Viajemos al sur de la Sierra de Árcena junto a
la entrada del desfiladero del río Purón, en el Espacio Natural de Montes
Obarenes. Evidentemente no hablaremos del insecto ortóptero sino de un pueblo
que se llamó Villanueva del Grillo. Eso sí, el pueblo está bien muerto desde
1966 y se encamina hacia el olvido. Si están interesados en visitarlo deben ir
desde Promediano o Pajares, en el valle de Tobalina. Verán, o intuirán, restos
dispuestos a lo largo de la calle que llamaban “mayor” y algunas casas aisladas.
Fotografía cortesía de Tierras de Burgos. |
Remontándonos, vemos que en el “Becerro de
Behetrías” figuraba como lugar Yermo de Castilla Vieja. Pensemos que a mediados
del siglo XIV, época del Becerro, existía en Las Merindades un importante
número de despoblados, lugares de los que aún permanecía el nombre, y también
un gran número de solares que figuraban como despoblados. Quizá esa segunda era
la situación de nuestra población. El nombre que figuraba era el de Villanueva
del Grillo del Rey.
Pero, ¡remontémonos más aún! ¿Cuándo pudo surgir
el pueblo? Bueno… el problema es que –como hemos comprobado ya- no suele
aparecer una piedra o una caja de acero donde se guarde un ejemplar del
periódico del día o, al menos, una hoja o piedra con la fecha. Hay que ir por
otros vericuetos. Descartaremos, por absurdo, que la fecha de creación de una
población sea la primera fecha en la que aparece documentada. ¿Diríamos,
entonces, que Villanueva del Grillo había surgido en 1270 cuando aparece
escrito de forma completa?
Fotografía cortesía de Wikiburgos. |
Concretando: que no conste antes no significa
que no exista. De hecho, la aparición en registros y donaciones de un lugar
podría significar lo contrario, que existía desde hacía tiempo. Piensen que muchas
de las donaciones a los monasterios se producían cuando ya se había agotado su
utilidad original, muchas tierras de las que tenemos constancia de su donación
son tierras improductivas situadas en zona pedregosas en las que no crece ni la
hierba para el ganado. ¡Para que luego hablen de generosidad rural!
Un elemento que nos dirige a unos periodos de
tiempo aproximados es la advocación religiosa de su iglesia. En nuestro caso
tenemos la ermita de Nuestra Señora de la Mata que asumimos es en el siglo VIII,
en un época de cultura neovisigoda en el que se cristianiza el norte, y
comienza la reestructuración por Fruela I y su hijo Alfonso II en los años
finales del siglo VIII y mediados del IX, cuando parece que se asientan en la
zona.
Otra pista nos lo da la primera parte del nombre
de la población. Es una “Villa Nueva”. A través de esta denominación se
registra el proceso de aparición de nuevos núcleos, cercanos a otros más
antiguos y cuyos caracteres originales comparten: son villas propiedad de una
familia colonizadora o de un grupo de familias, y consisten en un agregado
rodeadas de terrenos de labranza y montanera. Poblada y desde antiguo.
Eremitorio de El Pópilo (Cortesía de Valle de Tobalina) |
Y no hay dos sin tres. Cerca hay una necrópolis
altomedieval, la de “El Mazo” que está a menos de un kilómetro. Tumbas
antropomórficas. Y no muy lejos también hallamos los eremitorios rupestres de
“El Pópilo” y de la garganta del río Purón que nos retrotraen, nuevamente, al
siglo VIII.
No nos liemos, quédense con que es de temprano
poblamiento en la reconquista.
Para el siglo XVI tenemos más datos. Por un lado
el “Censo de población de las provincias y partidos de la corona de Castilla en
el siglo XVI” (1591) nos dice que la Merindad de Cuesta Urria eran 444 vecinos
y el pueblo de Villanueva del Grillo tenía una pila bautismal –una iglesia- y
treinta vecinos. Y según la fe de un curioso reparto de pechos que conserva el
Archivo Histórico de Protocolos de Burgos (1594), dicha Merindad estaba
integrada por treinta y tres lugares entre los que se encuentra nuestra
población, con un total de 519 vecinos.
Y nos interesa esta pertenencia porque la Merindad
de Cuesta Urria hizo su vecindario –para razones tributarias- en junta
celebrada el 25 de marzo de 1613 y, para Villanueva del Grillo, dieron los
regidores la cifra de veintiún vecinos. En 1737 la cifra fue de dieciséis
vecinos.
Registro de labradores de Villanueva del Grillo en el Catastro de Ensenada |
Y llegamos a 1751 donde vemos que continúan
siendo dieciséis vecinos. La comisión del Catastro de la Ensenada estuvo
presidida por el señor Fernández de la Peña. Era lugar de realengo con tierras
de secano. Disponían de manzanos, cerezos, almendros, nogales, robles y olmos.
Cosechaban trigo, cebada, comuña, habas, avena, garbanzos, vino… Tenían bueyes,
burros, cerdos, ovejas y cabras.
En número de vecinos era el mágico dieciséis. Bueno,
dieciséis y medio si contamos a una viuda que valía la mitad. Con dieciséis
casas más la del cura beneficiado, Tomás Vélez de Ángulo que era comisario del
Santo Oficio de la Inquisición de la ciudad de Logroño. Por cierto, ocho
pajares también. Disponían de una taberna, panadería y posada pero al no ser
rentables nadie quería arrendarlas.
Avanzando unos pocos años, hasta el censo de Floridablanca
(1787) leemos que Villanueva del Grillo era de realengo y contaba el pueblo con
alcalde ordinario local.
En el diccionario geográfico de Sebastián Miñano
(1826-1828) nos dice que hay dieciocho vecinos que se traducen en 74 habitantes
y que tiene una parroquia. Nos sitúa el pueblo al pie de la sierra de Plágaro, junto
al río “Herranz” (sic) que la baña.
Cortesía de Tierras de Burgos |
Al finalizar el Antiguo Régimen se incorpora al
ayuntamiento constitucional de Merindad de Cuesta Urria, dentro del partido de
Villarcayo. El cambio de régimen nos lanza al siglo XIX y a la guerra carlista.
Una vez calmado el entorno y enfilado el reino de Isabel II se pone en marcha
el “diccionario” de Pascual Madoz que sobre Villanueva del Grillo cuenta:
“V. en
la prov., aud. terr., c. g. y dióc. de Burgos (13 leg.), part. jud. de Villarcayo
(5), ayunt. dé la merind. de Cuesta Urria (4): sit. al pie de una sierra que le
defiende de los vientos del N., y a la libre influencia de los demás: su clima
es templado y sano, aunque afecto a constipados y gastritis. Tiene 26 casas, y
una igl. parr. (San Martin), servida por un cura párroco. El térm. confina N.
Villafria; E. Pajares; S. Gabanes y Ranedo, y O. Herran. El terreno es de
mediana calidad, la parte montuosa está poblada de malezas; le fertiliza un
arroyo de escasas aguas. Los caminos son locales. El correo se recibe de
Briviesca. prod.: cereales, legumbres, patatas, frutas y vino chacolí; cría
ganado lanar y cabrío; caza de perdices y liebres. Pobl: 11 vecinos, 41 almas,
cap. prod.: 68.700 rs. imp.: 6,781”.
Había cuarenta y una personas viviendo en el
pueblo. Quizá por ello en 1866 el curato de la población estaba vacante. Claro
que hemos podido localizar un nombre para el cura que obtuvo la parroquia de
San Martín Obispo en 1887: Eusebio Moradillo Martínez, Aunque el periódico “La
Unión” lo bautiza “Eusabio” con cierta ironía no exenta de inteligencia.
Cortesía de Wikiburgos |
Lo cierto es que el lugar tenía su pequeño atractivo:
Ganadería, mucho viñedo que cubría el glacis de la Árcena y dos molinos de una
sola rueda en el Purón.
Más curiosidades: este pueblo perteneció a Cuesta
Urria y cuando esta merindad se separa de las otras en 1735 Villanueva del
Grillo fue gobernada por el alcalde ordinario de la cuadrilla de las
Quintanillas del partido de Extramiana. No será hasta finales del siglo XIX
cuando pase a Tobalina.
Pero no todo fue una balsa de aceite en la vida
del lugar. Retornémonos a 1520 para ver como el Duque de Frías ordenaba a
Villanueva del Grillo y a Pajares permitir cortar leña en el monte Usar a los
de Gobantes. Esta sentencia todavía era válida en 1841. En 1928 los de
Villanueva acusaban a los de Gobantes de robar leña en el citado monte comunal
Retablo pintado (Cortesía de Memorias de Burgos) |
Para los que se acerquen a la población el espacio
más interesante será la iglesia –sus restos-. Estaba dedicada a San Martín
Obispo. Constaba de un presbítero cuadrado cubierto con bóveda estrellada y de
un cuerpo más estrecho y bajo que resulta de una ampliación frustrada a finales
del siglo XVI. Junto al coro se encontrarán una capillita.
Ante la decadencia del lugar se arrancó el
retablo tallado y se encontró tras él otro pintado al fresco en la pared. Se
estima de la época en que se construyó la cabecera. Está coronado con temas de
la ascensión de la Virgen María inspirado en temas decorativos de Diego de
Siloe. En las calles laterales tenemos, arriba, a San Juan Bautista y un santo
Papa y abajo, en dos grupos, a los doce apóstoles. Los deteriorados colores son
tonos rojos y marrones con algún detalle en azul y blanco. Disfrútenlo mientras
aguante.
El retablo tallado presidido por San Martín es
algo que –gracias a Dios- sobrevivirá a su pueblo. Es parte de los fondos del Museo
del Retablo, en la iglesia de San Esteban, de Burgos, donde lo restauraron.
Retablo de Villanueva del Grillo (Cortesía de Memorias de Burgos) |
Accederán al peligroso templo través de un arco
gótico. El pórtico es más moderno ya que nos lo cuenta la inscripción que lo
data en 1830. Los vecinos tenían dos cofradías: de la Vera Cruz y del
Santísimo.
Existieron dos ermitas: la Petronila o Nuestra
Señora de la Mata que estuvo junto al monte; y Las Ánimas que era muy pequeña,
abovedada y con pinturas alusivas al purgatorio. Esta última estaba en el cruce
de los caminos que llevaban a Gabanes y Pajares.
Villanueva del Grillo hacia los primeros años 70 |
Cuando salgan de esta iglesia arruinada piensen
que en 1950 figuraban en el censo 38 habitantes que vivían en nueve casas a las
que había llegado la electricidad pero que se desplazaban a través de un mal
camino de carros. Sin casa de concejo las reuniones de vecinos se hacían en el
horno del pueblo y sus hijos debían ir a Herrán, y luego a Pajares, a la
escuela. Ya no tenían molino y el grano se llevaba a lomos de bestias hasta los
de Herrán.
El cura venía desde gabanes y el médico desde
Barcina del Barco. El último nacimiento fue el de José Ramón Vélez Alonso (1960)
hijo de los únicos vecinos que quedaban en 1966. Al poco se trasladaron a
Pajares. Y murió Villanueva del Grillo.
Villanueva del Grillo en 2017 (Google) |
Bibliografía:
Anuario del comercio, de la industria, de la
magistratura y de la administración.
Anuario-Riera.
Periódico “El correo de Burgos”.
Blog “Memorias de Burgos”.
“Las Merindades de Burgos: Un análisis jurisdiccional
y socioeconómico desde la Antigüedad a la Edad Media” por María del Carmen
Arribas Magro
“Del Burgos de Antaño” por Ismael García Rámila.
“Apuntes sobre la historia de Las Merindades
antiguas de Castilla” por Julián García Saiz de Baranda.
Blog “Tierras de Burgos”.
“Censo de población de las provincias y partidos
de la corona de Castilla en el siglo XVI”
“Diccionario geografico-estadistico de España y
Portugal” por Sebastián Miñano.
“Diccionario geográfico-estadístico-histórico de
España y sus posesiones de ultramar”. Por Pascual Madoz.
“Nomenclator de las ciudades, villas, lugares,
aldeas y demás entidades de población de España formado por el instituto
nacional de estadística con referencia al 31 de diciembre de 1950”.
Periódico “El pensamiento español”.
Periódico “La Unión”.
“El valle de Tobalina” de Inocencio Cadiñanos
Bardeci.
“Burgos. Los pueblos del silencio” de Elías
Rubio Marcos.
Telecentro Tobalina.
Fototeca digital de España.
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