Que no te asusten ni la letra ni el sendero de palabras pues, amigo, para la sed de saber, largo trago.
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domingo, 8 de octubre de 2017

Medina de Pomar, el Santo Rosario y –nosotros- de fiesta.


Como muchas de las pautas de la Iglesia Católica esta no surge de la noche a la mañana. Se intuye su origen en el siglo X. Pensemos que en el año 910 se fundó la Orden Cluniacense la cual daba gran importancia a la oración coral comunitaria. Los de Cluny querían que sus abadías fuesen un anticipo de la Jerusalén celestial donde santos y ángeles cantan alabanzas a Dios para interceder por todos los seres humanos.


Siguiendo esa idea distinguieron entre dos tipos de monjas y monjes: los dedicados a la oración coral (con unos 150 salmos diarios) y los dedicados al trabajo manual. Por supuesto, estos últimos serían personas iletradas que trabajaban en la cocina, la portería, la huerta… Y oraban. No de la forma en que lo hacían los “religiosos vip” pero rezaban individualmente unos 150 Padrenuestros al día. Diríamos que para no ser menos que los cantores de salmos. Esta costumbre se difundió entre otras comunidades religiosas, y entre sacerdotes y laicos.

Los del Cister (orden fundada en 1098) serán más de la Virgen María. Pensemos que todas sus abadías llevan nombres marianos. Bernardo de Claraval (1090-1153) veía a María más como Madre que como Reina (que era lo normal desde el siglo V). ¿A que no saben que Bernardo inventó el título de “Nuestra Señora”? Tal y como se hizo con Santiago Matamoros que pasó a ser peregrino, María pasa de “Señora feudal” a ser “Nuestra Madre”. Y, evidentemente, los cistercienses no estaban para rezar Padrenuestros –o, al menos, solo Padrenuestros-. Las monjas y monjes cistercienses reemplazan algunos Padrenuestros por Salutaciones de la Virgen María. ¿Qué? Entendamos que todavía no se había creado la oración del Avemaría y solo se rezaba la primera parte, la Salutación del ángel: “Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo” y los más “cafeteros” añadían la segunda parte del saludo: “Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre”.

Alain de la Roche

En el siglo XIII se extiende la costumbre de rezar 150 Salutaciones, en lugar de 150 Padrenuestros. Será el “Salterio de María”. Y para redondearlo se añade el nombre de “Jesús” al final de la Salutación del Ángel.

Y cómo ciento cincuenta es una cifra muy alta para contar con los dedos se diseñará unos elegantes contadores de Avemarías. Serán los rosarios. ¿Verdad que ha tardado en salir la palabrita?

En el siglo XIV las Órdenes mendicantes (Franciscanos, Dominicos, Carmelitas y Agustinos) difundirán el Salterio de María en sus predicaciones ante los laicos. Principalmente lo difundieron en la zona de Renania, donde en el siglo XIII se había desarrollado el movimiento espiritual de las beguinas (mujeres piadosas y místicas que vivían en comunidad). Pero la espiritualidad de las beguinas cayó bajo la sospecha de herejía, por lo que un medio de reconducir a aquellas mujeres fue inculcándolas el rezo del Salterio de María. Y dado que la mística renana fue también sospechosa de herejía, surgió hacia 1380 otra corriente espiritual: la Devotio Moderna.

Iglesia del Sto. Rosario de Medina de Pomar
(2012)

La Devotio Moderna proponía una oración sencilla y metódica y la meditación de los pasajes del Evangelio. Y aquí encajaba el soniquete del rezo del Salterio de María. Pues bien, es entonces cuando en ciertas abadías cartujas de la zona renana, se van a añadir al final de cada Salutación del Ángel una coletilla que ayude al orante a meditar un pasaje de la vida de Jesús. Por ejemplo: “… y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús, que nació en Belén”. O “… que murió en la Cruz”. Y, así, se va extendiendo la costumbre de añadir a cada una de las 150 Salutaciones una terminación diferente sobre Jesús.

Se ha llegado a la convención de que fue a comienzos del siglo XV cuando se crea el Avemaría completo, añadiendo la segunda parte: “Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”.

Y es así como poco a poco se va conformando el rezo del Rosario que todos conocemos, en el que se combina el recitado de Avemarías y la meditación de pasajes de la vida de Jesús y su Madre.


Dentro de este mundillo del Rosario debemos hablar un poco de las llamadas “Cofradías del rosario”. En 1470 el dominico Alain de la Roche o Alano de la Rupe (1428-1475), funda en Douai (ciudad del norte de Francia, cercana a la zona renana) la Cofradía del Salterio de la Gloriosa Virgen María. Buscaba difundir la devoción al Rosario; crear un ambiente de espiritualidad mariana entre sus cofrades; y pedir la intercesión de la Virgen. Entendamos que fue porque la Virgen se le apareció, le pidió que reviviera el rezo y que recogiera en un libro todos los milagros llevados a cabo por el rosario. Por ello, presentó la famosa versión del surgimiento del Rosario que contiene su libro “De Dignitate Psalterii” (De la dignidad del Salterio de María):

“Viendo Santo Domingo de Guzmán que los crímenes de los hombres obstaculizaban la conversión de los albigenses, entró en un bosque próximo a Tolosa y permaneció allí tres días y tres noches dedicado a la penitencia, a la oración continua, sin cesar de gemir llorar y mortificar su cuerpo con disciplinas para calmar la cólera divina, hasta que cayo medio muerto. La Santísima Virgen se le apareció en compañía de tres princesas celestiales y le dijo: "¿Sabes, querido Domingo de que arma se ha valido la Santísima Trinidad para reformar el mundo?"

¡Oh Señora, tú lo sabes mejor que yo, respondió el; porque después de Jesucristo, Tu Hijo, Tú fuiste el principal instrumento de nuestra salvación!


Pues sabe añadió Ella, que la principal pieza de batalla ha sido el salterio angélico (El Rosario), que es el fundamento del Nuevo Testamento. Por ello, si quieres ganar para Dios esos corazones endurecidos predica mi salterio. (…)

Pues bien, inspirado en Alain, el prior de los dominicos de Colonia (ciudad situada en la zona renana) creó en 1475 la primera Cofradía del Rosario.¡Bang! Un éxito entre los fieles, las autoridades civiles y las eclesiásticas. Esto hizo aparecer Cofradías del Rosario en otros conventos dominicos, pasando a ser responsabilidad de la Curia Generalicia de la Orden de Predicadores (Roma) en 1485. Desde entonces serán los dominicos los grandes difusores del Rosario.

¿Qué contribuyó al éxito del Rosario para que hoy continúe siendo rezado? Para algunos religiosos serían cuatro factores: sencillez, se puede rezar individual o comunitariamente, anima a meditar los Evangelios y ayuda a pedir a Dios lo que necesitamos.

Por cierto, se le llamó rosario porque se utilizaban rosas para adornar la corona de la Virgen y a la Madre de Dios se le llamaba desde antiguo “rosa mística”.


Avancemos un poco en el tiempo. Situémonos en la épica batalla de Lepanto (1571) donde el hermanastro de Felipe II dio para el pelo a los turcos. El Papa Pío V (1504-1572) pidió a los fieles cristianos que rezaran el Rosario para que María intercediera. Y, como fue una victoria, en 1573 el Papa Gregorio XIII (1502-1585) instituyó la fiesta de la Virgen del Rosario el primer domingo de octubre. Posteriormente esta fiesta pasó al 7 de octubre, día de la batalla de Lepanto. Queridos medinenses, las fiestas son en octubre porque en estos días se produjo la victoriosa batalla de Lepanto.

Pío V fijó el modo de rezar el Rosario. Constaría de tres grupos de cinco misterios:

Gozosos: invitan a meditar sobre pasajes de la infancia de Jesús.
Dolorosos: sobre la pasión.
Gloriosos: resurrección del Señor y acontecimientos posteriores.

En cada misterio se rezan un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria. Como vemos es una oración en la que se repite rítmicamente el Avemaría.

La Revolución Francesa y las sucesivas revoluciones liberales del siglo XIX mermaron la influencia, el patrimonio y el poder de la Iglesia Católica. Las desamortizaciones en España son un buen ejemplo como la exclaustración de muchas personas instruidas que estaban viviendo del cuento en los conventos y monasterios.

Medina de Pomar

En dos de las más famosas visiones Marianas el Rosario aparece: en Lourdes, (1858) la Virgen pide que se rece el Rosario, y en Fátima (1917) la Virgen se llama a sí misma “Nuestra Señora del Rosario”. El Papa León XIII (1810-1903) dedicará al Rosario once Encíclicas. En la primera (1883) declara octubre como mes del Rosario.

El siglo XX, con todos los radicalismos que le azotaron (nacionalismo, comunismo, fascismo…) quebró los valores tradicionales católicos. Quizá por eso el Papa Juan Pablo II (1920-2005) promovió el Rosario e introdujo cinco nuevos misterios: los luminosos, que versan sobre la vida pública de Jesús.

Y, además de todas estas virtudes, rezar el Santo Rosario rebaja los castigos que los pecadores sufrirán en la otra vida. La Iglesia Católica confiere una indulgencia plenaria si el rosario se reza en una iglesia o un oratorio público o en familia, en una comunidad religiosa o asociación pía; y se otorga una indulgencia parcial en otras circunstancias. Claro que con condiciones: que se recen las cinco decenas del Rosario sin interrupción; las oraciones sean recitadas y los misterios meditados; si el Rosario es público, los Misterios deben ser anunciados. Y alguna cosa más.

Desde el 10 de febrero de 2009 es patrona de la zapaterísima Unidad Militar de Emergencias (UME), cuerpo creado el 7 de octubre de 2005 en coincidencia con la festividad de Nuestra Señora del Rosario.


Vale. Ya sabemos mucho sobre el rosario pero desconocemos la razón para que esta celebración religiosa se convierta en las fechas de las fiestas de Medina de Pomar. Pues, ¿Por qué va a ser? Porque la Virgen del Rosario es la patrona de la ciudad.

Remontémonos al 7 de octubre de 1751 cuando la iglesia de Santa María del Salcinal pasó a llamarse Nuestra Señora del Rosario y se convirtió, mediante el voto realizado por el Ayuntamiento medinés, en la patrona de la localidad en honor a la victoria de la batalla de Lepanto. ¿Recuerdan lo contado arriba?

Volvamos a la seriedad. Julián García Sainz de Baranda nos cuenta que la primera imagen de la Virgen fue vendida con otras del siglo XIV. La describen como románica, sentada y con el Divino Niño sobre su rodilla izquierda sosteniendo en su mano el mundo. Paréceme la clásica Virgen románica. La actual es del siglo XVIII, tiene al Niño Jesús en sus brazos y preside el altar del Santuario de Nuestra Señora del Rosario. La talla fue regalada por el benefactor medinés Agustín Villota, que la trajo de Cádiz en torno al tercer cuarto del siglo XVIII. No tiene más que rostro, manos (como fue común en esa época) siendo la talla del niño más completa.


La parroquia del Santo Rosario está extramuros de Medina de Pomar, bueno ya menos, situada en la margen derecha del río Trueba. Ya existía esta iglesia en tiempos del Rey Alfonso VII pues en el fuero que dio este Monarca a Medina menciona a esta iglesia, como lugar donde se debía recibir el juramento a los testigos.



Bibliografía:

Periódico “El Heraldo de Madrid”.
Periódico “El imparcial”.
“Apuntes sobre la historia de Las Merindades antiguas de Castilla” por Julián García Sainz de Baranda.
Periódico ABC
El Santo Rosario y Nuestra Señora del Rosario. 




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