Que no te asusten ni la letra ni el sendero de palabras pues, amigo, para la sed de saber, largo trago.
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domingo, 27 de abril de 2025

Hemos leído “El problema del “Limes Hispánicus” a fines de la época bajo imperial: una propuesta de solución. Castilla: su nombre y nacimiento”.

 
El mayor pecado que tiene esta obra es su título, más propio de una tesis doctoral que de una publicación a la venta y que puede alejar a un lector popular. Seguramente el deseo de aclarar lo que se ofrecía llevó a este título. Pero, si se dan cuenta, estamos juzgando el libro por su tapa, aunque tenga una foto de Tedeja.

 
Al comprarlo ofrecerán al autor la oportunidad de darles una nueva visión de lo que pudo haber ocurrido en los años que van desde el siglo V hasta el siglo XI en la cordillera cantábrica. De forma alejada al trazo gordo -muy gordo- con que la educación reglada explica este periodo. Aunque puede no ser trazo gordo y sólo ser desconocimiento. Mucho desconocimiento. ¡Como que llamamos a esos siglos “Edad Oscura”! Como decía el profesor García Moreno: “Pues difícil resulta encontrar otro período de la historia peninsular con más mudanzas, en lo político, en lo cultural y en lo social”. El medinés Aniano Cadiñanos López de Quintana estudia los restos arqueológicos largamente conocidos de Las Merindades, la toponimia, los textos históricos y los nuevos yacimientos arqueológicos para obtener nuevas piezas del puzle de la historia. Novedosamente realiza un análisis geoestratégico, auxiliado por sus conocimientos del territorio del que habla, que completa la tradicional visión del catedrático de historia sobre el limes hispano. Le da una vuelta a la historiografía tradicional con respecto a la defensa de Hispania en los últimos siglos del Imperio romano de Occidente presentando una propuesta para el estudio y el debate. Es una lectura recomendable para interesados en la historia militar romana, la arqueología y la historia de España. Pero alejado de la erudición de otros autores más amigos de leguaje obtuso que creen necesario para obras de análisis histórico. Reconozco, a su vez, que se necesita una ligera base de conocimientos para sacarle todo el jugo que tiene el libro.
 
Agustín Azcárate indicaba que “estamos convencidos, por ejemplo, de que la "invisibilidad" de los testimonios materiales de determinados periodos -y los siglos VI al VIII son los siglos "invisibles" por excelencia en la historia europea- tiene muy poco que ver con la existencia o no de dichos testimonios. Son, más bien, nuestros prejuicios ideológicos, nuestras inercias historiográficas y nuestras limitaciones hermenéuticas las que nos impiden "ver" lo que está "ahí" -presente- y sin embargo oculto, porque nuestros instrumentos de análisis no son siempre los más adecuados”.
 
Nos noqueará saber cómo confirma que los francos penetraron por la zona cantábrica; cómo lo intentó controlar el Imperio Romano de Occidente; la independencia de astures, cántabros y vascones; o saber el origen de Medina de Pomar. Sin olvidar temas como el nombre anterior de la primitiva de Castilla; la situación administrativa del Valle de Mena; y la llegada del cristianismo y el mundo eremítico. En palabras de Aniano: “La piedra angular de nuestro trabajo la constituye la que hemos denominado como frontera retrasada de contención; frontera de carácter militar que nos obliga, para entender su composición y finalidad, a repasar los orígenes y reformas operadas en el ejército romano, sobre todo desde tiempos de Constantino, así como a estudiar la evolución del soldado campesino que desembocará en dos categorías de asentamientos: las Clausurae, en la pars occidentis, y los Themas u ordenamiento temático en la pors oríentalis”.

 
El libro fue prorrogado por Juan José García González, catedrático emérito de Historia Medieval y exvicerrector de la Universidad de Burgos: “Al igual que le ha ocurrido en el estudio precedente, el lector interesado en los orígenes de Castilla encontrará en éste una exposición aseada y de fácil lectura de los principales acontecimientos político-militares e institucionales acaecidos en el centro-norte peninsular durante la Tardoantigüedad y de la Alta Edad Media. Reconocerá, igualmente, en sus páginas, como hilo conductor del relato histórico, las tesis del limes hispanicus y de la expansión de los vascones pirenaicos, pero advertirá que, en tanto que la figura de Claudio Sánchez-Albornoz gana presencia al atribuirle a los euskaldunes un protagonismo primordial, Abilio Barbero y Marcelo y Vigil pierden fuelle al relegar la etnia de los cántabros a un cierto segundo plano. […] Es ahora, ciertamente, cuando pasan a cobrar personalidad en el relato, además de los ya redimensionados vascones, los bárbaros invasores de primera generación, los imperiales hispanos o pervasores provinciae y los enigmáticos ruccones, individuos de origen franco que, aprovechando la manifiesta indefensión de los pasos pirenaicos tras el fin del Reino de Tolosa, se deslizaron por el andén litoral con sus espadas, franciscas y sus necrópolis merovingias. Por convergencia de la beligerante idiosincrasia de unos y otros, la Depresión Cantábrica pasaría a convertirse en un crisol generador de poderosas tensiones internas y de constantes amenazas externas. En la misma medida en que la presión aumentaba, los soldados de Cohors Celtibera, acantonada en lulióbriga, y de la Cohors Prima Gallica, residenciada en Veleya, se transformaron en genuinos defensores hispanos del somontano y de la Meseta Superior, al igual que lo harían sucesivamente los indígenas romanizados, los hispanogodos y hasta los musulmanes. La Frontera de Contención Retrasada -en sus orígenes un sistema defensivo de clausurae apoyado en la línea de los Montes Obarenes- nació como respuesta a la invasión de los suevos, vándalos y alanos el año 409, pero realmente estuvo en continua refacción y expansión para atender a las necesidades defensivas suscitadas con la incontinente llegada de nuevos pueblos al centro-norte peninsular”.
 
Este libro recupera partes del anterior trabajo de Aniano “Los Orígenes de Castilla”, prácticamente descatalogado. Lo hace para favorecer la fluidez de los conocimientos.
 
Finalmente decir que es una obra de un valor superior a su precio.
  

2 comentarios:

  1. Pedro Núñez
    Yo he tenido la oportunidad de leerlo y estoy de acuerdo con lo comentado. Compré la primera obra del autor hace muchos años y en cuanto vi el libro en una librería burgalesa decidí comprarlo. Me choca la permanencia de ese limes hispánicus durante tanto tiempo, la asociación de los ruccones con los francos - soy de Rucandio de Caderechas y me atraía la idea de un pueblo autóctono que había dejado su nombre en 4 pueblos de la Cantabria prerromana - y veo lógica su interpretación de la llegada de la inmigración vascona a estas montañas nuestras. En fin, es un libro complejo que nos abre ventanas para intuir lo que pasó en aquellos siglos terribles pero apasionantes para nuestra historia.

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