Hoy viene a nuestro espacio José
Álvarez Gutiérrez autor del libro cuyo título figura en el encabezamiento de
esta entrada. Una obra llena de información sobre la república, la guerra de
1936 y la represión que trajo la victoria de los facciosos en Las Merindades.
Pero mejor les dejo leyendo las palabras de José:
Son los dos
ejes en los que nos gustaría enmarcar el libro “Del Arrebol a las tinieblas”.
Por un lado, el viejo dicho latino de “Historia magistra vitae” diciéndonos
que la verdadera maestra, el conocimiento del pasado, es parte imprescindible
del presente, nos ayuda a entenderlo, y evita convertirnos en marionetas. Por el
otro, las palabras de Clara Campoamor “Nadie ha cuidado de enseñar a los
pueblos que la muerte y la guerra son mucho más fáciles que la paz y la vida”.
UN
LIBRO COMO ALDABA
Hay que
hablar de las guerras, porque hay muchas guerras (57) en nuestro mundo actual. Un
libro puede servir para muchas cosas: celebrar un dogma, apoyar una mesa coja o,
como Manuel Vázquez Montalván con su personaje Pepe Carvallo, para hacer fuego.
Este libro pretende ser un starter, un cebador que sirva para hablar de
las guerras y, especialmente, animar a que se recojan las historias de los
allegados, e impulsar que la prisión de Valdenoceda sea un lugar de
memoria y de paz.
Otra de las razones de publicar el “material”
de forma inacabada es “rebañar el puchero”, ampliar ese conocimiento mediante
la divulgación e intentar dar un impulso al blog, donde ir recogiendo nuevas
aportaciones desde los lectores y lectoras, como hasta ahora.
Sin olvidar ser la memoria activa de
aquellos hombres y mujeres que nos precedieron en la lucha por la libertad y la
democracia.
EL
ORIGEN Y EL PORVENIR: BLOG LAS MERINDADES EN LA MEMORIA
Hace 15
años comenzamos a recoger en la red, a través de la bitácora LAS MERINDADES EN LA MEMORIA, informaciones con la intención de conocer la dinámica con el uso de
la violencia en las postrimerías del golpe de estado del 18 de julio 1936 y los
años treinta en la comarca de Las Merindades. Un tiempo que fue una pesadilla, contra
los estándares morales de todas las culturas y que en nuestra comarca está perdido en el olvido.
Todo ello sin atadura política, ni
ideológica, ni económica, sin ninguna subvención… pero sí con muchas
colaboraciones.
El libro es fruto de un trabajo
colectivo, hecho a muchas manos. Resaltar a Luis Castro, Jesús Gutiérrez y,
especialmente, a Mauro Torres (autor del blog represión
franquista en Burgos)
y a Fernando Obregón Goyarrola autor de la serie sobre la república, la guerra
civil y la posguerra en el frente norte.
LA
PROPUESTA ES MÁS MEMORIA
El libro no
trata de bandos, sino de olvidos, recuerdos sepultados en cuarenta años
de franquismo y abandonados durante la democracia actual. No se trata de
simplificar en dos cosmovisiones maniqueas: reaccionario y revolucionario.
Y de eso se trata de
olvidos, de los “no recordados”. José Antonio Abella, en su libro sobre
el maestro Antonio Benaiges, “Aquel mar que nunca vimos”, escribe: “Unos
fueron muertos visibles, están sus fotos en la causa general, sus
nombres en sus tumbas, su recuerdo en las listas de los caídos por Dios y por
España que se grabaron y aún perduran en la entrada de muchas iglesias. Los
otros, por el contrario, fueron y siguen siendo muertos invisibles en su
inmensa mayoría. Se perdieron sus huesos en la incertidumbre de las cunetas, se
deshicieron en las fosas comunes”. No solo quisieron destruir a las víctimas,
también su memoria.
En el recuerdo hay lugares que son imposibles si alguien cercano no te los
indica. Especialmente tres vivencias: la de los MILICIANOS de la
República que murieron en el frente o en el despecho de la rendición; el EXILIO,
estas personas desaparecieron de su lugar; y esos otros olvidados que
son los MAQUIS, exterminados por medio de una venganza.
Además, las
ZONAS GRISES de la represión. Durante todo el franquismo se produjo una
extrema violencia de persecución. La violencia política del poder
desempeñó un papel determinante en las relaciones sociales durante la
Dictadura. Zonas grises de la represión: Pillaje, saqueo, multas,
responsabilidades civiles, confiscaciones, incautaciones, suscripciones
patrióticas, requisas, exacciones económicas, ricino, peladas... VIOLENCIA
COTIDIANA.
NUESTRA
COMARCA, LAS MERINDADES
Una comarca compuesta por 440 pequeños pueblos en 27 municipios en
los que vivían 50.493 habitantes, y una superficie de 2.821 km². En 2024, tenía
que hoy menos de la mitad 21.951. habitantes.
Cuando se
habla de la historia de esta comarca, nos hemos empeñado en contar su pasado
prehistórico, lo romano, lo medieval, los Velasco… pero hemos ignorado el
pasado más reciente de nuestras abuelas y abuelos. Cuando se habla de historia
en Las Merindades se suele pecar de exceso de etnografía o acudir a un
trillado, a la vez que incierto, glorioso pasado del Cid, el Castillo de
Medina, la Ciudad de Frías, el cronicón de Oña, o de los usurpadores
Velasco y Salazar.
Pero lo que
resulta terrible de los años de la Guerra Civil de 1936-1939, es que la causa
de muerte más importante de los que no tuvieron sitio en la cruz de los caídos
expuesta en las iglesias, no fue la guerra, sino la limpieza política en la retaguardia.
Sobre todo, en pueblos pequeños donde verdugo y víctima eran conocidos. Así,
todavía se percibe el miedo que dificulta sacar a la superficie lo acontecido
en la comarca en 1936. Una calamidad sobre la que nuestros abuelos y abuelas
han callado.
Si no
hablamos con libertad, si no compartimos y verificamos los recuerdos, es muy posible que
lo peor de la historia pueda repetirse. En aquella época Las Merindades
tenía el diez por ciento de la población de su vecina Bizkaia, unos 50.000
habitantes y mayor superficie de 2.800 km², pero en todo ese territorio
limítrofe no hay tantas fosas de civiles, ni tantas personas paseadas o
desaparecidas como aquí.
EL
CONTENIDO
Son tres
partes las que configuran el libro. Una primera sobre la vida en la comarca
durante el tiempo republicano, una segunda que recoge las consecuencias del
golpe de estado del 18 de julio de 1936: guerra y represión, y finalmente unos
anexos con datos diversos.
Los capítulos de
la parte inicial, ALFA, recoge el escaso reflejo en la prensa de los pueblos
pequeños. Nos habla de un
mundo necesitado, pero resiliente y esperanzado. Una sociedad conectada a un
mundo en crisis económica y política.
Los
municipios de Las Merindades eran en 1931 más grandes que ahora en población, pero
con un nivel de vida rayando en la supervivencia, donde el apoyo y la pensión
eran los hijos, sin agua corriente ni redes de saneamiento. El índice de
analfabetismo era alto y había poco entretenimiento más allá de unas boleras.
En muchos pueblos la comunicación se limitaba a una radio y tampoco había
teléfonos, sólo algunos telégrafos, y las noticias viajaban de boca a boca. El
movimiento era limitado, los transportes resultaban difíciles y caros.
La república no
fueron multitudes entonando el Himno de Riego, pero tampoco las quemas de
iglesias. Enrocada en el XIX la oligarquía no bajó del monte, no generó un
conservadurismo comprometido con la democracia.
Así a lo largo de diez
capítulos recogemos la llegada de la II República Española; la economía maltrecha
que rodeaba al país; y la irresoluble cuestión agraria. También la importancia
de la escuela, la vida cultural y la religión. Damos un paseo sobre las
elecciones, los grupos políticos, la cuestión autonómica y el sindicalismo.
Para finalizar con anécdotas sobre como pasaba la vida en la comarca.
La segunda parte, OMEGA, recoge las consecuencias del golpe
de estado.
El tercer domingo de junio de 1936 en un momento crucial de la faena agrícola,
España quedó sumida en la gran calamidad que es la guerra, un conflicto bélico
enmarcado en un fanatismo sin parangón y que fraguó una posguerra de cuarenta
años terrible.
Si la dureza
de la guerra es una experiencia de inigualable dolor, la violencia ejercida
sobre la población civil eleva la crueldad. Más aún, en los pequeños pueblos
donde el asesinato del vecino convierte la vida en un infinito suplicio, donde
el miedo apaga el recuerdo. Serán las dificultades de la vida de “los rojos”,
persecución emprendida por mucha “gente de orden”, con familia e intereses que
han disfrutado en la impunidad y que llevó a muchos vecinos a la emigración.
Los dos primeros capítulos hacen hincapié en la Guerra
incivil, desde golpe de estado y la resistencia, y repasa a algunos combatientes.
A continuación, en cinco capítulos se repasa el sistema represivo franquista: El
camión de la muerte; penas de muerte; el penal de
Valdenoceda; otras prisiones y los batallones de trabajadores; el exilio lejos
y cerca; las vidas en silencio a las que se sometió a toda la población; el
expolio laboral, económico y cultural; y, finalmente, un repaso a los
beneficiados.
Y
finaliza con THETHA, los apéndices. Donde recogemos el listado de gentes de Las
Merindades muertas, asesinadas, caídas en el frente, muertes en las cárceles,
civiles caídos por la guerra a la espera de una biografía que honre su memoria…
Incluimos la recopilación de las fosas de Las Merindades conocidas, estudiadas,
por estudiar, oídas… Y, finalmente, algunas pequeñas biografías recogidas en el
blog.
LA
NECESIDAD DEL LIBRO, LA IDEA DE EUROPA EN PELIGRO
Europa ha
sido el resultado de muchas guerras. La última guerra fue la victoria de los
antifascistas. Así, Europa de la posguerra era el sueño de un mundo en paz, a
partir de un proceso posnacional. Concebida después de la Guerra Mundial para
superar el nacionalismo y crear una forma política no identitaria, sobre los
principios de humanismo ilustrado y la justicia social.
La marea
ultra amenaza con cambiarlo todo. Volver a la Europa nacionalista que plantean
los ultras nos retrotraería a los inicios del siglo XX, momento que trajo la calamidad
de las guerras mundiales. El leonés Julio Llamazares recuerda que “lo peor
de perder la memoria, es volver al punto de partida, que no es lo mejor”.
En España,
por el contrario, la guerra la ganaron los enemigos de la libertad, y de ese modo,
aquellos golpistas durante cuarenta años se regodearon de su victoria. En nuestro
mundo caló la falsa historia y sobre todo el miedo. Es tiempo de abandonar el
silencio, y el relato evasivo, que no sirve para la convivencia. Una
convivencia que depende de actitudes y renuncias, pero también de reconocer al
contario y recordar lo ocurrido.
¿QUÉ
MEMORIA NECESITAMOS?
Hoy 89 años después, sigue faltando una memoria
compartida basada en una interpretación convincente de los hechos del
pasado, todavía hay muchos ciudadanos que recuerdan el franquismo como algo
plácido, seguramente por ignorancia. Pocas veces hemos visto vecinos de
derechas de estas tierras cruzar el puente de Hocinos acercándose al penal de Valdenoceda,
como parte de la historia de sus valles y de sus vecinos. La convivencia
entraña recuerdo, pero el olvido se ha impuesto.
La convivencia es
lo que nos hace personas, y esta depende de intangibles como son las actitudes
y las renuncias. Sin duda la convivencia entraña el desacuerdo, pero requiere
que se persone de forma cuidadosa.
Los extremismos
tienden a deshumanizarse recíprocamente. Pero para convivir se necesita del
reconocimiento de los otros. La falta de respeto al diferente engendra odio, el
odio engendra guerra y la guerra destruye toda esperanza. Convivencia e
intolerancia son contrarios. La convivencia se rompió en aquella España de 1936,
y no se ha producido en ningún momento un proceso de reconciliación y perdón,
solamente una desmemoria.
Hoy 89 años
después, sigue habiendo mucha intolerancia en una parte de la sociedad. No
instalemos de nuevo una pirámide de odio.
EN
FIN
El olvido y
la mala memoria son efectos colaterales de las situaciones traumáticas, que
pueden ser beneficiosos al ser humano (Individual) para sobrellevar la vida,
pero, en el caso de la historia colectiva (sociedad), son dañinos en la medida
que el desconocimiento de nuestra propia historia facilita la repetición.
Una
sociedad no debiera permitirse el lujo del relato evasivo de un tiempo en que
la violencia traumatizó a la mayoría de sus miembros, cuando no los asesinó. Es
necesario confrontar con el pasado, para no taponar el retrovisor que nos
permita alejar el futuro de los barbaros, ignorantes y gentes carentes de
sentido crítico. Y es más tarea de la cocina de casa que de la escuela.
DÓNDE ENCONTRAR EL LIBRO “DEL ARREBOL A LAS TINIEBLAS”
El libro
sobre la “República, guerra y represión en Las Merindades”, lo puedes
conseguir a través de este Contacto: Emilio 656798706 y, además:
En
Las Merindades:
Trespaderne: La imprenta,
Sotoscueva: Bar Goiko de Quisicedo,
Medina de Pomar:
Librería Garabatos,
Villasana
de Mena:
El Kiosko de Villasana,
Villarcayo: Librería García
Espinosa: Rizos de Papel.
Burgos: Librería del Espolón,
Vitoria-Gasteiz SAGA. Gorbeia, 12.
Santander: La Vorágine Cisneros,
69.
Bilbao: Cámara (Euskalduna 6),
Louise Michel (Elkano 27).
“Estos
meses hemos estado recorriendo la tierra, esa era la idea, así que hemos
presentado el libro en muchos de los municipios de Las Merindades, aunque
todavía están en el tintero la cuenca del Jerea y el entorno del pantano del
Ebro”.
“¡Continuaremos
en ruta!”.