Ha estallado la guerra civil de 1936 y en el
territorio fiel a la república 6.824 miembros del clero católico son asesinados
(Antonio Montero Moreno 1961), los templos clausurados al estilo soviético y el
culto perseguido. La mayoría de las muertes se produjeron entre julio y
septiembre de 1936 cuando eran apresados y ejecutados sin juicio. ¿Dónde estaba
la legalidad republicana?
Finalmente, funcionaron los "Tribunales
Populares" que conocían de los delitos de rebelión y sedición y de los
cometidos contra la seguridad exterior del Estado, gracias a los cuales había
unas mínimas garantías jurídicas para los detenidos y las condenas solían
acabar con penas de prisión y no con la muerte. En cambio, los golpistas
protegen a la iglesia que definirá esta contienda como "cruzada" o
"guerra santa" en defensa de la religión. Una baza jugosa que marcó la guerra y
que la república intentó desactivar cuando ya no tenía tiempo. En fin, Un
odio religioso que no alcanzó ese nivel en las anteriores guerras civiles
españolas.
Pero el asunto venía desde 1931, desde la
aprobación de la constitución republicana, al declarar que "El Estado español no tiene religión oficial"
(Art.3) y subrayar el asunto el artículo 26 al disponer la separación completa
de la Iglesia y el estado al definir a las confesiones religiosas como "asociaciones sometidas a una ley especial"
y prohibirles recibir subvenciones del Estado. Las órdenes religiosas que
dispusieran de un cuarto voto de "obediencia
a autoridad distinta a la legítima del Estado" (los Jesuitas) serían
disueltas y sus bienes nacionalizados y las demás serían sometidas a una ley
especial que les prohibiría, entre otras cosas, ejercer la enseñanza, y sus
bienes podrían ser nacionalizados. No fueron los únicos artículos que afectaban
a la Iglesia católica pero sirven como muestra. Por supuesto, A partir de entonces
se inició una amplia movilización de los católicos para revisar la
Constitución.
Y la guerra sólo acentuó las divergencias
derecha-izquierda con relación a la religión. Si exceptuamos el territorio
republicano bajo el control del PNV (partido confesional católico) que evitó
los ataques a las iglesias y protegió el culto, el resto de la España
republicana, en especial durante los primeros meses de la guerra, sufrió una
persecución religiosa plagada de asesinatos, incendios y saqueos. Los causantes
fueron extremistas subidos a la ola de violencia contra los representantes
burgueses que querían derribar la revolución social (Un pseudo golpe contra la
república y su legalidad) surgida donde el alzamiento militar fracasó. La línea
del frente en nuestra zona estuvo protegida por milicianos que "dependían"
de Santander, del gobierno de Euzkadi y del Gobierno de la República española
como, por ejemplo, la columna Villarías en la zona de Espinosa de los Monteros
y Mena.
Ya sabemos cuántos religiosos murieron, cuántas iglesias
fueron destruidas y cuántas obras de arte se perdieron pero... ¿sabes que
ocurrió en Las Merindades?
Luciano Huidobro |
Recurrimos para ello al informe que preparó
Luciano Huidobro Serna (1874-1958) sobre las
pérdidas y daños sufridos por el tesoro artístico de la provincia de Burgos desde
el advenimiento de la República hasta el fin de la guerra civil de 1936 a 1939.
Asumiremos que tendrá su poco (o mucho) de exageración.
Para esta
tarea se creó una comisión formada por los vocales Sres. Martínez Burgos,
Ramila, Monteverde y Huidobro que, a su costa, visitó los edificios y recogió
datos sobre su situación. La redacción del trabajo final estuvo a cargo del Sr.
Huidobro, conservador de los monumentos de la provincia.
Vayamos allá:
Aguera: La iglesia fue convertida en prisión de
derechistas y después en parque de Intendencia. Las 12 imágenes de sus tres
altares fueron fusiladas y arrojadas al río. Se llevaron dos cálices de plata,
la custodia, crismeras, caja portaviatico, y todo el mobiliario. Del archivo
desaparecieron la mitad de los libros parroquiales.
Ahedo de las Pueblas: Iglesia en forma de
cruz latina de principios del siglo XVI. Poseía cinco altares corintios y
veinte imágenes de madera, y un San Francisco en el retablo de la derecha. Todo
fue pasto de las llamas.
Quintanillas Sopeña: Iglesia depredada.
Busnela: Templo modesto con un retablo-altar de madera
que desapareció con el resto del mobiliario.
Milicianos en una Iglesia |
Barcenas de Espinosa: Se hundió el pórtico,
recibió descargas de artillería en el tejado
y levantamiento de las losas del pavimento. Fue destinada a depósito de hierba.
El coro quedó destruido enteramente. Fueron expoliadas cuatro campanas, el
reloj, todo el mobiliario y ornamentos (menos dos ternos), cálices y otras alhajas,
excepto la custodia y alguna otra que pudieron ser recuperadas. Sus seis
retablos fueron deshechos a hachazos.
Bercedo: La iglesia románica fue convertida en refugio y carpintería. Al exterior se conserva
intacta. Su altar mayor de gusto barroco lo mismo que los laterales de su única
nave, desaparecieron quemados. El primero contaba doce imágenes talladas en
madera, entre las cuales sobresalía por su valor artístico la de la titular,
Sta. Marina. Fueron fusiladas para destruirlas. Se perdieron dos copones, un
cáliz, y todos los ornamentos. Bueno, quedaron las campanas.
Edesa, Montecillo y Quintana de los Prados: La iglesia del primer
pueblo sufrió algunos destrozos. La de Montecillo estuvo pocas horas en manos del
bando republicano e, irónicamente, fue atacada por los golpistas. El
templo parroquial vio hundirse parte de su techumbre que deshizo dos retablos.
Una de las campanas fue destruida y la otra taladrada por la metralla. Tenía
viril de plata y oro y una tabla antigua pintada. El tercero padeció
desperfectos en el tejado de su iglesia.
Santuario de Nuestra Señora de las Nieves: Se veneraba una hermosa
estatua de la titular sedente con el Niño
del siglo XV. Poseía algunas alhajas, como un par de pendientes de oro y
algunos mantos, uno de ellos regalo de Isabel II, ricamente bordado, y reunía
en torno suyo innumerables ex-votos. Todo desapareció. Entre las alhajas
desaparecidas figuran dos cálices, tres copones y custodia. Entre los
ornamentos: cuatro ternos. dos casullas y cuatro capas. De sus cinco altares no
quedó ninguno, de las campanas una. El techo de la sacristía, la cerca y verja
del santuario fueron derribados. La casa rectoral pasó a ser comandancia
militar y desapareció el archivo parroquial. Las imágenes después de hechas
astillas fueron quemadas.
Noceco: La iglesia estuvo dedicada a cuartel y depósito de municiones. Destruyeron tres
retablos, diez imágenes de talla (una de ellas el Stmo. Cristo y otra la Virgen del Rosario), que sirvieron de
combustible en los cuarteles. Faltan: sus cálices, (uno de oro y dos de plata),
la custodia, dos copones y crismeras de plata y caja para el Santo Viático, dos
lámparas, todas del mismo metal, y los ornamentos. El cementerio fue convertido
en polvorín y quemado el retablo de su capilla. Desapareció el archivo
parroquial.
San Pelayo de Montija: Se destinó a cuartel y
fue cañoneada por los nacionales. Los republicanos destruyeron tres retablos
con 16 imágenes.
Arnedo: Desaparecieron los objetos de plata, dos
campanas y ornamentos.
Higón: desaparecieron dos cálices, un copón,
portaviático, crismeras y custodia, todo de plata, y muchos ornamentos.
Arija: El templo del siglo XVII tenía un retablo
churrigueresco, del cual sólo se salvó del fuego cuatro columnas y algunas ménsulas.
En la nave lateral del Evangelio había un altar-retablo del Renacimiento (s.
XVI). En el primer cuerpo una estatua de la Virgen en estilo del siglo XV y a
los lados las estatuas de San Andrés y San Sebastián. El segundo, separado por
un friso de querubines, recibía la Crucifixión del Señor, estatua del siglo XV,
estimable, y las de la Virgen y San Juan (s. XVI). En el copete se destacaba el
busto del Padre Eterno, acompañado de volutas, vástagos y fruteros La base iba
adornada con cuatro pequeños telamones y las imágenes de San Nicolás, Jesús al
pie de la cruz y otro Santo obispo, águilas bicapites y friso con grifos y
fruteros. En sus cuatro retablos restantes se veían imágenes. Todo desapareció
abrasado. De alhajas se han perdido una custodia artística, siete cálices y
tres copones. Se llevaron dos campanas y un campanilla y abundantes ornamentos.
El archivo parroquial sufrió muchas pérdidas.
Bezana:
Cuenta dos iglesias. La románica tenía en el interior restos de pintura mural
(siglo XIV), semicubiertos por un revestimiento de cal, y cruces de consagración.
Consta de una nave, a la que se añadió una capilla lateral de patronato
particular, hecha por D. Juan Ruiz, párroco de la villa en 1609, con un retablo de la época, bastante artístico. El retablo
mayor (s. XVIII) constaba de dos cuerpos con medio-relieves de apóstoles y las
imágenes de San Roque y San Sebastián, rematado por una Crucifixión del Señor.
Había otros dos altares de menos mérito. Todos fueron destruidos. La segunda
iglesia es moderna. Fue convertida en depósito de municiones, escuela y dormitorio.
Tenía tres retablos nuevos. El mayor, moderno, obra de D. Saturnino López, de
gusto gótico clásico. Su sagrario fue volado con dinamita. Se veneraban, entre
otras imágenes, quince antiguas, una de ellas del s. XII, muy estimable. Faltó
un cáliz, cuatro campanas y dos cruces de metal. El archivo se salvó pero quedó
muy deteriorado.
Bricia:
El día 14 de Agosto de 1936 entraron en el pueblo los milicianos y quemaron un
pequeño retablo con sus imágenes. Se llevaron los ornamentos, dos cálices y
portaviático de plata y un copón. Ocupado el pueblo por los nacionales, estuvo
en la línea de fuego lo que llevó a que el 11 de Enero de 1938, se hundiese el
tejado, arrastrando en su calda una bóveda. Se conserva el archivo parroquial.
Castrillo de
Valdebezana: Este pueblo estuvo entre dos fuegos. Entraron
los milicianos llevándose la custodia, portaviático e incensario, una imagen de
San José regular, y otros objetos. Se conservó una estatua sedente de Santa
María (s. XIII). El archivo desapareció.
Cilleruelo de Bezana: Iglesia románica en su
origen, como lo prueban su portada y la espadaña de su torre. Reedificada en el
siglo XVI. Tenía un buen retablo mayor, del Renacimiento con bellas imágenes en
talla de madera y alto-relieves del siglo XVI. Todo fue pasto de las llamas, lo
mismo que los cuatro retablitos y doce imágenes. Desapareció un copón, un
cáliz-custodia, un portaviático de plata y dos campanas. El archivo fue
quemado.
Barrio de Bricia: Estuvo en el frente de
guerra y su iglesia se fortificó. Padeció la cubierta y quedaron rotas dos
campanas. En una entrada que hizo el ejército de la república se llevaron
algunos objetos de poco valor. Al menos se salvó el archivo parroquial.
Cilleruelo de Bricia: Iglesia quemada
en Agosto de 1936 perdiéndose retablos, imágenes y ornamentos, que fueron
profanados. Fue cuartel de los nacionales después. La artillería
republicana hundió sus cubiertas y bóvedas y destrozado una campana. El archivo
parroquial se perdió en parte.
Corconte: Su templo fue saqueado y convertido en
polvorín. Quedaron destruidos tres retablos y siete imágenes quemadas, entre
ellas una Dolorosa, y desaparecieron los ornamentos y vasos sagrados, tres
campanas y el archivo parroquial.
Linares de Bricia: Su iglesia ardió. Poseía
una cruz de plata.
Lomas de Valmediana: Ardió. Una cruz de
plata del siglo XVI desaparecida.
Montejo de Bricia: Perdió la torre de la
iglesia. Fue prisión gubernativa y después establo.
Montoto: Iglesia románica en su mayor parte con ábside
íntegro y cubierto el resto con bóvedas de crucería. La espadaña
románico-ojival. En el ábside había restos de pinturas murales (s. XIV). Tres
retablos modernos con once imágenes. Estatua de San Sebastián (siglos XIV-XV) y
dos estatuillas de Santa Bárbara y otra Santa (s. XIV). El fuego lo consumió
todo y la bóveda quedó agujereada por los proyectiles. Al menos se salvó el
archivo.
Quintanilla de Santa Gadea: Iglesia románica,
modesta, con ábside de mampostería. Contaba un retablo y nueve imágenes. Todas éstas y el retablo sucumbieron.
Quintanaentello: El templo destinado a
fuerte, dormitorio y cocinas, estuvo muy deteriorado por la apertura de
aspilleras, puertas, etc. Desaparecieron cinco retablos con ocho imágenes,
campanas, cáliz, copón, portaviático de plata, cruz parroquial etc.,
Munilla de Hoz de Arreba: En 16 de Agosto fue
incendiada su iglesia por los republicanos. Este pueblo fue tierra de nadie
durante trece meses. Desaparecieron el retablo mayor y dos altares laterales. Únicamente
se salvaron las efigies de la Virgen, San Roque y Ecce-Homo. Desaparecieron dos
cálices y dos copones de plata. Del archivo se conservan los Libros
sacramentales.
Presillas: Quemado y destruido el interior.
Riaño: El exterior de esta iglesia se vio afectado en
su techumbre y muros. Perdió dos retablos y cinco imágenes, que fueron
profanadas, y después tiradas al agua, un portaviático, la cruz parroquial y una
campana deshecha por los tiroteos.
Santa Gadea de Alfoz: Iglesia del siglo XII,
ampliada en los siglos XVI, XVII y XIX. En un arco de piedra con columnas
cilíndricas, románico-ojival, a los pies del templo, bajo un sencillo arco de
piedra, se veneraba un gran Crucifijo de madera, acompañado de las imágenes de
la Virgen y San Juan (siglos XIII-XIV). Destruidos. En un retablo de la capilla
de la epístola había un San Sebastián, de gusto ojival (s. XV) y un San
Francisco que fueron quemados como los demás retablos, todos de estilo
churrigueresco. La cruz procesional, de cobre, del siglo XIII, con crucifijo de
corona real y las imágenes de la Virgen y San Juan a los extremos, adornada con
cabujones solo sufrió desperfectos menores. El altar mayor tenía un lienzo
pintado y otro el de las Animas. Perdió cinco cálices, uno de ellos bastante caro
(s. XVII), una custodia dorada y tres copones, uno de ellos grande y artístico,
más dos porta-viáticos, un juego de vinagreras de plata sobredorada y un
incensario de plata. Y por último, cinco campanas grandes. Las ermitas de Santa
Gadea (antigua iglesia románica), y de San Roque, moderna, fueron saqueadas.
Cortaron la cabeza a una imagen de San Roque.
San Vicente de Villamezán: Desaparecieron un cáliz,
custodia y copón, más dos cruces, una del siglo XIII, salvándose el Archivo
parroquial. En la ermita de Ríocavado, mutilaron una imagen y se llevaron Los
ornamentos.
Sargentes de Lora: Esta cayó del lado de
los golpistas y en el informe se subraya que los daños fueron causados por tres
cañonazos del 7,50 y gran número de impactos de fusilería republicanos.
Torres de Arriba: Desapareció todo el
pueblo al estar en tierra de nadie.
Torres de Abajo: Entraron los
republicanos el 24 de Noviembre de 1936 y destruyeron todo el mobiliario.
Estuvieron poco tiempo. Los vasos sagrados se perdieron.
Valderías: Fue destruido el mobiliario de la
iglesia.
Villamediana de Lomas: Los retablos sufrieron
desperfectos. Perdidas las imágenes de la Virgen del Rosario, S. Antonio, S.
Roque y S. José de Calasanz, un cáliz de plata, un copón y un portaviático
ambos de plata.
Quintanilla de San Román: Sus retablos sufrieron
graves desperfectos y faltó un crucifijo tallado en madera, una estatua de San
Esteban, un cáliz y un portaviático de plata.
Villanueva de Corrales: Destruyeron dos
retablos de corto mérito y dos imágenes, de San Martín y la Virgen, mas los
ornamentos.
Virtus: Su templo románico que conserva su ábside y
portada, fue renovado en sus bóvedas al gusto del Renacimiento español. Las capillas
laterales se hicieron en 1739. Tenía cinco retablo-altares de bastante valor.
Uno en la capilla de los Cabañas con veinte imágenes. Se perdieron en la
contienda un cuadro de la Dolorosa, y quince imágenes, algunas del siglo XIII,
y otra de Santa María la Mayor, del XII, San Blas y N. S. del Rosario. Además
se echaron a faltar dos campanas, dos cálices, copón, custodia, portaviático,
cruz de cobre y ornamentos. Las imágenes, unas fueron quemadas y otras
apedreadas. Del archivo se salvó una parte.
Villasante de Montija:
La iglesia parroquial fue románica, renovada por completo en el siglo XVII, y
su torre a principios del XIX. Tiene una sola nave con bóveda de arista, es de
pequeñas dimensiones y se puede ver al pasar junto a ella por la N-629. El
pueblo estuvo en la línea del frente y la torre, convertida en atalaya, sufrió
el cañoneo de los “nacionales”. Los autores del informe de postguerra indican
que fue incendiada por “los rojos” y que se perdieron los muebles y retablo que
contenían. La ermita urbana de San Roque, moderna, fue igualmente quemada por
los mismos, perdiendo su lindo retablito. Todos los vasos sagrados, ornamentos
y retablos desaparecieron.
Villasana de Mena: Según don Ángel Nuño,
arcipreste de Villasana de Mena en esas fechas, las sesenta y una iglesias del
mismo, y muchas ermitas fueron objeto de destrucción en su mobiliario por medio
del fuego.
Iglesia parroquial de San Antonio de Villasana
de Mena fue construida de 1865 a 1873, para sustituir a otra antigua emplazada
en el cementerio, al otro lado del río, que fue ampliada a fines del siglo XV
por el Dr Ortíz de Matienzo, quien dedicó un altar a la inmaculada Concepción,
y en él puso una imagen de la Virgen con el Niño, al gusto gótico del siglo
XVI. Allí colocaron los artistas sevillanos
que hicieron la capilla una lápida de piedra blanca en la cual esculpieron la
Giralda árabe, terminada en pequeñas cúpulas antes del giraldillo (Que es lo
único que quedó intacto). En torno al relieve grabaron en caracteres góticos
alemanes la siguiente inscripción: “Esta es la
torre de la sancta iglesia de Sevilla donde fue canónigo el doctor Sancho Ortiz
de Matienzo, que hizo esta capilla. Acabose año del Señor de mil CCCCC e IX
años”.
Estaba adornada de siete altares-retablos. El
mayor, muy sencillo, recibía las imágenes de la Asunción, titular de la
parroquia primitiva, y las de San Antonio, San Sebastián y otra de la Virgen.
Al lado del Evangelio se veían otros tres con imágenes modernas bien
esculpidas. En el de San José se conservaba una imagen de Jesucristo yacente,
muy buena en su encarnación, s. XVIII. En la nave opuesta había otros tres. El
del Rosario recibía la estatua citada de la Virgen con el Niño. En ei
presbiterio se hallaban dos cuadros grandes pintados en lienzo, representando a
San Juan Bautista y San Jerónimo del siglo XVI, y la sacristía tenía tabla
pintada representando a La Piedad.
Convento de Religiosas
Concepcionistas Franciscanas de Santa Ana: Fundado por Sancho Ortiz de
Matienzo, canónigo de Sevilla, abad de Jamaica y Tesorero de la Casa de
Contratación de Sevilla a partir de una capilla para su uso particular en la
plaza del Mercado.
Edificado en 1512 sobre la muralla del Sur de la villa. La capilla muestra
sobre su puerta de ingreso el escudo de fundador. Relataba el informe original
que “consta de cuatro tramos cubiertos
con bóvedas de crucería simple, de piedra, con arandelas en sus claves que
reproducen el águila y escudo de los Reyes Católicos y monogramas dorados de
JHS. En ella, lo mismo que en el convento provisto de un pequeño claustro con
arcos peraltados, sostenidos en delgadas columnas monolíticas ochavadas, se
respira ambiente sevillano”.
Poseía los retablos de la Purísima y de San
Francisco y dos ejemplares del siglo XV, uno en la cabecera y otro enfrente de
la puerta de entrada. El mayor era de batea, pintado y esculpido al gusto
gótico florido de fines del siglo XV. En el centro, bajo dosel, se destacaban
las imágenes en talla de San Joaquín y Santa Ana, y el resto se formaba por
seis tablas pintadas, dos grupos escultóricos y la Crucifixión como remate,
separados por agujas y protegidos por bellos doseletes y una marquesina, sobre
la que campeaba el escudo real.
De sus cuadros merecían citarse los de San
Miguel, la Visitación, Adoración, y el de San Pedro y San Pablo, pertenecientes
a la escuela flamenco-castellana. Los demás eran posteriores, (s. XVI). Al pie
de la iglesia se cerraba el coro de las Religiosas. De todo lo descrito sólo se
han conservado los muros, las arandelas y parte del zócalo de azulejos del
retablito.
Irús: Iglesia parroquial de San Millán, formada por
una nave y crucero góticos y construida de sillería de piedra, torre almenada,
canes y ventanas geminadas. La describe Luciano "con bóvedas de crucería múltiple y restos abundantes de
policromía, mas un buen florón gótico en la clave del presbiterio con escudo
heráldico de los fundadores, los Vivanco Angulo.
Luciano Huidobro redactó que su retablo mayor se hallaba muy deshecho, tanto en
cuanto a la armadura y decoración gótico florida, como en la pintura".
Podía pertenecer a la escuela pictórica de Orla, de la cual es un ejemplar muy
estimable como éste, el de Tejada de Valdivielso. En la capilla de la izquierda
recibía culto un pequeño Crucifijo de buena factura, adquirido por una señora
de la población en una almoneda de Madrid, y donado a la Cofradía de la
Vera-Cruz. Todo el mobiliario fue quemado y las campanas fundidas.
Vallejo de Mena: Iglesia monumental fue
fundada por D. Enriquena o Andrequina de Mena, esposa del caballero que dio
nombre al linaje de Vallejo. Donada a la orden de San Juan de Jerusalén.
Pertenece al período de transición románico-ojival, y probablemente se hizo en
el último tercio del siglo XII y primera mitad del XIII. Tenía retablo mayor
plateresco con doseletes para tres series de tablas, que fueron sustituidas por
lienzos pintados y reproducían figuras de apóstoles. En el centro iba la efigie
de San Lorenzo y sobre ella una Virgen con el Niño Jesús del siglo XVI. A los
lados seis estatuillas de santos. Fue incendiado. En el presbiterio subsistía profanado
el sepulcro de D. Fernando Vivanco y Sarabia, capitán y maestro de Campo,
muerto en 1630. Consistente en un arcosolio con escudo y estatua orante muy
valiente. El cadáver, que estaba completo, se deshizo al removerle. Se
daba culto en un retablo a una imagen de la Virgen, siglo XVI, y a un crucifijo
grande antiguo, s. XIII o XIV. Todo ha perecido entre llamas. Al pie de la
iglesia está el sepulcro de D. Enriquena que no fue profanado.
Siones (Mena):
Esta iglesia del siglo XII fue reparada antes de la guerra. La lucha, o el
odio, le hizo perder su altar mayor, una mesa de piedra y unas gradas, donde
estaba colocada una imagen de Virgen Sedente con el Niño (salvada con
desperfectos), policromada, siglo XIII; las ocho imágenes de santos que
ocupaban la arquería alta en torno al ábside, ocupando la arquería alta; y un
retablo plateresco del siglo XVI que se adornaba con trece tablas pintadas que
figuraban el Nacimiento de la Virgen, la Anunciación, los Desposorios,
Adoración de ángeles y pastores, y de los Reyes Magos, la Circuncisión, el
anciano Simeón, Embalsamamiento de Jesucristo. Asunción y los cuatro Padres de
la Iglesia Occidental. Sólo se han salvado un par de trozos de pintura.
Vivanco: Fundada
en el siglo XIII por la generosa Enriquena de Mena fue reedificado en 1780 por
Pedro Angulo y Ortíz de Velasco, su abad, como se lee en inscripción colocada sobre
la puerta de entrada. Con la guerra perdió cuatro grandes cuadros que colgaban
de sus muros (del siglo XVII), que representaban el combate de David con el
gigante en sus tres fases de preparación, ataque y triunfo. y al rey David, los
retablos del templo y una tabla sevillana de la Sagrada Familia. Además se
supone que otros elementos fueron robados o deteriorados, como es el caso del
archivo.
Caniego: Templo de San Julián, de una nave con bóvedas
de crucería de yeso y piedra. Retablo de nogal de estilo rococó elegante.
Sepultura de D. Juan Sánchez Ortíz, que hizo la capilla del centro del pueblo a
su costa, con sus armas en la losa. Una imagen de la Virgen Madre, siglo XIV.
Destruidos.
Paradores (Barrio de Concejero): Doña Germana Peña de
Gómez Mena, encargó en 1925, una iglesia dedicada a la Virgen del Carmen. Lo
más notable en ella lo constituía la decoración de tonos vivos metálicos,
recordando los mosaicos. En el fondo del ábside estaba representado el Pantocrator, dentro de aureola, seguido
de sus apóstoles y circundado de los cuatro animales simbólicos de los
evangelistas. "El retablo altar se
formaba por una figuración del Espíritu Santo con un ángel a cada lado, todo en
pintura, donde se destacaba la efigie de la titular en madera. Las ventanas se
adornaban en esta parte con oro, verde y azul en fondo rojo. En los arcos
laterales el capitel estaba simulado por una faja policromada y hojas
cuadrifolias estilizadas, de color. Las tres puertas se adornaban con arcos de
color rojo, azul, verde y oro bien combinados. La central imitaba un mosaico y
el resto era todo blanco. El artesonado de madera, decorado con variedad de
tonos, en la parte del ábside, semejaba un tornasolado brillante". (No
nos indica el informe si fue destruida, saqueada o qué. Pero usa el verbo tal y
como lo leéis).
La relación continua con una serie de templos en
los que no detalla los posibles destrozos. Pero si adjuntan al nombre
expresiones referidas a que no atesoraban bienes de valor artístico. A saber:
- Santuario
de Cantonad.
- Angulo.
- Anzo.
- Arceo.
- Artieta.
- Valle
de Ayega (Orrantia)
- San
Pelayo (Iglesia muy pobre. Abside románico, siglo XI).
- Arza:
Ermita moderna.
- Barrasa.
- Berrándulez.
- Bortedo.
- El
Berrón
- Burceña.
- Cadagua
(Iglesia de san Andrés)
- Carrasquedo.
- Ciella.
- Cilieza.
- Cirión.
- Concejero.
(Santa Eugenia)
- Covides
(San Saturnino)
- Entrambasaguas
- Mercadillo.
- Haedillo
- Hornes.
- Leciñana.
- Lezana:
(San Miguel) La iglesia poseía un retablito de dos cuerpos, estilo del
Renacimiento con bella imagen del titular y un artístico Jesús Crucificado
mas dos tablitas pintadas.
- Lorcio.
- Llano.
- Maltrana.
- Maltranilla.
- Ribota.
- Rio:
Iglesia de San Miguel Bonito y elegante tríptico del siglo XVII en relieve
y estofado.
- Santa
Cruz.
- Santa
María.
- Santa
Olaja.
- Santecilla.
- Santiago
de Tudela.
- Sopeñano:
Iglesia de San Julián. Desaparecida.
- Mena
Mayor.
- Montiano.
- Nava.
- Barrio
de Tarriego.
- Opio.
- Ordejón.
- Ovilla
- Partearroyo.
- Taranco:
Iglesia de San emeterio y San Celedonio: Iglesia renovada en el siglo
XVIII, con bóveda y a teja vana. Restan canes de varias clases, alguno en
forma de capitel de columna. Una estatua de la Virgen, siglo XIV.
- Vallejuelo.
- Valluerca.
- Ventades.
- Viergol.
- El
Vigo.
- Villanueva:
Santiago. Imágenes del siglo XII. Interesantes.
- Villasuso.
Bibliografía:
Informe sobre las pérdidas y daños sufridos por
el tesoro artístico de la provincia de Burgos desde el advenimiento de la
República, y principalmente durante los años de 1936 y 37 en que parte de su
territorio del Norte fue ocupado por los rojos y separatistas vascos.
Me has hecho reir con lo de que los tribunales populares ofrecían ciertas garantías . Buen chiste izquierdista
ResponderEliminarY ahora se la dan de víctimas, después de perpetrar tantas masacres, arrasar el patrimonio religioso ,fruto de la fe y el esfuerzo de nuestros antepasados amén de sembrar el odio en el seno de la población española. Tristemente siguen controlando los medios y manipulando las fuentes con el fin de malversar la historia ofreciendo al público una visión sesgada y politizada de la misma.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por su excelente artículo.