Que no te asusten ni la letra ni el sendero de palabras pues, amigo, para la sed de saber, largo trago.
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domingo, 9 de noviembre de 2014

Decurión, aquí alguien se ha acobardado. O no.

En la Cueva del Puente, en el municipio de Villalba de Losa se han conservado una serie de inscripciones de época imperial. Además el recorrido posee marcas de antorchas y, a unos 350 metros de la entrada, hay dos catas quizá con fines mineros. Pero lo más importante son las cinco inscripciones con origen civil, militar, iniciático o votivo. O sea, cualquier causa o razón.



El primer grupo está a 350 metros de la entrada, a la izquierda. Son tres inscripciones.

 La primera inscripción:

PLACIDVS VENIT V.

Que sería "Placido llegó hasta aquí".

Junto a ella están otras dos escritas en un latín cursivo de difícil lectura. Pero es una escritura bella y diestra que nos habla de su autor el cual, por cierto, eligió bien el lugar donde hacerla: Roca caliza muy blanda que le permitió escribir como si fuese cera.

QVI ANTE HIC FVIT ET SUPRA
SCRIPSIT TIMVIT VLTRA IRE
DEXTRUM PARIENTEM EGE HIC
ET CVM

"El que estuvo aquí y más arriba escribió temió ir más allá en la pared derecha escribió esto y con..."



¿En la pared derecha?

Este:

VLTRA ACCEDE MILLIA PASSVS
QUATTVOR DVN SEVER
EX (...) HIC FVIC NICOLAVVS CVN
HOMINIBVS N. X
SEVERO ET QVINIANO COS. VI. KAL. NOV.

"Después de andar 4.000 pasos, aquí estuvo Nocolavo con diez hombres. 27 de octubre del año consular 235".

Hablan de una exploración que penetró unos 4.000 pasos dobles romanos, passus, lo que equivaldría a unos 5.900 metros. Y aquí tenemos un problema: la longitud medida del complejo Cueva del puente-Alberques-espino (cerca del pico Bedarbide) es de 2.263 metros.

¿Fruto de un error de medición o de uno de traducción? Puede que no se refiriesen al passus (1.481 m) sino al gradus (0´7405 m) que nos daría unos 2.900 metros. Todavía una cantidad superior a la final pero más cercana. Otros apuntan que la cueva del Puente tiene un kilómetro. ¡Leches! Que solo estamos a 350 m de la entrada.

Al final de la galería, a unos 650 metros, encontramos las últimas inscripciones localizada justo antes de un profundo pozo de 12 metros de profundidad. Su tamaño es de 15x45 centímetros y formada por letras mayúsculas:

HIC VIRI FORTES (ISSIMI) VENERVNT
DVCE NICOLAVO SEVERO
ET QVINTIANO COS. VI. KAL. NOV.
HOMINES N. VIIII

"Aquí llegaron los hombres más fuertes conducidos por Nicolavo. Finales de octubre del año consular 235. Nueve hombres".



Las más de las veces leemos, en relación a la exploración de la cueva, que hubo una por parte de un grupo de hombres, posiblemente miembros del ejército romano. Como nos dice que son diez pensamos en una decuria comandada por el decurión Nicolavo. Bonito, claro y evidente ¿verdad? pero hay ciertas pegas: Estamos en el año de los cónsules Cneo Claudio Severo y Tiberio Claudio Aurelio Quinciano (235 D.C.) y para entonces los decuriones no comandaban un pelotón de 10 hombres sino que era un mando de caballería, algo poco apto para una exploración subterranea; si aceptamos decurión (no consta la palabra en los textos) podría referirse a un miembro de la curia con responsabilidades en inspección de minas de la ciudad de Aloria (s. I al V ) donde hubo talleres metalúrgicos y que está en la depresión de Orduña. 



No nos olvidemos de los tizonazos. Son abundantes e intensos en la mitad inicial de la cavidad que nos hacen pensar en un grupo numeroso o en una serie de visitas en cuyo curso solo un pequeño destacamento de hombres fuertes inspeccionó la casi totalidad de la cueva y dejaron impronta de su hazaña.

Por tanto, hay relación entre las inscripciones y los tizonazos, pero es más difícil la conexión de estos con las catas de arcilla. No sabemos la razón de esas catas pero como el grupo central de inscripciones está antes de las mismas puede que tengan una relación espacial. Es decir, que la presencia catas conllevara la ejecución de las inscripciones allí. ¿Causado por la dificultad de proseguir el tránsito por la galería?



Y estas dichosas catas, ¿para qué? ¿Minería? Pero solo sabemos que un grupo de hombres visitaron el tramo horizontal de la cueva llegando hasta el borde de la sima del final, los más valientes.

Todas éstas evidencias conforman un tipo yacimiento que representa un hecho o suceso excepcional y poco documentado como son las exploraciones a cavidades, por no dejar normalmente vestigios de sus visitas, ya sean de inspección o control del territorio o con fines religiosos como se documentan en la Cueva Román en la ciudad romana de Clunia (Burgos).

Aquí no vemos una continuidad en el tiempo, vamos que fue como una visita de domingueros, y enseña que la curiosidad humana y los graffitis son atemporales. Debemos entender que conocían el territorio ya que la cavidad no destaca sobre el paisaje. ¿Fueron a tiro fijo o, tras una primera y rápida exploración superficial, volvieron preparados? ¿Haría Plácido esa primera incursión y luego organizaron otra? ¿O es verdad que Plácido se acobardó y no acompañó a Nocolavo y los demás?

Y es que no debió ser raro ver a los romanos pasear por la Sierra Salvada al tener constancia de ello a través de una moneda y un medio bronce de Julia Domma (esposa de Septimino Severo) cuya muerte data del 217 d.C., encontrada en el denominado camino real de Sierra Salvada. No solo eso sino que están las calzadas y asentamientos como la citada Aloria y la villa de San Martín de Losa (Siglos I a V y d.C.).


Bibliografía:

"Inscripciones romanas en Cueva del Puente de Villaba de Losa (Sierra Salvada)" Ana Isabel Ortega Martínez, arqueóloga y espeleóloga.
"Imperial Roman Legionary  161-284" Osprey

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