Que no te asusten ni la letra ni el sendero de palabras pues, amigo, para la sed de saber, largo trago.
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domingo, 20 de octubre de 2024

La (Santa) Cruz de Llano de Mena

  
Mezclo a sabiendas el nombre de dos poblaciones que están a unos 800 metros entre sí porque la vida de Llano de Mena debió discurrir siempre paralela a la de su vecino Santa Cruz. Fue tal esta situación que, a mediados del siglo XVIII, ambas localidades eran “barrios” de un municipio conjunto, de un Concejo. Incluso es probable que el origen de Llano y Santa Cruz fuese consecuencia del establecimiento en las cercanías del monasterio de San Julián, del que existe referencia en el siglo XII (1174). Tristemente la iglesia superviviente de ese conjunto reventó por la explosión de las municiones que se guardaban dentro durante la guerra de 1936-1939. Lo que pueden ustedes llegar a ver son sus restos: un lienzo de campanario y un paredón con aleros moldurados. Estos restos dan sensación de la existencia de una sala rectangular. Existía una portada románica de finales del siglo XII que tuvo una azarosa vida hasta terminar en el castillo de Ampudia.

 
Llano se documenta en el apeo de los bienes diocesanos de 1515. Su iglesia debió estar dedicada a Santa María y pertenecía en propiedad al obispado que recogía allí todos los diezmos, granados y menudos. En 1591 Llano se censa en un mismo epígrafe con Santa Cruz, Ciella y Novales, y todos suman 40 vecinos, 39 de los cuales eran hidalgos y un clérigo. No solo entonces, sino también en la visita del arzobispo Navarrete de 1707 recogen lo relativo a Llano en el acta de Santa Cruz. Allí se indica que la iglesia de Santa María de Llano estaba “decente”, no obstante, mandó el obispo llevar la imagen a la ermita. Es irónico que tuviese esa calificación frente a los diecisiete templos calificados como "pobres", "muy pobres" o "indecentes", dado que ya no hay rastro de la iglesia de Llano. Entendemos que, con mucha probabilidad, la iglesia estaría situada lejos de las casas, lo que llevaría a ordenar el traslado de la imagen a la ermita de Santa Isabel situada en medio del poblado. Quizá eso aceleró la desaparición de la iglesia. Santa Isabel aparece en 1870 como santuario del que procedía una heredad desamortizada.
 
Si se fijan en una pequeña loma al Suroeste de Llano, a unos 100 m en el camino a Santa Cruz, se encuentran restos de teja, cerámica común y loza lo que es indicativo de un hábitat y apuntamos la posibilidad de que se trate de los restos de la iglesia de Santa María.

Llano de Mena 2023 (Google)
 
El arzobispo añadió que "las iglesias de los abades de este valle..., son las peor servidas y mal ornamentadas, las iglesias de la cámara son de las más indecentes y desprovistas de todo y en las más es necesario hacer otra mayor y cuidar de que estén más asistidas y ornamentadas de lo que se hallaron...". Esta situación era causada por la imposibilidad de los feligreses del valle de Mena para mantener sus numerosos templos y ermitas en buen estado. El tiempo hizo el resto del trabajo. Y la guerra, claro.
 
Elías Rubio Marco, amigo de entrevistar lugareños, anotaba que “las personas más mayores del contorno sólo recuerdan en este lugar la existencia de una ermita dedicada a Santa Isabel. Esta ermita aún se mantiene en pie, pero está fuera de culto y totalmente vacío su interior”. Y, comentaban, que fue utilizada como iglesia del pueblo.
 
Si quieren acercarse al pueblo, Llano se encuentra a 7 kilómetros de Villasana. Se accede por la carretera Burgos-Santoña (C-629); desde Villasana de Mena a Santa Cruz, y desde este pueblo a Llano, por camino carretero y en un trayecto de 800 metros. Formaba, por tanto, parte del partido de Arriba del Valle de Mena. Poco encontraremos cuando logremos acercarnos salvo un bello paisaje porque solo se conserva una casa habitada. Nada raro en el Valle de Mena, ni en la total extensión de Las Merindades porque, si lo recuerdan, ya se habló en esta bitácora de Berrandúlez, en este valle, y de otros pueblos muertos.

Foto cortesía de "Tierras de Burgos".
 
El inevitable Catastro de Ensenada nos mostró lo unidos que estaban ambos pueblos al recogerlos en una única referencia. Allí se presentó Gregorio Marcos Vallejo como subdelegado regio para entrevistarse con Francisco de llano, Antonio Fernández de Villa, Manuel Gil, Juan Manuel Zorrilla y Antonio de San Román, amén del cura de la parroquia conjunta, Andrés Fernández García. El texto deja sentado desde el principio que "este Concejo se llama de Santa Cruz y Llano, que son dos barrios unidos y es Jurisdicción Real de este Valle de Mena". Dijeron que eran tierras de secano, alternando anualmente en algunas de ellas el trigo y el maíz. También señala que tenían una comunidad de pastos con Viergol. Había manzanos, perales, nogales, cerezos, ciruelos… Como curiosidad diremos que los vecinos -no sabemos si de Llano o de Santa Cruz- no tenían medida la extensión de las fincas. Quizá por eso -siendo irónicos- carecían de molinos, batanes, minas o salinas. Entre ambas aldeas tenían veintidós colmenas y solo tres vacas. Eso sí, había sesenta ovejas, ocho pollinos, veinte cerdos y “como cien cabezas de cabras”.
 
En el concejo había quince vecinos, cinco viudas y “dos habitantes” que no vivían ni en casa de campo ni en alquerías. Tampoco había pobres. Ni convento. Ni hospitales. Dadas las características del concejo no sabemos separar los habitantes y las casas de Santa Cruz y las de Llano. Una pena.
 
El diccionario Miñano (1826-1828) nos crea una entrada de este pueblo, pero nos subraya que está integrado en el de Santa Cruz. Sin más datos. En 1850, el diccionario Madoz nos dice que Llano, solo, tenía ocho casas y una iglesia bajo la advocación de San Pedro que era anexa a la de Santa Cruz. Puede que este diccionario se equivocase al nombrar la advocación por lo que dicen Elías Rubio y María del Carmen Arribas-Magro. También nos indica que tiene la ermita de Santa Isabel y que por allí pasa un arroyo llamado Iberino. Cosechaban trigo, cebada, avena, yeros, habas, alholvas, maíz, patatas y lino. Había ganado vacuno, yeguar, mular y cerda. Y, si querían variedad, podían cazar perdices, liebres, jabalíes, zorros y codornices.

Llano de Mena 1946
 
En 1884 residían veinte personas en Llano y se contaban siete edificios, pero sólo dos habitados. En 1894 son veinticuatro habitantes y Santa Cruz cincuenta y ocho. Para 1905 han bajado a diecinueve residentes. Y en 1906 anotan dieciséis. No nos fiemos mucho de las cifras que publicaban los anuarios porque el “Riera”, para 1908, habla de veinticuatro vecinos de hecho. Para 1950 residían doce personas en Llano de Mena repartidos en tres viviendas.
 
El pueblo nunca tuvo escuela y sus niños asistieron a las de Medianas y Menamayor. Al no haber tenido molino los vecinos llevaban a moler su grano al de Cerezo. Por supuesto, nunca llegó a disfrutar de luz eléctrica ni de agua corriente. Se surtían de una fuente lejana al pueblo. En general, los de Llano tuvieron que desplazarse para cualquier tema, excepto para cocer la cal y fabricar tejas, al disponer de un calero junto al camino de Viergol.
 
Los últimos tres residentes de Llano de Mena fueron: Tiburcio Ortiz, Gabino Luengas y José López. El primero de ellos, junto con su familia, permaneció en el pueblo hasta principios de los años cincuenta. El abandono fue fruto de la falta de servicios que empujaba a marcharse a poblaciones de mayor tamaño cercanas, la emigración a Bilbao y el envejecimiento. Cuando hubo vecinos, las fiestas patronales de Llano tenían lugar con motivo de la festividad de Santa Isabel, la de la ermita. Sin embargo, en el tiempo en el que solo vivían las tres familias citadas no se recuerda haberse celebrado fiesta alguna.
 
 
 
Bibliografía:
 
“Amo a mi pueblo”. Emiliano Nebreda Perdiguero.
“Burgos. Los pueblos del silencio”. Elías Rubio Marcos.
“Colección historia de Las Merindades de Burgos. El Valle de Manzanedo. El Valle de Mena”. María del Carmen Arribas Magro.
“Arquitectura religiosa del Valle de Mena durante la primera mitad del siglo XVIII”. Isabel Cofiño Fernández.
“Noticia del noble y real Valle de Mena provincia de Cantabria”. Anónimo.
“Indicador General de la industria y el comercio de Burgos”.
“El espacio geográfico de Castilla la Vieja y León. I congreso de geografía de Castilla la Vieja y León. Burgos, 4-7 mayo 1.981”.
“Las Merindades de Burgos: un análisis jurisdiccional y socioeconómico desde la Antigüedad a la Edad Media”. María del Carmen Sonsoles Arribas Magro.
“Diccionario geográfico estadístico de España y Portugal”. Sebastián de Miñano y Bedoya.
“Diccionario geográfico, estadístico, histórico, biográfico, postal, municipal, marítimo y eclesiástico de España y sus posesiones de ultramar”. Pablo Riera y Sans.
“Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar”. Pascual Madoz.
Censo de la población de España en 1877.
Censo de población de las provincias y partidos de la Corona de Castilla en el siglo XVI.
“Nomenclátor de las ciudades, villas, lugares, aldeas y demás entidades de población de España formado por el Instituto nacional de estadística con referencia al 31 de diciembre de 1950”.
Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración.
Anuario Riera.
Blog “Tierras de Burgos”.
Google.
Fototeca Digital de España.
 
 

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