El
mayor pecado que tiene esta obra es su título, más propio de una tesis doctoral
que de una publicación a la venta y que puede alejar a un lector popular.
Seguramente el deseo de aclarar lo que se ofrecía llevó a este título. Pero, si
se dan cuenta, estamos juzgando el libro por su tapa, aunque tenga una foto de
Tedeja.
Al
comprarlo ofrecerán al autor la oportunidad de darles una nueva visión de lo
que pudo haber ocurrido en los años que van desde el siglo V hasta el siglo XI
en la cordillera cantábrica. De forma alejada al trazo gordo -muy gordo- con
que la educación reglada explica este periodo. Aunque puede no ser trazo gordo
y sólo ser desconocimiento. Mucho desconocimiento. ¡Como que llamamos a esos
siglos “Edad Oscura”! Como decía el profesor García Moreno: “Pues difícil
resulta encontrar otro período de la historia peninsular con más mudanzas, en
lo político, en lo cultural y en lo social”. El medinés Aniano Cadiñanos
López de Quintana estudia los restos arqueológicos largamente conocidos de Las
Merindades, la toponimia, los textos históricos y los nuevos yacimientos
arqueológicos para obtener nuevas piezas del puzle de la historia. Novedosamente
realiza un análisis geoestratégico, auxiliado por sus conocimientos del
territorio del que habla, que completa la tradicional visión del catedrático de
historia sobre el limes hispano. Le da una vuelta a la historiografía
tradicional con respecto a la defensa de Hispania en los últimos siglos del
Imperio romano de Occidente presentando una propuesta para el estudio y el
debate. Es una lectura recomendable para interesados en la historia militar
romana, la arqueología y la historia de España. Pero alejado de la erudición de
otros autores más amigos de leguaje obtuso que creen necesario para obras de
análisis histórico. Reconozco, a su vez, que se necesita una ligera base de
conocimientos para sacarle todo el jugo que tiene el libro.
Agustín
Azcárate indicaba que “estamos convencidos, por ejemplo, de que la
"invisibilidad" de los testimonios materiales de determinados
periodos -y los siglos VI al VIII son los siglos "invisibles" por
excelencia en la historia europea- tiene muy poco que ver con la existencia o
no de dichos testimonios. Son, más bien, nuestros prejuicios ideológicos,
nuestras inercias historiográficas y nuestras limitaciones hermenéuticas las
que nos impiden "ver" lo que está "ahí" -presente- y sin
embargo oculto, porque nuestros instrumentos de análisis no son siempre los más
adecuados”.
Nos
noqueará saber cómo confirma que los francos penetraron por la zona cantábrica;
cómo lo intentó controlar el Imperio Romano de Occidente; la independencia de astures,
cántabros y vascones; o saber el origen de Medina de Pomar. Sin olvidar temas
como el nombre anterior de la primitiva de Castilla; la situación administrativa
del Valle de Mena; y la llegada del cristianismo y el mundo eremítico. En
palabras de Aniano: “La piedra angular de nuestro trabajo la constituye la
que hemos denominado como frontera retrasada de contención; frontera de
carácter militar que nos obliga, para entender su composición y finalidad, a
repasar los orígenes y reformas operadas en el ejército romano, sobre todo
desde tiempos de Constantino, así como a estudiar la evolución del soldado
campesino que desembocará en dos categorías de asentamientos: las Clausurae, en
la pars occidentis, y los Themas u ordenamiento temático en la pors oríentalis”.
El
libro fue prorrogado por Juan José García González, catedrático emérito de
Historia Medieval y exvicerrector de la Universidad de Burgos: “Al igual que
le ha ocurrido en el estudio precedente, el lector interesado en los orígenes
de Castilla encontrará en éste una exposición aseada y de fácil lectura de los
principales acontecimientos político-militares e institucionales acaecidos en
el centro-norte peninsular durante la Tardoantigüedad y de la Alta Edad Media.
Reconocerá, igualmente, en sus páginas, como hilo conductor del relato
histórico, las tesis del limes hispanicus y de la expansión de los vascones
pirenaicos, pero advertirá que, en tanto que la figura de Claudio
Sánchez-Albornoz gana presencia al atribuirle a los euskaldunes un protagonismo
primordial, Abilio Barbero y Marcelo y Vigil pierden fuelle al relegar la etnia
de los cántabros a un cierto segundo plano. […] Es ahora, ciertamente, cuando
pasan a cobrar personalidad en el relato, además de los ya redimensionados
vascones, los bárbaros invasores de primera generación, los imperiales hispanos
o pervasores provinciae y los enigmáticos ruccones, individuos de origen franco
que, aprovechando la manifiesta indefensión de los pasos pirenaicos tras el fin
del Reino de Tolosa, se deslizaron por el andén litoral con sus espadas,
franciscas y sus necrópolis merovingias. Por convergencia de la beligerante
idiosincrasia de unos y otros, la Depresión Cantábrica pasaría a convertirse en
un crisol generador de poderosas tensiones internas y de constantes amenazas
externas. En la misma medida en que la presión aumentaba, los soldados de
Cohors Celtibera, acantonada en lulióbriga, y de la Cohors Prima Gallica,
residenciada en Veleya, se transformaron en genuinos defensores hispanos del
somontano y de la Meseta Superior, al igual que lo harían sucesivamente los
indígenas romanizados, los hispanogodos y hasta los musulmanes. La Frontera de
Contención Retrasada -en sus orígenes un sistema defensivo de clausurae apoyado
en la línea de los Montes Obarenes- nació como respuesta a la invasión de los
suevos, vándalos y alanos el año 409, pero realmente estuvo en continua
refacción y expansión para atender a las necesidades defensivas suscitadas con
la incontinente llegada de nuevos pueblos al centro-norte peninsular”.
Este
libro recupera partes del anterior trabajo de Aniano “Los Orígenes de Castilla”,
prácticamente descatalogado. Lo hace para favorecer la fluidez de los
conocimientos.
Finalmente
decir que es una obra de un valor superior a su precio.
Pedro Núñez
ResponderEliminarYo he tenido la oportunidad de leerlo y estoy de acuerdo con lo comentado. Compré la primera obra del autor hace muchos años y en cuanto vi el libro en una librería burgalesa decidí comprarlo. Me choca la permanencia de ese limes hispánicus durante tanto tiempo, la asociación de los ruccones con los francos - soy de Rucandio de Caderechas y me atraía la idea de un pueblo autóctono que había dejado su nombre en 4 pueblos de la Cantabria prerromana - y veo lógica su interpretación de la llegada de la inmigración vascona a estas montañas nuestras. En fin, es un libro complejo que nos abre ventanas para intuir lo que pasó en aquellos siglos terribles pero apasionantes para nuestra historia.
Me alegra saber que compartimos aficiones.
EliminarUn saludo.