabildo parroquial.

Junto a uno de sus altares, al lado del Evangelio, por donación del marqués de Astorga en 1676, quedó depositado, como valiosa y venerada reliquia, el esqueleto de San Pío mártir, donado por el cardenal vicario de Roma al entonces cardenal Carlos Pío en 1675. No fué largo el reposo que tan valiosos restos encontraron en Vadillo. Tras el abandono forzado del monasterio en 1809, a raíz del cual manos sacrílegas destrozaron la urna y quebrantaron no pocos huesos, decidió el cabildo subirlo a la iglesia parroquial, donde quedó custodiado hasta 1826, fecha en que en solemne procesión fué devuelto al monasterio hasta 1835, en que, desalojado de nuevo el convento, volvieron los restos a la iglesia parroquial, conservándose ocultos hasta 1930.



Frías ha dado a la iglesia católica dos obispos. Fué uno de ellos don Pedro Fernández, titular de la diócesis de Osma, y a quien Clemente Vil nombró cardenal en 1394. Cauto, astuto, autoritario, palaciego, fué privado de Enrique III, sobre quien adquirió enorme ascendiente. Su trato y proceder le malquistó con los grandes hombres del reino, siendo expulsado y nombrado por Juan XXII obispo de Sabina, cargo que regentó hasta su muerte, ocurrida en Florencia en 1420. Fué el otro don José López de Mendoza, religioso de la Orden de San Agustín, obispo de Jaca en 1891, y después de Pamplona hasta su muerte, en 1923." De este último podría haber dicho que era un modernista alborotador de la plebe.

"Fueron los archivos de Frías quemados en plena plaza pública. (¿Por quién? ¿por estos toscos aldeanos? ¿Por el francés?) Se dispone por ello de muy escasa documentación histórica, especialmente en el período que precedió al siglo XII. Cierto que diferentes historiadores han hecho afirmaciones y reseñado hechos de la más diversa naturaleza; sin embargo, la buena lógica no permite para muchos de ellos que sean aceptados como admisibles.

Por la documentación, en gran parte extraña a la ciudad, se ha tenido conocimiento de que en el siglo XII, reinando Alfonso VIII y por especial fuero por él concedido, era Frías cabeza de un gran distrito sobre el que extendía su jurisdicción civil. Y por real privilegio especial los habitantes residentes "en la muela, de la cadena adentro", se consideraban francos de ciertos tributos y exentos, por tanto, de satisfacer su importe.

Alfonso X el Sabio atestigua, en carta fechada en la ciudad de Burgos, haber visto aquella de Alfonso VIII, su bisabuelo, en la que tal privilegio se encontraba contenido, ordenando a su vez se le diera exacto cumplimiento en forma semejante a como ya ocurriera en tiempos de su padre, Fernando III.

Nueva confirmación de ello aparece en la carta de Fernando IV el Emplazado, hijo de Sancho IV, fechada en Valladolid en el año 1338 y en otra de los Reyes Católicos dada en Medina del Campo en 1480.

En 1447 Juan II, rey de Castilla, hizo donación al conde de Haro, don Pedro Fernández de Velasco, de la villa de Frías, en atención a los muchos e buenos e muy acabados servicios que me abedes fecho...", y ello, para sí, su hijo y sus herederos. Pero solamente en 1450 y por la fuerza tomó posesión de la ya ciudad p a r a ejercer en ella su señorío, causando su cerco y asedio la muerte de mucha gente y perjuicios de consideración, para los cuales el cabildo solicitó remedio y provisión.

Y fué don Bernardino Fernández de Velasco a quien los Reyes Católicos concedieron en 1492 el ducado de Frías, por privilegio expedido en Granada. No fueron siempre cordiales las relaciones entre los habitantes de Frías y sus señores. E n no pocas ocasiones diferencias y aun pleitos enconados encontraron su origen al pretender el cobro de tributos, de los cuales se consideraban exentos.

Y en 1517 hubo de conceder poderes a don Pedro de Texeda para que representara a la ciudad en el pleito promovido contra el condestable su señor con respecto al pago exigido de portazgo, barra y otros pretendidos tributos. Mas a pesar del reconocimiento como legítimos de sus derechos, nuevos pleitos siguieron con escasa interrupción, siendo interesante la sentencia en sentido favorable dictada en 1522 por la Audiencia de Valladolid y la definitiva, tras la revisión suplicada, dada en 1523, contra el almirante de Castilla el Concejo de Burgos, las villas de Pancorbo y Olmedo y la abadesa y monjas de las Huelgas.



En el siglo XVIII, Felipe V, por carta provisión dada en Madrid en el año 1727, concede al valle de Tobalina la separación de Frías y la independencia municipal. La importancia de la ciudad, ya en franca decadencia, recibe con ello el golpe de gracia. Y hoy, perdida su hegemonía civil y su grandeza religiosa, con su castillo en ruinas, sus monasterios abandonados, sus iglesias y ermitas en lamentable estado, desaparecida su industria, derruidas muchas casas, cuyas antiguas bodegas son hoy profundas simas llenas de piedras, sus habitantes han de buscar en el ejercicio de una agricultura no siempre próspera los medios para una existencia tan oscura como modesta, no conservando de las pasadas grandezas sino un recuerdo muy vago y el mercado semanal, cuya única importancia reside en lo antiguo de su fundación".

¡La leche!

Bibliografía:

Revista "El Oasis".


Información complementaria:

El Oasis: Revista mensual fundada y dirigida por Vicente Olmo y Silverio de la Torre con el subtítulo “tierras, pueblos, costumbres, arte, geografía, viajes”, que inicia su andadura en noviembre de 1934, con artículos y reportajes sobre lugares singulares, tanto por su valor arquitectónico y artístico, como paisajístico, natural y costumbrista, no sólo de numerosas ciudades, pueblos y zonas españolas, sino de otras de Europa, África, Asia o América, dirigida a un público viajero, de alto poder adquisitivo y fácil acceso a la práctica turística moderna, dando entrada también a artículos de viajes, interesada por los hallazgos arqueológicos y con secciones propias de Turismo, de Bibliografía sobre viajes, Consultorio geográfico y Relación cronológica de cruceros de turismo.

Publicación ilustrada, con entregas que superan generosamente el medio centenar de páginas, con textos acompañados de una profusión de fotografías en blanco y negro, aunque gran número de ellas sin mención de autoría, de vistas aéreas o parciales, panorámicas, ciudades, edificios y lugares naturales, paisajísticos, pintorescos y singulares, de tipos o costumbres. Sus inserciones publicitarias se refieren también al comercio e industria turística (comunicaciones marítimas y terrestres o establecimientos hoteleros). Inserta también un directorio de hoteles de Madrid. El último número de la colección es el 15, correspondiente a enero de 1936.

Dedicado a Miguel González (ZáLeZ)

domingo, 18 de mayo de 2014

Lorenzo Roldán: Historia de amor.

Remontémonos al 9 de Agosto de 1868 cuando la espera de Pedro Roldán, el hijo de Felipe, ha finalizado. Acaba de nacer Lorenzo, Lorenzo Roldán y Roldán. Esperaban que fuese un día de fiesta en el número 4 de la calle Condestable pero el neonato es bautizado en casa por el médico porque su estado de salud (¿prematuro? ¿bajo peso al nacer?) desaconsejaba que cruzase un día de verano hasta la cercana iglesia de Santa Cruz.

Casa natal de Lorenzo Roldán en Medina
de Pomar

El 10 de Agosto el párroco le administró la extremaunción y asentó en el registro parroquial el acta de nacimiento del hijo de Pedro y Josefa. Solamente fue trabajo adelantado puesto que sobrevivió a todos. Irónicamente, decía en una entrevista a Crónica (16/02/1930) que lo que más recordaba de su infancia era la nieve.

En un primer momento se orientó a la medicina pero tras la muerte de su abuelo llegó a Madrid, junto a su hermano Gerardo, para ejercer de dependientes. Aunque su objetivo era ser sus propios jefes y tras varios años de esfuerzo se establecieron en 1896 en la calle de Fuencarral. Muy cerca de donde el famosos crimen. 



Lo primero que abrió fue una tienda de ropa blanca ("La Canastilla"). Éxito rematado con la posesión de una camisería donde acudía lo más selecto de la sociedad de la Villa y Corte. Su sistema era el mismo que el de otros empresarios que trabajaban al detalle el bordado en hilo y seda (frente al bordado en oro). Un sistema sin talleres donde las bordadoras trabajaban por su cuenta y el comerciante minorista era un intermediario que obtenía una pequeña o nula comisión obteniendo su margen de la venta de la pieza de tela con el plus del servicio de bordado.

En 1928 fecha de la entrevista en La Voz (25/10/1928), continuaba siendo un mercado en alza dada "La razón de ello (del uso del bordado) es que las marcas corrientes, o sea los enlaces de pañuelos, camisas y camisetas, cuestan cincuenta céntimos y ¿quién por tan pequeña cantidad no lleva sus prendas bardadas? Además de que resulta elegante y de muy buen gusto".



Era un método que incentivaba la competencia entre las bordadoras manuales primándose tanto la calidad como la celeridad en la entrega. Y por supuesto era a destajo, sin límites de horas para ganar unas diez pesetas de 1928 al día.

Entre su clientela se contaban gentes de la farándula y la literatura, quienes lo introdujeron en esa élite, entre aristocrática y bohemia, de las tertulias y los estrenos. No se perdía un estreno teatral y fue un "caballo blanco", una persona que financiaba espectáculos y publicaciones. Se sabe que contribuyó a las carreras artísticas de Salud Ruíz, Pastora Imperio y Raquel Meyer. Incluso se dice que visitaron Medina de Pomar. En este sentido debemos destacar su participación en el accionariado de "La Esfera".

"La Esfera" fue una revista gráfica de información general que marcó una época y se la define como la mejor de su tiempo. Propiedad de Prensa Gráfica, S.A. que ya poseía las cabeceras "Nuevo mundo" (1894-1933) y "Mundo gráfico" (1911-1936), las principales precursoras del periodismo gráfico español que competían con "Blanco y negro" de Prensa Española. Estaba editada en papel couché y costaba 50 céntimos, diez veces más que un diario y más del doble que el resto de las revistas de su género, que después aumentará hasta alcanzar la peseta, a la vez que el número de páginas.



Dedicó sus páginas a la publicación de artículos y crónicas de actualidad general, teatro, cine, modas, deportes, industria, así como a geografía, viajes, historia, arqueología, arte, literatura, etc., tanto nacionales como internacionales, con especial atención a Europa. Publicó poemas, cuentos y extractos de novelas y de piezas teatrales... Sin embargo, su atención a la ciencia y a la política partidista fue escasa. Aún así, su espíritu es calificado de conservador y llegó a apoyar la dictadura de Primo de Rivera.

En sus páginas, publicaron cuentos, entre otros mucho: Emilia Pardo Bazán, Ramón Pérez de Ayala, Ramón María del Valle Inclán, Vicente Blasco Ibáñez, Gabriel Miro, Concha Espina… Y Francisco Villaspesa, Emilio Carrère, Eduardo Marquina, Salvador Rueda, Rubén Darío, Manuel Machado, Juan Ramón Jiménez, Lorenzo Roldán publicaron poemas. En 1928 perdería cuota de mercado a favor de "La estampa", de Luis González Linares.

Lorenzo también colaboró en "Nuevo mundo" fundada por José del Perojo. Lo vemos indicado en el ejemplar del 6 de Enero de 1928 donde figura como padrino de boda del enlace entre María González de Rada y Cesar Matías Villalva. "Nuevo Mundo" Representaba junto a “Blanco y negro” y “La Esfera” un tipo de revista de actualidad que recurría a la fotografía frente a los grabados anteriores y que perseguía el entretenimiento frente al contenido. A la muerte de Perojo, su colaborador Mariano Zavala levantará “Mundo gráfico”, que terminará por comprar “Nuevo mundo” en 1913.

"Mundo Gráfico" fue una de las revistas más populares y modernas del primer tercio del siglo XX. Estaba plagada de actrices, actores, toreros o personajes célebres del momento. Incluía fotografías, caricaturas, viñetas humorísticas, artículos de costumbres, viajes, arte, moda, deportes, divulgación, política nacional e internacional, críticas de espectáculos, teatro y taurinas, noticias de actualidad y de sucesos, así como narraciones breves, textos en verso y charadas, dedicándole gran espacio a los anuncios. Como supondréis fue dirigida a un público más popular y con una calidad inferior y menor precio (20 a 30 céntimos). Una de las de mayor circulación en España (80-130.000 ejemplares) y sus fotografías llegaron a ocupar hasta el 90 por ciento de sus páginas. Aún así, fue en esta publicación, el 15 de diciembre de 1920, donde se incluyó la fotonoticia de perfil populista relativa al reparto de 1.000 panes entre los pobres de Medina de Pomar.

Nuestro acaudalado e ilustre medinés siempre figuraba entre los filántropos que donaban cantidades a obras de caridad como era el caso de la Fundación Nazareth creada para dar albergue y asistencia a viudas y huérfanas de periodistas y empleados del gremio y que hoy continua como "Fundación Luca de Tena". Bien es cierto que aparece el óbolo a través de la editorial "Prensa Gráfica", en la que colaboraba, pero por la respetable cifra de 100 pesetas. (El jornal de 10 días de trabajo de una de sus costureras). También constan donativos al antiguo hospital de la Vera Cruz de Medina.



Lorenzo no se casó. Confiaba en la familia para que disfrutasen de su esfuerzo y sus logros. Desgraciadamente en 1928 sufrió dos duros golpes:

"En el espacio de pocos días, una doble desgracia familiar ha afectado a nuestro querido compañero el brillante poeta don Lorenzo Roldán. Su hermano don Gerardo y su sobrina, la señorita Julia Grau Roldán, han fallecido victimas de rápidas dolencias. El afecto, la simpatía y la admiración que nos unen á Lorenzo Roldán nos hacen participar de su duelo, sintiendo como propio el dolor que aflige á nuestro amigo. Estos reiterados pesares, estos golpes imprevistos con que la Fatalidad parece poner á prueba el espíritu de los mejores, sabemos que encontrarán en el corazón y en la inteligencia de Lorenzo Roldan fuerzas bastantes para resistirlos. En ese esfuerzo de su voluntad para sobrellevar las pérdidas irreparables que ha sufrido, nuestra cordialidad pone todas sus esperanzas". (Nuevo Mundo 09/11/1928)

El dolor de estas pérdidas y los años llevaron a que sus versos, hasta entonces alegres y optimistas se volviesen nostálgicos. ¿Los versos? Vale, hasta ahora no he comentado nada de la faceta poética de este exitoso empresario que para algunos fue el poeta "camisero". Bien, ahora es el momento.

Comenzó su afición cuando era estudiante. Una columna de Alberto Valero Martín en "La Correspondencia española" del 4 del Junio de 1915 describía su estilo como apasionado y artificiosamente adolescente, centrado en la mujer, en las tonadilleras y damas de la farándula, aunque no abandonase otros temas como su pueblo. Remataba la columna con el aviso de que necesitaba mejorar su estilo pero que no era lo importante al tener un espíritu de verdadero poeta y un depurado sentimiento artístico.

Su obra era conocida y divulgada en diversos foros. Por ejemplo, Mercedes Mireya recitaba en los entreactos de la Sociedad Linares Rivas piezas de Lorenzo junto a otras de Manuel Machado, Rubén Darío, Alfonsina Storni o Emilio Carrere. (La Libertad 18/01/1929)

En una entrevista de la revista "Crónica" adelantaban la publicación de dos libros de poesía que se titularían "Rosas de España" y "Vuelos sin rumbo". Bueno, conocemos la existencia de "Españolas". Obra en la que en madrileño Emilio Carrere y Alfonso Camín volcaban algunas líneas y que se podía adquirir por 5 ptas.



"Españolas" es la obra clave de Lorenzo. Tras el recuerdo a su hermano y a su sobrina despliega su saber poético. Una primera parte donde desfilan paisajes como en "Medina de Pomar" o "Las Torres de Medina", tiernos cantos como en "Mi perro Pierrot", "El regreso", "Visión de Ensueño" o "¡Por lo que te he querido!" todas con un tono de lejanos recuerdos; una segunda parte dedicada a la mujer: "Nuestros artistas"; y, por último, el "Sonetario galante". Es un canto mundano y alegre, enamorado y bullicioso, llenos de luz, de color, de galantería y de elegancia. La Residencia Nuestra Señora del rosario ha reeditado esta obra.

El dolor de saberse el último Roldán de Medina (muertos su hermana Julia, sus hermanos Jaime y Gerardo y su sobrina), y la enfermedad de corazón, le llevó a retirarse a su ciudad natal y a preparar su muerte. Arrastraba el dolor por perder a aquella que iba a ser su legataria, Julia Grau Roldán, contagiada de unas fiebres en San Sebastián. Encargó cuatro medallones para su casa (Su padre, su abuelo, su hermano y el suyo) y otro de su sobrina para su tumba. Quizá esa fuese la causa de la edición de "Españolas", reunir en un libro sus versos que se encontraban dispersos en periódicos y revistas.

Donó su casa, huertas y tierras a los recogidos en el asilo de Medina con la condición de que "el piso en el que los míos y yo nacimos y vivimos quede perpetuamente cerrado, tal como se halle el día en que yo muera: con sus muebles, sus retratos de familia, sus libros y su ambiente... (todo ello hoy perdido) El resto de la casa podrá ser alquilado, así como las tierras, para que las rentas contribuyan al sostenimiento del Asilo... Y si quiero que ese piso se reserve es tan sólo por culto hacia los míos: por el mismo sentimiento que me hizo encargarle á Garci-González, además de los retratos en mármol destinados al mausoleo, otros cuatro: el de mi abuelo, el de mi padre, el de mi hermano y el mío, para fijarlos en la fachada de la casa que doy a los pobres... No hay en esto sombra de vanidad, sino deseo de que nuestro recuerdo perdure entre aquellas gentes de generación en generación, ganándonos un poco de su afecto para seguir existiendo en la única supervivencia deseable: la de la gratitud..."

Lorenzo Roldán sentado en su casa


Gratitud que le demostró Medina de Pomar cuando fue nombrado hijo predilecto a primeros de ese 1932. En el homenaje le fue regalado un libro con las firmas de sus conciudadanos.

El día 10 de octubre de 1932, falleció en la misma casa en que había nacido. Estuvo acompañado por su amigo y administrador Emilio Zuñeda Cadiñanos, Francisca Aparicio Serrano y dos amigas de Madrid. Nada de sacerdotes o religiosas. Un hombre que no había ido a la iglesia ni a bautizarse preparó un entierro sin iglesia, con la bandera española (en ese momento la tricolor), en el que sonase el himno de Riego (un escándalo en Medina de Pomar) y dejó sus propiedades a una institución regida por religiosas: la Residencia de Nuestra Señora del Rosario.

En la entrevista para "Crónica" del 16 de febrero de 1930 se entrevé el carácter de Lorenzo: "(...) Nicanor Fernández Arciniega... Le chocará, tal vez... Es el médico rural de una pequeña aldea del Valle de Losa, apartada y aislada por nieves y enormes peñascales. El ve a sus enfermos; se preocupa de las medicinas, entra y sale en las casas como el hermano mayor de todos. Su fama se ha extendido, y le ofrecen de ciudades importantes la titular... Pero él se niega; ha hecho suyas aquellas familias de la aldea, y su vida, su profesión, es, realmente, un sacerdocio". (Preguntado por el paisano contemporáneo más ilustre)

Lorenzo Roldán.


Otros puntos de vista sobre Lorenzo Roldán.



Bibliografía:

Mundo Gráfico.
Crónica.
El Sol.
La Correspondencia de España.
Diario de Córdoba.
La Libertad.
La Esfera.
La Voz
"Medina de Pomar. Cuna de Castilla" de la asociación de amigos de Medina de Pomar. 
Tríptico de Casa Roldán.
Diario de Burgos


Mausoleo de Lorenzo Roldán en el cementerio de Medina de Pomar






domingo, 11 de mayo de 2014

Las iglesias de Las Merindades republicanas entre 1936 y 1937

Ha estallado la guerra civil de 1936 y en el territorio fiel a la república 6.824 miembros del clero católico son asesinados (Antonio Montero Moreno 1961), los templos clausurados al estilo soviético y el culto perseguido. La mayoría de las muertes se produjeron entre julio y septiembre de 1936 cuando eran apresados y ejecutados sin juicio. ¿Dónde estaba la legalidad republicana?
 
Almanaque "La Traca"

Finalmente, funcionaron los "Tribunales Populares" que conocían de los delitos de rebelión y sedición y de los cometidos contra la seguridad exterior del Estado, gracias a los cuales había unas mínimas garantías jurídicas para los detenidos y las condenas solían acabar con penas de prisión y no con la muerte. En cambio, los golpistas protegen a la iglesia que definirá esta contienda como "cruzada" o "guerra santa" en defensa de la religión. Una baza jugosa que marcó la guerra y que la república intentó desactivar cuando ya no tenía tiempo. En fin, Un odio religioso que no alcanzó ese nivel en las anteriores guerras civiles españolas.

Pero el asunto venía desde 1931, desde la aprobación de la constitución republicana, al declarar que "El Estado español no tiene religión oficial" (Art.3) y subrayar el asunto el artículo 26 al disponer la separación completa de la Iglesia y el estado al definir a las confesiones religiosas como "asociaciones sometidas a una ley especial" y prohibirles recibir subvenciones del Estado. Las órdenes religiosas que dispusieran de un cuarto voto de "obediencia a autoridad distinta a la legítima del Estado" (los Jesuitas) serían disueltas y sus bienes nacionalizados y las demás serían sometidas a una ley especial que les prohibiría, entre otras cosas, ejercer la enseñanza, y sus bienes podrían ser nacionalizados. No fueron los únicos artículos que afectaban a la Iglesia católica pero sirven como muestra. Por supuesto, A partir de entonces se inició una amplia movilización de los católicos para revisar la Constitución.

Y la guerra sólo acentuó las divergencias derecha-izquierda con relación a la religión. Si exceptuamos el territorio republicano bajo el control del PNV (partido confesional católico) que evitó los ataques a las iglesias y protegió el culto, el resto de la España republicana, en especial durante los primeros meses de la guerra, sufrió una persecución religiosa plagada de asesinatos, incendios y saqueos. Los causantes fueron extremistas subidos a la ola de violencia contra los representantes burgueses que querían derribar la revolución social (Un pseudo golpe contra la república y su legalidad) surgida donde el alzamiento militar fracasó. La línea del frente en nuestra zona estuvo protegida por milicianos que "dependían" de Santander, del gobierno de Euzkadi y del Gobierno de la República española como, por ejemplo, la columna Villarías en la zona de Espinosa de los Monteros y Mena.

Ya sabemos cuántos religiosos murieron, cuántas iglesias fueron destruidas y cuántas obras de arte se perdieron pero... ¿sabes que ocurrió en Las Merindades?

Luciano Huidobro


Recurrimos para ello al informe que preparó Luciano Huidobro Serna (1874-1958) sobre las pérdidas y daños sufridos por el tesoro artístico de la provincia de Burgos desde el advenimiento de la República hasta el fin de la guerra civil de 1936 a 1939. Asumiremos que tendrá su poco (o mucho) de exageración.

Para esta tarea se creó una comisión formada por los vocales Sres. Martínez Burgos, Ramila, Monteverde y Huidobro que, a su costa, visitó los edificios y recogió datos sobre su situación. La redacción del trabajo final estuvo a cargo del Sr. Huidobro, conservador de los monumentos de la provincia.

Vayamos allá:

Aguera: La iglesia fue convertida en prisión de derechistas y después en parque de Intendencia. Las 12 imágenes de sus tres altares fueron fusiladas y arrojadas al río. Se llevaron dos cálices de plata, la custodia, crismeras, caja portaviatico, y todo el mobiliario. Del archivo desaparecieron la mitad de los libros parroquiales.

Ahedo de las Pueblas: Iglesia en forma de cruz latina de principios del siglo XVI. Poseía cinco altares corintios y veinte imágenes de madera, y un San Francisco en el retablo de la derecha. Todo fue pasto de las llamas.

Quintanillas Sopeña: Iglesia depredada.

Busnela: Templo modesto con un retablo-altar de madera que desapareció con el resto del mobiliario.

Milicianos en una Iglesia

Barcenas de Espinosa: Se hundió el pórtico, recibió descargas de artillería en el tejado y levantamiento de las losas del pavimento. Fue destinada a depósito de hierba. El coro quedó destruido enteramente. Fueron expoliadas cuatro campanas, el reloj, todo el mobiliario y ornamentos (menos dos ternos), cálices y otras alhajas, excepto la custodia y alguna otra que pudieron ser recuperadas. Sus seis retablos fueron deshechos a hachazos.

Bercedo: La iglesia románica fue convertida en refugio y carpintería. Al exterior se conserva intacta. Su altar mayor de gusto barroco lo mismo que los laterales de su única nave, desaparecieron quemados. El primero contaba doce imágenes talladas en madera, entre las cuales sobresalía por su valor artístico la de la titular, Sta. Marina. Fueron fusiladas para destruirlas. Se perdieron dos copones, un cáliz, y todos los ornamentos. Bueno, quedaron las campanas.

Edesa, Montecillo y Quintana de los Prados: La iglesia del primer pueblo sufrió algunos destrozos. La de Montecillo estuvo pocas horas en manos del bando republicano e, irónicamente, fue atacada por los golpistas. El templo parroquial vio hundirse parte de su techumbre que deshizo dos retablos. Una de las campanas fue destruida y la otra taladrada por la metralla. Tenía viril de plata y oro y una tabla antigua pintada. El tercero padeció desperfectos en el tejado de su iglesia.

Santuario de Nuestra Señora de las Nieves: Se veneraba una hermosa estatua de la titular sedente con el Niño del siglo XV. Poseía algunas alhajas, como un par de pendientes de oro y algunos mantos, uno de ellos regalo de Isabel II, ricamente bordado, y reunía en torno suyo innumerables ex-votos. Todo desapareció. Entre las alhajas desaparecidas figuran dos cálices, tres copones y custodia. Entre los ornamentos: cuatro ternos. dos casullas y cuatro capas. De sus cinco altares no quedó ninguno, de las campanas una. El techo de la sacristía, la cerca y verja del santuario fueron derribados. La casa rectoral pasó a ser comandancia militar y desapareció el archivo parroquial. Las imágenes después de hechas astillas fueron quemadas.

Noceco: La iglesia estuvo dedicada a cuartel y depósito de municiones. Destruyeron tres retablos, diez imágenes de talla (una de ellas el Stmo. Cristo y otra la Virgen del Rosario), que sirvieron de combustible en los cuarteles. Faltan: sus cálices, (uno de oro y dos de plata), la custodia, dos copones y crismeras de plata y caja para el Santo Viático, dos lámparas, todas del mismo metal, y los ornamentos. El cementerio fue convertido en polvorín y quemado el retablo de su capilla. Desapareció el archivo parroquial.

San Pelayo de Montija: Se destinó a cuartel y fue cañoneada por los nacionales. Los republicanos destruyeron tres retablos con 16 imágenes.

Arnedo: Desaparecieron los objetos de plata, dos campanas y ornamentos.

Higón: desaparecieron dos cálices, un copón, portaviático, crismeras y custodia, todo de plata, y muchos ornamentos.



Arija: El templo del siglo XVII tenía un retablo churrigueresco, del cual sólo se salvó del fuego cuatro columnas y algunas ménsulas. En la nave lateral del Evangelio había un altar-retablo del Renacimiento (s. XVI). En el primer cuerpo una estatua de la Virgen en estilo del siglo XV y a los lados las estatuas de San Andrés y San Sebastián. El segundo, separado por un friso de querubines, recibía la Crucifixión del Señor, estatua del siglo XV, estimable, y las de la Virgen y San Juan (s. XVI). En el copete se destacaba el busto del Padre Eterno, acompañado de volutas, vástagos y fruteros La base iba adornada con cuatro pequeños telamones y las imágenes de San Nicolás, Jesús al pie de la cruz y otro Santo obispo, águilas bicapites y friso con grifos y fruteros. En sus cuatro retablos restantes se veían imágenes. Todo desapareció abrasado. De alhajas se han perdido una custodia artística, siete cálices y tres copones. Se llevaron dos campanas y un campanilla y abundantes ornamentos. El archivo parroquial sufrió muchas pérdidas.

Bezana: Cuenta dos iglesias. La románica tenía en el interior restos de pintura mural (siglo XIV), semicubiertos por un revestimiento de cal, y cruces de consagración. Consta de una nave, a la que se añadió una capilla lateral de patronato particular, hecha por D. Juan Ruiz, párroco de la villa en 1609, con un retablo de la época, bastante artístico. El retablo mayor (s. XVIII) constaba de dos cuerpos con medio-relieves de apóstoles y las imágenes de San Roque y San Sebastián, rematado por una Crucifixión del Señor. Había otros dos altares de menos mérito. Todos fueron destruidos. La segunda iglesia es moderna. Fue convertida en depósito de municiones, escuela y dormitorio. Tenía tres retablos nuevos. El mayor, moderno, obra de D. Saturnino López, de gusto gótico clásico. Su sagrario fue volado con dinamita. Se veneraban, entre otras imágenes, quince antiguas, una de ellas del s. XII, muy estimable. Faltó un cáliz, cuatro campanas y dos cruces de metal. El archivo se salvó pero quedó muy deteriorado.

Bricia: El día 14 de Agosto de 1936 entraron en el pueblo los milicianos y quemaron un pequeño retablo con sus imágenes. Se llevaron los ornamentos, dos cálices y portaviático de plata y un copón. Ocupado el pueblo por los nacionales, estuvo en la línea de fuego lo que llevó a que el 11 de Enero de 1938, se hundiese el tejado, arrastrando en su calda una bóveda. Se conserva el archivo parroquial.

Castrillo de Valdebezana: Este pueblo estuvo entre dos fuegos. Entraron los milicianos llevándose la custodia, portaviático e incensario, una imagen de San José regular, y otros objetos. Se conservó una estatua sedente de Santa María (s. XIII). El archivo desapareció.

Cilleruelo de Bezana: Iglesia románica en su origen, como lo prueban su portada y la espadaña de su torre. Reedificada en el siglo XVI. Tenía un buen retablo mayor, del Renacimiento con bellas imágenes en talla de madera y alto-relieves del siglo XVI. Todo fue pasto de las llamas, lo mismo que los cuatro retablitos y doce imágenes. Desapareció un copón, un cáliz-custodia, un portaviático de plata y dos campanas. El archivo fue quemado.

Barrio de Bricia: Estuvo en el frente de guerra y su iglesia se fortificó. Padeció la cubierta y quedaron rotas dos campanas. En una entrada que hizo el ejército de la república se llevaron algunos objetos de poco valor. Al menos se salvó el archivo parroquial.

Cilleruelo de Bricia: Iglesia quemada en Agosto de 1936 perdiéndose retablos, imágenes y ornamentos, que fueron profanados. Fue cuartel de los nacionales después. La artillería republicana hundió sus cubiertas y bóvedas y destrozado una campana. El archivo parroquial se perdió en parte.

Corconte: Su templo fue saqueado y convertido en polvorín. Quedaron destruidos tres retablos y siete imágenes quemadas, entre ellas una Dolorosa, y desaparecieron los ornamentos y vasos sagrados, tres campanas y el archivo parroquial.

Linares de Bricia: Su iglesia ardió. Poseía una cruz de plata.

Lomas de Valmediana: Ardió. Una cruz de plata del siglo XVI desaparecida.

Montejo de Bricia: Perdió la torre de la iglesia. Fue prisión gubernativa y después establo.

Montoto: Iglesia románica en su mayor parte con ábside íntegro y cubierto el resto con bóvedas de crucería. La espadaña románico-ojival. En el ábside había restos de pinturas murales (s. XIV). Tres retablos modernos con once imágenes. Estatua de San Sebastián (siglos XIV-XV) y dos estatuillas de Santa Bárbara y otra Santa (s. XIV). El fuego lo consumió todo y la bóveda quedó agujereada por los proyectiles. Al menos se salvó el archivo.

Quintanilla de Santa Gadea: Iglesia románica, modesta, con ábside de mampostería. Contaba un retablo y nueve imágenes. Todas éstas y el retablo sucumbieron.

Quintanaentello: El templo destinado a fuerte, dormitorio y cocinas, estuvo muy deteriorado por la apertura de aspilleras, puertas, etc. Desaparecieron cinco retablos con ocho imágenes, campanas, cáliz, copón, portaviático de plata, cruz parroquial etc.,

Munilla de Hoz de Arreba: En 16 de Agosto fue incendiada su iglesia por los republicanos. Este pueblo fue tierra de nadie durante trece meses. Desaparecieron el retablo mayor y dos altares laterales. Únicamente se salvaron las efigies de la Virgen, San Roque y Ecce-Homo. Desaparecieron dos cálices y dos copones de plata. Del archivo se conservan los Libros sacramentales.

Presillas: Quemado y destruido el interior.

Riaño: El exterior de esta iglesia se vio afectado en su techumbre y muros. Perdió dos retablos y cinco imágenes, que fueron profanadas, y después tiradas al agua, un portaviático, la cruz parroquial y una campana deshecha por los tiroteos.

Santa Gadea de Alfoz: Iglesia del siglo XII, ampliada en los siglos XVI, XVII y XIX. En un arco de piedra con columnas cilíndricas, románico-ojival, a los pies del templo, bajo un sencillo arco de piedra, se veneraba un gran Crucifijo de madera, acompañado de las imágenes de la Virgen y San Juan (siglos XIII-XIV). Destruidos. En un retablo de la capilla de la epístola había un San Sebastián, de gusto ojival (s. XV) y un San Francisco que fueron quemados como los demás retablos, todos de estilo churrigueresco. La cruz procesional, de cobre, del siglo XIII, con crucifijo de corona real y las imágenes de la Virgen y San Juan a los extremos, adornada con cabujones solo sufrió desperfectos menores. El altar mayor tenía un lienzo pintado y otro el de las Animas. Perdió cinco cálices, uno de ellos bastante caro (s. XVII), una custodia dorada y tres copones, uno de ellos grande y artístico, más dos porta-viáticos, un juego de vinagreras de plata sobredorada y un incensario de plata. Y por último, cinco campanas grandes. Las ermitas de Santa Gadea (antigua iglesia románica), y de San Roque, moderna, fueron saqueadas. Cortaron la cabeza a una imagen de San Roque.



San Vicente de Villamezán: Desaparecieron un cáliz, custodia y copón, más dos cruces, una del siglo XIII, salvándose el Archivo parroquial. En la ermita de Ríocavado, mutilaron una imagen y se llevaron Los ornamentos.

Sargentes de Lora: Esta cayó del lado de los golpistas y en el informe se subraya que los daños fueron causados por tres cañonazos del 7,50 y gran número de impactos de fusilería republicanos.

Torres de Arriba: Desapareció todo el pueblo al estar en tierra de nadie.

Torres de Abajo: Entraron los republicanos el 24 de Noviembre de 1936 y destruyeron todo el mobiliario. Estuvieron poco tiempo. Los vasos sagrados se perdieron.

Valderías: Fue destruido el mobiliario de la iglesia.

Villamediana de Lomas: Los retablos sufrieron desperfectos. Perdidas las imágenes de la Virgen del Rosario, S. Antonio, S. Roque y S. José de Calasanz, un cáliz de plata, un copón y un portaviático ambos de plata.

Quintanilla de San Román: Sus retablos sufrieron graves desperfectos y faltó un crucifijo tallado en madera, una estatua de San Esteban, un cáliz y un portaviático de plata.

Villanueva de Corrales: Destruyeron dos retablos de corto mérito y dos imágenes, de San Martín y la Virgen, mas los ornamentos.

Virtus: Su templo románico que conserva su ábside y portada, fue renovado en sus bóvedas al gusto del Renacimiento español. Las capillas laterales se hicieron en 1739. Tenía cinco retablo-altares de bastante valor. Uno en la capilla de los Cabañas con veinte imágenes. Se perdieron en la contienda un cuadro de la Dolorosa, y quince imágenes, algunas del siglo XIII, y otra de Santa María la Mayor, del XII, San Blas y N. S. del Rosario. Además se echaron a faltar dos campanas, dos cálices, copón, custodia, portaviático, cruz de cobre y ornamentos. Las imágenes, unas fueron quemadas y otras apedreadas. Del archivo se salvó una parte.



Villasante de Montija: La iglesia parroquial fue románica, renovada por completo en el siglo XVII, y su torre a principios del XIX. Tiene una sola nave con bóveda de arista, es de pequeñas dimensiones y se puede ver al pasar junto a ella por la N-629. El pueblo estuvo en la línea del frente y la torre, convertida en atalaya, sufrió el cañoneo de los “nacionales”. Los autores del informe de postguerra indican que fue incendiada por “los rojos” y que se perdieron los muebles y retablo que contenían. La ermita urbana de San Roque, moderna, fue igualmente quemada por los mismos, perdiendo su lindo retablito. Todos los vasos sagrados, ornamentos y retablos desaparecieron.

Villasana de Mena: Según don Ángel Nuño, arcipreste de Villasana de Mena en esas fechas, las sesenta y una iglesias del mismo, y muchas ermitas fueron objeto de destrucción en su mobiliario por medio del fuego.



Iglesia parroquial de San Antonio de Villasana de Mena fue construida de 1865 a 1873, para sustituir a otra antigua emplazada en el cementerio, al otro lado del río, que fue ampliada a fines del siglo XV por el Dr Ortíz de Matienzo, quien dedicó un altar a la inmaculada Concepción, y en él puso una imagen de la Virgen con el Niño, al gusto gótico del siglo XVI. Allí colocaron los artistas sevillanos que hicieron la capilla una lápida de piedra blanca en la cual esculpieron la Giralda árabe, terminada en pequeñas cúpulas antes del giraldillo (Que es lo único que quedó intacto). En torno al relieve grabaron en caracteres góticos alemanes la siguiente inscripción: “Esta es la torre de la sancta iglesia de Sevilla donde fue canónigo el doctor Sancho Ortiz de Matienzo, que hizo esta capilla. Acabose año del Señor de mil CCCCC e IX años”.

Estaba adornada de siete altares-retablos. El mayor, muy sencillo, recibía las imágenes de la Asunción, titular de la parroquia primitiva, y las de San Antonio, San Sebastián y otra de la Virgen. Al lado del Evangelio se veían otros tres con imágenes modernas bien esculpidas. En el de San José se conservaba una imagen de Jesucristo yacente, muy buena en su encarnación, s. XVIII. En la nave opuesta había otros tres. El del Rosario recibía la estatua citada de la Virgen con el Niño. En ei presbiterio se hallaban dos cuadros grandes pintados en lienzo, representando a San Juan Bautista y San Jerónimo del siglo XVI, y la sacristía tenía tabla pintada representando a La Piedad.

Convento de Religiosas Concepcionistas Franciscanas de Santa Ana: Fundado por Sancho Ortiz de Matienzo, canónigo de Sevilla, abad de Jamaica y Tesorero de la Casa de Contratación de Sevilla a partir de una capilla para su uso particular en la plaza del Mercado. Edificado en 1512 sobre la muralla del Sur de la villa. La capilla muestra sobre su puerta de ingreso el escudo de fundador. Relataba el informe original que “consta de cuatro tramos cubiertos con bóvedas de crucería simple, de piedra, con arandelas en sus claves que reproducen el águila y escudo de los Reyes Católicos y monogramas dorados de JHS. En ella, lo mismo que en el convento provisto de un pequeño claustro con arcos peraltados, sostenidos en delgadas columnas monolíticas ochavadas, se respira ambiente sevillano”.



Poseía los retablos de la Purísima y de San Francisco y dos ejemplares del siglo XV, uno en la cabecera y otro enfrente de la puerta de entrada. El mayor era de batea, pintado y esculpido al gusto gótico florido de fines del siglo XV. En el centro, bajo dosel, se destacaban las imágenes en talla de San Joaquín y Santa Ana, y el resto se formaba por seis tablas pintadas, dos grupos escultóricos y la Crucifixión como remate, separados por agujas y protegidos por bellos doseletes y una marquesina, sobre la que campeaba el escudo real.



De sus cuadros merecían citarse los de San Miguel, la Visitación, Adoración, y el de San Pedro y San Pablo, pertenecientes a la escuela flamenco-castellana. Los demás eran posteriores, (s. XVI). Al pie de la iglesia se cerraba el coro de las Religiosas. De todo lo descrito sólo se han conservado los muros, las arandelas y parte del zócalo de azulejos del retablito.

Irús: Iglesia parroquial de San Millán, formada por una nave y crucero góticos y construida de sillería de piedra, torre almenada, canes y ventanas geminadas. La describe Luciano "con bóvedas de crucería múltiple y restos abundantes de policromía, mas un buen florón gótico en la clave del presbiterio con escudo heráldico de los fundadores, los Vivanco Angulo. Luciano Huidobro redactó que su retablo mayor se hallaba muy deshecho, tanto en cuanto a la armadura y decoración gótico florida, como en la pintura". Podía pertenecer a la escuela pictórica de Orla, de la cual es un ejemplar muy estimable como éste, el de Tejada de Valdivielso. En la capilla de la izquierda recibía culto un pequeño Crucifijo de buena factura, adquirido por una señora de la población en una almoneda de Madrid, y donado a la Cofradía de la Vera-Cruz. Todo el mobiliario fue quemado y las campanas fundidas.



Vallejo de Mena: Iglesia monumental fue fundada por D. Enriquena o Andrequina de Mena, esposa del caballero que dio nombre al linaje de Vallejo. Donada a la orden de San Juan de Jerusalén. Pertenece al período de transición románico-ojival, y probablemente se hizo en el último tercio del siglo XII y primera mitad del XIII. Tenía retablo mayor plateresco con doseletes para tres series de tablas, que fueron sustituidas por lienzos pintados y reproducían figuras de apóstoles. En el centro iba la efigie de San Lorenzo y sobre ella una Virgen con el Niño Jesús del siglo XVI. A los lados seis estatuillas de santos. Fue incendiado. En el presbiterio subsistía profanado el sepulcro de D. Fernando Vivanco y Sarabia, capitán y maestro de Campo, muerto en 1630. Consistente en un arcosolio con escudo y estatua orante muy valiente. El cadáver, que estaba completo, se deshizo al removerle. Se daba culto en un retablo a una imagen de la Virgen, siglo XVI, y a un crucifijo grande antiguo, s. XIII o XIV. Todo ha perecido entre llamas. Al pie de la iglesia está el sepulcro de D. Enriquena que no fue profanado.

Siones (Mena): Esta iglesia del siglo XII fue reparada antes de la guerra. La lucha, o el odio, le hizo perder su altar mayor, una mesa de piedra y unas gradas, donde estaba colocada una imagen de Virgen Sedente con el Niño (salvada con desperfectos), policromada, siglo XIII; las ocho imágenes de santos que ocupaban la arquería alta en torno al ábside, ocupando la arquería alta; y un retablo plateresco del siglo XVI que se adornaba con trece tablas pintadas que figuraban el Nacimiento de la Virgen, la Anunciación, los Desposorios, Adoración de ángeles y pastores, y de los Reyes Magos, la Circuncisión, el anciano Simeón, Embalsamamiento de Jesucristo. Asunción y los cuatro Padres de la Iglesia Occidental. Sólo se han salvado un par de trozos de pintura.

Vivanco: Fundada en el siglo XIII por la generosa Enriquena de Mena fue reedificado en 1780 por Pedro Angulo y Ortíz de Velasco, su abad, como se lee en inscripción colocada sobre la puerta de entrada. Con la guerra perdió cuatro grandes cuadros que colgaban de sus muros (del siglo XVII), que representaban el combate de David con el gigante en sus tres fases de preparación, ataque y triunfo. y al rey David, los retablos del templo y una tabla sevillana de la Sagrada Familia. Además se supone que otros elementos fueron robados o deteriorados, como es el caso del archivo.

Caniego: Templo de San Julián, de una nave con bóvedas de crucería de yeso y piedra. Retablo de nogal de estilo rococó elegante. Sepultura de D. Juan Sánchez Ortíz, que hizo la capilla del centro del pueblo a su costa, con sus armas en la losa. Una imagen de la Virgen Madre, siglo XIV. Destruidos.

Paradores (Barrio de Concejero): Doña Germana Peña de Gómez Mena, encargó en 1925, una iglesia dedicada a la Virgen del Carmen. Lo más notable en ella lo constituía la decoración de tonos vivos metálicos, recordando los mosaicos. En el fondo del ábside estaba representado el Pantocrator, dentro de aureola, seguido de sus apóstoles y circundado de los cuatro animales simbólicos de los evangelistas. "El retablo altar se formaba por una figuración del Espíritu Santo con un ángel a cada lado, todo en pintura, donde se destacaba la efigie de la titular en madera. Las ventanas se adornaban en esta parte con oro, verde y azul en fondo rojo. En los arcos laterales el capitel estaba simulado por una faja policromada y hojas cuadrifolias estilizadas, de color. Las tres puertas se adornaban con arcos de color rojo, azul, verde y oro bien combinados. La central imitaba un mosaico y el resto era todo blanco. El artesonado de madera, decorado con variedad de tonos, en la parte del ábside, semejaba un tornasolado brillante". (No nos indica el informe si fue destruida, saqueada o qué. Pero usa el verbo tal y como lo leéis).

La relación continua con una serie de templos en los que no detalla los posibles destrozos. Pero si adjuntan al nombre expresiones referidas a que no atesoraban bienes de valor artístico. A saber:

  • Santuario de Cantonad.
  • Angulo.
  • Anzo.
  • Arceo.
  • Artieta.
  • Valle de Ayega (Orrantia)
  • San Pelayo (Iglesia muy pobre. Abside románico, siglo XI).
  • Arza: Ermita moderna.
  • Barrasa.
  • Berrándulez.
  • Bortedo.
  • El Berrón
  • Burceña.
  • Cadagua (Iglesia de san Andrés)
  • Carrasquedo.
  • Ciella.
  • Cilieza.
  • Cirión.
  • Concejero. (Santa Eugenia)
  • Covides (San Saturnino)
  • Entrambasaguas
  • Mercadillo.
  • Haedillo
  • Hornes.
  • Leciñana.
  • Lezana: (San Miguel) La iglesia poseía un retablito de dos cuerpos, estilo del Renacimiento con bella imagen del titular y un artístico Jesús Crucificado mas dos tablitas pintadas.
  • Lorcio.
  • Llano.
  • Maltrana.
  • Maltranilla.
  • Ribota.
  • Rio: Iglesia de San Miguel Bonito y elegante tríptico del siglo XVII en relieve y estofado.
  • Santa Cruz.
  • Santa María.
  • Santa Olaja.
  • Santecilla.
  • Santiago de Tudela.
  • Sopeñano: Iglesia de San Julián. Desaparecida.
  • Mena Mayor.
  • Montiano.
  • Nava.
  • Barrio de Tarriego.
  • Opio.
  • Ordejón.
  • Ovilla
  • Partearroyo.
  • Taranco: Iglesia de San emeterio y San Celedonio: Iglesia renovada en el siglo XVIII, con bóveda y a teja vana. Restan canes de varias clases, alguno en forma de capitel de columna. Una estatua de la Virgen, siglo XIV.
  • Vallejuelo.
  • Valluerca.
  • Ventades.
  • Viergol.
  • El Vigo.
  • Villanueva: Santiago. Imágenes del siglo XII. Interesantes.
  • Villasuso.
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Bibliografía:

Informe sobre las pérdidas y daños sufridos por el tesoro artístico de la provincia de Burgos desde el advenimiento de la República, y principalmente durante los años de 1936 y 37 en que parte de su territorio del Norte fue ocupado por los rojos y separatistas vascos.