La
central nuclear de Garoña es, y no es, la clave de esta entrada. El tema,
ligero como corresponde al verano, es un paseo por la forma en que se divulgó esta
sofisticada empresa que colocaba a España entre los grandes países del momento.
Casi como lo que ocurre hoy en día con la capacidad nuclear militar. Vamos, la
bomba atómica. Que también quiso tener España.
En
nombre completo de esta obra de ingeniería es “Central nuclear Santa María de
Garoña” y está situada en el Valle de Tobalina, en Las Merindades de Burgos. Tiene
una potencia de 460 MW. Cesó su actividad el 16 de diciembre de 2012. La central generaba unos
beneficios de 150 millones de euros anuales debido principalmente a su
antigüedad (ya está amortizada) y a los costes de la energía nuclear en España
que no está afectada por las disfunciones del Mercado eléctrico español.
Su
diseño era el de centrales de segunda generación, anteriores al accidente
nuclear de Three Mile Island. El reactor, del tipo BWR-3 (BWR corresponde a
Boiling Water Reactor -reactor de agua en ebullición-) que emplea agua ligera
como fluido refrigerante y posee un solo circuito de refrigeración. El agua
ligera extrae el calor del núcleo del reactor, entra en ebullición, el vapor
mueve los álabes de la turbina y regresa, una vez refrigerada, al núcleo del
reactor.
Fernando López Hepterner |
Pero
marchemos más atrás en el tiempo. El 17 de agosto de 1963 Nuclenor obtuvo la
autorización para la construcción de la central. Y con lo dicho dejamos de
hablar de la central para hablar de cómo se hablaba de la central nuclear.
Serán solo unas pinceladas en la prensa y en documentales.
Para
ello comenzaremos con los documentales de Fernando López Hepterner realizados
para IBERDUERO. Es el momento en que esta empresa se enlaza con otras empresas
para explotar nuevos centros. Con Electra del Viesgo creó otras dos empresas:
Terminor (con la que construyó y explotó la central térmica de carbón de
Guardo) y Nuclenor para levantar la central nuclear de Santa María de Garoña. Evidentemente,
eso había que contarlo. Y hacerlo de manera favorable. Existen para ello los
terribles publirreportajes.
El
primero en el que nos detendremos es “De cara al futuro” (1968) que recoge el transporte
de la gran vasija de 360 toneladas para la central en catorce minutos. Diremos
que cuando se hizo este Televisión Española no publicó imágenes sobre el tema porque
el descomunal medio de transporte estaba cuajado de publicidad de “Transara” y
la vasija de la de “Nuclenor”. Pensad que estos medios de transporte fueron los
usados en el Nilo para salvar algunos de los monumentos. La ironía es que a
Franco quería conocer ese acontecimiento y pidió que le pasaran todo lo
difundido. ¡Y tuvieron que montarle una película!
Reactor de Garoña (Cortesía de Vandalotv) |
Incluso
la televisión alemana envió un equipo para rodar el desembarco y principio del
Transporte de la vasija, y la televisión belga hizo un documental completo
desde el desembarco hasta la llegada de la vasija a la Central Nuclear.
El
folleto de promoción sintetizaba el contenido del publirreportaje:
"Burgos la tierra tan ligada al Cid.
Burgos la Monumental. Burgos la Histórica. Por tierras de Santa María de
Garoña. Lo que será la Central Nuclear más importante de España. El Uhenfels en
el canal de Deusto. Único barco en el mundo dotado de medios propios para carga
y descarga de piezas hasta de 400 toneladas. Son 365 toneladas las que están
suspendidas de las grúas. Difícil maniobra de descarga. La caravana en marcha.
Es el transporte más importante efectuado hasta ahora. Jamás pieza de este peso
y volumen ha sido trasladada a lo largo de 223 kilómetros. Se ha coronado el
puerto de Barazar. Un paso superior del ferrocarril. También los pasos a nivel.
Las estampas del romancero nos salen al paso. En Santa Gadea del Cid. El
castillo de Fontecha. La gran mole junto a las casas aldeanas.
Ya hemos recorrido 125 kilómetros. Sólo nos
separan 20 de la Central. Hay que dar un rodeo de 98 kilómetros. Bordeando el
embalse de Sobrón. El cañón y los túneles notas sobresalientes del paisaje.
También hay que garantizar el paso bajo las líneas de conducción eléctricas y
telefónicas. 216 ruedas y 610 toneladas sobre el viejo puente. El tren de
transporte con 80 metros de largo. Hay que cruzar el pueblo de Berberana.
Cuatro horas para avanzar sólo 100 metros. Nos detenemos en el pueblo de Frías.
Puente romano y el castillo. La torres del homenaje en inverosímil equilibrio.
Se pasa por el último puente. De esta
manera culmina una tarea llena de dificultades. Ahora hay que colocar la pieza
en su emplazamiento. Las potentes grúas. Así se coloca con gran precisión. Ya
la última misión está cumplida. La Central Nuclear que tendrá una potencia de
460.000 Kw producirá, con una utilización de 7.000 horas al año, 3.000 millones
de kilowatios hora.
De esta manera la Central Nuclear de Santa
María de Garoña se incorpora al progreso de España como una de las más
importantes conquistas conseguidas en los últimos tiempos en favor de nuestro
desarrollo industrial y de cara al futuro".
En su
realización el director quiso resaltar el contraste entre la fuerte presencia
de la historia en Las Merindades y el trasporte de una meta de la modernidad.
Otro
documental hagiográfico sobre Garoña fue "Una central nuclear"
(1972). Que buscaba sensibilizar a la opinión pública. La película cuenta la
historia del proceso de construcción de la central nuclear desde su comienzo
hasta su puesta en marcha. Salta de los bucólicos pueblos al emplazamiento de
la central, análisis del subsuelo y llegada de la maquinaria. Remarca mucho las
exigencias de seguridad y exactitud: "El
hombre no puede equivocarse y las comprobaciones son perfectas". El
cine trata de comunicar garantía de seguridad a los espectadores para salir al paso
del debate que ya se iniciaba en España sobre los riesgos de las centrales
nucleares. Las cámaras testifican las pruebas y controles de precisión. Los comentarios
insisten una y otra vez en lo mismo hasta llegar a resaltar: "Ni un solo centímetro se deja de controlar por los rayos
X".
El
relato incide en otros aspectos como los puntos de España donde existen minas
de uranio, el edificio de la Junta de Energía Nuclear donde se investiga el
mineral y se traslada al aeropuerto de Barajas para recoger el momento de la
llegada del extranjero del uranio enriquecido.
La
narración vuelve a la central para seguir el proceso definitivo hasta las
pruebas de control de funcionamiento y su puesta en marcha. El final queda
redondeado por el comentario al destacar que la central es un "corazón que late como signo de fuerza,
de luz y de vida".
Pero
viremos la proa hacia la prensa del momento que, como los comentarios de los
publirreportajes de Iberduero, destacaba la proeza española que significaba la
central y la perfección técnica que representaba.
Empecemos
por el año 1965, exactamente por el día 2 de marzo cuando se presentaban las
propuestas de cuatro empresas internacionales capaces de hacer el trabajo:
General Electric, Westhinghause, Babcock & Wilcox y la británica Nuclear
Power Group. Una noticia del 2 de mayo comentaba que “España va a montar en tierras burgalesas la central más importante de
Europa”. Cierto, era la más avanzada de su clase a la fecha. El siete del
mismo mes nos indicaba para quién era la electricidad: para los vascos y los
cántabros que la necesitaban para sus industrias. Poco pensaba el régimen
franquista que esos mismos burgueses vascos encabezarían las presiones para su
cierre. El 1 de julio se declaraba que Inglaterra había sido vencida por EEUU
en la puja por la central de Garoña al decretarse ganadora a General Electric.
Por cierto, la forma de titular recuerda a un partido de futbol porque
“Inglaterra” es una parte de Gran Bretaña pero, para muchos españoles, la
representa e incluso sustituye. Por acabar este año, la potencia se
incrementará a 460.000 Kw.
En 1966,
año en que empiezan las obras, aparecen pequeñas columnas contando que se
empleará uranio español (una pequeña parte porque en 1970 llegarían 11.000 kg
de uranio de Alemania y en avión) y que las aguas para el sistema serán tomadas
en Quintana Martín Galíndez y Puentelarrá.
Saltemos
a septiembre de 1968 cuando se indica que comienzan los trabajos de
acondicionamiento de las carreteras hacia Garoña para que pueda ser llevada la
vasija del reactor. En enero de 1969 se publicaba que llegarían nuevas piezas
pesadas por el mismo camino.
Las
noticias de 1970 pivotan entre la llegada de uranio desde EEUU o Alemania
Federal. Para el 22 de noviembre estaba lista para producir electricidad en
pruebas.
El ABC
del 27 de febrero de 1971 nos anunciaba que la central ya estaba conectada a la
red eléctrica general. Y el Caudillo Francisco Franco, según La Vanguardia
Española, presidía la inauguración el 22 de septiembre de 1971.
Cerramos
con una victoriosa noticia de 1972 en la que el ABC titulaba: “Satisfactorio
balance del sector eléctrico nacional en 1971”.
Bibliografía:
Periódico
“Diario de Burgos”.
“Cine
documental e informativo de empresa. 50 años de producción de Fernando López
Hepterner en IBERDUERO y NO-DO” por Mariano Cebrián.
Periódico
“ABC”.
Periódico
“La Vanguardia Española”.
Periódico "La hoja del lunes de Burgos".
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