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domingo, 5 de enero de 2025

San Julián de Mena.

  
Hoy toca una de esas cosas tan queridas en Las Merindades: arqueología e historia de lo que ya no tenemos. Este es el caso del monasterio de San Julián de Mena cuya mención más antigua es del 18 de agosto de 1174, durante el reinado de Alfonso VIII, y que desapareció al sufrir graves daños en la última guerra civil al estallar los explosivos que almacenaban en ella porque, cuentan, había una unidad artillera republicana allí acuartelada. Por eso, si quieren verlo rebajen sus expectativas. Sus restos son irreconocibles, apenas un paño al borde del camino hacia el norte.

Fotografía cortesía de "Tierras de Burgos". 
 
Son unas piedras asociadas al nombre de un mártir, máximo exponente de la fe en Cristo. No es un templo que señale el lugar de martirio del homenajeado (únicos templos inicialmente con nombre) sino de una etapa posterior al siglo VI donde se produce un incremento del culto a los santos (y con ello de las iglesias con nombre). Julián fue martirizado el año 304 D.C. y nació en Antioquía. Junto a su novia hicieron voto de castidad y se fueron, cada uno, a un desierto diferente a orar. Luego, cada cual, fundó un monasterio. Su vida fue ayuno, abstinencia y oración. Hasta el pogromo anticristiano que estalló en Antioquía cuando el gobernador Marciano ordenó apresar a Julián y a todos sus monjes. Fue torturado, pero obró un milagro “médico” en su verdugo. Le cortaron la cabeza y Celso, hijo del gobernador Marciano, al ver la valentía de Julián ante la muerte, se declara él también cristiano. Esta conversión fue considerada como un milagro obtenido por el martirio de Julián.
 
Al derrumbarse el mundo clásico, de la antigüedad, la institución monástica por su adaptabilidad a los cambios estructurales que se estaban produciendo o por la posibilidad de crear monasterios familiares por quien dispusiera de la voluntad y los bienes requeridos, será un pilar en la sociedad de la Alta Edad Media.

Restos de la Iglesia de San Julián en 1946
 
En Las Merindades, a finales del siglo VI o comienzos del VII, tenemos una Iglesia Secular y abundantes eremitorios rupestres muchos de los cuales forman laudas monacales. La invasión musulmana no alteró esta situación tanto por su precario dominio en el norte realizado mediante pequeñas guarniciones beréberes en lugares estratégicos como por su brevedad en el tiempo.
 
La advocación de San Julián, para Ángel Fábrega, es de origen visigodo (siglo VII) añadiendo que San Leandro de Sevilla, en sus viajes en el siglo VI, incorpora al santoral a Julián y Basilisa. García Rodríguez considera que el culto a San Julián se habría extendido al norte de la Península en el siglo VIII y Lecanda también lo considera del siglo VIII. Lo que sabemos claro es que Alfonso VIII entregó, a la catedral de Burgos, el monasterio de San Julián de Mena. Este documento figura en la Colección Salazar y Castro de la Real Academia de la Historia.

Restos de la iglesia entre 1973-1986
 
Y decimos que sabemos claro la donación porque el anónimo autor de “Noticia del Noble y Real Valle de Mena, provincia de Cantabria” ya dejó escrito “En el sitio donde hoy se extiende el pueblo de Sopeñano existió en la Edad Media otro más importante, el más importante seguramente entre todos los del valle de Mena. Todavía se descubren restos de la villa de San Julián (así se llamaba el destruido pueblo) en las que son heredades de pan sembrar de la parte arriba de Sopeñano. Era la villa de San Julián del Obispo y del Cabildo de la Iglesia de Burgos, á los que por todos sus derechos pagaban los moradores 1.600 maravedises. D. Alonso VIII otorgó un privilegio en favor de los moradores de San Julián de Mena eximiéndoles de pagar fonsadera; y San Fernando confirmó el privilegio de exención en el año 1219 (Burgos, 20 de Febrero). D. Diego López de Haro, Señor de Vizcaya, tenía en préstamo del Obispo y Cabildo de Burgos, en atención á su calidad de canónigo de la iglesia de Santa María {en la cual tenía asiento preeminente en el coro), la villa de San Julián de Mena; y para recibirla en su poder otorgó una escritura declarando que “dicha villa era del Obispo y del Cabildo, y que volviese á ellos (año 1252)” (P. M. Enrique Flórez. Esp. Sag., Trat. de Burgos)”. El dato de Flórez es recogido por Julián de San Pelayo que ubica equivocadamente San Julián en Sopeñano. Error originado por localizarse allí otra iglesia advocada a este santo.

Zona de San Julián en 2023
 
El 7 de enero de 1182 el papa Lucio III confirma a la iglesia de Burgos la posesión de los bienes de San Julián: el monasterio con todas sus pertenencias. El papa Inocencio III amonestó a Alfonso VIII, en mayo de 1205, por agobiar a la Iglesia con contribuciones y exacciones, en contra de acuerdos anteriores; por favorecer a judíos y moros, obligando a que sus esclavos convertidos fueran rescatados con sumas desproporcionadas; por impedir que le fueran exigidos diezmos; por haber forzado al obispo de Burgos a ceder la iglesia más prospera a una abadesa cisterciense (Las Huelgas); y por haberse incautado del monasterio de San Julián de Mena. Por cierto, monasterio al que otorgó el fuero de Logroño.
 
Al fallecer el rey Alfonso VIII, sus testamentarios (el arzobispo de Toledo, el obispo de Palencia, G. Rodrigo, mayordomo del rey, y la condesa Mencía) mandaron restituir, el 8 de noviembre de 1214, al obispo de Burgos los monasterios de San Juan de Ordejón y de San Juan de Mena, ocupados por el monarca, siguiendo las indicaciones de su testamento.

 
San Julián de Mena fue la sede del arciprestazgo de Mena. Los arciprestazgos se establecían, siempre que podían, en lugares de señorío del obispado. El rey Fernando III, en 1219 confirmó a la catedral de Burgos la donación que había realizado su abuelo Alfonso VIII en 1174. Sabemos que Diego López de Haro, señor de Vizcaya y canónigo de Santa María de Burgos, declaraba en 1252 que la “villa de San Illán de Mena”, que tenía en préstamo, era del Obispo y del Cabildo, y establecía que volviese a ellos, libre, después de sus días (de su muerte). En 1350 San Julián de Mena se declaraba lugar de señorío del obispo de Burgos. Pagaban al rey moneda, servicios y martiniega. No pagaban fonsadera porque estaban privilegiados. Pagaban de martiniega 63 maravedís y medio. Pagaban al obispo de Burgos por el señorío 1.700 maravedís. Además, entregaban al prestamero del rey un cuartero de pan mediado (mitad trigo y mitad cebada).
 
Juan Sánchez de Velasco se apropió del lugar contra las leyes establecidas el monasterio de San Julián y lo devolvió al obispo de Burgos el 25 de octubre para unos, noviembre para otros, de 1394. La catalogación del Archivo documental de la Catedral lo denomina eufemísticamente “deja el arriendo”, y Salazar y Castro utiliza un “se desapropia”. En 1443 el monasterio de San Julián tenía propiedades en Retes (Álava) que fueron arrendadas por el obispo a cambio de un florín de oro del cuño de Aragón y cuatro capones de Balmaseda.
 
El apeo de 1515 cita un solar denominado de Santa Cruz que pertenecía al monasterio de San Julián. San Julián de Mena era un coto redondo (conjunto de fincas rurales unidas o próximas que pertenecen a un mismo dueño) y sede del arciprestazgo de Mena dentro del cual se localizaba el monasterio de San Julián, una torre, el palacio y las viviendas de los sirvientes del monasterio. En 1515 parte del palacio y las viviendas ya estaban caídas. La iglesia recibía el nombre de iglesuela por su pequeño tamaño. El palacio estaba situado junto a la iglesia, tenía muchas paredes de cal y canto con saeteras. La torre era cuadrada, construida con cal y canto; junto a la torre había otras dependencias, que entonces ya estaban caídas. La torre era rectangular, media casi 10 m en el lado corto y más de 16`5 m en el lado largo. Indicaba el apeador que la torre contenía grandes antiguallas (en 1515) de gran valor. La torre estaba situada en una esquina de un conjunto de edificios que formaban un conjunto cerrado por una puerta en arco de unos cuatro metros de anchura. Junto a la casa había un edificio de caballerizas con un piso superior para dependencias, caídas la mayor parte de las paredes. Había un quintanal con siete arcos de cal y canto. Tenía una serna alrededor de los edificios y junto al camino que iba al huerto; contaba con un huerto de manzanas. El coto redondo contenía también varias sernas (Valdestaño, Valtezillo, Val de las yeguas, Manzanal, Redonda, Valcueba), viña y parral. El patio estaba cercado y con almenas viejas. La iglesia contaba con dos campanas.

 
El coto redondo comenzaba en Val de Estaño, desde allí el apeo continuaba al campo de Ontanillas, y por la linde al Pontoncillo de San Julián, después al camino de Carrasquedo y de allí a Valdequintana. Incluía la mayor parte del término de Santa Cruz de Mena, toda la parte a la izquierda de la carretera de acceso a Santa Cruz hasta el término de Llano y todo el Oeste de Llano, donde se localizan dos topónimos (Valcueva, Ontanilla) que indica el apeo de 1515.
 
El monasterio de San Julián tenía, además, propiedades en:
 
  • Heredades en Retes (Alava)
  • La iglesia de San Miguel de Opéllora con su cementerio. Más todos los diezmos granados y menudos del concejo que se diezman en esa iglesia, y los de las casas de Nocigra y Echávarri, Mendico y las defunteras.
  • Doce fanegas de trigo que entregaba la iglesia de Sojo (Álava).
  • El monasterio de San Martín de Dávala y todas sus propiedades, que se pueden consultar en el epígrafe Dávala.
  • El monasterio de San Pedro del Valle de Tudela y sus propiedades.
  • En Montiano le pertenecían todos los diezmos que correspondían a los vecinos del pueblo que labraban en la Llana. Además de un solar en su término.
  • Seis solares en Ventades.
  • Un solar en Nava.
  • Siete solares en La Presilla y Maltrana.
  • La ermita de San Andrés de El Berrón (Santecilla) que rentaba sin el monte cuatro fanegas de pan anuales; además del monte que había alrededor de la ermita.
 
La iglesia de San Julián era en 1515 la parroquial de los lugares de Santa Cruz, Mena Mayor y Carrasquedo. Y recogía todos los diezmos.

 
En el siglo XVII se construyó una nueva iglesia y en 1761 el párroco trasladó los elementos a la nueva iglesia llamada San Julián de Santa Cruz situada en alto, algo separada de la población, sucesora de la iglesuela del mismo nombre. En la nueva construcción se utilizaron elementos románicos de la primitiva: capiteles, canecillos y un tímpano de la antigua iglesia que se colocó en la puerta de entrada a la torre de la iglesia. Las ruinas que hoy se ven corresponden a la iglesia realizada en el siglo XVII. La iglesuela anterior era el monasterio original que quedó convertida en cementerio, como suele ser habitual con el terreno consagrado que deja de utilizarse como centro de culto en Las Merindades. Cementerio que aún se utilizaba como tal, a comienzos del siglo XX, como consta por la cartografía del IGN.
 
El término, de más de nueve hectáreas, que correspondía al monasterio de San Julián de Mena se desamortizó en 1870, el lugar era conocido como Pilas; su propiedad era ya entonces del obispado de Santander al que se había sido traspasado al crearse el mismo, desgajándose del de Burgos. El monasterio altomedieval y su iglesia estuvieron situados en el borde del espigón que se localiza al Oeste de las ruinas de la iglesia del siglo XVII. En esa zona se excavaron tumbas de lajas, restos óseos y restos de teja que nos indican la posición de la iglesia y del cementerio adosado a ella. Los dos espacios, el Pleno medieval y el Moderno, cuentan con la protección de yacimiento arqueológico.
 
El pueblo de Santa Cruz tenía, al menos desde 1707, una ermita dedicada a Santa Teresa, que pasó a ser parroquia tras la destrucción de la iglesia de San Julián, a partir de los años cuarenta del siglo XX. El término cuenta también con el despoblado de Villaverde, Novales y el barrio de Ro o Casa Ro. Además, consideramos que el monasterio de Santa Cruz dio nombre al lugar y a un solar, y el lugar de Huerto probablemente.

 
Si han estado leyendo esta entrada habrán visto fotos en blanco y negro que mostraban la iglesia que no sobrevivió la guerra de 1936-1939. Tenemos la suerte de conservar esas imágenes que acompañaron un artículo de 1933 escrito por Luciano Huidobro en el Boletín de la Institución Fernán González. Vemos un templo de estilo barroco con restos románicos reutilizados, tímpano aparte, y desubicados en la torre. El tímpano fue colocado en la puerta que daba acceso al campanario. En él se representa la lucha de un caballero con una bestia.
 
Cuenta el blog “Tierras de Burgos” que “las ruinas de la iglesia quedaron desparramadas por el lugar e inicialmente ignoradas. Poco a poco las piedras acabarían siendo recolectadas por los lugareños y con el tiempo cayeron en la cuenta del valor de las piedras talladas. Vecinos y cura van vendiendo los capiteles a tratantes sin demasiados escrúpulos, hasta que ya sólo queda el tímpano, usado como asiento a la vera del camino”. Una desgarradora forma de describirnos la realidad tan común en nuestra comarca. Seguimos: “Alcanzamos el año 1975 cuando comienza el desenlace que esta historia. Un santanderino convence al cura para la venta del tímpano (cántabro es también el cura; no olvidemos que el valle de Mena pertenece a la diócesis de Santander) y se lo lleva para la ciudad costera. Poco más de sesenta mil pesetas tienen la culpa (que por supuesto no acaban en las arcas de la parroquia)”.

 
El tímpano románico se encuentra hoy en la Colección Fontaneda en el castillo de Ampudia (Palencia) creada por Eugenio Fontaneda, empresario aficionado a la recolección de piezas de valor histórico y artístico. Del resto de piezas románicas, nada se sabe.
 
 
 
 
Bibliografía.
 
“El Valle de Manzanedo. El Valle de Mena”. (Colección historia de Las Merindades). María del Carmen Arribas Magro.
“Amo a mi pueblo”. Emiliano Nebreda Perdiguero.
“Las Merindades de Burgos: un análisis jurisdiccional y socioeconómico desde la
Antigüedad a la Edad Media”. María del Carmen Sonsoles Arribas Magro.
“Advocaciones religiosas y culto a los Santos en el núcleo primigenio del Condado de Castilla. Siglos IX-XI y su perduración hasta nuestros días”. José Ángel Lecanda.
“Noticias del noble y leal Valle de Mena (provincia de Cantabria)”. Anónimo.
“La casa de la vega. Comentarios a las behetrias montañesas y el pleito de los valles”. Mateo Escagedo Salmón.
Blog “Tierras de Burgos”.
“Burgos. Todo románico”. Fundación Santa María La Real.
Instituto Geográfico Nacional de España.