"Querida Isabel:
No sé donde me he metido,
algunos días me despierto y todavía no me creo que me haya metido en esta
aventura, ya sé que no estás muy contenta con ello, pero no podía ser el único de
los de mi quinta en el pueblo que no se apuntase, además seguro que esto dura
bastante poco. Todo cuanto oímos nos hace ver que esto se solucionará en
cuestión de días.
Creo que tus lágrimas eran
exageradas y seguramente innecesarias, pronto nos reiremos de ello como una
anécdota, ya lo verás. Lo más probable es que esto se solucione sin la fuerza,
los que vinieron al pueblo pidiendo voluntarios lo dejaron claro, lo importante
es conseguir un gobierno que elimine la corrupción y que sea lo suficientemente
estable que es algo que probablemente afecte más a las ciudades. En Melgar no
creo que hubiera demasiados problemas.
Sí que es cierto que cuando
llegamos a Burgos, todo estaba muy militarizado. Hay un enorme movimiento de
gente, muchos potenciales soldados y todavía no está claro hacia donde nos mandarán.
Sé que Robertín echará de menos
a su padre, hasta ahora no había pasado más de un par de días sin él cuando me
tocaba ir hasta Burgos a resolver algunos papeles del ayuntamiento en las
dependencias de la Diputación, dile que cuando vuelva jugaré con él y que le
quiero mucho.
Te quiero
Marco"
Esta
es la primera carta de la novela "Querida Isabel: cartas desde el frente" escrita por Aitor
Lizarazu Pérez, de Villavés, al que le he pedido que la presente a los lectores
de este humilde blog y a quién cedo la palabra (o la letra):
Lebato
me ha indicado que le haga una pequeña entrada sobre mi novela, al fin y a la
postre parte de la trama transcurre en Las Merindades. Es un trabajo histórico,
sí, pero en esta ocasión hay una historia, valga la redundancia, que la gente
puede seguir, personajes con los que poder empatizar y una perspectiva que
pocas veces se valora.
Sé
que lanzar mi primera novela con la controvertida Guerra Civil parece, al menos,
ambicioso, o demasiado pretencioso, pero lejos de querer frivolizar con la
política he querido dar un trasfondo humano a una situación desagradable.
Podría haberme dirigido a otro lado, haber puesto mi mirada en cualquier
periodo, pero mis estudios recientes y mis vagos conocimientos me servían para
dar una forma a un relato.
Hay
quien dice que es una experiencia realista, de hecho hubo gente que pensó que
eran cartas verídicas, que mi mente no podía tener tanta imaginación y que
debía haber plagiado a un imaginario Marco...
Porque
así, Marco, se llama el personaje. Este el verdadero protagonista de la novela,
alguien que entra en la Guerra Civil y que mantiene un contacto constante con
su esposa, Isabel, desde el frente. Curioso ¿verdad? La novela se llama
“Querida Isabel: Cartas desde el frente”, lo cierto es que ¿para qué
complicarlo más?
¿Qué
quería contar? ¿Cuáles son mis pretensiones? De alguna manera solo quería
concentrar muchas ideas que se me agolpaban en la cabeza, de tal forma que
escribir la trama reconozco que fue algo muy sencillo, depurarla, corregirla,
darle brillo fue una labor tediosa, aburrida y que me ha llegado a desvelar. Sin
embargo, el resultado ha merecido la pena. Sé que no soy objetivo, que yo no
puedo criticar mi trabajo, pero en general no soy yo el que ha opinado sobre
ella, he dejado que algunos, pobres incautos, fuesen los que leyesen, los que
me devolviesen a la realidad con sinceridad, de hecho prefiero esa verdad
aunque dolorosa, que una mentira piadosa, y uno tras otro me iban felicitando.
Quizá
no esperaban que les gustase y encontrar una trama imprevisible les llamó la
atención. Es evidente que cada persona tenemos nuestra opinión y arrastramos un
tirano en nuestro interior que nos dice que las cosas podrían ser de otra forma
pero al final he intentado aunar, recoger todas las ideas de la gente, sus
consejos, sus mejoras para hacer una modesta novela que solo pretende
entretener y es que esa es mi pretensión final, que la gente pase un gran rato
leyendo. Ojalá, consigas disfrutarla tanto como yo lo hice al escribirla.
Este
trabajo surgió espontáneamente como si el destino realmente existiera, cada vez
que soñaba con escribir una novela, no conseguía encontrar un tema y cuando lo
encontraba no conseguía concluirlo… resultaba frustrante. De repente comencé a
conocer a varias personas y cada una de ellas empezó a darme piedras con las
que conseguí construir un pequeño muro. Una idea general y de la noche a la
mañana surgió la chispa. Ésta junto a mis experiencias hicieron que todo
fluyera.
La
inspiración, que aparece y desaparece al antojo de estas musas permaneció el
tiempo suficiente para dejarme hilvanar la trama completa y sentir que podía
dejársela leer a terceros. Tuve miedo, no lo niego, me daba pavor que la gente
sintiese que había perdido el tiempo, me había esforzado para ajustar la
realidad con la ficción, que algunos de mis familiares encajasen y volviesen
temporalmente a la vida. Rápidamente pude estar conectado al personaje, Marco
era alguien humano, un tipo de persona que todo el mundo querríamos tener a
nuestro alrededor.
Ahora
que por fin la novela está terminada, me ilusiona. No es el primer trabajo,
pero sí es la primera vez que hablo de sentimientos, de pensamientos, de
reflexiones y cuenta la vida de personas desde una perspectiva diferente, algo
con lo que el lector pueda emocionarse, con lo que se pueda comprender mejor la
realidad de una época, la Guerra Civil, realmente cruda. He confiado que la
historia resulte entretenida y que como dice la frase hecha, el personal espere
lo inesperado y que más allá de ese sendero el regusto final sea agradable.
Sé
que no soy el único que lo intenta y que la oferta de libros es grande, pero
“Querida Isabel: Cartas desde el frente” posee el amor a la tierra de los
padres -Melgar de Fernamental-, la guerra civil sin acritud, la lealtad de los
compañeros, el reconocimiento de uno mismo en el otro y amor, infinito amor de
un padre hacia su esposa, sus hijos, sus amigos...
¿Página de Facebook? Pincha aquí
¿Página de Facebook? Pincha aquí
Puntos
de venta:
Librería
Rojo (Villarcayo)
Librería
Garabatos (Medina de Pomar)
Librería
Mari Carmen (Espinosa de los Monteros)
Librería
El Espolón (Burgos)
Librería Hijos de Santiago Rodríguez (Burgos).
Librería Hijos de Santiago Rodríguez (Burgos).
Librería
El Kiosko (Villasana de Mena)
Bar
Estación (Pedrosa de Valdeporres)
Milo´s
en Baracaldo (C/ Merindad de Uribe)
Librería Maruri (Balmaseda)
Librería Calixto (Melgar de Fernamental)
Librería Tintas (Bilbao)
Librería Maruri (Balmaseda)
Librería Calixto (Melgar de Fernamental)
Librería Tintas (Bilbao)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, tenga usted buena educación. Los comentarios irrespetuosos o insultantes serán eliminados.