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domingo, 16 de diciembre de 2018

Cristal nada Oscuro o de cómo el vidrio creó Arija.



Debemos trasladarnos a la Francia de 1665 cuando el rey Luis XIV crea en el departamento del Aisne unos talleres de cristalería para impulsar esa producción en su corona. Su ministro de economía, Jean-Baptiste Colbert, fue el encargado de desarrollar la idea. Embellecerían así Versalles, especialmente la famosa sala de los espejos, Y mostrarían el dominio francés de las tecnologías contemporáneas. Será la Real Fábrica de Cristales para Espejos (Manufacture Royale des Glaces de Miroirs de Venise) en Faubourg Saint-Antoine de París que, tras este encargo, se expandirá.

Luis XIV de Francia

En 1695 esta Fábrica se une a otra compañía especializada en grandes vidrios establecida en el castillo de Saint-Gobain en 1692. La nueva sociedad, gestionada por empresarios privados, mejora el método de vertido de la colada de vidrio sobre mesa que inventó en 1688 Luis Lucas de Néhou. Esta innovación es una ruptura definitiva con los métodos tradicionales, y permite la producción de vidrio plano de grandes dimensiones (hasta 2 metros de alto y 1 metro de ancho) con procedimientos industriales. A mediados del siglo XVIII se consigue sustituir la madera por carbón en el calentamiento de los hornos.

Los productos de la Compañía son los espejos denominados Miroirs Régence y los vidrios planos para las ventanas. Los adquiere la nobleza para sus palacios y carrozas. Sin ningún rival en los mercados, Saint-Gobain es líder en Francia y en toda Europa durante el siglo XVIII. Tengan claro que en 1702 consiguió que se le concediera el monopolio de la fabricación de espejos en Francia. Lo mantendrá hasta la Revolución de 1789.

Entrando el siglo XIX, al emplearse la sosa artificial en la fabricación de vidrio, Saint-Gobain construye su propia fábrica donde trabajó el químico Luis José Gay-Lussac quien perfeccionó el método de las cámaras de plomo para la obtención de ácido sulfúrico, componente necesario para producir la sosa artificial utilizada en la fabricación del vidrio. Gay-Lussac fue también Presidente de la Saint-Gobain de 1843 a 1848.


La suerte, y el desarrollo económico y social, sonríen a esta empresa porque a mediados del siglo XIX el mercado de la construcción se dispara y con ello la demanda de vidrios. Además era “moderno” construir con vidrio y estructuras metálicas. Eso insufla viento en las velas de la Compañía Saint-Gobain que, con el cambio de siglo, se internacionaliza.

Será por ello que se introducirá en España cayendo en Arija. ¿Y eso? Pues sepan que eligieron la zona de Las Merindades y Campoo por la existencia de arenales, industrias cristaleras -¡cristaleras!-, cercanía de carbón y la reciente línea de ferrocarril de La Robla. ¿Industria del cristal en la zona? Pues sí, desde 1844 había empresas dedicándose a la fabricación de vidrio y poseía la mayor concentración de fábricas de vidrio de España. En 1844 se abre en Las Rozas la fábrica de “La Luisiana” fundada por los hermanos Collantes Bustamante. Y la fiebre del cristal se extiende en los años posteriores a otros pueblos. En 1870 se abre “La Cantábrica”, en Arroyo; en 1871, la “Santa Clara” en Reinosa; en 1905, “Nuestra Señora de Guadalupe” en Mataporquera y, en 1906, la vidriera de Arija. Pero, además, sepan que en 1881, “La Luisiana” y “La Cantábrica” generaban más de una tercera parte del total del vidrio nacional; en 1884, la producción de “Santa Clara” equivalía a más de la mitad de las importaciones de Francia y Bélgica. ¡Toma!


Periódico La Atalaya
17/06/1918

Destaca en este mundillo Telesforo Fernández Castañeda (1830-1896) que fue senador por la provincia de Santander en 1886, alcalde de Reinosa y, por supuesto, empresario. Telesforo comenzó adquiriendo una representación de 297.600 reales en la fábrica de vidrio “La Luisiana” a Francisco Angulo y Regulén en 1870. Se expandirá con: La fábrica de Cristal hueco y plano llamada “Santa Clara”, situada en la Calle de los Estudios en Reinosa. Todos los edificios, hornos y almacenes fueron construidos por encargo de Telesforo; y una fábrica de vidrio plano en Arroyo titulada “La Cantábrica”. Sus empresas aguantaron hasta 1917 cuando se convirtieron en filiales de Saint-Gobain con el nombre de “Vidrieras Cantábricas Reunidas, S. A”. El cincuenta y uno por ciento de las acciones eran de los franceses y la sede estaba en Reinosa. Saint-Gobain fundaría y participaría en otras empresas vinculadas al sector.

Es lógico, entonces, que se instalara en esta zona de las montañas de Burgos la empresa “Cristalería Española” que fue la primera filial industrial de la Saint-Gobain en España. Fue el resultado de una alianza con el empresario aragonés Basilio Paraíso Lasus, propietario de la firma zaragozana “La Veneciana”. Esta existía desde 1876. La participación de Basilio en la nueva empresa sería del diez por ciento siendo de Saint-Gobain el noventa restante.


Y nos plantamos en 1904 cuando comienzan las gestiones para la adquisición de los terrenos destinados a la fábrica de vidrio. Julio Lebean Dourlet, belga, presenta una solicitud en el Ayuntamiento de Santa Gadea, al que pertenecía Arija, el 1 de noviembre. Son “Los Campos” en el páramo de la Virga. En la subasta celebrada el 19 de noviembre se adjudicará la finca por 2.400 pesetas. Pero el Ayuntamiento aprueba oficialmente el remate el día 24 de Noviembre otorgándole gratuitamente la finca, tal y como certifica el Secretario municipal: “Teniendo en cuenta que citado terreno es de escaso valor y que la industria que el solicitante piensa establecer en ello ha de reportar muchos beneficios al país y en particular al pueblo de Arija y teniendo en cuenta también que dicho Sr. Lebean construye por su cuenta un lavadero público en el centro del pueblo dicho, dueño del terreno, además de una estación en el ferrocarril hullero que es muy necesaria en este Distrito, es por lo que en atención a los beneficios indicados se le concede gratuitamente el terreno para el objeto indicado acordando también darle toda clase de facilidades para ponerse en posesión del mismo”. ¡Olé!

Digo “Olé” porque el procedimiento administrativo tuvo incorrecciones: no se obtuvieron previamente las autorizaciones necesarias para enajenar “Los Campos”. Fue necesaria una Real Orden de 19 de julio de 1905 para ajustarse a la legalidad. En el fondo los franceses tenían prisa porque los belgas, sus competidores, ya estaban en España con la “Compañía General de Vidrieras Españolas S.A.” (CGVE), que había sido constituida en 1900 y poseía una fábrica de vidrio plano en Lamiaco (Vizcaya) y otra de botellas en Jerez de la Frontera (Cádiz).


Calle de la Arija de "Cristalería española".

La propiedad se transfiere dos veces: primero al abogado francés domiciliado en París, Emilio Jarriand Cherrier (10/11/1905) y después al ingeniero Arsenio Brachotte Leroy, que registra en Bilbao el 28 de Noviembre de 1905 una sociedad denominada “Cristalería Española” mediante escritura autorizada ante el Notario José Martínez Carande, e inscrita en el Registro mercantil de Vizcaya, folio ciento noventa y seis del Libro veintisiete de la Sección de Sociedades hoja mil doscientos setenta y uno. En algunas fuentes consta un capital social de 18.000.000 pts.

Por parte del Ayuntamiento de Santa Gadea llevaba todas las gestiones Fabián Arenas, que era regidor de la villa de Arija. También, curiosamente, transportó piedra y materiales de construcción para las nuevas edificaciones que se estaban levantando en La Vilga en el año 1906 y siguientes. Fabián tenía una cantera de piedra pero también adquirió edificios que estaban sin uso o en ruinas para reutilizar la piedra. Entre ellos se encontraba la ermita de la Santa Cruz, que aparece citada en el diccionario Madoz.

Colocación de la primera piedra.

El 26 de mayo de 1906 se coloca la “primera piedra”. Todo el saber hacer de la fábrica procedía de Francia. Entre los responsables técnicos figuraba Octavio Villatte -llegó a España en 1905 para participar como ingeniero en los estudios de construcción de la fábrica de Arija- y que cerró la fábrica como Director Gerente en 1953.

Desde agosto de 1906, con la ayuda de una grúa de vapor, se levantan las grandes naves con cubiertas soportadas por modernas cerchas metálicas. Evitaban las columnas que dificultaban los movimientos de grúas, crisoles y mesas de colada. Los hornos y gasógenos estaban en instalaciones semienterradas que demandan profundas excavaciones y altas chimeneas. Se erige el edificio de la alfarería, con departamentos separados y el taller de tierras. Los curiosos verían alzarse almacenes y talleres especializados, central eléctrica…Y en 1907 empieza a salir el producto al mercado. Más: Saint-Gobain, “Cristalería Española”, empieza a producir vidrio hueco en 1912 participando en “Vidriera Vizcaína” y “La Jerezana”.

Colada de Vidrio

En 1916 disponía de 20 departamentos en el edificio de la alfarería donde se fabricaban los crisoles, de 11 gasógenos, 2 hornos, 26 archas tipo “carcaise” para el recocido de las lunas, y 2 mesas en el Duci-Puli de 10 metros de diámetro. Pero también son elementos singulares las máquinas de la central eléctrica, el depósito de locomotoras y hasta el almacén de paja que se utilizaba para embalar los productos.

El diseño de esta primera fábrica se mantendrá prácticamente inalterado hasta el cambio de tecnología realizado en 1930 al adoptar el procedimiento Bicheroux. Pero para finales de 1906 ya estaba terminada la estación, la casa de Rámila, la alfarería, y algunas otras edificaciones.

Laminado del vidrio.

El desarrollo urbanístico estaba completo en 1926. La empresa construye un poblado de nueva planta: viviendas de distintas categorías, Capilla, Casa de Correos, Cooperativa Obrera, Escuelas, cuartel de la Guardia Civil, estación de ferrocarril, plaza con kiosco de música y campos deportivos para fútbol y tenis. ¡Todo un lujo!

Capilla del pueblo nuevo de Arija.

En esta primera etapa las obras de “Cristalería Española” ocupan a numerosos obreros de variadas profesiones, orígenes y edades. En el primer año el libro de afiliaciones muestra que han trabajado en las tareas de construcción de la fábrica más de 550 obreros. La mayor parte procede de pueblos cercanos y son contratados principalmente como peones. Aunque hay algunos especialistas que proceden de las fábricas y minas del entorno.

Periódico del 6 de junio de 1926 contando los
fastos del vigésimo aniversario de la fábrica.

Los productos que saldrán de esta fábrica son dos variedades de vidrio plano: la luna pulida y el vidrio impreso. Cuando la Compañía Saint-Gobain se establece en España en 1906 los procedimientos de fabricación de la luna pulida eran casi los mismos que en el siglo XVIII. Los crisoles de cerámica refractaria se preparaban en la alfarería, con tierras especiales y restos de crisoles anteriores. Tenían una cabida de entre 600 y 900 Kg de vidrio. Se dejaban secar lentamente durante varios meses antes de proceder a la cocción. Para más inri un crisol podía utilizarse unas 30 veces antes de ser desechado por lo que servía para fabricar entre 18 y 27 toneladas de vidrio. Utilizando varios crisoles en el mismo horno, se elaboraban diversos tipos de vidrio simultáneamente. Una vez en el horno el vidrio tarda en estar preparado entre 18 y 24 horas. En ese tiempo pasa por distintas procesos que requieren atención continua por los operarios: fundido de la mezcla, colada líquida, y retirada de las escorias. Inicialmente una cuadrilla de fundidores se encargaba de controlar todo este proceso. En 1916 los obreros fundidores tenían jornadas de 24 horas, sin poder abandonar su puesto de trabajo en todo ese tiempo.



Casas de Arija.

Pero no solo era el tremendo horario de trabajo sino que el procedimiento tradicional era duro. El crisol se retiraba del horno con una grúa y la colada se volcaba sobre una mesa donde un rodillo de laminación creaba una placa de vidrio del grosor deseado. Esta placa se sometía a varios tratamientos para mejorar su resistencia a la rotura. Era el “recocido” donde se aplicaban los siguientes tratamientos: enfriar la luna (de uno a tres días); luego calentar hasta unos 800 grados centígrados; y, finalmente, enfriar lentamente para suprimir las tensiones superficiales que se hayan creado. Tenemos, entonces, lunas brutas que hay que trasladar ¡a mano y con muchísimo cuidado! hasta el correspondiente almacén. Esta fase fue un elemento sustancial de la huelga de 1916.

Las lunas brutas eran pulidas mediante desgaste mecánico. Este proceso era muy insalubre para los operarios, pues el polvo fino del abrasivo flotaba en el ambiente y producía silicosis. En la fábrica de Arija se utilizaban mesas de desbaste y pulido de 10 metros de diámetro, denominadas Duci-Puli. El corte de las lunas en bruto a la salida del archa, y el corte fino una vez desbastadas eran otros pasos importantes en la fabricación.

Vertido del crisol del vidrio.

Y el sistema evoluciona. Pero no gracias a un francés sino gracias a un belga: el ingeniero Bicheroux que inventó un procedimiento que eliminaba el vertido del vidrio sobre mesas. Ahora los crisoles se volcaban sobre un depósito que en su parte inferior contaba con dos rodillos refrigerados por agua. El recocido se efectuaba en archas continuas y se mantenían las mesas circulares para el desbaste y pulido. La fábrica de Arija adoptó el procedimiento Bicheroux en 1930, aumentando así su producción.

Cuando cierran la fábrica de Arija sobrevivían partes de 1906 como la alfarería y la central eléctrica. Se habían ampliado los gasógenos hasta doce, se mantenía el mismo número de hornos para lunas y el antiguo sistema “Chance” para los vidrios de color. Contaba para la fabricación de lunas con dos hornos de fusión de 16 crisoles de 950 litros cada uno. Era capaz de producir 700 metros cuadrados diarios. En la nave nueva de colada se empleaba el procedimiento Bicheroux con recocido Stracou. Los vidrios impresos blancos se fabricaban en un horno de cuba de 36 metros cúbicos, produciendo hasta 35 toneladas diarias, unos 3.200 metros cuadrados al día. En vidrios de color se utilizan los mismos hornos que los de las lunas llegando a un máximo de 1.000 metros cuadrados al día.

Vista aérea de "Cristalería española" en 1946. No está el pantano.

La dirección de la empresa estimaba que la producción de la fábrica de Arija había ahorrado en sus 45 años de existencia un total de 1.500 millones de pesetas de 1952 en divisas.

En torno a la fábrica de vidrio de Arija, que llegó a emplear más de 1000 obreros, surgió una sociedad con comercios y servicios. En 1916, con más de 700 obreros, el conjunto de los salarios superaba el millón de pesetas corriente al año. Esto significaba un jornal medio por empleado de entre 3 y 4 pesetas al día, unas 100 pesetas al mes. Y ese año hubo una huelga. Y un incendio poco después de solucionarse el paro. El 30 de mayo un incendio destruye la nave de crisoles con todo su contenido. Volver a tener dispuestos los crisoles imprescindibles para el funcionamiento de los hornos llevaría seis o siete meses, y si las fábricas del extranjero no ceden crisoles la fábrica seguirá paralizada largo tiempo. Se remontó y se acallaron los problemas llegando al punto que cuando fallece el director general Arsenio Brachotte en 1921 los obreros financian un monumento en su memoria. Se trata de un busto y una estatua de un obrero cristalero obra del escultor palentino Victorio Macho.

Escultura a Arsenio Brachotte.

El fervor revolucionario no remonta –o hiperventila- hasta 1931. Una muestra de ello es la Casa del Pueblo de Arija, levantada en 1932, posteriormente incautada para casa de Falange, y después vendida a particulares. En 1986 la UGT recibió una indemnización de 5.300.000 pesetas por este edificio.

Arija en 1956.

El día 31 de marzo de 1953, a las cinco de la tarde, la sirena de la fábrica sonó durante una hora, su último toque. Sobrevivió a la huelga de 1916, la guerra civil de 1936 y al incendio del 10 de enero de 1946. Pero no sobrevivió al embalse del Ebro, una obra hidráulica que, por fin, se terminaba. La presa inundaba terrenos propiedad de la fábrica anulando las posibilidades de extensión y de modernización de la misma. Por ello se largará a Avilés (Asturias).



Bibliografía:

“Cristalería española en Arija. Cien años de historia”. Josu Aramberri.
Vacarizu.es
Página oficial de Saint-Gobain.
Periódico “Diario de Burgos”.
Periódico “La Atalaya”.
Fototeca digital de España.

Arsenio Brachotte Leroy


Para Saber más:






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