Que no te asusten ni la letra ni el sendero de palabras pues, amigo, para la sed de saber, largo trago.
Retorna tanto como quieras que aquí me tendrás manando recuerdos.


miércoles, 23 de julio de 2014

Las Legiones, Las Guerras Cántabras y Las Merindades

El ejército romano pasó de componerse de levas formadas por ciudadanos romanos a unidades profesionales con un fuerte sentimiento de pertenencia, en especial tras la reformas de Cayo Mario y de Augusto.

Irónico cartel de reclutamiento romano.

Puede que por eso la incorporación al Imperio de los autrigones fue pacífica -tampoco es que dispongamos de muchos elementos para acreditarlo- a diferencia de lo que ocurrió con los cántabros. Así pues, Las Merindades no sufrieron. O sí, porque los límites de aquella Cantabria son muy difusos.

Las razones de la guerra cántabra (29 AC al 19 AC) son "económicamente" diversas: los cántabros eran un pueblo ganadero, con reses alimentadas en los pastos montañeses, y que necesitaba a los autrigones (agricultores) para intercambiar sus mutuos excedentes. Al incorporarse estos últimos a la estructura imperial, su excedente agrícola se incorporaba al eficiente mercado romano. Ahora no tienen necesidad de intercambiar bienes con los cántabros porque ellos ya disponen de un mercado capaz de absorber y reorganizar los excedentes.

Los cántabros se quedaron fuera pero con las mismas necesidades que antes, lo que acrecentó su disposición al pillaje. Esto sirvió para que Roma, atacada, terminase la conquista de Iberia. Idea que probablemente, existió inicialmente entre los líderes romanos porque, aunque hubiesen sido los mejores vecinos del mundo, los astures y cántabros ocupaban un territorio de Hispania que obligaba a Roma a mantener demasiados soldados acantonados y que limitaba su comercio de cabotaje por el cantábrico. Además. en la zona había oro y otros minerales de interés.

Algunas teorías sobre los límites de Cantabria 


Los textos que nos han llegado nos muestran una guerra atípica. Expliquémoslo, los ejércitos de la antigüedad requerían un espacio amplio y llano para desplegarse en orden de combate y emplear sus recursos tácticos. Frente a las legiones nos encontramos con una guerrilla que aprovechó el terreno. Los romanos lograron utilizar una vez con éxito la batalla campal (Vellica) y el asedio a las ciudades (Aracillum) pero eran excepcionales. Ante las dificultades de la lucha en Cantabria Roma ensayó una nueva táctica: sus tropas se internaban en los bosque en línea cerrada, para que nadie escapara, conduciendo al enemigo hacia ciertos lugares donde era masacrado por las fuerzas allí apostadas. Este sistema insólito y cruel suponía contar con tropas muy numerosas para la compleja operación, como en efecto sucedía en esta guerra, y asimismo con cierto conocimiento de la topografía del país, que sería probablemente lo que más fallaría.

Y, por supuesto, la técnica usada en el monte Vindio (¿los Picos de Europa?) o el Medulio. El método suponía el empleo de mucha mano de obra para trabajar en el cerco y después para controlarle. Floro lo describe con precisión: "Al final tuvo lugar el asedio del Monte Medulio, que fue rodeado por un foso continuo de 15 millas . Avanzando a la vez y por todas partes el ejército romano, los bárbaros al fin se dieron cuenta de que estaban en una situación desesperada y se vengaron en medio de un festín, dándose muerte a sí mismos a porfía, con el fuego, el acero y el veneno que comúnmente obtienen de los arboles del tejo, librándose la mayor parte de la esclavitud, que estimaban por entonces ser más onerosa que la propia muerte"

Guerreros Ibéricos (Ángel Pinto)

 Al Monte Vindio ("Monte Blanco" en celta) huyeron los cántabros vencidos, creyendo que así estarían a salvo; pero aquí debió también de aplicarse la táctica del acorralamiento ocupando las tropas romanas los valles próximos, de modo que los cántabros huidos no pudieron descender antes de las nieves del invierno, pereciendo. No había necesidad de obligar a ascender por sus laderas a las legiones romanas. Bastaba con el control de los valles y vaguadas para que el rigor de aquel invierno del 26-25 a. C. hiciera el resto.

Todo esto fue posible porque el Imperio romano era el ejército más poderoso de su época. Formado por profesionales (soldados, ingenieros, contables, médicos...) de un coste muy alto que empujaba a Roma a seguir conquistando para obtener nuevos inputs. La guerra movilizó unos 70.000 legionarios (las cifras oscilan entre 50.000 y 100.000), con tropas auxiliares, y contra ellos se estima que lucharon alrededor de 100.000 guerreros cántabros y astures. ¿Pocos? ¿Muchos? al gusto. Lo que es cierto es que Roma se enfrentaba al general geografía y sus problemas tácticos. Y, como hemos señalado, ganó.

Se conoce la relación de unidades romanas que participaron gracias a distintas fuentes: I Augusta, II Augusta, IV Macedónica, V Alaudae, VI Victrix, IX Hispanensis, X Gemina y XX Valeria Victrix y las unidades auxiliares de caballería e infantería: Ala Augusta, Ala Parthorum, Cohors IV Thracum equitata, Ala II Gallorum, Cohors II Gallorum y Ala II Thracum Victrrix ciuium Romanorum.

Optio y Centurión (Ángel Pinto)

La Legio IV Macedonica tuvo bases en varios lugares, una junto a Reinosa y otra en Sasamón. Se sabe que en el frente oriental actuaron la Legión I Augusta y la II Augusta y la legión IX Hispana. En este frente estaban Las Merindades.

Lo sé. Para nosotros solo son nombres pero los ejércitos de hoy han heredado elementos de las legiones y su cultura militar. Una de ellas es cuidar el espíritu de la unidad, su historia. Y de ellas vamos a hablar: de la sorprendente historia de las legiones que actuaron en el frente oriental, en Las Merindades.

LEGIO I AUGUSTA:

Legión reclutada por Pompeyo en la Galia Cisalpina, aproximadamente en 55 a.C., y enviada a César como refuerzo en su guerra en la Galia, participando en la derrota de Vercingetórix. César se la devolvió a Pompeyo, a requerimiento de éste, en 50 a.C.; pasando a Caputa (Italia). También es posible que el origen de esta legión esté en la que Pompeyo reclutó en Hispania con el nombre de Vernácula pero no hay constancia de ello. En 48 a.C. combatió con Pompeyo en Farsalia. Tras esta batalla surge la confusión, no sabiéndose si pasó a integrarse en el ejército de César o si continuó en el bando pompeyano, ya que en éste, en la batalla de Munda (Montilla, Córdoba), había una legio I. A la muerte de César se integró en el ejército de Octavio y con él combatió. contra Sexto Pompeyo en 36-35 a.C. Tras la reorganización militar de Augusto recibió el título de Augusta y pasó a Hispania, participando en las guerras cántabras, donde sufrió una fuerte derrota y, probablemente, perdió el águila. Podría haber sido disuelta poco después, quizás a consecuencia de ello. Aunque la mayor parte de los estudiosos lo reducen a la prohibición de llevar el nombre del emperador. Sus veteranos, y los de la II Augusta, fueron asentados en laColonia Iulia Gemela Acci (Guadix, Granada).

Entre el 16 a.C. y el 9 a.C. estuvo acantonada en Colonia, luego en Bonna (Bonn) hasta el año de los cuatro emperadores. Durante la rebelión bátava del año 70 acudió a ayudar a las legiones sitiadas en Xanten (Alemania) pero, junto a otra, fueron sitiadas y hechas prisioneras, jurando lealtad al Imperio Gálico de Julio Civilis.

Quinto Petilio Cereal, enviado por Vespasiano, aceptó la vuelta a las banderas romanas de estos soldados, Pero terminadas las operaciones, se decidió que el nombre de esta legión debía desaparecer, para lo cual procedió a licenciar ignominiosamente a parte de sus soldados y al resto los humilló incorporándolos a legiones nuevas. En el caso de la Legio I Germanica, sus hombres fueron integrados con los efectivos restantes de la legión VII de Galba, creándose la Legio VII Gemina.

LEGIO II AUGUSTA Britannica:

Legión del ejército de César en Hispania en 47 a.C. Combatió en Filipos (42 a.C) con los triunviros y en Actium (31 a.C) con Octavio. Alrededor de 27 a.C. recibió el título de Augusta y pasó a Hispania. Sus emblemas eran Pegaso y Capricornio. Entre 27 y 19 a.C. combatió en las guerras cántabro-astures, tras las que permaneció de guarnición en Hispania, de donde salió apresuradamente hacia Germania tras el desastre de Varo (9 d.C.), en el que tres legiones fueron aniquiladas por los germanos. Participó en el motín de las legiones de Germania a la muerte de Augusto, siendo apaciguada por Germánico, con quien combatió los dos años siguientes contra los germanos. En 43, y bajo el mando de T. Flavio Vespasiano tomó parte en la conquista de Britania, por lo que recibió su segundo apelativo. Tras la conquista quedó acuartelada en la Isca Silurum (Caerleon, Gales). Apoyó a Vitelio en su marcha hacia el trono en 69, pero cuando se enteró de que su antiguo comandante Vespasiano, se había proclamado emperador se pasó a sus filas. Destacamentos de esta legión intervinieron en la represión de la sublevación de Civilis en 69-70. Toda su historia posterior sucede en Britania, donde intervino en todas la campañas en la isla. A comienzos del siglo V estaba acuartelada en Rutupiae (Richborough, Inglaterra) como una legión comitatense.



LEGIO IV Sorana MACEDONICA:

Legión reclutada, casi con toda seguridad, por Pompeyo, con cuyos partidarios combatió en Tapso (Africa) en 46 a.c. Tras esta batalla pasó a integrarse en el ejército de César y, a su muerte (44. a,C.), en el de Marco Antonio, del que desertó en 43 a.c., pasándose al de Octavio. En esta época, por alguna acción militar en Soira (Sorano, Italia), recibió su- primer apelativo. Formó en el ejército de Octavio contra Marco Antonio en 43 a.C. y en el ejército del Segundo Triunvirato contra los asesinos de César, en 42 a.c., en Filipos (Macedonia), de donde recibió su apelativo definitivo. En 31 a.c. combatió junto a Octavio en Actium, derrota definitiva de Marco Antonio. Sus signa eran Tauro y Capricornio. Enviada a Hispania, combatió en las guerras cántabras, al término.de las cuales (19 a.c.) quedó acuartelada en las cercanías de Pisoraca (Herrera de Pisuerga.Palencia). En 40 participó en la conversión de Mauritania en provincia romana tras lo cual fue enviada a Germania, estando en 43 en Mogontiacum (Maguncia), compartiendo campamento con la XXII Primigenia. En 69 apoyó la sublevación de Vitelio y parte de la legión pasó a combatir con él a Italia. Cedió efectivos a la Guardia Pretoriana de Vitelio, una vez emperador, y fue derrotada en Cremona (Italia) por los partidarios de Vespásiano, El contingente que quedó en Mogontiacum se pasó a los rebeldes de Julio Civilis y por ello, una vez dominada la sublevación, Vespasiano la disolvió en 70.



Pero las investigaciones históricas han revelado que, probablemente, esta legión fue reformada y renombrada como IIII o IV Flavia Felix (“Afortunada por los Flavios”) y estacionada en Burnum (la actual Kostanje) en Dalmacia. Su nuevo signo sería un león lo que nos hace pensar que fuese oficialmente constituida y entregada su águila entre julio y agosto de del 70, durante el signo Zodiacal de Leo. Estaba aun en activo en la Moesia Superior en la primera mitad del siglo cuarto, pero desapareció de los registros históricos antes del 400.

LEGIO IX Macedónica Triumphalis HISPANA Britannica:

Legión reclutada antes de 59 a.C., año en que estaba en la Galia Cisalpina. Pasó con César a combatir en la Galia entre 59 y 50 a.C. y luego en el bando cesariano en la guerra civil contra Pompeyo, combatiendo en Hispania en .49 a.C. Ese mismo año se amotinó en Piazenza (Italia), por lo que César la disolvió aunque  poco después la rehabilitó. En 42 a.C. estaba en el bando de los triunviros en Filipos (Macedonia) donde recibió su primer apelativo. El segundo se debe a su participación en un triunfo en Roma con Octavio. Entre 27 y 19 a.C. combatió en las guerras cántabras en Hispania, donde ganó su definitivo cognomen. Al acabar la guerra fue enviada a la región de Iliria, a Siscia (Sisak, Croacia), participando entre 6 y 9 d.C. en la represión de la rebelión panonia. Entre 20 y 24 estuvo en Numidia para combatir la rebelión de Tacfarinas. En 42 tomó parte en la expedición a Britania, por lo que recibió su último epíteto. 

Allí quedó acuartelada primero en Lindum (Lincoln) y luego en Eburacum (York). En el año 60 d. C., el poder romano en Britania sufrió un importante revés con la rebelión de la reina Boudica (60-61 d.C.), alzamiento provocado, entre otras razones, por la pésima gestión de la administración romana en la isla. Boudica, viuda de Prasutago rey de los icenos. Al morir su esposo sin descendencia masculina, los romanos se negaron a reconocer los derechos de su viuda y de sus hijas al trono iceno. El despiadado trato recibido por ellas llevó a Boudica a rebelarse contra el poder romano, insurrección a la que se sumaron tribus vecinas como la de los trinovantes. La legión IX Hispana fue la primera que luchó contra los rebeldes britanos, enfrentamiento en el que sufrió fuertes bajas, llegando a perder hasta dos mil hombres, tras lo cual tuvo que retirarse a su campamento base en Lincoln (Lindum).Por ello, hubo de ser reforzada con dos mil soldados sacados de las legiones de Germania. 

La última noticia que poseemos de la presencia de la IX Hispana en Britania es del año 107-108. Esta no es otra que una inscripción hallada en York, que nos informa de la participación la legión en la reconstrucción de una de las puertas del campamento en el que estaba asentada. A partir de entonces disminuyen los testimonios de la existencia de la IX Hispana. A esto se suma el hecho de que la IX Hispana no aparece citada en la enumeración del año 162 de las 28 legiones en activo en esos momentos.

Posible estandarte

Esta situación ha supuesto un filón para la literatura y el cine. A principios del siglo XX, el historiador y arqueólogo británico Francis J. Haverfield avanzó la idea de que la legión IX Hispana podría haber sido destruida o disuelta tras algún desastre militar acaecido en el norte de Britania o incluso en Escocia. Esta idea fue posteriormente desarrollada por la escritora Rosemary Sutcliff en la novela que escribió sobre el tema: "El Águila de la novena legión" (1954). La inspiración de Sutcliff a la hora de escribir la obra fue el descubrimiento, en el siglo XIX, de un águila de bronce en las excavaciones arqueológicas en la ciudad de Silchester. Un poco más tarde, en el año 1955, el arqueólogo e historiador Ian Richmond defendió la idea de que la IX legión Hispana fuera disuelta por Adriano durante su visita a la provincia britana en el año 122 tras haber sufrido la unidad diversas derrotas. Es, sin duda alguna, la versión de Rosemary Sutcliff de la destrucción de la IX Hispana en su marcha hacia el norte de Britania la que ha quedado grabada en la imaginación popular como un hecho histórico contrastado.

Pero los datos históricos se alejan de esa postura y apuntan su posible presencia en la revuelta judía de Bar-Kokhba, (132-135) que obligó al emperador Adriano a desplazar unidades militares de otras provincias para hacer frente a los rebeldes, otorgando la dirección de las operaciones al gobernador de Britania Julio Severo. Algunos historiadores han defendido la idea de que la IX Hispana hubiera podido partir en el año 134 hacia Juda junto con el gobernador de la provincia, en la que tras sufrir numerosas bajas la unidad sería disuelta. Salvo que, aunque el traslado de Julio Severo está documentado, la marcha de la IX Hispana no.



Otra hipótesis surgió tras descubrirse un diploma militar datado el 8 de febrero del año 161 d.C., durante el consulado de Quinto Numisio Junior. Si este cónsul fuese el mismo que el conocido por otra inscripción con el nombre de Q. Camurio Numisio Junior, que fue tribuno de la IX Hispana, se podría suponer que la IX Hispana existía en los años 135 o 140 d.C. Situaríamos así su desaparición en el desastre de Elegeia (Armenia) del año 161, donde, según Dión Casio, una legión romana fue destruida a manos de las tropas partas dirigidas por el general Cosroes. O, no.

De lo único de lo que estamos seguros es que la legión IX Hispana ya no estaba en activo al inicio del reinado de Marco Aurelio, ya que no aparece en la famosa inscripción del año 162.


Bibliografía:

"Historia de la IX Legión Hispana" Jorge Pisa Sánchez.
"Historia y Vida" Num. 286: "Historia de las legiones romanas de Hispania" por Julio Rodríguez González.
"Batallas en Las Merindades" de Aitor Lizarazu Pérez y Felipe González López.
"Legio IIII Macedonica" de Joaquín Gómez-Pantoja.
"Las guerras cántabras en las fuentes" de Joaquín González Echegaray.





lunes, 14 de julio de 2014

¿Saben, de verdad, qué se celebra en la fiesta del Capitán?

Alfonso VIII, héroe de las Navas, favoreció a Frías con fuero y privilegio propio, tanto civil como judicial. Alfonso X lo corroboró y Frías brilló. Sus moradores serán hijosdalgo, no pagarán impuestos y resolverán sus pleitos ante jueces propios en el atrio de la iglesia de San Vicente. Era el año 1200.



En 1285, Sancho el Bravo dispone que Frías tenga su mercado semanal los sábados. Llegó a alcanzar 12.000 habitantes (fantasía de G. de Argaiz) y tuvo nueve molinos harineros, dos de aceite de linaza, tres batanes, una cardería de lana basta, varios telares de lienzo, una fábrica de curtidos, una papelera, dos hospitales y dos monasterios... Su cabildo parroquial, en solicitud de colegiata llegó a disponer de diecisiete clérigos.

César Alonso de Porres Fernández, en su libro "El buen conde de Haro, don Pedro Fernández de Velasco", relata que, tras la batalla de Olmedo (19/05/1445) donde Juan II de Castilla derrota a Juan de Navarra, el rey por documento firmado en Atienza en 1446 concede al conde de Haro las villas de Cerezo del rio Tirón y de Frías (esta a cambio de Peñafiel).

La ciudad reacciona en 1449 pretendiendo integrarse en la Hermandad regional que el propio rey trata de organizar con lugares de Vizcaya, Mena, Losa, Valdegovía, Hermandades de Álava y Santo Domingo de la Calzada y Pancorbo, pero que no llegará a cuajar.

Con estas el Condestable intentará tomar posesión de la ciudad al año siguiente. La dura oposición del vecindario busca evitar la pérdida de su libertad y el abuso en el cobro de los impuestos. Hay muertos, se recurre al rey recordándole sus promesas, pero no sirve de nada. Piensen que Frías, problemática pero estratégica, permitirá al conde de Haro tener una fortaleza frente a posibles insubordinaciones de Las merindades.

Inicialmente su hermano, o primo, Fernando estuvo al frente de los 1.000 peones y 300 jinetes que cercaron la Frías y que se organizaron en Valmaseda. Al alargarse el sitio (¿torpeza del hermano?) el propio Pedro tomó el mando. Ante la resistencia local recurrió a talar los árboles de los alrededores, derribó casas, algún molino y trató de bloquear la entrada de alimentos. Con el apoyo del rey mantuvo el cerco durante cuatro meses hasta que los cercados capitularon por hambre y sed.

La ciudad se entregó el 4 de septiembre de 1450. Entre las capitulaciones figuran:

  • La ciudad será parte del mayorazgo principal de los Velasco.
  • El conde guardará todos los usos, costumbres, libertades y privilegios preexistentes.
  • No habrá nuevos tributos.
  • Que el alcalde, escribano y merino serán vecinos de frías.


Tradicionalmente se dice que el 24 de Junio, festividad de San Juan Bautista o el domingo más cercano (desde el año 1964), se celebra la Fiesta del Capitán para conmemorar aquella batalla. La conmemoración viene celebrándose desde los mismos días del acontecimiento como indica la ordenanza nº. 43 de la ciudad (año 1481).



Y si la ciudad se tomó en septiembre ¿por qué se celebra en Junio? Puede ser por el ritmo de los trabajos del campo, aprovechar que hay fiestas en San Juan o por la desaparecida iglesia de San Juan, frente al monasterio de San Francisco, que sirvió de defensa en la retirada de los de Frías. Los documentos no vuelven a mencionar esta iglesia posteriormente, de lo que podría deducirse que sería arrasada por los sitiadores, e idealizada por los vecinos. Otrosí, las Bienandanzas e Fortunas dicen que el cerco se inició en julio, o sea, cerca de San Juan.

Pero esta fiesta es una amalgama de elementos de dispar procedencia unidos por el recuerdo de la guerra. ¡Son de prácticos estos Fredenses! El sustrato es la confrontación de 1450 pero hay otros acontecimientos que han influido: La guerra de la independencia y las guerras carlistas. Estas dividieron en "liberales" y "Carlistas" a los vecinos del pueblo. Al comenzar la primera los voluntarios realistas de Frías se sublevaron al mando del brigadier Echevarría. A fines de 1833 se calmaron las cosas fruto de la ejecución del dicho canónigo-brigadier Echevarría, capturado en Medina de Pomar el 17 de noviembre, y la de don Hilarión López de la Riva, capturado en Revilla del Campo en los primeros días de diciembre.

Frías estuvo en contra de los carlistas de cuyas incursiones se defendían desde el castillo y el desaparecido convento de San Francisco. Tendríamos así la explicación al hecho de que la bandera del Capitán se bendijera en dicho monasterio y que antes de comenzar la fiesta dé una vuelta con ella al cercano crucero, hoy arrinconado a la subida de la ciudad.

Año 1932

De hecho, las ropas del Capitán son una amalgama en la que predomina la indumentaria de los años napoleónicos mezclada con la de las guerras carlistas, especialmente la primera de ellas. Obviamente anacrónico. ¡Como la bandera! que no coincide con la que tuvo Frías en el siglo XVI (verde con un castillo blanco sobre un puente). En cambio los danzantes visten de forma similar a los danzantes de Salas de Bureba y de algunas zonas de los territorios forales vecinos.

"Son cuatro muchachos de 18 a 20 años, vestidos de blanco. Su camisa acaba en una especie de enagua bordada y planchada con almidón, que les llega más arriba de las rodillas. Les cruza el pecho una banda de seda de color vivo. Llevan cinturón corriente de cuero, colgando de él, un pañuelo de color fuerte. Al otro lado del pañuelo, otros cintajos. Al cuello, chalina de seda de tono vivo también. En la frente otro pañuelo rojo; en un lado, flores, en otro, entre el pañuelo y la frente,...un cigarro puro. Estos danzadores están todo el día bailando y echando entradillas a las chicas, y sobre todo a los forasteros y a las personas de calidad que sueltan con facilidad monedas por las entradillas" Así los describía Antonio José Martínez Palacios quien no se limitó solo a destilar ironías sobre esta fiesta sino que recogió musicalmente todos los elementos de la misma (entradillas, pasacalles, danzas e incluso otras tonadas y canciones) que luego ofreció en su "Colección de Cantos populares Burgaleses".



Según Eduardo de Ontañón: "(...) Inmediatamente de elegido (el capitán) se pone en sus manos la bandera, una percalina blanca cruzada por franjas oscuras, y se le viste de uniforme probablemente procedente de «la francesada»: levita de paño (Azul) con hombreras, pantalón blanco y sombrero bicorne de jefe de 1830". Y espada.

Aunque la descripción del señor Martínez Palacios, amigo íntimo Eduardo de Ontañón, relata que "El capitán es un mozo elegido por el pueblo entre los más fornidos y de más limpia conducta, a quien se hace héroe de la fiesta durante el día de San Juan. Va vestido con pantalón blanco, una levita de gala de uniforme de capitán de la guardia civil...hombreras grandes de almirante de marina, espadín y un gran bicornio de uniforme imaginario. Este capitán es una verdadera facha con lo absurdo de su vestido y lo mugriento de su ropa. Lleva una bandera rara que flamea con energía".

Consta por los documentos parroquiales que una calle cercana a San Francisco se llamaba de la Judería, después de la Cuesta y por 1840 se llamará del "Convenio". En ella está la piedra en la que se planta la bandera durante la fiesta. El cambio de nombre y la colocación de la bandera no pueden tener otro sentido que completar la fiesta con la celebración de la deseada paz de Vergara. Por cierto, la tercera guerra carlista volvió a afectarles.

La fiesta comprende varios días: la víspera de San Juan se elige el Capitán y al día siguiente el pasacalles. Antiguamente era la junta de nobles (entre los que se escogía obligatoriamente el Capitán), celebrada el día 23 de junio en el convento de San Francisco, escogía dicho Capitán a propuesta de su procurador. Luego se eligió entre los quintos o por (incluso entre) los danzantes y hoy es una persona vinculada con la ciudad que se elige por aclamación y que debe mostrar sus habilidades tremolando la bandera. El acto se celebra en la plaza de armas del castillo.

Elección del Capitán (ZáLeZ)


No voy a describir todos los pasos de la fiesta (ya percibo los suspiros de alivio). Resumamos: se elige al capitán, pasacalles nocturno, diana, misa "de la bandera" donde asiste la Corporación municipal en pleno que rodea al nuevo jefe. La misa busca el apoyo divino en la lucha.

El "pasacalle" que bailan los danzantes de Frías, para algunos autores, se debería a que eludieron la agresión de los franceses el 11 de julio de 1813. Para celebrarlo los mozos cantaron y bailaron por las calles (supongo que los mayores también) y encargaron misas. Lo que repetido durante varios años generaría el pasacalles.

Acabada la ceremonia, todos ellos, junto con el cura, se desayunan en el Ayuntamiento. Como curiosidad anotamos la puntualización del desconocido D.C.Q.N. en su libro "Historia de la ciudad de Frías" (1887) donde nos dice que el "Capellán toma chocolate y los demás un frugal desayuno". Después bajan a la plaza que está frente al Ayuntamiento para celebrar algo similar a un alarde. Este "ejército", precedido del Capitán, marcha hacia las afueras por la llamada calzada de la Canaleja. Llegados a la vega el Capitán anima a los chicos: "¡Muchachos, a las habas!", asaltando éstos las huertas, bien defendidas por sus dueños. El recuerdo del hambre parece reflejarse en este detalle.

Sobre este desfile comenta D.C.Q.N. que "el Ayuntamiento forma en dos filas: el Capitán toma de mano de un Ministro la bandera, que, desde las primeras horas del día, ha estado flotando en el balcón principal del Consistorio, y sin ceremonia alguna la coloca sobre el hombro izquierdo; y llevando á su izquierda á el Alcalde primero (antiguamente á el Alcalde de Nobles) y á su derecha el Capellán, marchan todos precedidos de las gaitas, los tambores, y danzantes. Para aquel momento, ya están de vuelta los muchos jóvenes, que han ido á las fuentes de la salud, y vienen cantando himnos, y diversas músicas: unos enjaezan sus caballos, llenándolos de flores y cintas, llevando además consigo algunas armas de fuego, otros de á pié y también con fusiles, ó escopetas, se reúnen á la comitiva, que va cercada de chicos menores y algunas mujeres".

Peones y jinetes se desperdigaban para reunirse, finalmente, al otro lado del puente del Ebro, en el lugar donde estuvo la iglesia de Nuestra Señora de la Puente. Allí el Capitán se destoca, saluda y todos gritan: "¡Viva nuestro Capitán!" simbolizándose la "victoria" del vecindario de Frías en la guerra de 1450. Hay que señalar dos hechos: la victoria (realmente pacto) y los cumplidos que el Capitán hace al presidente y la figuración por dos veces de tres cruces con su bandera, forma habitual de jurar y firmar los pactos en la Edad Media.

La vuelta se realiza por el camino de la Rueda que asciende desde el puente de la ciudad. En la antigua parroquia de San Juan están esperando los ancianos y mujeres (no beligerantes). Simbolizaría el refugio en la iglesia con el botín, perseguidos por los del conde. Se reza un responso y Padrenuestro por los caídos.

Cojamos la descripción de D.C.Q.N. "Desde este momento ya los vivas son atronadores; y todo es alusiones al triunfo. Salvas de los jóvenes: ecos alegres de las campanas-esquilones, que anuncian las buenas nuevas, cohetes, gritos y bailes de chicos y chicas que suben danzando: armonías de algunos instrumentos músicos: endechas dirigidas al capitán: Todo, todo en fin, es alegría y entusiasmo. Todo en conjunto tierno y patético.(¡Qué misterio encierra esto!) Así que el forastero, que por primera vez llegó á presenciarlo, no pudo menos de exclamar. Pero es, ¿qué este pueblo se vuelve loco en este día? Y, si objetos de mayor interés no llaman su atención se deja arrastrar, envuelto entre aquellas turbas de locos que en medio del desorden marchan con su orden".



Ahora fiesta y pasacalles hasta la Plaza Mayor, donde el Capitán repite evoluciones con la bandera que es colocada en el Ayuntamiento. En tiempos pasados distribuía después rapé entre las mujeres, quizá en recuerdo del reparto del botín a la hambrienta población tras el éxito militar. Hace más de cien años D.C.Q.N. lo describía así: "...(El Capitán) tiene que sacar inmediatamente del bolsillo una caja llena de rapé ó tabaco fino, que presenta al público abierta pero bien agarrada. Las mujeres todas, como las arpías, se precipitan sobre la caja para tomar cada una su polvo; teniendo que bregar con ellas el pobre capitán hasta que le dejan molido".

Sigue la fiesta con misa mayor, danzantes, entrega de "la capitana", y baile de la pareja, corporación y sus cónyuges y el pueblo. La capitana, hasta el año de 1834, debía pertenecer a la clase de los hidalgos, y aun en esta clase tenía que ser de alguna de las familias de más prestigio. El Ayuntamiento convida al Capitán a una cena en la sala capitular cuyo menú consiste en habas frescas, cordero y como postre ricas cerezas.



Con relación al baile con "la capitana" retomaremos las palabras de Antonio José: "(...) delante del Ayuntamiento bailan los dos (Capitán y Capitana). Momentos antes toca la gaita una entradilla, mientras el capitán se quita los guantes solemnemente... La tonada del baile del capitán se repite innumerables veces, hasta rendir a los bailadores. Precisamente en retrasar este momento está su prestigio. A veces en este baile, el pueblo manifiesta su desagrado si el capitán se fatiga pronto, y suele entonces mandarle un aviso...para animarle. Cuando termina el baile del capitán y la capitana, sale el Ayuntamiento en pleno y baila cada uno frente a su moza, como si fuera un rito. Por lo general, los concejales son viejos y las mozas son muchachas jóvenes y guapas. Luego baila todo el pueblo".

Una nueva ronda por las calles del pueblo, en especial la del Convenio, en la que habría una gran piedra en el pavimento con un agujero para que el Capitán hinque momentáneamente la bandera. Después continúa el recorrido y la fiesta hasta la noche.

Art. revista Estampa 1932 (1)

Art. revista Estampa 1932 (2)



Bibliografía:

"Historia de la ciudad de Frías" (1944) de Agustín Villasante.
"Memorial de la ciudad de Frías" de Agustín Villasante.
"Historia de la ciudad de Frías" (1887) por D.C.Q.N.
Revista ESTAMPA  del 08/07/1933. Artículo de Eduardo de Ontañón.
"La fiesta llamada "del Capitán" en Frías (Burgos) de Jaime L. Valdivielso Arce publicado en Revista de Folklore Num. 159 (1994)
"Batallas en Las Merindades" de Aitor Lizarazu y Felipe González.
Blog: ZáLeZ 


lunes, 7 de julio de 2014

Una muestra de cariño: Arenillas de Ebro (o Hebro)

Arenillas de Ebro Años `40

Ante nosotros tenemos un pueblo del municipio de Valderredible (Cantabria), con capital en Polientes, que descansa en la margen derecha del río Ebro vigilado por la peña Camesía. No aparece en el Becerro de Behetrías pero, seguramente, el lugar estuviese poblado ya en la alta edad media dado que se conocen dos antiguos despoblados en el entorno (Santillana y San Pedro) y una necrópolis junto a la Iglesia de Santa María. En la zona del Roble del Rey existirían los restos de una torre que controlaría el paso a través de un vado en el Ebro.

El subsuelo está formado por depósitos de arenas sedimentarias transportadas y alojadas por la acción del río. Con ello, el nombre derivaría del término íbero "arn" (piedras pequeñas o arenas) de donde pasa al latín arena; o, tal vez, del término celta "arnilla" (colmena) que nos hablaría de un lugar con colmenares.

Arenillas de Ebro (misma serie 2)


Ya lo sé. Estamos fuera de Las Merindades pero, dicho para mi descargo, no tan lejos como Brañosera y, además, es "una muestra de cariño".

En el Catastro de Ensenada, que aquí fue cumplimentado el 12 de agosto de 1754, nos informan que era una villa de realengo perteneciendo las rentas a la corona y no a señor alguno. Su extensión era de 9.202 varas castellanas que traído al sistema métrico son 7.692 metros.

Gracias a este documento conocemos a algunos de los que vivieron en esos años: Juan García que actuó como testigo y que era de Rucandio; Anselmo Matías también como testigo; Lorenzo Bustamante de 38 años y que era el regidor; Santiago Gutiérrez, el mayor, de 66 años y Santiago Gutiérrez, el menor, de 40 años ambos vecinos y labradores; Y Francisco Calleja de 56 años.

La comisión la formaron Basilio de Adrados, geómetra agrimensor, como perito, y Pedro José de Lanuza y Sotelo como fedatario.

Arenillas de Ebro


Ellos nos presentan las tierras, de secano; su producción de trigo, cebada, centeno y yerba; describen el monte y la calidad de las tierras cultivables; indican la existencia de ganado mayor y menor; la producción por tipos de tierra... Al fin y al cabo es un censo económico-fiscal. En este sentido, el catastro recopila el precio de las distintas fanegas: Trigo 15 Reales; Centeno 12 Rs; Cebada 6 Rs; y hierba 15 Rs. Una vaca 60 Rs, un cordero serían 6 Rs y la arroba de lana (unos 11`50 kg) a 25 Rs. También detalla la producción de miel: 86 colmenas que producían unos 3 Rs/año y que eran propiedad de Ana de Estrada (1), Lucas Cuesta (1), Isidoro de la Torre (3) y don Santiago Gutiérrez (81). ¡Visto esto podría ser que fuese por las colmenas!

La relación de animales domésticos plasma un pueblo con posibles: Bueyes de labrar, vacas, yeguas de vientre, ovejas, carneros, borregos, machos cabríos, cabras y cerdos. No solo eso, sino que nos informa de la tributación, diezmos y primicias sujeta a cada producto. Sin ánimo de ser exhaustivo podemos indicar que de cada 10 fanegas una y lo mismo con los corderos. Y, por supuesto, dado que son tributos eclesiásticos nos da los beneficiaros: El Arzobispo de Burgos y el cura párroco de Arenillas: Don Francisco Ruiz Habamuel.

Son registrados los vecinos según su estado: Diez del estado noble, uno del general y otros tres que llama habitantes y divide en un noble y dos del general. Arenillas tiene 15 casas, trece habitables y dos arruinadas. Este par son propiedad de Andrés Gonzalo (de Rocamundo) y de Francisco Saiz (de Santa María ¿?) y carece de alquerías y de casa de campo. Sus vecinos poseen como bosque comunal el Monte del Roble, alto y bajo, que tiene prohibición de tala usándose solo para hierba.

Este pueblo acomodado tenía como carga tributaria del concejo 321 Rs (detalla su distribución) y como servicio ordinario a la corona pagaba 5´24 Reales.



Para el solaz de los residentes disponía de una taberna regentada por María San Juan que pagaba por derechos de venta de vino un total de 150 Rs. Carecía de hospital, cambistas, tenderos, oficios varios (albañiles, veterinarios, jornaleros, criados, etc.), monjes (ni monjas) y de pobres de solemnidad. Consta un escribano real llamado Julián Gómez que cobraba anualmente 2.200 Rv. y la presencia de cinco alimañeros (2 Rv.) y un pastor para ovejas y cabras (2 Rv. y utilidades).

Unos años después, en el diccionario de Miñano, Arenillas de Ebro forma parte de la provincia de Palencia (todavía no tenemos la distribución de Javier de Burgos), partido judicial de Reinosa y arzobispado de Burgos. Constan 19 vecinos que se convierten en 72 habitantes y el pueblo contribuye al sostenimiento del ayuntamiento de Valderredible. Dicho ayuntamiento estaba, y está, en Polientes cuyos habitantes eran descritos como "poco industriosos y malos labradores pero despejados y litigantes". Lo tenemos a 1/2 legua de Arenillas.

El diccionario de Madoz (1850-1860) tocaba aspectos más cromáticos fijando en letras de molde expresiones como "clima sano", "las casas que lo componen son de mediana construcción" o "una fuente de buenas aguas de que se surte el vecindario para su consumo doméstico". El camino hacia Sobrepenilla y Olleros atraviesa el pueblo. Tiene 85 habitantes.

Entre Madoz y la Ensenada han pasado unos cien años y vemos que siguen produciendo trigo y cebada pero ahora se añaden las legumbres. Sobre qué ganado tienen no se detalla quedándose en la expresión "vacuno, lanar y de cerda". Como novedad la pesca: truchas, anguilas y otros peces menores. Bueno, y que contribuye con el ayuntamiento del valle.

Iglesia de Arenillas de Ebro (Google)


Durante las guerras carlistas partidas de los diferentes pretendientes se movieron por la zona, accediendo desde Las Merindades de Burgos. En la última guerra civil, mientras duró el frente norte, este pueblo estuvo, literalmente, bajo la línea de tiro por la disposición orográfica de los ejércitos contendientes. La composición de esos ejércitos hizo que solo hubiera daños menores. Ni siquiera se destruyó el puente que une la carretera de Polientes con los pueblos de Arenillas y Villota. Cuentan los vecinos de Arenillas que uno de ellos arrancó las mechas colocadas por los republicanos. Seguramente la fiesta de ese año 1937 celebraría el fin de la guerra en su zona. Tradicionalmente se celebraba durante los días 19 y 20 de agosto pero, según afirmación de Juana López Santamaría, fue su abuelo Felipe Santamaría quién movió la festividad al último domingo de agosto.

No podemos olvidarnos de la joya que representa la iglesia románica de Santa María (finales del S.XII). Un pequeño templo de una nave, con ábside rectangular cubierto con bóveda de cañón, arco triunfal apuntado, espadaña y tejado a dos aguas, tanto en la nave como en el más bajo ábside, y que primitivamente sería de madera. Resulta tan representativa que ha sido recreada para manualidades.

Los canecillos de la cornisa de la nave y la cabecera son de caveto (Moldura cóncava cuyo perfil es un cuarto de círculo) y entre ambas se aprecia un contrafuerte prismático. En el muro sur, en la cabecera, encontramos una ventana rectangular abocinada, que puede ser un añadido. En el muro este encontramos otra ventana ¿original? ya que es de arco de medio punto, abocinada, pero con una cenefa continua de ramas.

Planta


Labrada en piedra arenisca carece de decoraciones escultóricas a excepción de la talla de la ventana del ábside a base de palmas que suben por las jambas. Ha sido agrandada por el norte en los siglos XV-XVII, dando lugar a una sacristía adosada, pero se aprecia cómo fue la planta inicial. En el exterior se ve la puerta con guardapolvos sobre imposta de cimacio (típico elemento arquitectónico medieval), en línea con la pared, y en el muro sur una cornisa con canecillos de proa de nave. Al pie de la nave hay una escalera labrada para acceder a la espadaña. En ella apreciamos dos cuerpos y dos troneras de arco algo apuntado con chambrana. El remate triangular del hastial aparece sesgado.



Esta iglesia, dedicada a la advocación de Nuestra Señora de la Ascensión, es pequeña y de buena fábrica, lo que hace suponer que dependía de algún monasterio importante como podría ser el de San Martín de Elines. La influencia del estilo cisterciense se aprecia en el ábside, así como el inicio de un gótico incipiente, en los arcos apuntados.

La pila bautismal es troncocónica con un corto fuste y una decoración de tres molduras lisas. Quizá participe del periodo en que se datan muchas otras de Valderredible cuando se meten las pilas bautismales en las iglesias. Las que nos han llegado están talladas en un bloque de arenisca y, dado el volumen de agua a contener, se sumergiría al niño completamente. La pila de la iglesia de Arenillas de Ebro la encontramos frente a la entrada en un departamento diferenciado que se solía cerrar con balaustres de madera. Pero pudo no ser este su lugar originario dado su reducido tamaño y poca luz.

El pueblo ha soportado muy bien la despoblación de los años que van de 1950 a 1970 manteniendo en estos momentos veinte vecinos (fuente INE 2013) y un apreciable número de casas habitadas tanto por los veraneantes como los avecindados.

Ya está.

Bibliografía:

Catastro de Ensenada.
Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal (1826-1828) de Sebastián Miñano y Bedoya.
"Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar" de Pascual Madoz.
Romanicoenruta.com
"Las pilas bautismales románicas de Valderredible" Miguel Ángel García Guinea



Dedicado a los descendientes de la casa de Guadalupe Santa María y de Fidel Santa María, hijos de Felipe Santa María. O Santamaría.


miércoles, 2 de julio de 2014

Alfonso III "el Magno": Tiempos de cambio (del 866 al 910)

Alfonso III quien dio significado al concepto de Reconquista con un talento político insuperable. Frente a él un emirato de Córdoba que dominaba la mayor parte de la Península. Luego estaban los Banu-Qasi, momentáneamente sumisos a Córdoba, y los condados aragoneses y la marca hispánica carolingia. Al norte Asturias con distintos tipos de territorios: los controlados políticamente, los objeto de repoblación y los que estaban bajo presión militar musulmán. Y, además, era la sociedad más dinámica.

Escultura portuguesa de Alfonso III

¿Por qué era la más pujante? ¿Qué es lo que hace a una sociedad más expansiva que otras? Aquí entran factores demográficos (mucha población en poco sitio), económicos, sociales (mayor libertad de los colonos), políticos y culturales (Mozárabes que huyen del sur moro al ver a Asturias alternativa al islám) que vale la pena mencionar, para entender mejor las cosas. Tal como lo hemos explicado lo entendió Alfonso III y estructuró el mensaje: La reconquista de la hispania perdida. Y ése fue el mensaje de las tres crónicas que Alfonso III ordenó redactar: la Albeldense, la Profética y la De los Reyes Visigodos.

Alfonso III será coronado con 18 años (14 para otros autores) venía de gobernar la difícil Galicia y dirigido la repoblación de extensas áreas de Orense. Su padre Ordoño había preparado lo impensable: un sucesor hereditario. Pero las viejas inercias influyeron y un conde gallego (¡Gallego!), Fruela Bermúdez, de Lugo, se alzara en armas y ocupara el trono.

Genealogía de Alfonso III

El joven rey se vio obligado a abandonar Oviedo; buscó refugio en Castilla, la tierra del conde Rodrigo. Desde Castilla, Rodrigo reunió a sus huestes y marchó sobre Oviedo. Los hombres de Fruela, al ver al ejército de Rodrigo con Alfonso a la cabeza, abandonaron el campo. El conde de Lugo trató de huir pero atrapado fue “eliminado”. Inmediatamente después de la rebelión del conde de Lugo surgen otros levantamientos en tierras vasconas encabezados por magnates locales.

Uno de esos magnates se llamaba Eilo o Egylon. Lo sabemos porque Alfonso fue allí, venció y sometió a los insurrectos, y al tal Eilo se lo trajo cautivo a Oviedo como señal de triunfo. Una vez más, con Alfonso estaban también en aquel trance sus fieles caballeros y, en cabeza, Rodrigo de Castilla. Suyo, sí. Heredados de su padre, rey al que sus parientes (hermanos, cuñados o lo que fueren) Gatón y Rodrigo, condes del Bierzo y de Castilla respectivamente, debían de guardarle una fidelidad a toda prueba. Y Ordoño daba a las fidelidades personales una importancia fundamental: Gatón sale derrotado en el Guadacelete y Rodrigo en La Morcuera, manteniendo sus prebendas. Por cierto, no consta que Alfonso III tuviese hermanos, por si a alguien le suena la leyenda de que cegó a sus hermanos traidores.

Y por encima de todos estos leales, Rodrigo, el conde de Castilla, que ve cómo su jurisdicción castellana se engrosa con un nuevo cometido: Álava, un territorio hasta entonces difuso que pasaría a ser condado singular dos años después, cuando muera Rodrigo.

¿y qué hacía el emir de los creyentes? Muhammad tiene un objetivo: frustrar la repoblación al sur de la Cordillera Cantábrica, y especialmente en las desguarnecidas tierras castellanas y alavesas. Así se suceden las aceifas moras por tierras de Alava y Castilla en 867 y 868, que coinciden con tensiones dentro de Asturias. Tratará de sacar tajada de la bisoñez de Alfonso III atacando, infructuosamente, León y el Bierzo.

Pero... ¡Vaya con el bisoño! Pacificado el interior , Alfonso III actúa para:
  • Afianzar la repoblación en las áreas donde ello es posible y avanzar sin desmayo hacia el sur: Portugal, el Duero y confirmación de presuras campesinos y de monjes. La conquista de Deza y Atienza cierra las incursiones de los moros al norte y la repoblación, en Castilla, podría seguir avanzando al sur de Alava, Burgos y La Rioja no se detiene. Tras la desolación de los años anteriores por las aceifas, la vida bombeaba a ritmo constante en Castilla. Consta, por ejemplo, que en el año 872 hay movimientos en la abadía de San Martín de Escalada, en el norte de Burgos, y se menciona expresamente al conde Rodrigo.
  • Debilitar al emirato explotando al máximo las rivalidades dentro del campo musulmán: Pactos con los sublevados de Mérida (el muladí Ibn Marwan) y con los Banu-Qasi del Ebro, dejando al emir de Córdoba literalmente rodeado de enemigos.
  • Alianzas con las coronas cristianas: Alfonso contrae matrimonio con una hija de la casa de Pamplona. Sancha Jimena Amelina Garcés es hija del rey de Navarra García Iñiguez I, el mismo que había sido secuestrado por los vikingos y que había orientado su política hacia la alianza con Asturias. Tenía veintiún años en el momento de su matrimonio (en 869), dará a Alfonso seis hijos, cinco varones y una mujer: García, Fruela, Ordoño, Gonzalo, Ramiro y Sancha. Tres de ellos llegarán a reinar.
  • Militar: resistir, primero, y acosar después al emirato, hasta conseguir que la iniciativa guerrera pase al bando cristiano: Victoria de Polvoraria (Benavente)... En sólo diez años Córdoba pedirá una tregua. Esta tregua de 878 fue el mayor triunfo político del reino de Asturias en toda su historia. Alfonso la aceptó. Duraría tres años. Tres años en los que el rey de Asturias, por supuesto, no iba a estarse quieto. Por eso se ganó el apelativo de El Magno.

La morisma pedía una tregua ¡la primera! Y Asturias no iba a desperdiciar la ocasión. Una tregua solo es un alto en las hostilidades que sirve para preparar la guerra. Alfonso, que tenía todos los triunfos en la mano y era perfectamente consciente de su superioridad, impuso las condiciones: tres años de tregua y una fortuna en oro por la libertad de Hasim, el primer ministro del emir, preso en Oviedo desde varios meses atrás. No obstante, Muhammad no pagará ni un dinar; será Hasim quien tenga que pagar íntegro su rescate. Alfonso, rey de un estado sin moneda, pidió cien mil dinares de oro que le pareció una cantidad brutal... y para Hasim que le resultó muy difícil pagarla, aún siendo andalusí. Dejó en Oviedo a dos hermanos, un hijo y un sobrino como rehenes mientras reunía el dinero.



Córdoba heredó el sistema económico de la época goda, asentado sobre una red de comunicaciones, centros urbanos y áreas de producción que venía de tiempos de los romanos. Había riqueza, el dinero circulaba y la fértiles vegas del Guadiana, el Guadalquivir, el Ebro y el litoral mediterráneo garantizaban una cierta abundancia. Incluso había empezado a nacer, al calor de los centros urbanos, una incipiente industria que ya era algo más que artesanal. Hoy sería el primer mundo, como podía serlo el Imperio bizantino. 

¿Asturias? Era un mundo agrario y ganadero, sin otros bienes en circulación que los productos del campo, con explotaciones orientadas a la subsistencia de pequeñas comunidades, con una red de comunicaciones muy limitada (porque las grandes calzadas romanas quedaban al sur de la Cordillera Cantábrica) y sin moneda propia acuñada (la única moneda que seguía circulando eran los sueldos de plata que introdujeron los francos cuando Alfonso II, y otras piezas de menos entidad). Puritito tercer mundo, pues.

Y ¿cómo era tan pujante? Verán, la forma en que se colonizan los territorios dará lugar a una sociedad de pequeños y medianos propietarios donde prácticamente todo el mundo tiene una casa, un huerto y un solar. Hay bienes comunales (los montes, los pastos…) que afirman la identidad de los grupos de pobladores frente a los vecinos, frente a los forasteros y también frente al poder. León y Castilla Vetula, Las Merindades, Castilla en general (no tanto Galicia) no tendrán un feudalismo como el resto de la Europa cristiana. Añadamos que la esclavitud prácticamente ha desaparecido por la influencia de la Iglesia y porque el modelo de asentamiento es el familiar.



Por supuesto, el que algo quiere algo debe dar y para defenderse (y proteger el reino) nos encontramos con los campesinos en armas: propietarios pequeños o medianos que pueden costearse un caballo y una lanza y que prestan servicios de guerra. Se los conocerá oficialmente como Caballeros Villanos. Esta sociedad será la apuesta regia que garantiza su autoridad sobre el conjunto de la comunidad cristiana. Más adelante la nobleza fastidiará la idea pero.... Ahora, Alfonso pone sus deseos repobladores en Zamora, Benavente, en Bricia y Sotoscueva. ¡Bendita tregua!

¿Más? Sí; en 880, un fuerte temblor de tierra sacudía Andalucía causando estragos en la misma Córdoba. Y en la serranía de Ronda había surgido un nuevo líder rebelde, Omar ben Hafsún, un muladí de origen godo que se había hecho fuerte en el castillo de Bobastro. Secundado por centenares de muladíes, mozárabes y hasta bereberes, Omar había empezado una sublevación contra la aristocracia árabe que daría mucho que hablar. ¿Por qué había tantos problemas internos en la rica Córdoba? Por la división social, mandaba la élite árabe que odiaba a mozárabes, muladíes y bereberes (que se odiaban entre sí) y a su vez todos estos odiaban a los árabes.



El conde Rodrigo ha muerto en 873. Castilla se extiende ahora sobre tres condados. El hijo de Rodrigo, Diego Rodríguez, gobierna desde La Bureba hasta Oca; la zona norte, en torno a Amaya, está bajo la jurisdicción del conde Munio Núñez, muy posiblemente nieto del de Brañosera y Álava, queda bajo el gobierno del conde Vela Jiménez. Los tres condes fronterizos han levantado sendas fortificaciones: Munio ha fortificado Castrojeriz, que cierra la entrada a tierras leonesas; Diego ha construido un castillo en el desfiladero de Pancorbo, y Vela ha hecho lo propio en Cellorigo, que es la entrada a la Hoz de la Morcuera, de modo que el paso hacia Álava queda también cerrado. Al este, la frontera navarra está matrimonialmente tranquila.

Los años de paz terminaban en 881, que era la fecha esperada. Ni Alfonso ni Muhammad ignoraban lo que ocurriría después. Ambos se habían preparado para la guerra. La empieza el emir atacando Galicia por mar y responde duro Alfonso. No es cuestión de relatar la epopeya total de Alfonso III pero si nos centraremos en los efectos de todo este lío en Las Merindades.

Muhammad no podía callar ante la osadía de Alfonso en el valle del Guadiana. Lo hizo en la primavera de 882. Preparó un ejército de 80.000 hombres a las órdenes de su hijo Al-Mundir y puso a su lado a Hasim ibn Abdalaziz, el ministro que había estado cautivo en Oviedo y que sin duda guardaba deseos de venganza, con el objetivo de arrasar Castilla. Primero atacó a los Banu-Qasi. Pero Ismael, el Banu-Qasi que había sido huésped del príncipe Ordoño, aguantó la embestida. Tampoco lograron tomar Tudela, donde se había encerrado Fortún, hermano del anterior. No llegaron, como era evidente, hasta Las Merindades, luchándose en la zona de La Rioja, Pancorbo, Cellorigo... solo tuvo éxito contra la medio construida fortaleza de Castrojeriz. Ahora se abría ante ellos la gran llanura que lleva hasta León y Astorga. Y terminando de una forma especial que traería cola. A partir de ese momento se inauguraba un largo periodo de paz entre Córdoba y el reino de Asturias. Una paz que definiríamos como “guerra fría” pero paz.

Castillo de Castrojeriz (Cortesía de Castillos del olvido)

Pero eso no impide que Galicia y sus revueltas y los Banu-Qasi en el este con el fiero Muhammad ibn Lope y con su hijo y sucesor, Lope ibn Muhammad intranquilicen a Alfonso III. Aunque será en el año 899, cuando Lope suceda a su padre como jefe de la casa Banu-Qasi, cuando Alfonso actué contra Tarazona y pierda. Se resquebrajaba así el equilibro estratégico de la zona. Suerte que el emir de Córdona tenía problemas internos que si no... Para cuando se libró la batalla de Zamora (901) Alfonso III estaba en forma y les ganó.

Quedaba el asunto de “los hijos de Casio”, para acabar con el jeque Banu-Qasi, Lope ibn Muhammad, Alfonso necesitaba apoyos. Necesitaba a Fortún, el rey de Pamplona. Pero Fortún no quería. ¿Por qué? Fortún Garcés I, rey de Pamplona desde 880, de la dinastía Iñiga o Arista, era el hijo primogénito del rey García Íñiguez. Siendo príncipe heredero, hacia 860, cayó cautivo del emir Muhammad. Fue llevado a Córdoba y allí estuvo preso durante largos años. Su hija Oneca fue dada en matrimonio al entonces príncipe Abdallah. Cuando García Íñiguez murió, hacia 870, y dado que Fortún aún se hallaba en cautiverio, desempeñó la regencia de Pamplona García Jiménez, de la dinastía Jimena. Fortún retornó a Navarra en 880 y ocupó el trono.

¿Por qué Fortún se mostraba remiso a atacar a los Banu-Qasi? Por miedo. Alfonso recurrió a Aragón y Pallars que sufrían también los golpes de los Banu-Qasi. En 904 Alfonso atacó los territorios Banu-Qasi, la frontera solo. Y le obligaron a cambiar de objetivo y a replegarse. Necesitaba al reino de Pamplona. Y la consiguió políticamente. En 905.

Podríamos titularlo “las ventajas de un golpe de estado”. Es difícil saber quién tomó la iniciativa, si Alfonso III, rey de Asturias; Galindo II Aznárez, conde de Aragón, o Ramón I, conde de Pallars y Ribagorza pero los tres necesitaban una Navarra inequívocamente alineada con la cruz. La mano ejecutora será Sancho Garcés, hijo de García Jiménez, el noble que había regentado la corona de Pamplona durante el cautiverio de Fortún y (¡mira qué bien!) sobrino del conde de Pallars. No solo eso, estaba casado con una nieta del propio Fortún, doña Toda Aznárez. Doña Toda, hija de Oneca, la misma que había sido entregada a Abdallah, pero que, concluido el cautiverio de su padre, volvió a Pamplona y se casó con un noble local, don Aznar Sánchez de Larraun.

Pero el rey de Asturias no paraba. Mientras metía cuchara en Navarra les hacía la cama a los Banu-Qasi en Toledo. Lope reacciona atacando Pamplona pero muere en combate el 29 de septiembre de 907. Era el fin de la dinastía de Casio.



Recapitulemos, a la altura del 909 la ganancia territorial asturiana en occidente, en Portugal, es mucha; por el contrario, es más limitada en el área oriental, en Castilla. Se han creado tres entidades territoriales: desde Galicia hasta Portugal; desde Asturias hasta León y desde Cantabria y Vizcaya hasta Castilla. La nuestra es de difícil repoblación y vida áspera, guerrera vida de frontera y, como área de expansión natural, los Campos Góticos hacia el oeste y, hacia el sur, el territorio que se extiende hasta el Sistema Central. Distintas. Y serán gobernadas de diferente forma. Castilla, seguirá siendo gobernada por condes. A principios del siglo X, ese conde es Munio Núñez, seguramente el mismo que defendió Castrojeriz en 882 y 883, y consuegro del rey, porque su hija Muniadona está casada con el infante Don García.


Pronto serán tres reinos diferentes. 

Bibliografía:

“Atlas de Historia de España” de Fernando García de Cortazar.
“Historia de España” de Salvat.
"La gran aventura del reino de Asturias" de José Javier Esparza.


Dedicado a Adrián, de asturiano corazón.