Como muchas de las pautas de la Iglesia Católica
esta no surge de la noche a la mañana. Se intuye su origen en el siglo X. Pensemos
que en el año 910 se fundó la Orden Cluniacense la cual daba gran importancia a
la oración coral comunitaria. Los de Cluny querían que sus abadías fuesen un
anticipo de la Jerusalén celestial donde santos y ángeles cantan alabanzas a
Dios para interceder por todos los seres humanos.
Siguiendo esa idea distinguieron entre dos tipos
de monjas y monjes: los dedicados a la oración coral (con unos 150 salmos
diarios) y los dedicados al trabajo manual. Por supuesto, estos últimos serían personas
iletradas que trabajaban en la cocina, la portería, la huerta… Y oraban. No de
la forma en que lo hacían los “religiosos vip” pero rezaban individualmente unos
150 Padrenuestros al día. Diríamos que para no ser menos que los cantores de
salmos. Esta costumbre se difundió entre otras comunidades religiosas, y entre
sacerdotes y laicos.
Los del Cister (orden fundada en 1098) serán más
de la Virgen María. Pensemos que todas sus abadías llevan nombres marianos. Bernardo
de Claraval (1090-1153) veía a María más como Madre que como Reina (que era lo
normal desde el siglo V). ¿A que no saben que Bernardo inventó el título de
“Nuestra Señora”? Tal y como se hizo con Santiago Matamoros que pasó a ser
peregrino, María pasa de “Señora feudal” a ser “Nuestra Madre”. Y,
evidentemente, los cistercienses no estaban para rezar Padrenuestros –o, al
menos, solo Padrenuestros-. Las monjas y monjes cistercienses reemplazan
algunos Padrenuestros por Salutaciones de la Virgen María. ¿Qué? Entendamos que
todavía no se había creado la oración del Avemaría y solo se rezaba la primera
parte, la Salutación del ángel: “Dios te
salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo” y los más “cafeteros”
añadían la segunda parte del saludo: “Bendita
tú eres entre todas las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre”.
Alain de la Roche |
En el siglo XIII se extiende la costumbre de
rezar 150 Salutaciones, en lugar de 150 Padrenuestros. Será el “Salterio de
María”. Y para redondearlo se añade el nombre de “Jesús” al final de la
Salutación del Ángel.
Y cómo ciento cincuenta es una cifra muy alta
para contar con los dedos se diseñará unos elegantes contadores de Avemarías.
Serán los rosarios. ¿Verdad que ha tardado en salir la palabrita?
En el siglo XIV las Órdenes mendicantes
(Franciscanos, Dominicos, Carmelitas y Agustinos) difundirán el Salterio de
María en sus predicaciones ante los laicos. Principalmente lo difundieron en la
zona de Renania, donde en el siglo XIII se había desarrollado el movimiento
espiritual de las beguinas (mujeres piadosas y místicas que vivían en comunidad).
Pero la espiritualidad de las beguinas cayó bajo la sospecha de herejía, por lo
que un medio de reconducir a aquellas mujeres fue inculcándolas el rezo del
Salterio de María. Y dado que la mística renana fue también sospechosa de
herejía, surgió hacia 1380 otra corriente espiritual: la Devotio Moderna.
Iglesia del Sto. Rosario de Medina de Pomar (2012) |
La Devotio Moderna proponía una oración sencilla
y metódica y la meditación de los pasajes del Evangelio. Y aquí encajaba el
soniquete del rezo del Salterio de María. Pues bien, es entonces cuando en
ciertas abadías cartujas de la zona renana, se van a añadir al final de cada
Salutación del Ángel una coletilla que ayude al orante a meditar un pasaje de
la vida de Jesús. Por ejemplo: “… y
bendito es el fruto de tu vientre, Jesús, que nació en Belén”. O “… que murió en la Cruz”. Y, así, se va
extendiendo la costumbre de añadir a cada una de las 150 Salutaciones una
terminación diferente sobre Jesús.
Se ha llegado a la convención de que fue a comienzos
del siglo XV cuando se crea el Avemaría completo, añadiendo la segunda parte: “Santa María, Madre de Dios, ruega por
nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”.
Y es así como poco a poco se va conformando el
rezo del Rosario que todos conocemos, en el que se combina el recitado de
Avemarías y la meditación de pasajes de la vida de Jesús y su Madre.
Dentro de este mundillo del Rosario debemos
hablar un poco de las llamadas “Cofradías del rosario”. En 1470 el dominico
Alain de la Roche o Alano de la Rupe (1428-1475), funda en Douai (ciudad del
norte de Francia, cercana a la zona renana) la Cofradía del Salterio de la Gloriosa
Virgen María. Buscaba
difundir la devoción al Rosario;
crear un ambiente de espiritualidad mariana entre sus cofrades; y pedir la
intercesión de la Virgen. Entendamos que fue porque la Virgen se le apareció,
le pidió que reviviera el rezo y que recogiera en un libro todos los milagros
llevados a cabo por el rosario. Por ello, presentó la famosa versión del
surgimiento del Rosario que contiene su libro “De Dignitate Psalterii” (De la dignidad
del Salterio de María):
“Viendo
Santo Domingo de Guzmán que los crímenes de los hombres obstaculizaban la
conversión de los albigenses, entró en un bosque próximo a Tolosa y permaneció
allí tres días y tres noches dedicado a la penitencia, a la oración continua,
sin cesar de gemir llorar y mortificar su cuerpo con disciplinas para calmar la
cólera divina, hasta que cayo medio muerto. La Santísima Virgen se le apareció
en compañía de tres princesas celestiales y le dijo: "¿Sabes, querido
Domingo de que arma se ha valido la Santísima Trinidad para reformar el
mundo?"
¡Oh
Señora, tú lo sabes mejor que yo, respondió el; porque después de Jesucristo,
Tu Hijo, Tú fuiste el principal instrumento de nuestra salvación!
Pues
sabe añadió Ella, que la principal pieza de batalla ha sido el salterio angélico
(El Rosario), que es el fundamento del Nuevo Testamento. Por ello, si quieres
ganar para Dios esos corazones endurecidos predica mi salterio. (…)
Pues bien, inspirado en Alain, el prior de los
dominicos de Colonia (ciudad situada en la zona renana) creó en 1475 la primera
Cofradía del Rosario.¡Bang! Un éxito entre los fieles, las autoridades civiles
y las eclesiásticas. Esto hizo aparecer Cofradías del Rosario en otros
conventos dominicos, pasando a ser responsabilidad de la Curia Generalicia de
la Orden de Predicadores (Roma) en 1485. Desde entonces serán los dominicos los
grandes difusores del Rosario.
¿Qué contribuyó al éxito del Rosario para que
hoy continúe siendo rezado? Para algunos religiosos serían cuatro factores: sencillez,
se puede rezar individual o comunitariamente, anima a meditar los Evangelios y
ayuda a pedir a Dios lo que necesitamos.
Por cierto, se le llamó rosario porque se
utilizaban rosas para adornar la corona de la Virgen y a la Madre de Dios se le
llamaba desde antiguo “rosa mística”.
Avancemos un poco en el tiempo. Situémonos en la
épica batalla de Lepanto (1571) donde el hermanastro de Felipe II dio para el
pelo a los turcos. El Papa Pío V (1504-1572) pidió a los fieles cristianos que
rezaran el Rosario para que María intercediera. Y, como fue una victoria, en
1573 el Papa Gregorio XIII (1502-1585) instituyó la fiesta de la Virgen del
Rosario el primer domingo de octubre. Posteriormente esta fiesta pasó al 7 de
octubre, día de la batalla de Lepanto. Queridos medinenses, las fiestas son en
octubre porque en estos días se produjo la victoriosa batalla de Lepanto.
Pío V fijó el modo de rezar el Rosario. Constaría
de tres grupos de cinco misterios:
Gozosos: invitan a meditar sobre pasajes de la
infancia de Jesús.
Dolorosos: sobre la pasión.
Gloriosos: resurrección del Señor y
acontecimientos posteriores.
En cada misterio se rezan un Padrenuestro, diez
Avemarías y un Gloria. Como vemos es una oración en la que se repite
rítmicamente el Avemaría.
La Revolución Francesa y las sucesivas revoluciones
liberales del siglo XIX mermaron la influencia, el patrimonio y el poder de la
Iglesia Católica. Las desamortizaciones en España son un buen ejemplo como la
exclaustración de muchas personas instruidas que estaban viviendo del cuento en
los conventos y monasterios.
Medina de Pomar |
En dos de las más famosas visiones Marianas el
Rosario aparece: en Lourdes, (1858) la Virgen pide que se rece el Rosario, y en
Fátima (1917) la Virgen se llama a sí misma “Nuestra Señora del Rosario”. El
Papa León XIII (1810-1903) dedicará al Rosario once Encíclicas. En la primera
(1883) declara octubre como mes del Rosario.
El siglo XX, con todos los radicalismos que le
azotaron (nacionalismo, comunismo, fascismo…) quebró los valores tradicionales
católicos. Quizá por eso el Papa Juan Pablo II (1920-2005) promovió el Rosario e
introdujo cinco nuevos misterios: los luminosos, que versan sobre la vida
pública de Jesús.
Y, además de todas estas virtudes, rezar el
Santo Rosario rebaja los castigos que los pecadores sufrirán en la otra vida.
La Iglesia Católica confiere una indulgencia plenaria si el rosario se reza en
una iglesia o un oratorio público o en familia, en una comunidad religiosa o
asociación pía; y se otorga una indulgencia parcial en otras circunstancias.
Claro que con condiciones: que se recen las cinco decenas del Rosario sin
interrupción; las oraciones sean recitadas y los misterios meditados; si el
Rosario es público, los Misterios deben ser anunciados. Y alguna cosa más.
Desde el 10 de febrero de 2009 es patrona de la zapaterísima
Unidad Militar de Emergencias (UME), cuerpo creado el 7 de octubre de 2005 en
coincidencia con la festividad de Nuestra Señora del Rosario.
Vale. Ya sabemos mucho sobre el
rosario pero desconocemos la razón para que esta celebración religiosa se
convierta en las fechas de las fiestas de Medina de Pomar. Pues, ¿Por qué va a
ser? Porque la Virgen del Rosario es la patrona de la ciudad.
Remontémonos al 7 de octubre de 1751 cuando la
iglesia de Santa María del Salcinal pasó a llamarse Nuestra Señora del Rosario
y se convirtió, mediante el voto realizado por el Ayuntamiento medinés, en la
patrona de la localidad en honor a la victoria de la batalla de Lepanto.
¿Recuerdan lo contado arriba?
Volvamos a la seriedad. Julián García Sainz de
Baranda nos cuenta que la primera imagen de la Virgen fue vendida con otras del
siglo XIV. La describen como románica, sentada y con el Divino Niño sobre su
rodilla izquierda sosteniendo en su mano el mundo. Paréceme la clásica Virgen
románica. La actual es del siglo XVIII, tiene al Niño Jesús en sus brazos y
preside el altar del Santuario de Nuestra Señora del Rosario. La talla fue
regalada por el benefactor medinés Agustín Villota, que la trajo de Cádiz en
torno al tercer cuarto del siglo XVIII. No tiene más que rostro, manos (como
fue común en esa época) siendo la talla del niño más completa.
La parroquia del Santo Rosario está extramuros
de Medina de Pomar, bueno ya menos, situada en la margen derecha del río Trueba.
Ya existía esta iglesia en tiempos del Rey Alfonso VII pues en el fuero que dio
este Monarca a Medina menciona a esta iglesia, como lugar donde se debía
recibir el juramento a los testigos.
Bibliografía:
Periódico “El Heraldo de Madrid”.
Periódico “El imparcial”.
“Apuntes sobre la historia de Las Merindades
antiguas de Castilla” por Julián García Sainz de Baranda.
Periódico ABC
El Santo Rosario y Nuestra Señora del Rosario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, tenga usted buena educación. Los comentarios irrespetuosos o insultantes serán eliminados.