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domingo, 22 de noviembre de 2020

Criales no es de Losa sino de Medina de Pomar



Estamos en el borde sur de las tierras de Losa, en un terreno alto y desigual, con una carretera propia desde la que conduce de Trespaderne a Arciniega y hermanada con la de La Cerca. La Wikipedia dice que este lugar está vinculado a la búsqueda del Santo Grial, y que antaño se llamó “Griales”. Buenoooo…


Este pueblo aparece por primera vez en 1175 cuando, en una pesquisa ordenada por el rey Alfonso VIII, se pone de relieve la existencia de la jurisdicción de Críales que había sido organizada por su abuelo Alfonso VII (1126-1157). Dos estelas discoidales, que han sido datadas en esta misma época, fueron halladas embutidas en el muro Sur de la tapia del atrio de la iglesia parroquial. Son de roca caliza y una de ellas presenta una cruz griega de brazos rectos en campo rehundido que medía 26 cm de alto por 30 cm de ancho. La otra tenía el mismo motivo con los brazos ligeramente ensanchados y presentaba un relieve marcado y parte del vástago, sus medidas eran 34 cm de alto por 32 cm de ancho.


Ábside de la iglesia de Criales
 
Hay noticias de la concesión, por dicho rey, de un fuero, probablemente en 1193 –otra fecha con la que figuran es 1209-, que habría sido el instrumento jurídico regio para llevar a cabo su política en este lugar. Sería un fuero concedido conjuntamente a Mijangos y a Criales. En él se otorgaban a los dos lugares el fuero de Logroño en lo referido a las caloñas (multas) y a los homicidios, se señalaba que sus habitantes pagarían dos sueldos en Pentecostés y dos almudes de pan de la medida de Burgos en agosto, se concedía la exención de facendera y también de peajes en todo el reino. Esto lleva a pensar que algunos de los avecindados en el pueblo se dedicaban al comercio o a la arriería. 



Esos privilegios fiscales fueron confirmados por los reyes que le sucedieron. Por supuesto en los textos históricos nos aparecen más nombres que los de los reyes: Juan Pérez de Críales y Martín Pérez de Críales hicieron de testigos en una venta al monasterio de Oña de diversas propiedades en lugares de la actual Merindad de Cuesta Urria en 1265. El hijo de Juan Pérez de Críales hacía también de testigo en 1280 en otra venta a Oña. En 1282 el que vendía es nuestro Juan Pérez de Críales que tenía heredades en Urria y que las vendió a Oña por 200 maravedís. El rey Fernando IV (1285-1312) otorgó una carta protegiendo el comercio de los de Críales que se veían asaltados en la vecina Álava.


En el Becerro de Behetrías (1350) nos aparece dos veces. Nada raro porque es algo que ocurrió con casi todos los lugares de Medina de Pomar. Era “Ciella” donde quedaba un solo poblador y, como hemos dicho, era de la vecindad de Medina. Pagaban al rey moneda y servicios, y el resto de los tributos con Medina. El mismo epígrafe refleja las aldeas dependientes de Críales que estaban despobladas: Estibañez, Valcavada, Llano, Quintanillas y Santa Gadea. En 1385, el rey Juan I (1358-1390) concedía una rebaja en los tributos, justificada por el despoblamiento de las aldeas de Críales.



¿Cómo terminó Criales bajo el poder de Medina de Pomar? Primero la explicación: Si nos fijamos en el fuero de Medina de 1181 ya disponía de varias poblaciones circundantes a la que estamos visitando. Pero, en 1352 eran 32 los lugares asignados a la vecindad de Medina, entre ellas Criales: “et isti sunt termini infra quos populatores debent pascere ganata eorum et ligna sectent, scilicet, a summo de Lubro usque ad villam, et ad montem Robusta usque ad villam, et de Petraleda usque ad villam, et de los Brianos usque ad villam, et de Espinosa usque ad villam. Infra istos prenominatos terminos populatores de Medina et eorum ganta livere er sine inquitationes sectent et pascant”. García Sainz de Baranda ha identificado “Lubro” con el Cabrio (Merindad de Montija), “Robusta” con la sierra de la Tesla, “Petraleda” con Petralata; Cadiñanos Bardecí identifica “Brianos” con Criales.

Cortesía de María del Carmen Arribas
 
Entendemos que la prosperidad de Medina de Pomar debió llevar a una política de compras que asegurasen un cierto territorio montuoso para alimentar su ganado. Consta la compra del lugar de Criales, en 1327, por el concejo de Medina a Lope de Mendoza, que la heredó de su madre y ella, a su vez, del señor de Vizcaya. Dicen que se pagaron 25.000 maravedíes.



En 1515 Santa María era la titular parroquial de Críales. En 1591 Críales tenía 60 vecinos sin distinción de clases, una pila bautismal y tres clérigos. En 1707 se documentaron tres ermitas: San Esteban, Nuestra Señora de la Peña y Santa Marina; y dos más que se citan a mediados del siglo XIX: San Roque y Santiago de ubicación desconocida. Figuraba, también, un hospital de leprosos y San Cristóbal. El lazareto estaba situado a la derecha de la carretera de acceso, donde sale un camino de subida a la población. Tenía dos camas y era atendido por una hospitalera. Los hospitales de leprosos estaban organizados por la orden de San Lázaro y administrados después por la orden San Juan de Jerusalén en la que se integró la de San Lázaro. Estos hospitales se construían a la entrada de las poblaciones para impedir el paso de los enfermos al centro urbano y para permitirles pedir limosna con que mantenerse
. 

Gracias al catastro de La Ensenada conocemos bien el pueblo en 1753. Ese año se acercó hasta Criales Nicolás Fernández de la Peña que se reunió con el cura beneficiado -Bachiller Andrés de Mardones-, el alcalde Francisco Zorrilla, José de Oteo y otros vecinos para cumplimentar el cuestionario. Nos recuerdan que pertenecía al duque de Frías y estaba incluida en la jurisdicción de Medina de Pomar, de donde dependía el nombramiento de los alcaldes. Se le pagaba de alcabalas 496 reales de vellón.



Disponían de pastos; trigales, centeno y cebada; cultivaban habas y otras legumbres como las alubias; nogales, manzanos, ciruelos y olmos. Había tres molinos harineros de una rueda. Disponían de 47 colmenas: 18 de Andrés de Mardones; 2 de Andrés López; 2 de José de Oteo; 5 de Diego del Val; 9 de María de Oteo; 3 de Pedro de Artiatiegui; una de Juan de Ortega; una de Francisco de Mardones; dos de Santiago Ortiz; y cuatro de la parroquia.


 
Había bueyes, vacas, novillos, yeguas, caballos, pollinos, cerdos, ovejas y cabras que eran propiedad de los treinta vecinos, las cuatro viudas, los dos pastores –Andrés Ordoño y Mateo Alonso- y el pobre de solemnidad Juan de Quiñones. Bueno, este último no tenía ganado.


El pueblo lo constituían 39 casas habitables y tres arruinadas. Ningún convento pero sí una taberna que producía 1.080 reales y una panadería. Un herrero –Tomás de Landezas-, un carpintero (Santiago de Landezas) y un sastre, Antonio González.



El hospital de Criales se refleja en el catastro dejando constancia de seguir teniendo las dos camas para pobres y una renta de 49 reales y medio y una fanega y media de trigo.




Durante la década ominosa se publicó el diccionario de Sebastián Miñano, redactado entre 1826 y 1828, que comentaba lo siguiente sobre Criales: “CRÍALES, V. S. de España, provincia y arzobispado de Burgos, partido de Castilla la Vieja en Burgos, jurisdicción de Medina de Pomar. A. P., 42 vecinos, 163 habitantes, una parroquia. Situada a la margen derecha del río Jerea. Confina con términos de Castraciones, Quintanilla la Ojeda, Lechedo, y Quintana Entre-peñas. Produce granos, legumbres, pastos y ganados. Dista 15 leguas de la capital. Contribuye con 789 reales y 20 maravedises”.


A mediados del siglo XIX, en el diccionario de Pascual Madoz, se hace la siguiente radiografía: “CRÍALES: v. en la prov., dióc., aud. terr. y c. g. de Burgos, part. jud. de Villarcayo, y ayuntamiento de Medina de Pomar; sit. en un hondo cercado de alturas de bastante consideración, las cuales se hallan coronadas de pinos, bayas y robles por todos los puntos del horizonte menos por el Sur. El CLIMA es sano y templado, aunque en la estación de invierno es muy frío, a causa de las abundantes nieves; los vientos N. y O. son los que reinan con más frecuencia, y las enfermedades que de ordinario se experimentan, suelen ser las fiebres catarrales y dolores de costado. Tiene 60 casas que forman cuerpo de población; una escuela de ambos sexos a la que asisten 38 alumnos, cuya dirección está confiada a un maestro con la retribución de 20 fanegas de trigo; una iglesia parroquial (Ntra. Sra. de la Asunción), servida por un cura párroco y un sacristán, cuyo oficio desempeñan los vecinos por turno; 2 ermitas (San Roque y Santiago), situadas sobre unos pequeños riscos a distancia de 500 pasos de la villa la primera, y de 1.000 la segunda, ésta contigua al camino que conduce al valle de Losa y aquella al de Tobalina; en el campo nacen varios manantiales excelentes. Confina el término: N. Gobantes, Peréx, Castriciones y Quintanilla la Ojada; E. Monte-cabezas; S. Quintana entre peñas, Lechedo, Hierro y Ael; y O. Almendros, Bóveda de la Ribera y Villate. El TERRENO es montuoso y de mediana calidad, báñale el río llamado Rioseria, (que tiene su origen en el valle de Rellón; la v. está rodeada de montes, todos ellos poblados, CAMINOS: los que dirigen al valle de Losa y al de Tobalina, los cuales se hallan en muy mal estado. CORREOS: la correspondencia se recibe de Medina de Pomar por los interesados, PRODUCCIÓN: trigo, cebada, avena, yeros y exquisitas legumbres; cría ganado vacuno, caballar, lanar y cabrío; caza de liebres, perdices y algunos jabalíes; y pesca de truchas, barbos y otros peces. INDUSTRIA: la agrícola y molinos harineros de poco mérito, que pertenecen el uno a la villa y los restantes a particulares. POBL.: 24 vecinos, 90 almas. CAP. PROD.: 215.420 rs. Impuestos: 16.055. contr. 1.387 rs. 20 mrs.”


Vemos que en los treinta y pocos años que mediaban entre un informe y otro se produjo una reducción de la población en casi la mitad pero –se ha llegado a la conclusión de que el Madoz se configuró con datos “reducidos”- la población dada seguramente sería algo más elevada porque estas cifras servían, también, para la determinación de los quintos para el servicio militar. Aunque, ciertamente, sí bajó algo la población fruto de la emigración y de los efectos de las guerras. ¿Mejorará su situación durante la segunda parte del siglo XIX a pesar de la tercera carlistada?


 
Lo vemos a través del diccionario de Pablo riera y Sans de 1881 que comenta sobre esta población: “CRIALES.—V. agreg. al ayunt. de Aldeas de Medina, cuya casa consistorial está en la v. de Villarías, otra de las que forman este ayunt. y de la que dista la localidad que describimos 16`6 km. Cuenta sobre unos 300 hab. y 84 edif. entre habitados é inhabitados. Org. civ. Corresponde a la prov. de Burgos y contribuye con su ayunt. á las elecciones de diputados provinciales y de Cortes.-Org. militar: C.G. y G.M. de Burgos. Org. Eclesiástica: Pertenece á la dióc. de Búrgos y tiene una iglesia parroquial dedicada á Ntra. Sra. de la Asunción, convenientemente servida, y extramuros dos ermitas bajo las advocaciones de San Roque y Santiago. Org. Judicial: Hállase adscrita al part. jud. de Villarcayo, correspondiendo á las audiencia de lo criminal y territ. de Búrgos. Org. Económica: Para el pago de impuestos depende de la Delegación de Hacienda de la provincia. S. púb. Recibe y emite la corr. por la A. de Madrid á Irún, estación y Cn. de Bribiesca á Ramales, y esf. de Medina de Pomar. - Ob. Pública y medios de comunicación: sírvenle de comunicación todos los caminos del término municipal. – Instrucción pública: de fondos municipales se costea una escuela incompleta para niños de ambos sexos. Art. de. ind. Dedícanse los moradores de esta v. al cultivo de las tierras, viéndose ejercer algunas de las profesiones y of. mecánicos más indispensables. – Población: no ofrece ninguna importancia el reducido número de sus edificios, incluso la iglesia”.


Con relación a su iglesia, ¿era tan poco importante? Bueno, Nuestra Señora de las Nieves, la titular de su iglesia, es de estilo románico con una sola nave y dos capillas laterales. El exterior del ábside tiene columnas, ventanal superpuesto y canes con cabezas y modillones. La portada es también románica, con arco ajedrezado, con dos capiteles con animales y sus fustes y pórtico con arco semejante. La torre, con espadaña, más moderna, rematada en bolas y cruz, de dos cuerpos, con tres huecos y dos campanas y un campanillo. La pila es románica con gallones finos y fuste cilíndrico y el retablo mayor es neogótico.


En 1860 trabajaban en esta iglesia cuidando las almas de los 256 vecinos dos párrocos: Gregorio Rivera López de 66 años que también actuaba en Torme y Vicente González de 48 años. Dos años después solo tenemos a Gregorio y en 1872 ya es Eusebio Zorrilla que coincide, al menos tiene el mismo nombre y apellido, con el principal propietario del año 1908… ¡Qué casualidad!

Interior de la ermita del siglo XX

El diccionario Riera nos indica, también, que hay una escuelita.
Esta estuvo atendida desde, al menos, 1883 por Eugenio Fernández y López hasta 1902. Sabemos que en 1894 había dos molineros que se llamaron Vicente Villanueva y José Sainz Terrones que, a su vez, era el herrero. En 1904 figuró la maestra María Ortiz que continuaba en 1911. Otro nombre de maestra fue el de Eulalia Alonso Iglesias que se casó en 1938, en plena guerra civil de 1936 a 1939, y que no parece que fuese “depurada”. Hemos descubierto que en 1955 estaba Josefa Ruiz Labarga y que ese año se inauguraron unas nuevas escuelas o “grupo escolar” como decía el “Diario de Burgos”. No solo eso sino que se construyeron casas para los maestros. ¡Costó 265.903 pesetas de 1955!



Junto a esta fuerza viva teníamos al veterinario Pedro Zorrilla Bastigurreta que aparece en los listados desde 1894 y que sería ayudado en el cuidado de la salud pública –en este caso para los humanos- por el practicante Hilario Bárcena Arrechabala. ¡Y por los taberneros Domingo Fernández Ortiz, Pedro García Ortega y Pedro Ortiz López que cuidan también –a su manera- de cuerpo!



Con el cambio de siglo (del XIX al XX, me refiero) la población eran unos 215 habitantes. A lo largo del siglo XX esta cifra no hizo más que descender y a ello no ayudaron circunstancias como asesinatos (el 19/06/1953) y suicidios (en 1948). Cierto que en 1950, según un censo de la Junta de la Cerca, tuvo unos 260 vecinos recogidos en 54 viviendas, pero solo fue el canto del cisne. Llegando el siglo XXI aparecían sólo 35 habitantes. Y 38 en 2017.

  
Bibliografía: 
“Becerro de behetrías”.
“Valpuesta y Berberana. El Valle de Tobalina. Medina de Pomar y sus aldeas. Villalba de losa y su vez. Frías y sus arrabales”. María del Carmen Arribas Magro.
“El valle de losa. Notas para su historia”. Julián García Sainz de Baranda.
“Las Merindades de Burgos: un análisis jurisdiccional y socioeconómico desde la Antigüedad a la Edad Media”. María del Carmen Arribas Magro.
“Amo a mi pueblo”. Emiliano Nebreda Perdiguero.
“Diccionario geográfico - estadístico de España y Portugal”. Sebastián Miñano.
“Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar (1845-1850)”. Pascual Madoz.
“Diccionario, estadístico, histórico, biográfico, postal, municipal militar, marítimo y eclesiástico de España y sus posesiones de ultramar”. Pablo Riera y Sans.
“Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración”.
“Anuario-Riera”.“Indicador general de la industria y el comercio de Burgos (1894)”.
“El obispado de burgos y castilla primitiva desde el siglo V al XIII”. Luciano Serrano.
“Apuntes sobre la historia de las Merindades antiguas de Castilla”. Julián García Sainz de Baranda.
“Estadística del arzobispado de Burgos al 1° de enero de 1860”.
“Estadística del arzobispado de Burgos al 1° de enero de 1863”.
“Estadística del arzobispado de Burgos al 1° de enero de 1872”.
Periódico “Diario de Burgos”.
“Censo de población de las provincias y partidos de la Corona de Castilla en el siglo XVI”.
“Nomenclátor de las ciudades, villas, lugares, aldeas y demás entidades de población de España formado por el instituto nacional de estadística con referencia al 31 de diciembre de 1950”.
Catastro del Marqués de La Ensenada.



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