Empezamos a tocar el tema del pantano del Ebro.
Pero no tocaremos el agua sino que nos quedaremos sobre el puente. El puente Noguerol.
¿Qué no lo conocen? Bueno, es que hay que fijarse mucho y si es en un día claro
de sequía mejor. Esta obra fue la parte más endeble del proyecto
regeneracionista de 1916. Manuel Lorenzo Pardo lo contemplaba para enlazar las
dos orillas del embalse, uniendo Arija con La Población de Yuso, manteniendo así las comunicaciones tras cerrarse el pantano.
Los pueblos vecinos al pantano reclamaron
siempre una comunicación entre ambas futuras orillas para mantener el vínculo
entre las poblaciones. Así figura en la Memoria del "Proyecto de replanteo
previo del camino local de Arija a La Población de Yuso" de René Petit de
Ory y Luis Remacha Villar, de 1942, firmado para la construcción del Pantano.
Ya en 1928 los lugareños pedían ser compensados por los perjuicios y, entre
otras cosas, solicitaban la construcción de la carretera de La Población, La
Llana a Arija. Dadas las demandas la asamblea de la Confederación Hidrográfica nombró
una Comisión técnica –quizá con el objetivo de todas las comisiones: empantanar
el asunto- constituida por un Ingeniero de Caminos, un Ingeniero Agrónomo, un
Ingeniero de Montes y un Arquitecto, encargada de redactar un informe sobre las
demandas.
El puente Noguerol (Cortesía de www.Arija.org) |
El 23 de junio de 1928 propusieron la
construcción de la carretera y del viaducto. La junta da su plácet por lo cual el
Delegado de Fomento Manuel Lorenzo Pardo, encargó un estudio al Ingeniero de
Zona de Cabecera del Ebro José González Lacasa. Este presenta, el 6 de febrero
de 1929, un proyecto de camino vecinal de La Población, La Llana a Arija.
En el plan de obras de 1930 la Asamblea consigna
en sus presupuestos la mitad del importe de dicho camino. Luego silencio hasta 1936.
Ese año el Director General de Obras Hidráulicas comunica al Delegado del
Gobierno en esta Confederación la aprobación técnica y definitiva del proyecto
de este camino vecinal. Añadía, además, el inmediato inicio de las obras. Esto
lo afirmó en abril de 1936. Abril. Ya me entienden.
La guerra paró todo –cuando no destruyó-
debiéndose esperar hasta 1942 para un nuevo proyecto a
construirse, evidentemente, antes del llenado del pantano. Su finalidad será mantener
la carretera entre los pueblos de Arija y La Población de Yuso. Todavía era
necesaria para facilitar, por ejemplo, el acceso a la fábrica de vidrio de
Arija a los obreros que acudían de La Población de Yuso y pueblos inmediatos.
Hay ya vemos las consecuencias de pasar de 3`7 km a 26 km.
Vista aérea de La Vilga y los cimientos del puente (1946) |
Se había calculado aprovechar el trazado de la
carretera a inundarse hasta unos 200 m de la salida de Arija a partir de donde
se empezaría el nuevo trazado hacia la zona más estrecha de la llanura de la
Virga. Así se reducía el coste. Por la vertiente de Cantabria, a media ladera, se
aprovechó también el viejo camino (122`8 m) para llegar, en La Población de Yuso,
a la carretera de Reinosa a Cabañas de Virtus. Concretando: un trazado de
3.878`61 m. Casi todo el trazado se desarrolla en horizontal a 2 m por encima
del máximo del embalse. Calculado para que el embalse no sobrepasase el puente.
El ancho de la explanación fue de 6 m, repartido en 5 m de afirmado y dos
paseos de 0`5 m. Lo que, de haber sobrevivido, hubiese hecho del puente un
infraestructura a mejorar.
El viaducto tenía una longitud de 850 m de largo
sobre plano. Finalmente el puente mediría unos 900 m de largo y tendría 43
arcos. Desde Arija hasta el puente habría un camino de 1.000 m y al otro lado
uno de 1.900 m aproximadamente. Y, lo siento, pero el puente no está en Las
Merindades. Ni tan siquiera un poquito. Está todo en Cantabria y pertenece al
Ayuntamiento de Campoo de Yuso y más específicamente al pueblo de La Riva. Cosas
de quedar una loma de ese pueblo en el lado burgalés.
Puente Noguerol (Cortesía de www.arija.org) |
El tipo de puente elegido –tengamos en cuenta
los conocimientos y capacidades del momento- fue el denominado viaducto modelo
especial. Se suprimieron, en lo posible los tramos rectos, proyectándose arcos
de medio punto de bóveda continua de pequeño rebajamiento, resultando los más
económicos los arcos de bóveda continua de casi 20 m de luz rebajado un cuarto.
El viaducto se dividió en 7 grupos de 37 arcos: los 2 grupos de los extremos
con 6 arcos y los 5 grupos centrales con 5 arcos cada uno. Estos grupos se unieron
por intermedio de pilas estribo, con un espesor de 5 m en el arranque de bóvedas.
A los extremos del viaducto se añadieron arcos de aproximación de 10 m de luz:
4 en el lado de Arija y 2 en el lado de Campoo de Yuso. Así se obtenía la suma
de arcos. La altura máxima del viaducto sería de unos 20 metros.
Los obreros fueron foráneos porque los posibles
trabajadores locales ya tenían otras ocupaciones en la industria, minería y
construcción. Esto incrementó el coste de la mano de obra. Hubo un plus de
salida y se fijó para el cálculo en 6 pesetas diarias. Quizá esta fue una razón
de peso para que Jesús Santiago Martínez empezase de ayudante mecánico de los
camiones de la obra con 15 años. La construcción demandó, a su vez, de una línea eléctrica
desde la estación de transformación de Arroyo. Y, por supuesto, dejó el beneficio
económico indirecto que producía la obra y sus obreros, en los pueblos
aledaños.
Vista del puente (www.arija.org) |
Y ¿por qué "Puente Noguerol"? Por la
empresa adjudicataria. El puente duró tan poco que no hubo ni un atisbo de
vergüenza torera para llamarlo de otra forma. La empresa era Construcciones
Noguerol, propiedad de cuatro hermanos con ese apellido y domiciliada en Calatayud.
Les fue adjudicada la obra por la Dirección General de Obras Hidráulicas el 19
de diciembre de 1944. Aparece como representante de esta empresa Perfecto
Nogueral Rodríguez. Las obras comenzaron en 1945 y duraron hasta mayo de 1952. La
piedra para los trabajos se obtuvieron de la cantera de La Redonda de
Quintanamanil (Campoo de Yuso).
Antes de ser inaugurado ya estuvo en uso y
continuó así hasta el domingo 28 de septiembre de 1952 cuando, a la hora de
comer, se hundieron los arcos centrales del puente con gran estruendo como
recuerdan algunos ancianos como Jesús Santiago Martínez: “Estábamos en un cantamisas de un vecino Escolapio de aquí, de Arija.
Durante la comida, oímos un ruido enorme y salimos todos de la casa a ver qué
pasaba. Era el puente Noguerol. Cinco ojos de la parte central se habían venido
abajo”. El 6 de agosto de 1952 Franco había inaugurado el Pantano del Ebro pero
no el puente. ¡Luego dirán que no tenía baraka! Posteriormente, hubo un servicio
de barcas organizado por pontoneros de las unidades de ingenieros del ejército hasta
1954.
Foto aérea del puente en 1956 |
Desgraciadamente, tras estudiar la situación y
análisis de los informes redactados, el puente fue declarado en ruina sin
posibilidad de reconstrucción. Por ello, y para evitar accidentes, el ejército
terminó dinamitándolo en todas sus bases a comienzos de los sesenta. Marta
Martínez Arnaiz deja caer en su trabajo que al ejército le costó bastante destruirlo.
Vivir para ver.
Vale, se hundió. ¿Causas?
¡A saber! El terreno de cimentación eran arenas
compactas de espesor indefinido. El 2 de noviembre de 1945 se autoriza la
cimentación de pilotaje para el viaducto y la redacción del proyecto reformado
por el cambio de sistema de cimentación, permitiéndose la ejecución del
pilotaje de los apoyos del viaducto emplazados en la zona de fango. Al
encontrarse problemas con la obtención de hierro de forma segura y continua
para el pilotaje de hormigón armado, emplearon madera de eucalipto de 9 m de
longitud y 25 cm de diámetro medio. La madera procedía de las zonas de
Valmaseda y de Puente Viesgo, para asegurar el suministro. Entendamos que en
esa España de postguerra había grandes dificultades de transporte por
ferrocarril o carretera.
Se cimentaron los pilares de 12 al 24 con 80
pilotes y otras cuatro pilas estribo con 156 pilotes. El hecho de no ser de la
misma consistencia el terreno en todos los apoyos obligó al empleo, aunque en
pequeña cantidad, de algunos pilotes de 12 m de largo.
El puente derrumbado con las torres de los pontoneros |
En el segundo proyecto reformado del 17 de julio
de 1950 que se redactó por la conveniencia de ensanchar la superficie de apoyo
sobre el terreno, de las pilas y estribos, con el consiguiente aumento en la
cubicación de las excavaciones y de las fábricas; y la conveniencia de apoyar
el revestimiento de los terraplenes de acceso al viaducto sobre un cimiento que
no fue previsto al proyectar la obra. ¿Qué se hizo? La ampliación en sus dos
dimensiones de las bases de cimientos de pilas y pilas estribo.
Rafael Martínez Torres, Inspector Regional de la
novena demarcación, según el informe Preliminar sobre el hundimiento (31/01/1953)
entiende que "la causa fundamental,
determinante y suficiente de los asientos progresivos de las pilas; del
agrietamiento lógico de las bóvedas, apoyadas sobre aquellas, desprendimiento
subsiguiente de los voladizos armados de las aceras, y de parte del paramento
de mampostería de la pila n° 15 -poco antes de la caída rápida de las 5 bóvedas
y vuelco de las 4 pilas del tramo- ha debido ser la inestabilidad de su
cimentación indirecta con haces de pilotes de madera; en un terreno ya antes
turboso, fangoso, excesivamente húmedo, blando y compresible; el cuál, además
por la acción de las (aguas)
embalsadas ha empeorado, haciendo aquella más insuficiente y peligrosa.
Reduciéndose las resistencias primitivas de aquellos pilotes someros (interpreta
el Informe que los llenados y vaciados que hubo del embalse pudieron haber
afectado a los cimientos). Por todo lo cual
el terreno alrededor de estos cimientos, como vulgarmente se dice, ha debido
muellear, lenta pero ampliamente. También puede afirmarse que han contribuido a
tal mal resultado práctico: la longitud y diámetro escasos de los pilotes; mas
su excesiva proximidad y, también, la imposibilidad que hubo de armar
convenientemente a su alrededor la plataforma inferior de cimientos, que
desenvuelve para hacerla al mismo tiempo resistente y rígida."
Restos del puente Noguerol (cortesía de Tierras de Burgos) |
Y llegamos a la memoria de Liquidación
(31/01/1961) donde se señala que en la ejecución de las mamposterías fueron
empleados morteros con dosificación más baja de cemento de la que figuraba en
el proyecto. Para mi humilde entender: ¿que había “demasiada” arena? Los
informes dejan constancia de la involuntariedad de la traicionera dosificación
causada por un error interno al hacer llegar a la empresa Noguerol las
dosificaciones de morteros que se estaban empleando en el desvío de La Robla
fuera de La Vilga. Dichos informes constatan que este desajuste solo se supo en
las investigaciones posteriores al accidente.
Vamos, que el puente se hizo mal: cimientos
inestables con pilotes de madera en el fondo de un pantano; poco hierro y poco
cemento; y no tener en cuenta que era –o sería- un terreno cenagoso. Pero para
ciertas voces, como si el régimen fuese un clan mafioso, hizo que este
“cadáver” descansase en el fondo del pantano del Ebro para ocultar su
vergüenza. En el libro “Maquis” dicen que el cemento y las varillas brillaron
por su ausencia porque los camiones con cemento tomaban otro camino y lo
vendían en el mercado negro. Afirma que el arzobispado de Burgos terció a favor
de los constructores Noguerol por ser del mismo pueblo y les ayudó a tapar el
asunto. Pero Luciano Pérez Platero –el Arzobispo entre 1944 y 1963 había nacido
en Arizaleta (Navarra) suficientemente lejos de Calatayud como para lo dicho. Aunque…
¿Por qué no se atacó de nuevo la obra si el
puente, se decía, era necesario?
Curiosidades:
Bibliografía:
“El pantano del Ebro y el puente Noguerol.
Mirando al futuro sin olvidar el pasado” obra coordinada por Rafael de Andrés
Seco y Antonio Ruiz Fernández.
“Los resistentes del pantano del Ebro” por Jesús
M. Fernández Navamuel.
“Maquis” de José Francisco de Santiago Fernández
de Obeso.
“El embalse del Ebro y su potencial turístico: la
apuesta por un nuevo modelo de desarrollo rural”. Marta Martínez Arnaiz.
Revista “Ontarada”.
Fototeca digital de España.
Blog “Mi rincón de la bahía".
Blog "Tierras de Burgos".
Periódico “El diario Montañés”.
Muchas gracias por publicar la historia del puente. Me llama mucho la atención por la vergüenza del caso, que recuerda otros más modernos. Al menos ahora se puede denunciar lo que pasa en el aeropuerto de Ciudad Real o similares. Eso sí, hoy como entonces el dinero robado no aparece. Reconstruir el puente quizá no tenga hoy el sentido económico que podía tener en aquella época, pero sin duda sería un acto de justicia histórica. Y por cierto, ¡nada de llamarlo Noguerol! Olvidemos ese infame nombre que significa como mínimo una chapuza. Yo propondría llamarlo "Merindades", no por la comarca (ya que como dices no está en suelo comarcal), sino por la antigua división territorial.
ResponderEliminarOtra vergüenza más de nuestra historia reciente. No me extrañaría nada que el arzobispado de Burgos tuviese algo que ver en el asunto. A Dios rogando y con el mazo dando. Me parece recordar que el presidente Revilla ha reivindicado la nueva construcción de un puente que una ambas orillas varias veces en Tv. Magnífico blog. Un saludo.
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