Todos
los que conocemos este terruño, Las Merindades, conocemos las disputas entre
los Velasco y los Salazar. Sabemos que estos últimos perdieron y se difuminaron
en el pasado de Castilla Vieja. Pero no era una lucha aislada, al estilo de los
Montesco y Capuletos de la obra shakespeariana sino que las familias, los
clanes, estaban integrados, a partir del siglo XIV, en ligas nobiliarias que
hemos dado en llamar "bandos".
Los
bandos actuarán durante el periodo bajo medieval. Parece implícito en el
término el concepto de guerra privada, de hecho así aparece en el "Cantar
del Mío Cid". Y, evidentemente, el de parcialidad: un grupo de individuos
relacionados entre sí por lazos diversos confederados para un fin. Estos
individuos procedían de la red clientelar del clan: bastardos, vasallos,
amigos, atreguados...
Podríamos
determinar varios tipos de bandos:
- Las ligas nobiliarias de los Grandes del reino castellano: Tenían dimensión nacional castellana a causa de la dispersión de las propiedades de los nobles coaligados. Buscaban la defensa de sus adquisiciones (señoríos, oficios en la corte, mercedes en dinero, rentas,...) y mantener a la monarquía en una situación de dependencia. Podría llegarse a ver la mano de estos grupos en la Guerra Civil Castellana que terminó con la coronación de Isabel de Castilla.
- Los enfrentamientos banderizos a escala regional: Por ejemplo, oñacinos y gamboínos en el señorío de Vizcaya, Álava, Guipúzcoa, Las Merindades y zona aledañas. Porque a escala regional también había bandos, integrados en linajes superiores, cuya actuación se restringe a su área de influencia. Enfrentados por los grandes problemas políticos y económicos del reino pero, sobre todo, por el control y dominación de los hombres y del excedente que generan las actividades agrícolas, forestales, artesanales y comerciales en su área. No debemos deslumbrarnos por las torres, las armaduras de los escasos caballeros o la documentación que nos han dejado justificando sus actuaciones personales o políticas que nos alejan de las razones verdaderas de sus actos.
- Las luchas de bandos en el mundo urbano: Buscaban controlar el poder local, los principales oficios concejiles que permitían nombrar a los cargos inferiores y situar a parientes y clientes.
La
fiesta de las luchas de bandos decrecerá hasta su fin terminando el siglo XV.
¿Las causas? Bueno, el final de los conflictos sociales bajomedievales empujado
por las formas del estado moderno ayudó. Pero debemos destacar la política de
los Reyes Católicos que, mediante pactos y capitulaciones, anulará y disolverá
las ligas nobiliarias. Y, si no, la fuerza. El final de las luchas banderizas
concluyó con el triunfo de la burguesía y la generalización de los
corregimientos.
Caniego de Mena (Google) |
Y,
volviendo a Las Merindades, debemos señalar que los combates entre Ángulos,
Porres, Salazar, Velasco fueron algo habitual. Hasta 1370 el linaje de losSalazar era importante en este territorio aunque Lope
García de Salazar exageró sus posibles y los de su familia, no estando ya a la
altura de los Velasco, Ayala o Avellaneda.
Desde
mediados del siglo XIII los Salazar influían en Mena, Losa, Valdegovía, Ayala
y, por supuesto, Salazar. Zonas de paso de mercaderías al Cantábrico y causa
subyacente de las disputas.
La
traición de la casa Velasco a Pedro I el Justiciero pasándose a Enrique II de
Trastamara, vencedor de la Guerra Civil Castellana, aupó a estos a lo más alto.
Como consecuencia de los cambios políticos los Salazar desaparecieron casi por
completo de Las Merindades centrándose en Vizcaya. Sin embargo en ese mismo
siglo XIV, en el año 1329, antes de la Guerra Civil Castellana, los Velasco y
los Salazar se enfrentaron múltiples veces.
Para
poder encontrar la gran influencia de los Salazar en Las Merindades, podemos
dirigirnos por ejemplo al Becerro de Behetrías que fue realizado alrededor del
año 1360 y que habla de sus 35 señoríos de entre los núcleos poblacionales de
Las Merindades.
Hoy
nos centraremos en la acción de Caniego. Repasemos, tenemos a Lope García,
llamémosle el tercero, que se casará con Elvira, hija de Fortún o Fortud Ortiz
Calderón, señor de Nograro. Lope García III es nieto de Martín Ruiz de la Cerca
de quién heredará al ser el resto de los interesados bastardos vinculándose así
ambas casas: Salazar y La Cerca. Este Lope García, llamado también “el ganador
de estrellas”, muere dejando hijos de corta edad que criará Fortud Ortiz. De
ellos, el primogénito Lope García IV heredará las casas de Salazar, Nograro y
La Cerca convirtiéndole en uno de los poderosos de Castilla la Vieja.
En
esta tarea es ayudado por dos hijos bastardos que caerán luchando contra las
mesnadas de la casa de Angulo. Los Angulo, cuentan las Bienandanzas, tomaron la
casa de los Ortiz en Quincoces y, ante el cariz que tomaba la situación y a
demanda de Fortud, fueron desterrados por el rey.
Crecidos
los nietos de Fortud se reanuda la guerra banderiza y cuenta que…"(…) E por tal manera fueron aquejados
los de Angulo, que fueron a demandar ayuda a doña Sancha Carrillo, madre de
Ferrand Sánchez de Velasco, que era pequeño, porque Sancho Sánchez, su padre,
era muerto, la cual tomó la dicha enemistad por los dichos Anguleses, por
manera que los de Salazar fueron asaz trabajados porque esta doña Sancha tenía
la justicia por el rey don Sancho e privara con él e los fatigaba con ella
cuanto podía".
Y
¿era muy importante el cargo de Justicia Mayor? ¿Valía para algo? Pensemos que
sería hoy algo así como una mezcla entre ministro del interior o gobernación y
el de justicia.
Funciones
judiciales del Justicia Mayor de Castilla:
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Dotar a los tribunales de los
elementos necesarios para facilitar los procedimientos judiciales.
Prender a aquellos a los que
había que juzgar y encargarse de su custodia.
Encargarse de ordenar los
tormentos impuestos por orden del rey o de sus jueces.
Llevar
a cabo la ejecución de las sentencias, civiles o penales, fueran éstas
capitales o no.
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Funciones
policiales del Justicia Mayor de Castilla:
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Detención y encarcelamiento
de los presuntos delincuentes.
Prevención de los delitos.
Imposición de castigos y
sanciones en virtud de su potestad disciplinaria penal.
Vigilancia nocturna y diurna
en la Corte.
Expulsión de los merodeadores
en la Corte.
Arresto de los sujetos
peligrosos y represión de los juegos prohibidos.
Control de las actividades
mercantiles, impidiendo el fraude en los pesos y medidas.
Defensa del orden
establecido, impidiendo los tumultos.
Imposición de la tregua en
los desafíos, actuando como jueces en los intentos de avenencia entre las
partes.
Mantenimiento
del orden en las ceremonias y actos cortesanos.
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Doña
Sancha Carrillo, viuda de Sancho Sánchez de Velasco (1266-1315) quién fue
Adelantado Mayor de Castilla y Justicia Mayor del rey, en uso de las más que
generosas prerrogativas del cargo (ver cuadro), aprestó 150 jinetes y 1.500
peones que eliminaron a Sancho de Salazar, sobrino de Lope García IV, y
controlaron Caniego de Mena (Las cifras podrían estar
"algo" infladas).
Este,
Lope García IV el Prestamero de Vizcaya, reaccionó partiendo con 50 jinetes y
280 peones, de entre los que contaríamos 60 de sus bastardos, a través de la
peña de Mena hasta el río (¿Arroyo de San Miguel o Cadagua?). El relato se
explaya en el número de bastardos de Lope García IV y en la todavía juventud
del señor (con ello ensalza su masculinidad y poder) y en la relación con
estos. Los Salazar vadean el río y perdiendo el de Nograro su caballo en la
refriega uno de los que le acompaña dice:
"Señor, vos tenéis allí
dos fijos de dos putas e, aunque os maten aquéllos, os quedan otros 80; pero
tenéis allí 12 criados que criasteis desde pequeños e, si aquellos avedes de
ver morir delante de vuestros ojos, malo fue el día que vos nacisteis e más os
valdría morir, e no una muerte, sino dos e más; e por ende, vayamos a ellos e
matémonos con ellos. E con la gracia de Dios yo mataré con esta lanza cinco e
con esta espada otros cinco e con esta daga otros cinco e a dientes yo
despedazaré otros cinco; e por ende vayamos a ellos e haga cada uno de vos así".
Tras
lo cual se acentuó la lucha. El bastardo de Salazar Juan López de San Pelayo
decapitó al adelantado de doña Sancha y apresaron a esta. Amén de matarles 120
hombres.
Caniego de Mena. Detalle (Google) |
Esta
victoria, y la hazaña de Juan López fueron comentadas por toda la comarca.
Un
aspecto que no conviene dejar de tratar es cómo eran esas tropas, esas
mesnadas, esas bandas que al servicio de un pequeño señor local hacían la
guerra. Probablemente careciesen de uniformidad -al menos como las vemos en los
clásicos del cine medieval tipo Ivanhoe- y sobre su equipamiento debemos
comprender que existían, al menos, dos grupos de soldados en estas partidas: Los
hombres de armas o soldados profesionales que irían bien equipados con espada,
escudo y morrión o lanza y caballo los jinetes; y los hombres a pie, la mayoría
o prácticamente todos, que solían ser simples campesinos que se armaban con sus
herramientas de trabajo o con mazas y lanzas. Eso sí, Utilizaban armas del
almacén del Señor del territorio. Sabemos sólo que Lope García IV ordenó que
rematasen a los de las calzas Bermejas
y dejasen en paz a los comunes.
Esta
entrada está dedicada a don Gregorio Bañales con quien he compartido una breve
charla sobre el clan Salazar.
Bibliografía:
"LAS
LUCHAS DE BANDOS: LIGAS NOBILIARIAS Y ENFRENTAMIENTOS BANDERIZOS EN EL
NORDESTE DE LA CORONA DE CASTILLA". José Ramón Díaz de Durana
"Los
Salazares de Castilla Vieja y Valdegovía" Gregorio Bañales.
"Batallas
en Las Merindades" de Felipe González López y Aitor Lizarazu Pérez.
"Las
guerras privadas: el ejemplo de los bandos oñacino y gamboino en el País Vasco"
de Jon Andoni FERNÁNDEZ DE LARREA ROJAS
Me dirijo a loes expertos en el linaje Salazar para aclara una duda genealógico. Según mi información, proveniente de ejecutorias de hidalguía del s. XVII, Diego de Salazar y San Pelayo, casado con María Ortiz de Oribe, procreó a Juan de Salazar de la Rabe (fundador de la casa de La Rabe), que casó con María Ortiz de Obaldía. ¿Puede Lebato de Mena, o D. Gregorio Bañales o algún erudito lector confirmarme esta información?. Gracias.
ResponderEliminarBasilio Martin