Nos vamos a
colocar a pocos metros del puente que une el Señorío de Vizcaya con Las
Merindades, en un desvío de la carretera general Burgos Bilbao donde languidece
un vetusto caserón y su iglesia adyacente. Es el lugar llamado El Berrón que junto
con Antuñano y Bárcena constituyen el concejo de Bortedo.
Esta casa
palacio fue construida en el emplazamiento de una antigua torre. El caserón
parece construido en dos fases que mantuvieron la unidad estética porque su
amplia fachada tiene dos portadas prácticamente iguales. Y sobre ellas sendos
balcones protegidos por esmerada forja. ¡Que para eso eran gentes que trabajaban,
y vivían, del hierro! Sobre el balcón situado a la derecha, según miramos, hay
un escudo deteriorado y ennegrecido por los elementos. Está timbrado con un
casco y lleva cuatro amorcitos como tenantes, dos a cada lado, uno sobre el
otro. Completan el adorno penachos, lambrequines y una venera debajo de la
punta.
El campo del
escudo está cuartelado y contiene:
1. Un árbol
verde (sinople) y dos perros empinados al tronco. En la bordura de gules ocho
castillos de oro y en cada uno un estandarte.
2. Seis flores
de lis de azur, puestas tres y tres con fondo de oro. Estos puntos conforman
las armas de Ortiz de la Riva.
3. De plata, un
sauce, de sinople, y dos lobos pasantes a su pie: Armas de Martínez.
4. De oro, un
roble, de sinople y dos lobos, de sable, empinados al tronco. Bordura cargada
de armiños (desconocemos los esmaltes): Armas de Basterra.
Al pie del
escudo figura el siguiente testimonio:
“SE ME EDIFICO POR DON
DOMINGO ORTIZ DE LA RIVA
EN EL SITIO EN DONDE DE
INMEMORIAL TIEMPO
A ESTA PARTE ESTAVA LA CASA
SOLAR DE SV APELLIDO
AÑO DE 1740”
Vicente de
Cadenas y Vicent describe el escudo de la familia Ortiz de la Riva de esta
manera: Partido.
1. En oro, un
árbol de sinople, con un lobo de sable, empinado al tronco y bordura de gules,
con ocho castillos de oro, y en cada castillo, un estandarte del mismo metal.
2. En oro, seis
flores de lis de azur.
Vemos que hay
una variación en el número de cánidos. No es nada raro.
Domingo Ortiz de
la Riva, el que pagó las casonas, construyó pegada a estas, formando ángulo
recto con ellas y comunicada interiormente una ermita de piedra sillar bajo la advocación
de Nuestra Señora de Montserrat. Se pensó como última morada de los Ortiz de la
Riva. Y algunos descansan allí. En esta ermita se administraban los sacramentos
sin perjuicio de los derechos parroquiales. Hacia 1752 el capellán de dicho templo
era Manuel Gómez y, por su situación geográfica, debería pertenecer al Arciprestazgo
de La Bien Aparecida (Jurisdicción de la Diócesis de Santander).
En lo alto de la
fachada de la ermita destaca un escudo de armas enmarcado por dos semicírculos
de piedra. Está sobre cartela de rollos sumada de dos amores, surmontados por
un busto de guerrero luciendo un bello casco y con visión parcial de su rostro.
A ambos lados del busto dos figuras femeninas tocan la cuerna. Dos gigantes
guerreros, armados de espada, hacen de tenantes, vencedores de sendos
sarracenos caídos a sus pies, y debajo de la punta una enorme máscara. Las
armas que figuran es este escudo son las que lleva el de la casa solar salvo
las de la bordura de la cuarta partición que son cruces en lugar de armiños.
Contrasta el
esmerado trabajo de la capilla frente a la fachada de la casona doble que,
salvo para las ventanas, puertas y escudo, es de canto y no de piedra tallada. Podríamos
hablar de que es una más de las típicas, y abundantes en Las Merindades, casonas
de hidalgos de los siglos XVII y XVIII. La pena es que no tiene fachada de sillería
pero sí un vistoso escudo.
El conjunto a
estudio tiene un reloj solar exento en una esquina de la capilla que… ¡todavía
funciona! La pieza es rectangular con las esquinas inferiores cortadas a bisel.
Cuando lo miramos nos percatamos de los atributos de San Pedro que decoran el
escudete distribuidor: tiara, dos báculos en aspa y dos llaves. Este motivo lo
vemos también reproducido en los escudetes de los relojes de sol de las
iglesias de Brizuela (fechado en 1783) y de Escaño (del año 1784). Este reloj se
ha colocado sobre dos hierros horizontales clavados en las juntas de los
sillares de la esquina y reforzados con cartelas. Esta particularidad sólo podría
deberse a que el reloj es de fecha posterior a la construcción de la capilla (1775). Y
eso ha dado problemas entre los estudiosos porque entre las cifras de las
unidades aparece un cinco falciforme (con forma de hoz) invertido que está casi borrada debido a
la erosión superficial. Esto ha llevado a algunos a fechar el reloj en 1777,
quizá porque el trazo recto inferior del 5 falciforme es la parte mejor
conservada.
La plazuela que
forman estos elementos está cerrada por la parte opuesta de la iglesia por las
ruinas –más arruinadas aún- de un edificio que tiene un escudo en la esquina
exterior. Está muy deteriorado pero se llegan a reconocer dos de los cuarteles
que se repiten en los escudos ya comentados. Lo cual quiere decir que este
edificio formó parte del conjunto. ¿Lo construyó Domingo Ortiz de la Riva junto
a los demás? Podría ser dada la configuración del lugar y las técnicas
constructivas empleadas.
Este tercer
escudo tiene dos niños o angelotes haciendo de tenantes y debajo de la punta se
ven los restos de una máscara. De la parte superior de la pieza esculpida poco
se puede identificar.
Y el exterior lo
cierra una recortada verja de hierro que podría resaltar el poder de esta
familia y la fuente de su riqueza.
El conjunto de
los inmuebles están catalogados como B.I.C. y ya en 2009 se cursó el expediente
municipal 932/09 “sobre el estado de los
edificios en el palacio Ortiz de la Riva, capilla y edificio anexo”. Eso sí
los escudos estaba protegidos desde la publicación de la ley 571/1963 del 14 de
abril. El Arquitecto Asesor Municipal, Restituto Ortiz Ruiz, de fecha 29 de
abril de 2010 decía que “los tres
edificios, al poseer escudos, están afectados directamente por la Ley 12/2002
de Patrimonio Cultural de Castilla y León”. Y le instaban al propietario a
hacer las obras necesarias para preservar el conjunto.
Hace unos
cuantos años estuvo todo a la venta, unos 1.400 metros cuadrados construidos en
sus tres plantas o 1.300 metros cuadrados útiles, por 350.000 Euros. Nos
puntualizaba el anuncio que tenía nueve dormitorios y dos baños. Bueno es
saberlo, ciertamente. El anuncio incorporaba el siguiente texto: "casa palacio Ortiz de la Riva año 1740
con escudos blasonados a 20 minutos de Bilbao y 2 min de Balmaseda. Casa doble
que consta de 3 plantas y casa anexa con un total de 1.400 m2 construidos.
Terreno trasero de 2000 m2. con txoko y 300 m2 en la delantera de la casa.
Ideal para viviendas, hotel, restaurante etc. la casa dispone de: portero
automático". La oferta se dio de baja el diez de abril de 2016.
En alguna página
web del tema heráldico se conjetura –repito: conjetura- que esta familia
participó en la repoblación del siglo XII siendo una de las cien familias que
repoblaron la zona de Segovia. Lo que sí nos cuentan autores como Rufino Pereda
en su libro sobre los Monteros de Espinosa es que el apellido de Riva o de la
Riva tiene solera. Es citado en el Becerro de Juan Baños de Velasco; en “Los
Blasones” de Diego de Urbina; y por Juan de Mendoza en su “Nobiliario de Casas
nobles antiguas e Infanzonadas, de las Montañas”. También que una de las ramas
de la casa de la Riva arraigó en la Villa de Espinosa de los Monteros figurando
en los Padrones de Nobleza y distinción de estados de los hidalgos de dicha
Villa en el año de 1613. Que no quiere decir que tuviesen relación con los de
El Berrón porque, de entrada, el escudo de armas es diferente. Y, para qué
negarlo, lo que no conocían de heráldica lo llenaban con especulaciones. O
conjeturas.
Por el
testamento de Tomás Ortiz de la Riva y de su mujer Teresa del Corte, junto con
otros documentos, obtenemos algunos datos sobre esta familia. El citado ya Domingo
Ortiz de la Riva fue hijo de Francisco Ortiz de la Riva y de María Pérez de
Carrasquedo que, además fueron padres de Tomás y José Francisco, este último
figura en el Catastro del Marques de la Ensenada como demente y bajo la tutela
de su madre María. Rufino Pereda, por su parte, nos habla de una hija,
Feliciana, que matrimonió con Domingo Arnaiz de las Revillas, natural de Ornes.
Domingo Ortiz de
la Riva continuó con el negocio del hierro –ferrerías como la de Sanchico-
alcanzando una gran fortuna. También le sitúan como propietario del caserío de
Estradilla en el barrio de Irauregui de Baracaldo. De este dinero proviene la
obra arruinada que podemos observar todavía. Llegó a dotar a su ermita de luminaria,
ornato y capellanía de misas. Debido, posiblemente, a este acto piadoso su
hacienda, casa palacio, huerta y demás estaban libres de diezmos. El señor
Ortiz de la Riva era un hombre poderoso en Bortedo y Santecilla de Mena. Domingo
matrimonió con Manuela Martínez de Basterra y residieron en Madrid aunque algún
investigador lo sitúa en Valmaseda. No tuvieron hijos con lo cual, a la muerte
de Domingo, y tras enterrarlo en su ermita de Nuestra Señora de Montserrat, heredó
sus bienes su sobrino Pedro Manuel Ortiz de la Riva, hijo mayor de su hermano
Tomás Ortiz de la Riva.
La primera
esposa de Tomás Ortiz de la Riva fue María Ventura García de Samaniego, hija de
Pedro García de Samaniego, con ferrería en Las Cuevas, y de su mujer María de
la Puente, vecinos de Gijano de Mena. Tomás y María Ventura tuvieron a Valentín,
que murió joven; a Pedro Manuel Ortiz de la Riva, heredero de su tío, y
tesorero de rentas generales y provinciales, residente en Madrid y que fue
miembro del Consejo de Hacienda y distinguido por la Real Orden de Carlos III;
y a José Ortiz de la Riva, profesor jurista de la Universidad de Valladolid.
Fallecida María Ventura, Tomás se casó con María Teresa del Corte, hija de
Pedro del Corte y de Antonia de las Bárcenas, también vecinos de Gijano de mena.
De este segundo matrimonio de Tomás nacieron: María Francisca, que casó con el
licenciado Francisco Antonio de Murga, vecino del Valle de Gordejuela; Eusebio;
Margarita; fray Tomás (bautizado Domingo) religioso capuchino y predicador;
María Montserrat, que casó con el licenciado Bonifacio de la Torre, abogado en
la ciudad de Toledo; Celestino, agente en la Real Aduana de Cádiz y del que
podría conservarse una relación de bienes en el Valle de Mena; María Teresa; y
Valentín, estudiante de filosofía en Toledo bajo la tutela de su hermano Pedro
Manuel Ortiz de la Riva. Una muestra de la capacidad económica, y la piedad de
Tomás Ortiz de la Riva fue que, junto a Pedro Angulo, proporcionó todo el
hierro que se necesitó para la construcción de la ermita de Santa María
Egipciaca de Mercadillo.
Pedro Manuel
Ortiz de la Riva –el que heredó casa y ermita- había casado con Jenara de
Balparda y la Quintana. Tanto su padre como él y su hermano Celestino fueron
diputados regidores del valle de Mena.
Dentro del mundo
de la política parece que el Ortiz de la Riva más destacado fue Celestino Ortiz
de la Riva Allendesalazar (Bilbao, 25/04/1844) que fue alcalde de su ciudad
natal desde el primer día de julio de 1887 hasta el día de San Silvestre de
1889. Era hijo de José María Ortiz de la Riva Aranguren y de Bernardina
Allendesalazar y Loyzaga. Les describiré su entronque con El Berrón partiendo
de Celestino Ortiz de la Riba y Corte, el agente en la Real Aduana de Cádiz que
casó con María Gertrudis Gaspara Aranguren y Murga. Estos fueron padres de José
María Ortiz de la Riva Aranguren y abuelos de Celestino Ortiz de la Riva
Allendesalazar.
En ese momento
el grueso de las propiedades familiares estaban en la zona de la calle de San
Francisco (Bilbao). José María Ortiz de la Riva fue Regidor de la Diputación en
los bienios de 1864 a 1866 y de 1872 a 1874.
Celestino Ortiz
de la Riva empezó ejerciendo el cargo de Teniente de Alcalde de Bilbao entre
1885 a 1887 y, de ahí, al de alcalde. Serán sus preocupaciones las necesidades
hospitalarias de la villa y la falta de espacio en el cementerio de Mallona,
hoy en día un campo de fútbol. Finalizó las obras de la nueva Escuela de Albia
y de la alhóndiga municipal adjunta (Barroeta Aldamar). También comenzó la
electrificación de las calles de la ciudad, amplió la red del tranvía, continuó
los trabajos en el nuevo ensanche y terminó algunas obras en los muelles de la
ría.
Celestino Ortiz
de la Riva falleció en Bilbao el 7 de octubre de 1897 a causa de la
tuberculosis. Tomaron el testigo político sus hijos José María Ortiz de la
Riva, Teniente de Alcalde de Bilbao en 1924, y Julián Ortiz de la Riva, Regidor
en 1930-1931.
A comienzos del
siglo XX un descendiente de esta familia donó a la Diputación foral de Vizcaya
el miliario de Santecilla (que en Bilbao se conoce como miliario de El Berrón).
Para los del pueblo de Santecilla, al parecer, es una situación ofensiva porque
relatan que este Ortiz de la Riva, por su cuenta y sin consentimiento del
pueblo, regaló el miliario a la citada Diputación foral de Vizcaya. Apuntaremos
que no es un miliario sino una pieza conmemorativa en honor del Emperador Julio
Maximino. Es del año 238 d.C.
Mucho más
recientemente, alrededor del 2017, los hermanos Adolfo, María Rosario y
Francisco Javier Castillo Ortiz de la Riva donaron al Archivo Histórico
Provincial de Vizcaya diecisiete cajas de archivo con documentos comprendidos
entre los siglos XVI a XIX para su conservación y difusión. Principalmente era documentación
notarial, judicial y contable relativa a sucesiones, transmisiones y
administración de bienes. El núcleo esencial está formado por la documentación
generada por la familia Ortiz de la Riva, aunque también incluye documentos de
otras ramas familiares como Arangueren, Coscojales, Recalde y Largacha.
Esa colección
“vizcaína” conservaba documentos de Bortedo y Gijano fechados entre los siglos
XVI y XVII. Pero será a partir del siglo XVIII cuando vio la familia Ortiz de la Riva notablemente incrementado su patrimonio con la posesión de determinados
vínculos y mayorazgos, unos por entronque familiar (Aranguren y Sobrado) y
otros por compra, principalmente dentro del Señorío de Vizcaya.
Bibliografía:
“Blasones y
linajes de la provincia de Burgos. V. Partido Judicial de Villarcayo”.
Francisco Oñate Gómez.
“Número quince.
Acta de la sesión ordinaria de la junta de gobierno local celebrada el día
trece de mayo de dos mil diez”. Ayuntamiento del Valle de Mena.
Heraldrys
Institute of Rome.
Wikiburgos.
www.idealista.com
Ministerio de
Cultura y Deporte del reino de España.
Blog “Tierras de
Burgos”.
Bilbaopedia.
“Relojes de Sol
con escudete distribuidor”. Pedro J. Novella.
“Historia del
Colegio Viejo de San Bartolomé, mayor de la ciudad de Salamanca”. José de Rojas
y Contreras.
“Diccionario
geográfico-estadístico de España y Portugal”. Sebastián Miñano y Bedoya.
Catastro del
Marqués de la Ensenada.
“Los Monteros de
Espinosa”. Rufino Pereda Merino.
Anexos:
En la página “Historias de Mena” publican la siguiente
relación que nos permite entender la riqueza de la familia:
“Dn
Celestino Ortiz de la Riva, presenta ál perito ápeador, la razon que se pide de
las propiedades qe tiene ási de casas, trras y ferra en este su concejo de
Bortedo, el de Santecilla y Gijano, en cada qual con la devida reparación
expresando las heriales, las que cultiba por su quenta y las árrendadas.
Bortedo
tierras de Don Celestino.
1ª
calidd.
Una
huerta contigua á su casa de cavida (los 3 cs sembrados de maiz) de veinte
celems castellanos qe trabaja por si.
2ª
calidd.
Encabezado
de manuscritoÓtra en el cadalso de cavida de siete celemines castellanos,
sembrada de trigo por su qta.
Ótra en
la Tiradera de cavida de seis cs castellanos sembrada de trigo.
Ótra en
el trancon ó cinta de plata, de tres celems los dos eriales y uno sembrado de
trigo.
Ótra de
barbecho sobre el ribero que llaman la de Andrés de tres celems sembrada de
trigo.
Eriales.
Una
campa herial sobre el ribero de la tiradera inútil de dos celems.
Ótra en
la Coronilla de nueve cs campa.
Ótra en
Sotoballe de siete celems campa herl.
Ótra
parte ábajo de la tegera del Argomal con algunos carrascos de seis celems de
cavida.
Otra en
la calleja de sotovalle de (ilegible)os celems.
Otra en
el Barranco de ocho cs qe trabaja Marcos sin renta pr. el cierzo.
Ótra
campa en Dobaño, qe se quedó por falta de inclino de cavida de quatro cs
castellanos.
Ótra de
dos celemin y mo encima del Ribero de entre caños campa herial y inutil.
Ótra de
dos celemines y mo en sobarcena.
Ótra en
Pastrina de cinco celems herial.
Ótra en
la Poza de medio celemin herial.
Ótra en
las Majadas de cavida dos cs y mo castnos.
Ótra en
las Arechas de celemin y medio.
Ótra de
un celemin en San Pedro.
Otra de
celemin y medio en la fragua.
Tierras
del mismo en renta.
Un
pedazo en el Prao de tres qqllos de cavida. Son 2 ½ c.
Ótra en
la Loma de (nuebe) dos celemin y mo qqllos cavida.
Ótra en
la calleja del pozo de catorce y mo celemins de cavida.
Ótra en
el rebollar ó trancon de tres y mo cs.
Ótra en
Colpigeras de cinco celemines parte herial.
En
Santecilla el dho. Trabajado pr su cuenta
Una
heredad en el Macorrillo de cavida veinte y seis celems castellanos, los
catorce sembrados de maiz y los doce de barbecho.
Ótra en
las cortinas contigua á la ánterior de veinte y dos celems de cavida los diez y
seis ( ) de maiz lo demás sembrada de
trigo, herial y barbecho y lo demas herial é inutil.
Ótro
pedazo de monte en San Ándres, qe con eria de carrascos, sin ótro producto de
cavida ócho celems.
Ótra
campa inutil en las cortinas de cavida de quatro celems.
Detalle
manuscrito
Una
casa y fragua en Sanchico….
Tierras
árrendadas en Santecilla
2ªcalidd.
Una
heredad en las huertas de cavida un celemin.
Ótra en
dho sitio de cavida seis qqllos.
Ótra
mas ábajo de un celemin de cavida.
Ótra en
el juncal de quatro celems de cavida.
Ótra en Sobarcena que la divide un terrazo de la
anterior de quatro celems de cavida.
Ótra en
dho paramo de cavida cinco cs escasos.
Ótra
álli cerca de cavida celemin y mo.
Ótra en
el juncal de cavida tres quartillos.
Ótra
álli mismo de cavida medio celemin.
Ótra en
la carrera de cavida quatro celemines.
Ótra en
carrasco de cavida seis qqllos.
Ótra á
la pasada de senderuelo y hera de concejo de cavida cinco celems.
Ótra en
dha pasada que la átraviesa la senda del portillo de sostrada de cavida quatro
y mo celems.
Ótra
mas árriba de cavida celemin y mo.
Ótra en
el Barreron de cavida seis qqllos.
Ótra en
la Loma de cavida de seis qqllos.
Ótra en
dho sitio de cavida seis quartillos.
3ª
calidd.
Ótra en
senderuelo campa inutil de un celemin.
Ótra en
la hera del villar inutil de dos cs campa.
Ótra en
las nocedillas inutil de mo celemin.
Ótra en
val de teja de seis cs campa inutil.
Ótra
encima de secadura qe no produce renta y que la trabaja Eusebio (¿Ásunsolo?)
por la pension de (¿cierro?).
2ª
calidd.
Ótra en
la cruz de ánimas de dos celemins el uno herial y e inutil.
Manuscrito
detalle
Este
tipo de documentos constituyen una fuente de topónimos y lugares. Sobre estas
líneas detalle del texto donde se nombra la cruz de ánimas de Santecilla.
Ótra en
Manzano de cavida diez celems los cinco labrantios, y los restantes eriales e
inutiles.
Ótra en
la Arenilla de un quartillo.
Y ótra
en la Lamosna de cavida tres quartillos.
1ª
calidad.
Ótra en
so la iga de Santecilla de cavida dos y mo cs.
Ótra al
portillo de la fuente de cavida mo celemin.
Ótra
mas ábajo de cavida tres celems y mo.
Ótra
mas ábajo hacia la Lamosna de un qqllo escaso.
En
Gijano el mismo Dn Celestino en renta
Una
casa pegante ál fuente de Juan Cortezo.
Tierras
2ª
calidd.
Una
huerta de cavida quatro celemines.
Una
heredad en Ugachas de cavida veinte y cinco celemines castellanos.
Ótra en
la Serna de cavida medio celemin.
Ótra ál
portillo del cubo de cavida medio celemin.
3ª
Ótra en
el Moro campa inutil.
Ótra en
Pobo de cavida dos celems y mo.
Ótra en
dho sitio de cavida un celemin.
Ótra
álli cerca de cavida celemin y medio.
Una
casa y fragua en Sanchico que renta doce cs.
Una
ferreria que maneja el mismo y tubo sin uso desde abl de 1817 hasta julio de
1818.
Sembró
(¿53?) cs de trigo y cogio en el año de 1817 –
(¿36?) f.
De maiz
sembro de maiz 14 cs de maiz y cogio cuarta fanes de lo mismo en dho año y una
y ma fans de álubias entre dha maiz haviendo sembrado ócho cs de estas.
El
Berron 30 de setre de 1818”.