Que no te asusten ni la letra ni el sendero de palabras pues, amigo, para la sed de saber, largo trago.
Retorna tanto como quieras que aquí me tendrás manando recuerdos.


domingo, 29 de diciembre de 2024

De tiendas por Villarcayo en 1930 (II)

 
En esta segunda entrega del paseo por el comercio del Villarcayo de 1930 nos centramos en la plaza Mayor del pueblo. Volvemos a recordar que la numeración actual de la plaza no tiene porqué coincidir con la existente durante el reinado de Alfonso XIII y que, por ello, esto es un simple divertimento navideño que nos hace reconocer que las cosas cambian. Aunque no nos demos cuenta. Empecemos.
 
Lo primero que vamos a hacer será tomarnos algo porque, si lo leemos estos días de invierno, tendremos “cierta ligera sensación de frío”. Para ello nos tomaremos algo calentito o alcohólico para afrontar el paseo. Y lo haremos en el…

 
La cuestión es saber -o confirmar- si el “café América” es el “café americano”. Para situarlo en la plaza tenemos esta foto publicada por el Ayuntamiento.

 
 
Es una foto con poca profundidad de campo que nos dificulta la identificación del lugar. Tras recorrer Villarcayo creemos que el lugar es este:
 
 
Nos basamos en la forma de los miradores sobre la oficina bancaria y la farmacia y en el ancho de la acera que permite instalar una terraza. Otra foto más centrada, Pero tengan en cuenta que este inmueble es nuevo:

 
 
El siguiente negocio que conoceremos es:

 
 
El problema es saber dónde estaba el número cinco de la plaza Mayor. En el número nueve nos dicen que estaba un Banco:

 
 
Pero, actualmente el número nueve es el bar Arizona y los restos indicadores de que existió el Banco de Vizcaya lo encontramos en el portal once. ¡Un lío!

 
 
Aquí en un plano más abierto mostrándonos toda la casa y el negocio actual. Hemos de agradecer que los sucesivos comercios decidiesen mantener la estética del banco. Casi que habría de declarar bien protegido esa puerta.

 
 
Y, si recuerdan, seguimos sin saber cuál es el número cinco. Si este banco es el 9, el Arizona sería el 7, y el cinco sería ¿La fachada del ayuntamiento? ¿El lateral del ayuntamiento que tendría varios negocios para que fuesen el 1, 3 y 5? Lo digo porque en su día hubo una carnicería al pie de la torre del corregimiento y esta foto nos lleva a pensar en que sí pudieron existir negocios en ese lado.

 
 
Tras esta elucubración buscamos, ahora, este negocio…

 
 
…que sigue en la plaza, pero el callejero lo coloca en el número catorce. Nada de lo que no hayamos ya hablado.

 
 
En el número diez de aquel 1930 estaba el negocio, o comercio, de Gregorio. La palabra “comercio” debe indicar que era una tienda distinta la que recogía los avisos. O que era un negocio diferente del mismo propietario.

 
Que podría ser este edifico según nuestra numeración.

 
Otro. Accedemos al comercio con nombre atractivo propiedad de Emiliano Corral:

 

Que estaría en los bajos del caserón más noble de la plaza:

 
 
En el número veintisiete de 1930 (que, repito, no tiene que coincidir con el actual) estaba la zapatería de Bernabé:

 
Hoy este número coincide con los restos de un inmueble junto al caserón. Una finca que lleva mucho tiempo en ruinas.

 
 
Esta situación me permite enlazar el tema con esta noticia de 1928.

 
Pero la fábrica de Fausto Uriarte, según lo vemos en este anuncio de 1930, estaba en el número 29 de la plaza. La finca contigua. No debió ser un accidente único porque el "Diario de Burgos" en su sección de "Burgos, hace 30 años" correspondiente al 29 de diciembre de 1928, habla de otro incendio producido esa madrugada y que lo apagaron a las nueve de la mañana. Comenta la noticia que Fausto perdió entre 20.000 y 25.000 pesetas. Los vecinos ayudaron -por la cuenta que les traía, supongo-. 

 
 
El actual número 29 es donde estuvo el Banco de Castilla, una marca del Banco Popular que también es pasado:

 
 
Siguiendo la acera, creo, nos encontraríamos con el comercio “La ideal”. Esta zona ha cambiado mucho y no tenemos claro cuantas fincas urbanas existían antes de construir el edificio de esta foto.

 
Asumiendo que fuesen, al menos, dos fincas urbanas podríamos colocar, por ello, “La Ideal” en esta zona cercana a la iglesia.

 
 
En ese mismo portal estaría uno de los comercios dulces de la villa como fue:

 
Disponemos de más anuncios de comercios en la Plaza Mayor, pero desconocemos su situación aproximada. Quizá en estas fiestas ustedes pueden discutirlo en casa y ayudarnos a completar este recorrido.





 

La publicidad de esta sastrería es muy interesante porque, vistos los productos que vende y la referencia a ser una sucursal de un negocio de Medina de Pomar, parece estar vinculado a los Ruiz-Cuevas que crearon un imperio en esa ciudad y que distribuyeron la maquinaria agrícola Ajuria. También hemos hablado de ellos.

 
 
En alguna de estas fotos se llegan a distinguir comercios, pero sus nombres no llegan a leerse y menos a deducirse:

 
 
En la casa del fondo distinguimos una sastrería ¿Cuál pudo ser? ¿La sucursal de los de Medina?

 
¿Y los que aparecen en esta fotografía?
 
 
 
 
 
 
Bibliografía:
 
“Fuimos. Una crónica del comercio local”. Jesús Oleaga.
“Villarcayo. Capital de la comarca Merindades”. Manuel López Rojo.
Periódico “el Cantábrico”.
Periódico “El Sol”.
Periódico “La época”.
Periódico “La Voz”.
Retratos de Villarcayo de Merindad de Castilla la Vieja.
 

domingo, 15 de diciembre de 2024

De tiendas por Villarcayo en 1930 (I)

 
 
 
Hemos llegado a la Navidad un año más y, por ello, debemos ayudar a los Reyes Magos, a Santa Claus/Papá Noel/Viejito Pascuero/San Nicolas/Olentzero -o a quién ustedes crean que traen los regalos a los chicos y grandes- a hacer sus compras. Esta misma preocupación aconteció a nuestros padres y a nuestros abuelos. Y, llegados a este punto, ¿qué tiendas tenían los abuelos de los hijos de Villarcayo en, por ejemplo, 1930? Para ello, nos montaremos en nuestro DeLorean, conectaremos el condensador de flujo -o fluzo en España- y saltaremos a hacer nuestras compras navideñas en las postrimerías del reinado de Alfonso XIII. Como hizo Michael J. Fox, esconderemos nuestra máquina donde se construirán las piscinas municipales y nos pasearemos intentando pasar desapercibidos por aquellas calles.
 
Entraremos por la Calle San Roque donde trabajaba el médico dentista Lozano. De acuerdo que no es el sueño de regalo navideño, pero ya que tenemos su anuncio empezaremos por la medicina más amarga.
 

 
Tras el dentista, cuya ubicación exacta no hemos determinado, nos acercamos a los números bajos de esa calle donde nos encontramos esta zapatería:
 
 
Este comercio debió estar en esta finca -salvando todos los cambios constructivos y de renumeración del callejero- pero, aunque no hubiera estado, nosotros estamos jugando con el espacio y el tiempo. Porque, sirva como muestra, el número tres de la calle San Roque que aquí presentamos es una construcción de 1937.
 
 
Los siguientes negocios que visitaremos eran sendas sastrerías que compartían dirección: San Roque, 2. ¡Eso sí que era competencia directa!


 
 
Y su vista en nuestros días:

 
Por supuesto no están todos los que son ni son todos los que están entre nuestros anuncios de 1930. Muestra de ello es la foto de la última guerra civil fechada en 1937 que hay abajo donde tenemos una zapatería: “La Imperial” que estaba en el portal cuatro de la calle San Roque. En la primera foto, además, tenemos la Caja de Ahorros Municipal de Bilbao. Frente a ella hay el trozo de un cartelito de “Venta Tocino” que se ve mejor en la foto del desfile franquista.


 
 
Aprovechando que hemos llegado a la plazuela del corregimiento o del juzgado, la atravesamos para recordar algunos comercios de la calle Manuel Laredo. De este señor ya hablamos en nuestra bitácora hace muchos años. 
 
Empezaremos por el número dos de la calle y por este anuncio de una especie de tienda de textiles donde te añaden bisutería -algo lógico- y… ¡panadería!

 
 
Estaría situada por aquí:

 
 
En esta calle también hubo una tienda de muebles:

 
Lugar que hoy tiene esta imagen:

 
 
Y, en el número seis de esta misma calle había una casa de comidas.

 
 
Y, hoy, en este número está este edificio, relativamente nuevo con imagen de veterano.

 
 
Evitamos la Plaza Mayor, que dejaremos para otro momento, y nos desviamos por la Avenida de Alemania para enfilar la calle Nuño Rasura donde estaba la posada -no hotel, ni pensión, ni hostal- del hijo de Isidra Uriarte. Anteriormente se llamaba “Posada Isidra”.

 
 
En la siguiente foto de 1910 vemos la posada con un cartel que la identifica.

 
Estaría situada en esta zona aproximadamente porque la calle Obras Públicas se construyó derribando el caserón con dos torres que vemos en la fotografía.
 

De aquí desandamos la calle Nuño Rasura porque, en aquel tiempo la calle de la posada de Isidra Uriarte llevaba directamente a la plaza de Villarcayo o, en su caso, hacia el ayuntamiento por la avenida de Alemania.
 
La primera tienda que conoceremos es la de Alejandro.

 
Desconocemos su exacta situación y, seguramente, muchos no sepan cual es esta calle. Es una historia larga: Hasta 1929 existía la Calle Real que mutará su nombre al de Reina Madre por la madre de Alfonso XIII. En 1931 se le llamará Calle Libertad y en 1936 lo cambiarán por la de Calvo Sotelo. ¿Situados?
 
Por su parte, las alpargatas eran un calzado de hilado de fibras naturales como el algodón, pieles de animal, mimbre o lona con suela de esparto o cáñamo. Calzado muy empleado entonces. Para conseguir un buen par -supongo que eran buenos- podíamos recurrir a la tienda de Alejandro Fernández. O para un buen par de zapatos, más exclusivos. Vemos, además, que donde se vestían los pies se podía llenar la tripa.
 
Y, si no nos gustaba lo que vendía, podíamos ir a la carnicería de Valentín Uriarte. No confundirlo con Fausto Uriarte o José Uriarte. Además de tener una carnicería gestionaban los autobuses entre Villarcayo, Burgos y Espinosa de los Monteros.

 
Su localización está en la casa del fondo. Curiosamente, en esta foto aparece un autobús.

 
 
Y actualmente:

 
 
En el número dos de esta misma calle estuvo el comercio de la Viuda de Balbino con su especialidad en quesos de “Los Altos” que parecería una especie de “denominación de origen”.
 
 
Actualmente el número dos es esta casa con solera:

 
Otro de los negocios necesarios en cualquier población eran las peluquerías. Aquí un ejemplo.

 
 
Y estaba situada, más o menos, por aquí:

 
Siguiendo por esta calle no dejamos de visitar esta fonda que casi todos los lectores de Villarcayo han conocido, al menos, su nombre:

 
Actualmente el número seis de la calle Calvo Sotelo es esta finca.

 
 
La calle reina Madre era una calle poco urbanizada con muchas fincas agrícolas a ambos lados, por lo cual, para llegar al número veinte debíamos avanzar por una zona de descampado. En esa dirección tenemos:

 
Que estaría en donde está la casa de esta foto:

 
 
Era la carretera que llevaba a Burgos y, desde la última casa de Villarcayo se vislumbraba Villalaín donde hacía sus pinitos literarios Emilio Domínguez Sacristán.

 
Aunque a medio camino podemos encontrarnos con las instalaciones de “La Castellana”. Al menos están en Horna desde 1916 y fue fundada por Rafael Ortiz y Claudia Saiz de Aja.

 
 
De la que también tenemos su anuncio:

 
 
Desde el almacén de vinos de Urbano, para llegar a la plaza de Santa Marina no existían calles transversales (calle Burgos, calle Bilbao…) por lo que nos dirigimos hacia Burgos para girar a la derecha en la actual calle Alejandro Rodríguez de Valcárcel y, otra vez a la derecha, en calle Laín Calvo. Esta calle desemboca en la plaza de Santa Marina donde estaba el almacén de Vinos de Juan Condado.

 
 
Uno de los comercios del viejo Villarcayo del que más me han hablado es el de Remigio Andino:

 
 
La localización de la fábrica de gaseosa “Andino” estaba en el actual número 5 de Santa Marina. Alguno de los otros negocios, fruto de conversaciones con veteranos ciudadanos, debieron estar en la plaza Mayor. O, quizá, todos y luego se trasladaron a la Plaza de Santa Marina. El caserón donde estuvo la fábrica de gaseosas fue derribado hace más de veinte años y esta es la visión actual del lugar:

 
 
Otro negocio clásico en Villarcayo -una carnicería- nos aparece en este anuncio. Además con un apellido asociado al chorizo y al gasoil.


Frente a la iglesia estaba un local con un nombre comercial atractivo, “Las tres B.B.B.”, que se dedicaba a los géneros de punto.

 
Actualmente se ve así:

 
 
En aquellos años la presentación era la siguiente:

 
Adjuntamos una foto contemporánea desde el mismo encuadre:

 
 
La casa aislada del fundo de la fotografía acogerá el mítico bar “El Francés”. Situados como en esta foto aprovechamos para girarnos y mirar la callejuela que hay a nuestra izquierda. Es la calle del Doctor Mendizábal.

 
En esta calle ha habido durante muchos años una de las clásicas panaderías de Villarcayo que terminó -irónicamente- consumida por las llamas. Y con ella su antigua casa.

 
El siguiente comercio, de tejidos, no nos dice ni en qué barrio está ni en qué calle. Supongo que la dirección serían más palabras a pagar al periódico y los vecinos del pueblo y cercanías conocían de sobra dónde estaba esta camisería.

 
Para terminar esta primera parte del recorrido comercial por Villarcayo les presento una vista aérea del pueblo para que comprendan cómodamente las calles que hemos visitado. Les adelanto que es una foto de 1946 pero los cambios en esos dieciséis años debieron ser mínimos.
 
 
Bibliografía:
 
Periódico “El Cantábrico”.
“Villarcayo. Capital de la comarca Merindades”. Manuel López Rojo.
Fototeca digital de España.