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domingo, 17 de noviembre de 2019

Santa Isabel está allí arriba o Nuestra señora del Somo.



Hoy nos acercaremos a la ermita de Nuestra Señora del Somo o, como también es conocida, ermita de Santa Isabel. No hay duda del porqué del primer nombre. Según la Real Academia Española: Somo, del latín summum, significa “cima”. Y esta la tenemos en una loma desde la que hay una hermosa vista del contorno y a la que se llega desde Villamor por una pista apta para coches. El templo está situado en la falda oriental del monte El Castillo –dicen que allí hubo uno- que separa Villamor de Salinas de Rosío.

Ermita de Santa Isabel o Nuestra Señora del Somo.

Santa Isabel era la madre de San Juan Bautista y pariente de María. En su boca se colocan las famosas palabras: "Bendita tú entre todas las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre", añadiendo: "¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte de Dios!".

Isabel –y sus numerosas variantes- significa “Consagrada a Dios” y, evidentemente, es de origen Hebreo. El día de celebración es el cinco de noviembre. Esta mujer era descendiente del hermano de Moisés, y su vida y la de su esposo Zacarías la cuenta San Lucas en el primer capítulo de su Evangelio. Nos dice que eran santos, ancianos y justos ante Dios y que un ángel del señor les anunció que se les concedían el don de ser padres. Será Juan Bautista.

El ángel Gabriel cotilleó a María (la madre de Jesús) que Isabel iba a tener un hijo. Ella se fue corriendo a casa de Isabel y allí estuvo tres meses acompañándola y ayudándole en todo, hasta que nació Juan.

Así pues tenemos una ermita con la advocación a la prima de la madre de Dios… ¡Qué menos! Para eso somos de Las Merindades que no es Bilbao pero está cerca. Por eso la romería se hará el cinco de noviem… ¿Qué no? ¿Qué no es en noviembre sino el primer domingo de julio? ¿Y eso?

Santa Isabel de Portugal.

Pues porque lo más probable es que la Isabel de esta ermita sea Santa Isabel de Portugal cuya festividad es el cuatro de Julio. ¿Qué quién era? Les cuento: Isabel de Portugal (Zaragoza, 1271-Estremoz, Portugal, 1336), también conocida como Isabel de Aragón, fue reina de Portugal entre 1282 y 1325. Y, como ya suponen fue una santa. Esto ya le influía desde su niñez.

Isabel dedicaba parte de su tiempo a atender desvalidos para los que ella misma confeccionaba ropa. Durante su reinado ordenó construir hospitales, escuelas gratuitas y refugios para huérfanos. Colaboró en la creación de un buen número de conventos. Claro que, en eso, no divergía de la tendencia de otros nobles cristianos. El rey Dionisio la dejaba hacer hasta el punto de que la reina distribuía de forma regular las monedas del Tesoro Real entre los pobres. Isabel siguió estrechamente el ejemplo de su ancestro Santa Isabel de Hungría, adoptando su filosofía de vida cristiana hasta tal punto que la leyenda popular portuguesa adoptó el episodio de la transformación del pan en rosas de la princesa húngara, colocando como personajes principales al rey Dionisio y a su esposa.

En diversas ocasiones se trasladó hasta el campo de batalla para acabar con las disputas entre su marido y su hijo Alfonso. Se colocaba entre los dos y rezaba para que la pelea finalizara.

En 1325 Isabel enviudó y poco después peregrinó a Santiago de Compostela, ingresando a su vuelta en el convento de Santa Clara-a-Velha en Coimbra, que ella misma había fundado, donde tomó el hábito de las clarisas, pero sin hacer los votos de la orden, lo que le permitía mantener la administración de su fortuna, que dedicó a las obras de caridad.


Aun así, tuvo que volver a mediar, esta vez entre su hijo Alfonso y su nieto Alfonso XI de Castilla. Inició un viaje hacia el campo de batalla de Castilla para poner paz entre los dos familiares. A su regreso se encontró indispuesta y murió en Estremoz el 4 de julio de 1336. Sus restos fueron sepultados en su convento de Santa Clara-a-Velha; pero al resultar éste progresivamente anegado por las aguas del río Mondego tuvieron que ser trasladados en el siglo XVII al nuevo convento de Santa Clara-a-Nova.

Tras su muerte se dice que se produjeron milagros. Fue beatificada en 1526 y canonizada por el Papa Urbano VIII en 1625. La fiesta se la pusieron el día de su muerte aunque en 1694 el Papa Inocencio XII la movió al 8 de julio para que no coincidiera con la Octava de los santos Pedro y Pablo (del 29 de junio al 6 de julio). Pero como hemos dicho que el día era el 4 de julio la historia no acabó en 1694. Miren, en 1955 Pío XII abolió la octava; el misal romano de 1962 cambió la categoría litúrgica de la festividad de santa Isabel de Portugal de "Doble" a "Tercera clase"; la reforma de 1969 del calendario clasificó la festividad como "memoria libre"; y, entonces, retornó al 4 de julio. Claro que, parece ser que, en Villamor, se celebraba el dos de julio.

Vistas desde la ermita de Santa Isabel

Cuando vayan a la romería, o cuando vayan solo a disfrutar del templo, nos encontraremos con un edificio de sencillas líneas neoclásicas que nos llevan a principios del XVIII. La imagen de Santa Isabel, quizá del siglo XV, aparece bajo una parte del retablo en donde Santa Isabel recibe la visita de su prima María. (Pero, ¿no decíamos que era santa Isabel de Portugal? En verdad, no sé qué decirles). Supongo que sería porque luciría más esta Isabel que la otra, o por despiste o por economías... La imagen de la virgen está convenientemente aserrada para convertirla en una de tipo vestida. Esta Virgen preside el retablo mayor y procedería del templo anterior que sería del siglo XV. El retablo en que está es de estilo barroco (hacia 1700).

Si se construyó este templo en sustitución de otro debió ser porque se necesitaba más espacio para los feligreses… y había posibilidad de obtener dinero. Los libros supervivientes de la cofradía comentan que “para animar los corazones se dio parte por el común vulgo al muy docto y religioso Fray Pedro del Campo, predicador de santidad y elocuencia, morador en el santo convento del glorioso San Francisco de Medina de Pomar”.

Es decir, se contrató a un fraile orador –me imagino a uno de esos Pastores Protestantes norteamericanos exhortando con dádivas celestiales y maldiciones infernales a que los feligreses soltasen dinero- para que desde la pequeña ermita lanzase soflamas a favor de la obra. Y llovió de tal forma que bajaron a Villamor para celebrar la eucaristía. Pero, fue tan eficaz su discurso que consiguió que tras un tiempo prudencial la tormenta de ese día de verano se calmase y saliese el sol. ¡Milagro!

“Y luego allí en las eras se hizo el gentío corrillos, y a voz clara y común prometieron esforzarse y emplearse en obras y hacer de nuevo otra mayor ermita a que el Clero y Noble Cabildo y Villa de Salinas de Rosío y otros muchos comarcanos dijeron se esforzarían en medio de sus cortas cosechas y largas familias”.

Retablo de Nuestra Señora del Somo.

La iglesia es de tipo basilical con un largo tramo recto de nave y rematada por una cabecera de planta pentagonal. Toda la fábrica del templo pertenece a los años que están a caballo de los siglos XVII y XVIII, incluida la cabecera, a juzgar por el tipo de cornisa. Pensemos que empezó a construirse el 21 de julio de 1698. Hay una campana, cuyos tañidos, en días tranquilos, se oyen a varios kilómetros a la redonda, y sobre esta hay un campanillo que no se solía tocar.

Se encargó construir la nueva ermita a Pedro de Villasante Diez, maestro cantero vecino de Riaño de la Montaña, en un remate de 1.644 Rs. de Vellón. Será en 1707 cuando el Arzobispo de Burgos, Sr. Navarrete, visite la ermita y -¡vaya por Dios!- halla irregularidades en las cuentas y castiga al mayordomo. En 1708 se fundió la campana por estar "quebrada", se le aumentó el peso del metal y se puso en la espadaña. Todo ello costó 133 Reales y 17 Maravedís.

Consta en “los escritos” que en 1710 se construyó una casa para la ermita con un coste de 247 reales además de un manto para el ermitaño que costó 37 Reales y 17 Maravedís. Hay más obras en 1714 cuando una cuadrilla abrió camino para que se pudiese andar en procesión alrededor del santuario. Pero es un no parar, en 1719 el Arzobispo manda que “se haga una sacristía para guardar y custodia de los ornamentos, al lado de la Epístola, ajustando la obra con el maestro que mejor y con más comodidad la hiciere, sacándolas a remate sin prometidos”. Como vemos el mantenimiento de la ermita era un continuo flujo de dinero. Para su conservación no solo tenían las limosnas sino que disponían de animales y de fincas que arrendaban. Y, por lo ya dicho, eso venía bien.


En 1800 los bienes de esta ermita fueron desamortizados según nos cuenta María del Carmen Arribas Magro. Tras la guerra de Independencia y poco antes del pequeño periodo de gobierno liberal se construirá la casa anexa de la cofradía tal y, como reza su dintel, en el año 1820. Consta la existencia de cofrades al menos desde el año 1703. Formaban inicialmente parte de esta cofradía nueve pueblos, que hoy son cuatro: Villatomil, La Cerca, Villate y Villamor.

En 1862 se construye la nueva espadaña siendo maestro de obras José García, vecino de La Cerca, con diez obreros. Costó 1.400 Reales y sacar la piedra para ella costó 247 Rs. y 141 Rs. para los obreros, más el hierro de los ejes y barra colocada en la sillería para seguridad de la campana.

En todo caso, los escasos residentes de estos cuatros pueblos aún mantienen la tradición de subir en romería cada primer domingo de julio. ¿Seguirán viniendo para pedir remedio a sus males o solicitar favores? A la intercesión de Nuestra Señora de Somo se atribuyen innumerables milagros, algunos de ellos recogidos en los libros de la cofradía.

Cortesía de "Tierras de Burgos".

Entre los documentos supervivientes de la cofradía nos cuentan la colocación de la escultura de la Virgen: “Colocada fue Nuestra Señora del Somo en su capilla mayor el día de Santa Isabel (Indican que fue el 2 de julio) del año 1703, con siete estandartes y más de 500 personas, y gran número de sacerdotes. Predicó divinamente el Reverendo Cisneros, Lector jubilado y observante y Vicario del religioso monasterio de Santa Clara de Medina de Pomar. Hubo danza y soldadesca de 40 Hijosdalgos con bandera y caja de guerra. Fue Capitán D. Juan Francisco de Hierro Salinas; Alférez D. Diego de Villamor Salinas; Sargento Manuel de Aguirre: Cabo de la Compañía José, dejado sus reales. Y nuestra Abogada subió de la parroquia de San Martín de Villamor, a donde estuvo durante el curso de la obra. Llovió mucho por la mañana, y la Reina del Cielo que nos ayude serenó la turbiez, en claridad”.

Por supuesto, hubo milagros el día de la colocación de la escultura divina: “Estando Juan González, vecino de Villanueva de Rosales oyendo el sermón, cayó sobre su cabeza un canto de lo alto de la pared y le hirió, y siendo la piedra bien crecida, le amparó la madre de Dios y sanó” y “por la tarde hubo abajo (en el pueblo), junto al puente Guiza y Estafermo, y estando un hombre mozo y recién casado vendiendo cerezas, un soldado del tercio festejal, le pidió una libra, y al pedirle el dinero, sin querer, le dijo: tómalo, arrimándole una escopeta al rostro y le libró Nuestra Señora. Y sanó del fuego de aquel volcán”.


El día de la romería se sacaba en procesión una Virgen del Rosario de escayola por los alrededores de la ermita. Esta imagen mariana, que no era la que presidía el altar, era paseada a hombros de mujeres. La campana que ocupa el cuerpo superior de la espadaña frontal no cesaba de repicar durante el paseo de la imagen. Por supuesto había misa solemne para todos los romeros. La fiesta profana continuaba por la tarde con juego de bolos y baile.

Antes de integrarse el Ayuntamiento en el de Medina, allá por los años siguientes a la guerra civil, declaró el Ayuntamiento a Nuestra Señora del Somo, o de Santa Isabel, patrona del mismo, era día festivo y se invitaba a los dieciséis pueblos que le componían a que asistieran a la fiesta.

Llegados a este punto, ¿Dónde estaba la antigua ermita? O bajo la actual o cerca porque estos lugares mágicos son reutilizados. Además, como en el caso de Cantonad, los lugareños podían dirigir su mirada a la iglesia y encontrar en la Virgen apoyo y protección. No olvidemos que eran personas de Fe.


¿Por qué la demolieron? Nos dice Ángel Villasante Ortega en su libro que la razón era que números romeros se quedaban sin poder oír misa, por ser la ermita pequeña, baja, antigua, tosca, y poco decente para "cosa tan alta y divina". Vale, pero esa es la razón para construir la nueva, no para derribar la vieja. Puede ser que aquella se emplease como material de construcción de la actual. Nada extraño, por cierto. Eso reducía mucho los costes que, generalmente, procedían de limosnas y donaciones. Por eso sorprende que Ángel Villasante añada la condición de que “no se debía demoler la ermita antigua, hasta que no estuviera terminada la nueva, ni destruir la capilla antigua, antes que estuviera terminada la nueva capilla mayor”.

¿La cumplirían a rajatabla?



Bibliografía:

“Las Siete Merindades de Castilla Vieja. Valdivielso, Losa, Cuesta Urria”. María del Carmen Arribas Magro.
“La Junta de la Cerca y sus pueblos”. Ángel Villasante Ortega.
Periódico “Crónica de Las Merindades”.





Anejo:

Nuestra milagrera Señora del Somo:

Extracto de libro de la cofradía.

“A Nuestra Señora del Somo la tiene una gran devoción y la reconocen un poder sobrenatural ante enfermedades y toda clase de dolencias, como Madre de misericordia con suma clemencia, sin tener en cuenta nuestras ingratitudes, pues en las secas (sequías) nos da aguas limpias con abundancia; socorre con salud a los enfermos que de corazón la invocan; libra de las fatalidades y peligros a sus siervos; oye los ruegos de los justos y llama a penitencia a los pecadores; aboga por sus amantes; desvía de los hombres las tentaciones, y a la presencia de su regalado Hijo, y Nuestro Dios y Señor pide por los mortales y defiende a las ánimas de pena eterna.

Divierte y convierte los horrores y tempestades de los truenos y relámpagos que furiosos amenazan los frutos de nuestro mantenimiento, abunda nuestras cosechas, cubre los desnudos y ha obrado su misericordia y obra tantas maravillas como puede.

Y no hay pluma que las escriba, y sus prodigios y milagros eran de notar y pintar como verdaderos, pues que los tenemos tan experimentados y en estos tiempos acaecidos. Y diré, entre otros, que ha obrado nuestra Madre y Señora con el dicho Bernabé de Hierro, vecino de Villamor, a quien yendo con carro y cuatro bueyes con otros bienhechores a traer cal para esta obra, de un calero que se quemó en Valdevacas, término de Villatomil, y como era con el rigor del sol la vuelta por el monte de Rivamora, hacia acá, cargado bien el carro, acudió tan rabiosa la mosca y tábanos a los bueyes, que, furiosos, intrépidos y enojados, atrepellaron a Bernabé, y cayó al suelo sin remedio, y pasaron los bueyes y la rueda del carro cargado sobre los miembros de su cuerpo. Y quedó muy maltratado y moribundo. Y llamó a la Virgen, Nuestra Señora del Somo, en su ayuda y a pocos días estuvo mejorado y sano de su cuerpo.

Y más es muy poco, y no para dejar de escribir que el mismo Bernabé Hierro el siguiente año, estando posado y recogido un enjambre de abejas en un olmo de dos brazos gruesos, cercano a la casa del Condestable de Castilla, la próxima al río, y camino que va y viene a La Cerca, este mismo Bernabé, por ser hombre cándido y de buen celo, subió con un hacha al olmo, que hoy permanece y está cerca del corral de la dicha casa contigua su raíz al río, y cortó el brazo viejo del albergue de las fecundas abejas, y el brazo dio al caerse otro brazo más viejo, y rechazó el de arriba, y cayó Bernabé al río, que entonces iba seco, y dio sobre los duros colchones, cuya lana fueron crecidos y ásperos cantos, y quedó "cuasi inmóvil" y atormentado el cuerpo, descoyuntados y quebrados parte de los huesos de él, y se temió su fatal muerte; y como siervo y devoto de esta Gloriosa Princesa y Reina de los cielos, sanó como hoy lo está.

Otros mil prodigios cada día hace y no es el menor que a la falda de un terreno que mantiene un olmo, nace una fuentecita que cae a donde dicen Ladrero, y para más claridad a la vista del río de Villamor, y como fue pacto de que los materiales se habían de dar puestos y costeados al pie de la obra a costa de bienhechores, y la fuente contigua a la ermita mana hilo a hilo, y gota a gota, que para recogerla el Beato Juan Hipólito había hecho hoyo, y cerca, para batir y abundar los morteros de la cal. La buena disposición y maña del dicho Lic. D. Gregorio García de Pereda, a cuyo cargo estaba, y al del dicho D. Diego de Villamor con el de D. Juan de Hierro, hermano del dicho D. Miguel de Hierro, depositario de limosnas, con sus modos y suavidades de llamar y atraer al servicio de esta buena obra en los días desocupados, con ser cercano el tiempo del agosto, traían muchas mujeres casadas, viudas, doncellas, mozos y bienhechores con sus cántaros y vasijas para subir el agua a los morteros”.





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