Que no te asusten ni la letra ni el sendero de palabras pues, amigo, para la sed de saber, largo trago.
Retorna tanto como quieras que aquí me tendrás manando recuerdos.


domingo, 26 de noviembre de 2017

Una rápida visita a la Virgen de Cantonad.


“La Virgen de Cantonad
no es comprada ni vendida,
y sí bajada del Cielo,
y en Vivanco aparecida.
El ángel que las bajó,
la de Allende y la de aquí,
en la piedra las posó
y marcado el pie está allí”

Fracción del himno a la virgen de Cantonad patrona del Valle de Mena desde el siglo XVII

Todos los que recorren la carretera nacional de Bilbao a Burgos (N-629, hoy: CL-629 o BI-636 según donde estemos) en ese sentido han visto una iglesia resaltada en blanco sobre una loma, en el barrio de Orbaneja de Vivanco de Mena. Es el santuario de la Virgen de Cantonad que es una de las advocaciones burgalesas más antiguas. Pero cuyo obispo es el de Santander.


Parece existir cierto consenso –así se lee, al menos- en que los primitivos pobladores realizaban rituales en este cerro. Luego se cristianizó y se construyó una ermita que devino en el actual santuario. Nada raro.

Pensemos que en el Valle de Mena había más de cincuenta ermitas. Las principales supervivientes son: la protagonista de la presente entrada; la de Nuestra Señora de los Prados, en Concejero; la de los mártires San Cosme y San Damián, en Burceña; la de Santa María Egipciaca unida a su Casa Consistorial en Mercadillo; la de Nuestra Señora del Buen Suceso, en el Berrón, barrio de Bortedo; y la de Santa María Egipciaca en Anzo, en el mismo sitio donde se apareció esta Santa a Lázaro de Cristantes.

Este muchacho de tan bíblico nombre era un pastorcillo de ovejas de trece años en aquel año de 1645. Para dar veracidad a su encuentro se cuenta que la Virgen tomó unos hilos de gabán de Lázaro y formó una Cruz que le prendió al Rosario, y con esta prueba volvió a Anzo. Lamentablemente esta ermita se encuentra en ruinas aun a pesar de que durante un tiempo Santa María Egipciaca (344-422) fue la patrona del Valle de Mena. ¡Poco tiempo le duró a esta asceta que se retiró al desierto tras una vida de prostitución!


Claro que, como el lugar de la aparición quedaba a desmano, para darle culto a Santa María Egipciaca construyeron una ermita en Mercadillo por ser el centro administrativo del valle. Cuando este culto decayó la ermita de Mercadillo pasó a San Isidro -patrón de los agricultores- y la de Cantonad volvió al patronazgo.

Comúnmente se dice que "cantonad" deriva de "campus" y "donatus", cuya traducción sería campo regalado o donado. La palabra Cantonad aparece vinculada a una escritura de pignoración (dejar en prenda) de Pedro Rodríguez de 1166, junto a Incinillas, Bisjueces, Villalázara o Leciñana. Es la primera noticia que se tiene. Sobre la fecha de su construcción no se sabe nada. La escritura está otorgada a favor del primitivo monasterio de Vivanco, titular de la ermita románica, cuyos clérigos servían a la Virgen Morena de Cantonad.

Contra esta definición tenemos la explicación dada por Ángel García Nuño en su libro “El Valle de Mena y sus pueblos” (1925) que indica que Cantonad proviene del vascuence “junto a” o “cerca de...”. Incluso se podría llegar a decir que la desinencia “dad” pudiera ser deformación del “haitz” eusquérico que significa “roca” con lo cual, la referencia de Nuño podría llegar a ser verosímil.


¿Se han fijado que nos dicen que hubo un monasterio en Vivanco de Mena? Hablemos un poco sobre ello. Desgraciadamente la pérdida de gran parte del archivo de los Señores de Vivanco ha creado muchas sombras sobre la historia de la zona. Los falsos Cronicones divagan sobre el Monasterio de Santa María de Vivanco, afirmando que fue fundado en 963 cuando los foramontanos inician su avance hacia el sur. Un documento del archivo del Palacio de los Abades, en Vivanco, afirmaba que el cenobio fue fundado por doña Andrequina -o Enriquena- de Mena, a mediados del siglo XII, como “abadía secular de patrocinio nobiliario”.

Se disponen de varias referencias temporales: un sepulcro románico con el año 1188; 1244 gracias a un documento por el que Alonso Pérez de Arnillas cede al obispo de Burgos una serie de propiedades, con el fin de que se provea el Monasterio de Vivanco con un altar; 1370, cuando don Fernán Núñez de Vivanco donó el Monasterio de Vivanco al hijo de Perejón de Lezana -o, Lasana-, quien adoptó el apellido Vivanco y lo pasó a sus descendientes. Los cuales continuaron con el señorío de la Abadía seglar de Vivanco, ostentando sus miembros el tradicional cargo de “abad” y “abadesa”, aún sin tener el estado religioso.

El Monasterio obtendría rentas por cultivos, por paso de peregrinos y viajeros e, incluso, por la administración del culto en la ermita-santuario de Nuestra Señora de Cantonad. Así las familias que poseyeron el Monasterio-Abadía lo enriquecieron. Según la Visita del Arcedianato de Briviesca, de 1706, la abadía tenía “un rico templo bien aderezado” con “noble claustro fuerte”.

Resalte del artículo publicado por EL SOL

Desconocemos la apariencia del monasterio de Vivanco porque hubo una reforma bajo las órdenes de Pedro Antonio de Vivanco Angulo y Ortiz, dueño de la abadía, quien 1771 mandó derribar el Monasterio y templo para levantar el edificio actual. Por este edificio y las casas del pueblo se pueden ver restos de la fábrica románica del viejo monasterio.

Volvamos a enfrentarnos a la ermita, al actual santuario de la Virgen de Cantonad. Subimos en coche por el estrecho camino que discurre entre una arboleda hasta llegar al prado en el que podemos aparcar. Luego, entre plataneros, robles, hayas, encinas, guindos y algún tejo alcanzamos el templo.

En ese espacio interior, sagrado y profano a la vez, encontrarán el moderno altar de campaña (piedra y cemento) pensado para las multitudes que asisten a la romería con la que se honra a la patrona del valle cada ocho de mayo.


En el siglo XVII, cuando apenas se extendía la devoción a la Egipciaca fuera del lugar de Anzo, se dio licencia al cura de Vivanco (año 1654) para que pudiera celebrar dos misas consecutivas, y una de ellas en Cantonad. (Papeles de D, Manuel de Novales).

La ermita que resiste es obra del siglo XVI (sobre los restos de otra primitiva) cuando dicha advocación fue declarada patrona del valle. En 1588, el papa Sixto V aprobó la fundación de la Cofradía de la esclavitud (“He aquí la esclava del señor…Hágase en mí según tu palabra”) y se conceden gracias a los cofrades. Este santuario fue restaurado y ampliado en 1620 y, nuevamente, se hicieron reparaciones y obra de cantería en 1713. Los encargados fueron los maestros canteros Antonio Martínez y Antolín de Íñigo, de Trasmiera, que se comprometieron a hacer la obra por 4.285 reales. La torre y la casa adjunta fueron reconstruidas a mediados del XIX a causa de un incendio. Pero no son las únicas modificaciones en la fábrica del Santuario: bóveda de crucería del XIV, torre de principios del XVI, añadidos del XVII, etc.


Avancemos en el relato. Nos fijaremos ahora en la planta del templo. Es el común de una sola nave dividida en tramos por arcos. Según Novales, por sus arcos rebajados, parece la fábrica primitiva del siglo XV. Si en la mayor parte de las iglesias y ermitas del Valle de Mena que nos han llegado sin sufrir alteraciones en su estructura original, se emplean cubiertas de corte clasicista vemos que en Cantonad la cubierta es con bóvedas de crucería gótica.

Como diría Josep Pla: y esto, ¿quién lo paga? Para los ingresos deben saber que se recogían limosnas de trigo de los vecinos del valle y que, en 1917, se instituyó una limosna en metálico. Además tuvo el apoyo del Vaticano cuando Pío VI decretó, el 8 de julio de 1794, a instancias de Lorenzo de Vivanco y Angulo, conceder indulgencia plenaria, y remisión de todos sus pecados, a todos y a cada uno de los fieles que, verdaderamente arrepentidos de sus culpas, y preparados con los sacramentos de la penitencia y sagrada comunión, visitasen devotamente el santuario en los días 25 de marzo y 8 de septiembre: y en otra festividad también de N. S. que determine el Obispo. Esa festividad fue la de la virgen de agosto, el día 15.

En 1924, el Obispo Juan Plaza concedió 100 días de indulgencia a cuantos la visitasen.


La festividad de esta virgen –como ya hemos dicho- es el ocho de mayo, día que también se celebra el de Nuestra Señora de la Antigua. Ese día se realiza una misa presidida –siempre que es posible- por el obispo, que es el de Santander, en la explanada del santuario con la imagen de la Virgen bendiciendo a todos los visitantes. Pero para llegar a la misa de las 13:00 horas debemos empezar por la procesión, en la que se saca en andas la imagen de la Virgen hasta el altar exterior. Se reza, se cantan himnos a la Virgen, hay juegos infantiles, pasean en procesión la imagen y, después de todo, se dispersan por las campas para la comida campestre del "Torto".

Generalmente no se puede acceder por la verja ancha, que permite el paso de vehículos, al estar cerrada, pero siempre se puede entrar por otra peatonal. O saltar el murito. El acceso al recinto solo permanece abierto si se va a oficiar una misa, que suele ser los sábados a las 11 o si hay boda. Sin embargo, las vistas desde el lugar son excelentes y merecen el paseo.

Quizá por eso unos ladrones robaron las tres campanas de bronce del Santuario, ¡un Bien de Interés Cultural!


Sobre la imagen que presidió el altar mayor debemos decir que es reciente. La talla románica fue una de las víctimas de muestra última guerra civil cuando un destacamento de milicianos la destruyó. La que ahora se contempla en Santuario de Vivanco es una imagen moderna, sedente, con el niño en sus rodillas portando la bola del mundo. La suelen cubrir con mantos de tela y va coronada.


Bibliografía:

Periódico “Burgos conecta.es”
“Arquitectura religiosa del Valle de Mena durante la primera mitad del siglo XVIII” Isabel Cofiño Fernández
“Cuatrocientos Cincuenta años de la fundación del convento de Santa Ana de Villasana de Mena por Sancho de Matienzo” por José Bustamante Bricio.
“Manuscritos sobre el Valle de Mena, en el siglo XVIII” José Bustamante Bricio.
“Informe sobre las pérdidas y daños sufridos por el tesoro artístico de la provincia de Burgos desde el advenimiento de la República, y principalmente durante los arios de 1936 y 37 en que parte de su territorio del Norte fue ocupado por los rojos y separatistas vascos”. Por Luciano Huidobro Serna.
“Fiestas y romerías, tradicionales y famosas en tierras burgalesas” Ismael García Rámila.
“Santuarios marianos de Cantabria” María del Carmen González Echegaray.
Periódico “El Sol”.
“Apuntes sobre la historia de las merindades antiguas de Castilla” Julián García Sainz de Baranda.
“Medina de pomar arqueológico y centro de turismo” Julián García Sainz de Baranda.
Periódico “Crónica de las Merindades”.
“Diccionario geográfico-estadístico-historico de España y sus posesiones de ultramar” por Pascual Madoz.
“Noticia del noble y real Valle de Mena (provincia de Cantabria)” Anónimo.
Periódico ABC
“Las Merindades de Burgos: un análisis jurisdiccional y socioeconómico desde la Antigüedad a la Edad Media” María del Carmen Arribas Magro


Para saber más:



domingo, 19 de noviembre de 2017

Un Grillo muerto.


Viajemos al sur de la Sierra de Árcena junto a la entrada del desfiladero del río Purón, en el Espacio Natural de Montes Obarenes. Evidentemente no hablaremos del insecto ortóptero sino de un pueblo que se llamó Villanueva del Grillo. Eso sí, el pueblo está bien muerto desde 1966 y se encamina hacia el olvido. Si están interesados en visitarlo deben ir desde Promediano o Pajares, en el valle de Tobalina. Verán, o intuirán, restos dispuestos a lo largo de la calle que llamaban “mayor” y algunas casas aisladas.

Fotografía cortesía de Tierras de Burgos.

Remontándonos, vemos que en el “Becerro de Behetrías” figuraba como lugar Yermo de Castilla Vieja. Pensemos que a mediados del siglo XIV, época del Becerro, existía en Las Merindades un importante número de despoblados, lugares de los que aún permanecía el nombre, y también un gran número de solares que figuraban como despoblados. Quizá esa segunda era la situación de nuestra población. El nombre que figuraba era el de Villanueva del Grillo del Rey.

Pero, ¡remontémonos más aún! ¿Cuándo pudo surgir el pueblo? Bueno… el problema es que –como hemos comprobado ya- no suele aparecer una piedra o una caja de acero donde se guarde un ejemplar del periódico del día o, al menos, una hoja o piedra con la fecha. Hay que ir por otros vericuetos. Descartaremos, por absurdo, que la fecha de creación de una población sea la primera fecha en la que aparece documentada. ¿Diríamos, entonces, que Villanueva del Grillo había surgido en 1270 cuando aparece escrito de forma completa?

Fotografía cortesía de Wikiburgos.

Concretando: que no conste antes no significa que no exista. De hecho, la aparición en registros y donaciones de un lugar podría significar lo contrario, que existía desde hacía tiempo. Piensen que muchas de las donaciones a los monasterios se producían cuando ya se había agotado su utilidad original, muchas tierras de las que tenemos constancia de su donación son tierras improductivas situadas en zona pedregosas en las que no crece ni la hierba para el ganado. ¡Para que luego hablen de generosidad rural!

Un elemento que nos dirige a unos periodos de tiempo aproximados es la advocación religiosa de su iglesia. En nuestro caso tenemos la ermita de Nuestra Señora de la Mata que asumimos es en el siglo VIII, en un época de cultura neovisigoda en el que se cristianiza el norte, y comienza la reestructuración por Fruela I y su hijo Alfonso II en los años finales del siglo VIII y mediados del IX, cuando parece que se asientan en la zona.

Otra pista nos lo da la primera parte del nombre de la población. Es una “Villa Nueva”. A través de esta denominación se registra el proceso de aparición de nuevos núcleos, cercanos a otros más antiguos y cuyos caracteres originales comparten: son villas propiedad de una familia colonizadora o de un grupo de familias, y consisten en un agregado rodeadas de terrenos de labranza y montanera. Poblada y desde antiguo.

Eremitorio de El Pópilo (Cortesía de Valle de Tobalina)

Y no hay dos sin tres. Cerca hay una necrópolis altomedieval, la de “El Mazo” que está a menos de un kilómetro. Tumbas antropomórficas. Y no muy lejos también hallamos los eremitorios rupestres de “El Pópilo” y de la garganta del río Purón que nos retrotraen, nuevamente, al siglo VIII.

No nos liemos, quédense con que es de temprano poblamiento en la reconquista.

Para el siglo XVI tenemos más datos. Por un lado el “Censo de población de las provincias y partidos de la corona de Castilla en el siglo XVI” (1591) nos dice que la Merindad de Cuesta Urria eran 444 vecinos y el pueblo de Villanueva del Grillo tenía una pila bautismal –una iglesia- y treinta vecinos. Y según la fe de un curioso reparto de pechos que conserva el Archivo Histórico de Protocolos de Burgos (1594), dicha Merindad estaba integrada por treinta y tres lugares entre los que se encuentra nuestra población, con un total de 519 vecinos.

Y nos interesa esta pertenencia porque la Merindad de Cuesta Urria hizo su vecindario –para razones tributarias- en junta celebrada el 25 de marzo de 1613 y, para Villanueva del Grillo, dieron los regidores la cifra de veintiún vecinos. En 1737 la cifra fue de dieciséis vecinos.

Registro de labradores de Villanueva del Grillo en
el Catastro de Ensenada

Y llegamos a 1751 donde vemos que continúan siendo dieciséis vecinos. La comisión del Catastro de la Ensenada estuvo presidida por el señor Fernández de la Peña. Era lugar de realengo con tierras de secano. Disponían de manzanos, cerezos, almendros, nogales, robles y olmos. Cosechaban trigo, cebada, comuña, habas, avena, garbanzos, vino… Tenían bueyes, burros, cerdos, ovejas y cabras.

En número de vecinos era el mágico dieciséis. Bueno, dieciséis y medio si contamos a una viuda que valía la mitad. Con dieciséis casas más la del cura beneficiado, Tomás Vélez de Ángulo que era comisario del Santo Oficio de la Inquisición de la ciudad de Logroño. Por cierto, ocho pajares también. Disponían de una taberna, panadería y posada pero al no ser rentables nadie quería arrendarlas.

Avanzando unos pocos años, hasta el censo de Floridablanca (1787) leemos que Villanueva del Grillo era de realengo y contaba el pueblo con alcalde ordinario local.

En el diccionario geográfico de Sebastián Miñano (1826-1828) nos dice que hay dieciocho vecinos que se traducen en 74 habitantes y que tiene una parroquia. Nos sitúa el pueblo al pie de la sierra de Plágaro, junto al río “Herranz” (sic) que la baña.

Cortesía de Tierras de Burgos

Al finalizar el Antiguo Régimen se incorpora al ayuntamiento constitucional de Merindad de Cuesta Urria, dentro del partido de Villarcayo. El cambio de régimen nos lanza al siglo XIX y a la guerra carlista. Una vez calmado el entorno y enfilado el reino de Isabel II se pone en marcha el “diccionario” de Pascual Madoz que sobre Villanueva del Grillo cuenta:

“V. en la prov., aud. terr., c. g. y dióc. de Burgos (13 leg.), part. jud. de Villarcayo (5), ayunt. dé la merind. de Cuesta Urria (4): sit. al pie de una sierra que le defiende de los vientos del N., y a la libre influencia de los demás: su clima es templado y sano, aunque afecto a constipados y gastritis. Tiene 26 casas, y una igl. parr. (San Martin), servida por un cura párroco. El térm. confina N. Villafria; E. Pajares; S. Gabanes y Ranedo, y O. Herran. El terreno es de mediana calidad, la parte montuosa está poblada de malezas; le fertiliza un arroyo de escasas aguas. Los caminos son locales. El correo se recibe de Briviesca. prod.: cereales, legumbres, patatas, frutas y vino chacolí; cría ganado lanar y cabrío; caza de perdices y liebres. Pobl: 11 vecinos, 41 almas, cap. prod.: 68.700 rs. imp.: 6,781”.

Había cuarenta y una personas viviendo en el pueblo. Quizá por ello en 1866 el curato de la población estaba vacante. Claro que hemos podido localizar un nombre para el cura que obtuvo la parroquia de San Martín Obispo en 1887: Eusebio Moradillo Martínez, Aunque el periódico “La Unión” lo bautiza “Eusabio” con cierta ironía no exenta de inteligencia.

Cortesía de Wikiburgos

Lo cierto es que el lugar tenía su pequeño atractivo: Ganadería, mucho viñedo que cubría el glacis de la Árcena y dos molinos de una sola rueda en el Purón.

Más curiosidades: este pueblo perteneció a Cuesta Urria y cuando esta merindad se separa de las otras en 1735 Villanueva del Grillo fue gobernada por el alcalde ordinario de la cuadrilla de las Quintanillas del partido de Extramiana. No será hasta finales del siglo XIX cuando pase a Tobalina.

Pero no todo fue una balsa de aceite en la vida del lugar. Retornémonos a 1520 para ver como el Duque de Frías ordenaba a Villanueva del Grillo y a Pajares permitir cortar leña en el monte Usar a los de Gobantes. Esta sentencia todavía era válida en 1841. En 1928 los de Villanueva acusaban a los de Gobantes de robar leña en el citado monte comunal

Retablo pintado
(Cortesía de Memorias de Burgos)

Para los que se acerquen a la población el espacio más interesante será la iglesia –sus restos-. Estaba dedicada a San Martín Obispo. Constaba de un presbítero cuadrado cubierto con bóveda estrellada y de un cuerpo más estrecho y bajo que resulta de una ampliación frustrada a finales del siglo XVI. Junto al coro se encontrarán una capillita.

Ante la decadencia del lugar se arrancó el retablo tallado y se encontró tras él otro pintado al fresco en la pared. Se estima de la época en que se construyó la cabecera. Está coronado con temas de la ascensión de la Virgen María inspirado en temas decorativos de Diego de Siloe. En las calles laterales tenemos, arriba, a San Juan Bautista y un santo Papa y abajo, en dos grupos, a los doce apóstoles. Los deteriorados colores son tonos rojos y marrones con algún detalle en azul y blanco. Disfrútenlo mientras aguante.

El retablo tallado presidido por San Martín es algo que –gracias a Dios- sobrevivirá a su pueblo. Es parte de los fondos del Museo del Retablo, en la iglesia de San Esteban, de Burgos, donde lo restauraron.

Retablo de Villanueva del Grillo
(Cortesía de Memorias de Burgos)

Accederán al peligroso templo través de un arco gótico. El pórtico es más moderno ya que nos lo cuenta la inscripción que lo data en 1830. Los vecinos tenían dos cofradías: de la Vera Cruz y del Santísimo.

Existieron dos ermitas: la Petronila o Nuestra Señora de la Mata que estuvo junto al monte; y Las Ánimas que era muy pequeña, abovedada y con pinturas alusivas al purgatorio. Esta última estaba en el cruce de los caminos que llevaban a Gabanes y Pajares.

Villanueva del Grillo hacia los primeros años 70

Cuando salgan de esta iglesia arruinada piensen que en 1950 figuraban en el censo 38 habitantes que vivían en nueve casas a las que había llegado la electricidad pero que se desplazaban a través de un mal camino de carros. Sin casa de concejo las reuniones de vecinos se hacían en el horno del pueblo y sus hijos debían ir a Herrán, y luego a Pajares, a la escuela. Ya no tenían molino y el grano se llevaba a lomos de bestias hasta los de Herrán.

El cura venía desde gabanes y el médico desde Barcina del Barco. El último nacimiento fue el de José Ramón Vélez Alonso (1960) hijo de los únicos vecinos que quedaban en 1966. Al poco se trasladaron a Pajares. Y murió Villanueva del Grillo.

Villanueva del Grillo en 2017 (Google)




Bibliografía:

Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración.
Anuario-Riera.
Periódico “El correo de Burgos”.
“Las Merindades de Burgos: Un análisis jurisdiccional y socioeconómico desde la Antigüedad a la Edad Media” por María del Carmen Arribas Magro
“Del Burgos de Antaño” por Ismael García Rámila.
“Apuntes sobre la historia de Las Merindades antiguas de Castilla” por Julián García Saiz de Baranda.
“Censo de población de las provincias y partidos de la corona de Castilla en el siglo XVI”
“Diccionario geografico-estadistico de España y Portugal” por Sebastián Miñano.
“Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar”. Por Pascual Madoz.
“Nomenclator de las ciudades, villas, lugares, aldeas y demás entidades de población de España formado por el instituto nacional de estadística con referencia al 31 de diciembre de 1950”.
Periódico “El pensamiento español”.
Periódico “La Unión”.
“El valle de Tobalina” de Inocencio Cadiñanos Bardeci.
“Burgos. Los pueblos del silencio” de Elías Rubio Marcos.
Telecentro Tobalina.
Fototeca digital de España.


domingo, 12 de noviembre de 2017

La silenciada muerte de una millonaria.


¡¡¿¿Qué en Cubo de Bureba falleció una millonaria cubana y no se habló de ello??!! ¡¿Y qué en el mismo accidente quedó gravemente herido el poeta más joven de la generación literaria del 27?!

Renault Dauphine

Debemos situarnos en el cercano 1959, viajando de San Sebastián a Madrid en un moderno Renault Dauphine con matrícula mejicana. Maneja el coche un hombre de 54 años (nacido en Málaga en 1905) que lleva muchos años fuera de España y desconoce la carretera. Es un poeta, impresor y productor cinematográfico. Son las once de la noche, debe de estar cansado, un frenazo brusco…

Este caballero que ha perdido el control de su vehículo y que espera dolorido la ayuda que están pidiendo unas muchachas del pueblo fundó, en 1923, su primera revista poética. En 1925 se da a conocer en los círculos literarios de Madrid, que frecuenta con José Bergamín, Federico García Lorca y Rafael Alberti. En 1926 funda y codirige la revista “Litoral”. Entre 1933 y 1935 vive en Londres, donde edita libros y crea la revista bilingüe “1616” por el año de la muerte de Miguel de Cervantes y de William Shakespeare. Al regresar a España edita “Caballo verde para la poesía” que dirige Pablo Neruda.

Altolaguirre repartiendo propaganda iniciada la guerra.

Durante la Guerra Civil opta por la República y en febrero de 1939 se exilia. Tras su paso por un campo de concentración francés, se traslada a América. Bueno, ya sabemos por qué llevaba tiempo sin venir por España.

Además de editar poesía clásica española produjo y escribió cine. En 1960 se publican póstumamente sus Poesías, que comprenden textos inéditos o publicados de modo disperso en diversas revistas literarias, y a partir de 1982 empieza a aparecer la edición española de su obra completa.

Se llamaba Manuel Altolaguirre Bolín.

Villa Daría en Cadagua

Su oscurecida acompañante en la desgracia era María Luisa Aurelia Florencia Gómez-Mena Vivanco, hija del millonario cubano del azúcar Alfonso Gómez-Mena y Vila, que se casó en “Villa Daría” situada en Cadagua (Valle de Mena) el 1 de septiembre de 1926. Ella había nacido el 3 de octubre de 1907 en la isla de Cuba.

El novio de esa boda fue el hijo del general Pedro Vives Vich, el también militar –capitán- del cuerpo de ingenieros destinado en aviación Francisco Vives. De este matrimonio nace el único hijo de ella: Francisco Vives Gómez-Mena. Poco antes de que estallara la guerra civil María Luisa decide regresar a La Habana con su hijo. De Paco Vives se divorció en Cuba.

Villa Daría

En 1939 conoce a un matrimonio de exiliados españoles: Concha Méndez y Manuel Altolaguirre que han llegado en marzo de 1939 con su hija de cuatro años, Paloma. Como ya saben, acabarán unidos sentimentalmente. María Luisa les ayuda a establecerse en La Habana: casa y 500 dólares para una imprenta y fundar la editorial “La Verónica” donde se publicaron más de 180 títulos.


El 9 de octubre de 1941 María Luisa se casa con el pintor cubano Mario Carreño e inicia una importante labor de mecenazgo a favor de los jóvenes pintores de la isla.

Mario Carreño.

Manuel Altolaguirre dejó constancia de la inauguración de la galería de María Luisa, en su publicación: “El Prado de La Habana, a su mano izquierda camino al mar, tiene, defendida por un pequeño jardín, su Galería de pintura: “La Galería del Prado”. Los amigos de las artes plásticas encontrarán en su recinto una continua y renovada actividad. Nada de la muerte ni de la gloria de los Museos. En una Galería de Arte los cuadros no pueden permitirse este descanso o sueño concedido a los inmortales. Están allí de tránsito”.


“En la “Galería del Prado” se exponen para la venta, a precios al alcance de todas las fortunas, óleos, acuarelas, gouaches, dibujos, grabados, por Jorge Arche, Cundo Bermúdez, Diago, Carlos Enríquez, Escobedo, Max Jiménez, Mariano, Luís Martínez Pedro, Felipe Orlando, Amelia Peláez, Ponce, Portocarrero, Serra Badué, y otros. Esculturas por Lozano, Ramos Blanco, Rodulfo, Eugenio Rodríguez, Sicre, Núñez Booth, Esnard, Rolando Gutiérrez y otros”.

En marzo de 1943 los Altolaguirre se trasladan a México. ¿Razones? Precariedad económica y –según algunos biógrafos- alejarse de María Luisa. La relación entre ambos había cambiado de signo y tomaba una fuerza patente en el epistolario de Manuel.


En carta a los Altolaguirre, de septiembre de 1943, María Luisa les asegura que “estoy haciendo una monografía de pintura. Os enviaré un ejemplar, y posiblemente la exposición de pintura cubana sea en el Museo de Arte Moderno para enero, con 250 óleos de los pintores cubanos, 100 acuarelas y 200 dibujos”.

Con respecto al trabajo de Mario Carreño en la casa que compartía con María Luisa, las cartas testimonian el entusiasmo del pintor por la práctica del duco, asegurando que “Mario (está) pintando mucho, haciendo ensayos muy interesantes con «duco» (…) Ahora todo hay que verlo a través del «duco». No se habla más que de esto en mi casa: ha producido un contagio espiritual (…) Me pegaron, me pusieron como a un duco y mi tía dio las últimas pinceladas. Apenas si puedo ya deletrear, pues todos los sucesos son tan fantásticos que estoy enervadísima”.

Maria Luisa Gómez-Mena
(Óleo de Carlos Enriquez)

Lo del “duco” venía porque tenían en casa a Siqueiros con su esposa e hija. Y David Alfaro Siqueiros estaba realizando un mural allí. Según Cundo Bermúdez, “Siqueiros llegó a Cuba en la época constitucional de Batista durante la segunda guerra. En ese momento Batista tenía a varios comunistas en su gobierno como ministros sin portafolio. Creo que Siqueiros pensaba que sus amigos comunistas le iban a conseguir un par de comisiones para murales con el gobierno. No fue así. Terminó con su mujer e hija trancados en su cuarto en el Hotel Sevilla debiendo la cuenta. Mario Carreño y Pepe [José Gómez Sicre] se enteraron de la situación y fueron y los rescataron. Mario se los llevó a vivir con él en su casa del Vedado que era la de su mujer, María Luisa Gómez Mena”. Siqueiros fue un torbellino en ese domicilio: aceptó el encargo de los Carreño-Gómez Mena de hacer un cuadro que él interpretó como hacer un mural interior mediante la técnica del duco (como pintura de coches) con pistola pulverizadora.

David Alfaro Siqueiros

María Luisa no compartía las ideas (¿Políticas? ¿Artísticas?) del muralista mexicano al considerarlas “puro Cantinflas”. Asegura que “todo es culpa mía por tenerle lástima a un artista”. En sus cartas aparece la confesión del naufragio de su matrimonio: “A Mario lo tiene rebelado contra mí. Conspiran toda clase de imbecilidades, que parecen infamias (...) Los sucesos serán peores en lo sucesivo (...) Me sobran energías para desenmascarar la mala fe”.

Los directivos del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) fueron receptivos, y fue precisamente en la Galería del Prado donde María Luisa y José Gómez Sicre organizaron, junto a Alfred H. Barr Jr., la muestra colectiva “Pintores Cubanos Modernos” para dicho museo neoyorkino. Esta muestra, que finalmente agrupó a trece pintores y 75 obras, estuvo acompañada de la monografía, “Pintura Cubana de hoy / Cuban Painting of today”, financiada por María Luisa.

MOMA 1944

En una carta de María Luisa a los Altolaguirre, de diciembre de 1943, ella asegura que “esta será mi última carta desde Cuba”, y James Valender afirma que “en marzo de 1944, después de asistir en el Museo de Arte Moderno de Nueva York a la inauguración de una exposición de arte cubano contemporáneo patrocinada por ella, Gómez Mena se trasladó a México”. Pero Cundo Bermúdez dice que María Luisa “fue una apasionada de la república española durante la guerra civil y más tarde por esto le negaron la visa a los Estados Unidos cuando la exposición cubana en el Museo de Arte Moderno de New York”. Lo cierto es que hacia marzo ella se encontraba en México con Manuel Altolaguirre.

Durante los meses iniciales de 1944, María Luisa y Manuel se relacionan por carta. El poeta pide que ella le escriba a su trabajo. Discreción llaman a eso. Separada de Carreño, María Luisa se va a vivir a Taxco (estado de Guerrero), ya con él, y después a Tepoztlán, en Cuernavaca.

José Gómez Sicre y María Luisa

En enero de 1945 María Luisa financia la creación de una nueva editorial para Manuel Altolaguirre, la editorial “Isla” con su propia imprenta y tipógrafos. Nuevamente un fracaso por la forma de llevar el negocio del poeta.

Ante el caos financiero, y la negativa de Manuel a separarse de su esposa, María Luisa regresa a La Habana en febrero de 1946. Dos meses después resuelve cerrar la nueva editorial por su mala gestión. Manuel le atosigará con una lluvia de cartas prometiendo que cambiaría, se divorciaría y que se dedicaría con seriedad a su trabajo. Dos años permanece María Luisa en La Habana.


En julio de 1948 vuela a México y reanuda su relación sentimental con el poeta. Ella va y viene de La Habana. En 1950 crea “Producciones Isla”, una productora cinematográfica que comparte con él. Producirán seis películas hasta que la reforma de la legislación mejicana les expulse del mercado. Regresarán a Cuba donde intentarán tres proyectos. De vuelta en México harán otras cuatro películas.

Salvo “Subida al cielo” (1952) dirigida por Luís Buñuel que se presentó en el Festival de Cannes, que obtuvo en París el Premio de la Crítica a la mejor película de vanguardia de aquel año y cuyo guion le valió a Altolaguirre el “Águila de Plata” otorgado por la Asociación de Periodistas Cinematográficos Mexicanos el resto de proyectos…

Fotograma de "Subida al Cielo" (1952)

Manuel buscaba un “cine-poema” alejado de lo comercial. La adaptación cinematográfica de “El cantar de los cantares”, de Fray Luís de León es el paradigma de este intento. María Luisa se lo dice a su hijo por carta: (Manuel) no se cura de soñar y la lucha con él es muy difícil (...) él está en la luna, pertenece a otro planeta y yo estoy desgraciadamente en la tierra (...) “Subida al cielo” es un poema popular, pero es poesía y mucha gente no es poeta ni sabe ver la belleza plástica y la maravillosa dirección”.

En julio de 1959, y con la redacción de una segunda versión de “El cantar de los cantares”, María Luisa y Manuel pudieron volverá España para presentar en el Festival de Cine de San Sebastián, fuera de concurso, la primera versión de este filme de 1958. Al parecer, el propósito de ambos era el de conseguir financiación para la filmación de esta segunda versión.


Después de presentar la película, y de vuelta a Madrid, a unos dos kilómetros pasado el pueblo de Cubo de Bureba, el coche salió de la carretera cayendo en un campo de trigo volcando. Murió María Luisa en el acto. Era el jueves 23 de julio. Manuel Altolaguirre Bolir falleció en la clínica San Juan de dios de Burgos a los tres días del accidente a consecuencia de las complicaciones causadas por las graves heridas sufridas. Las pocas referencias en la prensa indicaban que había estado acompañado de su hijo y otros parientes.

Dentro de ese grupo de parientes citamos a su sobrino Julio Mathías quien informó a un periodista de ABC sobre el accidente. Dijo que fue lento y difícil sacar a Altolaguirre de entre la chatarra en que se convirtió el coche, hasta el punto de salir desnudo del agudo roce de los hierros.


En el año 2005 se recordaba una crónica de la fecha en el periódico ABC:

“Burgos, 26 de julio de 1959. A las tres de la tarde ha fallecido en la clínica San Juan de Dios el poeta y productor cinematográfico don Manuel Altolaguirre Bolín, de cincuenta y cuatro años, a consecuencia de las heridas sufridas en el accidente de automóvil ocurrido el jueves pasado en Cubo de Bureba, donde perdió la vida su esposa, cuando regresaba a Madrid desde San Sebastián.

Desde que fue recogido en un trigal junto a la carretera, iluminado por los faros de un camión, había conservado plenas facultades mentales, gracias a lo cual pudo recibir los Santos Sacramentos al ingresar en la clínica. En la noche de ayer se le apreció una ligera mejoría, pero, a la madrugada, una complicación abdominal hizo perder toda esperanza.

Nacional 1 (N-1) tras pasar Cubo de Bureba (1956)

Cuando a la una del mediodía acudí a visitarle, le confortaba el capellán y le acompañaban su hijo, sus hermanos Carlos y María de la Concepción, y sus sobrinos llegados de Madrid y Málaga. Ellos me hablaron después de su cristiana resignación al soportar una durísima agonía, besando constantemente el crucifijo, hasta morir con el nombre de Dios en los labios. Ellos recordaban la emoción de emigrado que sintió dos semanas antes al regresar a España después de muchos años en México. Emigrados era el título de la película que hizo con más cariño.

Su ilusión patriótica se fundía con una juvenil ansiedad de ofrecer a España las primicias de “El Cantar de los Cantares”, su primera dirección cinematográfica, en la que a la poesía bíblica se unía la del traductor y protagonista, Fray Luis de León y la suya propia. Tal película había sido calificada como el mejor mensaje católico que México podía enviar a España. Pío XII había mostrado deseos de admirarla, y Altolaguirre iba a ofrecérsela cuando la presentase al premio de la Oficina de Cine Católico, en la Bienal de Venecia, pero antes pensaba tomar un descanso de quince días en su tierra de Málaga.

N-1 antigua tras salir de Cubo de Bureba 

Había llegado a crear con ella la novedad de la poesía mística en imágenes, a la que seguiría el rodaje de “El libro de Job”, ya a punto de comenzar, también dirigida por él en la traducción de Fray Luis. En otro aspecto, quería dejar terminado el guion de “La turné romántica”, más en la línea de sus anteriores producciones mexicanas, que ya sumaban una docena, la mayor parte de ambiente español, de las cuales “Robinson Crusoe” se había visto últimamente en España.

Buen poeta moderno, de la escuela de Juan Ramón Jiménez, de la promoción de García Lorca, Gerardo Diego o Vicente Aleixandre; fundador en Málaga de revistas poéticas perdurables, y aún cuidadoso impresor de sus obras: Este libro ha sido editado en la séptima imprenta de Manuel Altolaguirre, se dice en el colofón de un tomo londinense. Su nombre y sus poemas figuran en todas las antologías contemporáneas, en los textos escolares mexicanos, en las publicaciones extranjeras... (…)” José María Gárate Córdoba.


¿Y ella? Pues, con 52 años María Luisa Gómez Mena fue sepultada en la Sacramental de San Justo, un cementerio madrileño asentado sobre el Cerro de las Ánimas, en la ribera sur del Manzanares. Allí comparte nicho con su poeta.

La prensa del momento no profundizó en el tema. ¿Por qué? Vale, entiendo que él era un republicano que en el inicio del tardofranquismo había obtenido permiso temporal para entrar en España. ¿Pero ella?

Noticia en "La vanguardia española"·

Ella era una cubana exiliada ante la revolución comunista (o podía pasar como tal) pero estaba divorciada y casada en segundas nupcias. O terceras. El problema no era que una extranjera estuviese divorciada sino de quién lo estaba era muy importante. ¿Recuerdan a Paco Vives? ¿Aquel militar con el que se había casado en Villa Daría?

Francisco Vives Camino

Pues Francisco Vives Camino (1900-1997) fue del bando ganador en la Guerra Civil de 1936 a 1939 y continuó en el ejército. En 1956 había sido ascendido a General de Brigada y terminó su carrera militar con el rango de Teniente General.


Es decir, que María Luisa era la infiel esposa extranjera -arrejuntada con un poetucho “rojo”- de un militar de alta graduación afín al Caudillo. Una descocada, y adinerada cubana, que se había fugado con el hijo de ambos a aquella isla. Además, la Cuba castrista puede que diese problemas si se daba mucho bombo al asunto. Demasiado para hablar de ella, aunque fuese una Gómez-Mena.


Bibliografía:

“María Luisa Gómez Mena (1907-1959). Al rescate de una imagen cultural”. Por José Ramón Alonso Lorea.
Periódico “La Vanguardia española”.
Periódico “La hoja del lunes” de Burgos.
Periódico ABC.
Revista “Litoral”.
Fototeca Digital de España
The Farber Foundation. Cuban Art News: Enfoque histórico, segunda parte y tercera parte.

Para Saber más: