Todos
conocemos la existencia de la atractiva lobera del Monte Santiago pero podría
ser que no hubiera sido la única del entorno cercano. Cierto que, si siguen
este blog o les interesan las loberas conocerán las de Loberas Viejas y Fontanilla. Pero estamos hablando de otra diferente, una nueva, o vieja.
Cuenta
Salvador Velilla Córdoba, en la revista Aztarna (2007) que halló un documento de
1663 donde, durante un amojonamiento, se indicaba que "Item, bisitaron otro mojón junto a la Lobera Vieja, que está
antes de entrar en el monte Santiago, entre los caminos que van a Bidabe y al
monte del Señor Santiago. Y éste dijeron que cortaba al del campo de Corimurita
y de allí al de la senda que baja al poço del Cortón y de allí al que dice que
está en el espino albar, encima del poço de Cortonton (sic) y de allí al mojón
de Oyalarte y de Oyalarte al de la questa de la orca y de allí al de encima de
la casa de San Bartolomé (ermita arruinada y cuya localización es bajo la
actual carretera)". Y en 1773
hay una nueva pista sobre la lobera vieja y pensemos, como veremos más
adelante, que ya estaba en marcha la lobera de Santiago. Como ven, se da a
entender que nos encontramos con una lobera diferente a la de "Loberas
Viejas". Prosigamos con su idea.
Surge
un nuevo dato gracias al libro de María Ángeles Larrea "Caminos de Vizcaya en
la segunda mitad del siglo XVIII" donde incluye los mapas de Joseph Santos
Calderón. En especial el titulado "Plano que manifiesta el camino
proyectado desde el Espino de la Hermita arruynada de San Bartolomé Peña de
Orduña hasta la iglesia de Berberana" donde acota una zona como lobera a
la entrada del monte Santiago.
Lobera del Monte Santiago (Google) |
La lobera vieja del Monte Santiago estaría en una zona boscosa
que apenas deja entrever los restos de sus mangas, completamente desmochadas, y
del foso, colmatado, que sirve de tiesto a un haya (descripción similar a la
"Lobera Vieja"). Salvador nos la sitúa al norte del camino que enfila
hacia la Fuente Santiago, no lejos del primer aparcamiento para coches. Un mapa
del Instituto Geográfico Nacional dedicado a Villalba de Losa, recoge el
topónimo Alto de la Lobera, situado junto a la antena de comunicaciones que se
levanta en la cima del puerto de Orduña. Por los restos se sabe que estaba
construida en piedra y con el hoyo en la parte oeste, abriéndose las dos mangas
hacia poniente.
Desplazada
de esta está la conocida lobera, o loberas, del monte Santiago, quizá llamado
así por el arruinado monasterio de Santiago de Langreriz. Loberas, en plural,
porque algunos autores han hallado pistas que podrían concluir que
anteriormente hubo en esta zona otra lobera de madera.
Recordemos
que, con mucha probabilidad, las primeras loberas fuesen de madera (persisten
algunos ejemplos como "El Chorco" en el río Cares) pero por la
naturaleza de los materiales y su sustitución por estructuras de piedra con el
subsiguiente abandono de las de madera estas son más difíciles de hallar.
Pero no solo son suposiciones sobre estructuras previas sino
que hay un documento del Archivo del Concejo de Délica sobre el proyecto de
construcción de la lobera de Santiago que dice "Que las comunidades ynteresadas en el monte Santiago, que son la
villa de Berberana, la villa de Villalba, la letanía de Luna y el conzejo de
Délica, determinaron hacer en dicho monte una lobera de piedra donde al
presente se halla la de madera y llaman la lobera de Quartango". Y el
acuerdo tiene fecha del 16 de mayo de 1756 y debía estar terminada la obra para
San Miguel (29 de Septiembre). Harán la lobera y un bebedero para el ganado, a
razón de ocho reales y medio cada estado.
Croquis de Félix Murga |
Las condiciones del contrato nos dan pistas sobre cómo fue
la lobera de madera. En principio el foso era más pequeño porque indican que se
ha de ensanchar y alargar, hasta 21 pies de largo y 14 de ancho, con la misma
profundidad. Sus paredes serán de piedra de un grosos de 3 pies. Los brazos, o
mangas, correrán por donde eran los de madera, teniendo la que mira al monte
Santiago 188`71 m y la que mira hacia la sierra de Guibijo 195`39 m. La altura
oscilará entre 2 m y 2`40 m. sin las cubijas. Estas cubijas tendrán 15 cm de
grosor y sobresaldrán otros 15 cm por cada lado de la pared.
Con
relación a las mediciones vemos que Félix Murga determina que esta mide 472`20
m en el brazo derecho y 544`70 m en el izquierdo y Judith Trueba Longo indica
que el brazo este o izquierdo (mirando al foso) mide 573 m y la pared sur o
derecho tiene 579 m. No coinciden y tampoco con las conversiones sobre el
proyecto inicial.
Se
indicaba la obligación de abrir dos portillos o la asunción del mantenimiento
por el maestro de obras durante cuatro años (para evitar un trabajo chapucero).
Asumieron la obra en los maestros canteros Antonio Sañudo Madrazo y Juan de la
Maza, a los que se pagaría en tres tercios: al comenzar la obra, a la mitad y
al finalizar la obra.
Croquis de Judith Trueba |
Para
costear la lobera se decidió en diciembre de 1755 vender madera de haya del
monte Santiago por un total de 2.954 reales de vellón. Dados los compradores, Joseph
Ignacio de Yrastorza, arrendatario de la ferrería de La Encontrada, don Pedro
de Ugarte, dueño de la ferrería de Ciórraga y don Pedro de Hernán arrendatario
de la de Amurrio, es evidente el uso de esa madera.
Esta
lobera se usó por última vez en 1955 acabando con una pareja de lobos. El
tirador fue Félix González, un vecino de Berberana.
Féliz González de Berberana. |
Centrándonos
ya en la estructura de esta lobera de Santiago podemos destacar que tiene dos
fosos y que al más antiguo se le denomina "hoyo nuevo". ¿La causa?
Probablemente una rectificación del proyecto inicial del que se aprovechó la
pared este y creando un foso nuevo en el extremo opuesto de la pared. ¿Sería
esta la razón de las diferentes medidas referenciadas?
La
pared este tiene una longitud de 573 m y en algunos tramos alcanza una altura
de 2`30 m. Su espesor oscila entre 0`80 m-0`85 m. Presenta dos portilleras de 2`50
m de anchura.
Es
un punto turístico dado que ha sido objeto de una restauración pero esta fue poco
afortunada ya que, entre otras cosas, suprimió el alero de las paredes en el
tramo de embudo próximo al foso.
La
pared oeste tiene un desarrollo de 579 m y en función de la topografía del terreno,
su altura oscila entre 1`85 m y los 2 m. Cuenta con dos portilleras de 3 m de
anchura aproximadamente, y en uno de sus tramos presenta tres pequeños vanos
desde los cuales los cazadores disparaban al lobo.
En
el embudo contamos hasta doce cabañuelas, conformadas por grandes losas hincadas
verticalmente en el suelo y losas horizontales a modo de cubierta. El foso más
moderno tiene forma rectangular que se estrecha en la embocadura, adoptando forma
trapezoidal. Mide 5`44 m de largo por 3`85 m de ancho en el centro del foso
(20`90 m2 de superficie). La profundidad de éste oscila entre los 2`36 m en el
borde inicial y los 2`50 en el muro frontal de esta estructura. Sumada la profundidad
a la coronación de los muros en este espacio, obtenemos una altura que oscila
entre los 4`26 m y los 3`50 m.
El
foso más antiguo, situado en el extremo opuesto de la pared este tiene forma
rectangular de 6`50 m de largo por 4`35 m de ancho, lo que nos da una
superficie de 28`27 m2.
A
las batidas acudían personas de Berberana, Murita, Villalba, y también hombres
del cercano valle alavés de Cuartango ya que, ante el lobo, todos los pueblos ganaderos,
con independencia de sus límites administrativos, unían esfuerzos para acabar con
la amenaza que representaba este animal para subsistencia.
Bibliografía:
"Loberas
en la comarca de Las Merindades" Judith Trueba Longo.
"Catálogo
de loberas de las provincias de Álava, Burgos y León" de Félix Murga.
"Las
loberas del Monte Santiago" Salvador Velilla Córdoba.
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