Hoy
hablaremos de una novela que lleva algún tiempo en el mercado. Es de José
Javier Esparza y se titula "El reino del norte" y va, como podemos
suponer, de los primeros tiempos de la reconquista.
El
autor de "La gran aventura del reino de Asturias" pone nuevamente los
conocimientos acumulados en sus otras obras al servicio de esta. La sinopsis
promocional nos fija los aspectos destacados del lugar y los personajes sin
revelar la trama:
Portada de "El reino del norte" |
"Una intriga de ambición,
amor y muerte en la Asturias del siglo IX Oviedo, Anno Domini 842. La
reconquista pende de un hilo. Negras amenazas se ciernen sobre el Reino de
Asturias. El rey Alfonso II, en su lecho de muerte, ha designado heredero al
noble Ramiro. Pero una importante facción de la aristocracia conspira contra el
elegido: el magnate Nepociano, viejo disidente, vuelve de su destierro y
encabeza un golpe de estado. El emir de Córdoba, Abderramán II, bendice la
operación; ignora el moro que bajo sus mismas narices se trama otra conspiración
de largo alcance. Mientras tanto, el caballero Hernán de Mena cruza las
desiertas soledades de la frontera para encontrar a la castellana Paterna, la
mujer que Ramiro ha escogido como esposa. Hablarán los corazones y hablarán las
armas. El Reino del Norte novela un episodio verídico de los inicios de la
Reconquista: el golpe palaciego contra Ramiro y la batalla de Cornellana, donde
el reino de Asturias se jugó literalmente su destino. En la estela del éxito de
"El
caballero del Jabalí Blanco", Esparza
pone de nuevo en movimiento las esperanzas, pasiones, intrigas y ambiciones de
los españoles de la alta Edad Media en una trepidante trama que atrapa al
lector y le traslada al tiempo en el que todo comenzó".
Así
presentado la cosa promete. Pero eso es lo que se quiere con la solapa del
libro: que lo compremos. Si han leído "El caballero del jabalí
blanco" ya saben que tienen entre manos una obra ambientada en un periodo
poco trabajado por los escritores españoles, quizá por pereza o por
desconocimiento, tanto de los autores como de los lectores. Estos pueden
carecer de muchas de las claves de una época someramente presentada en los
planes escolares. No lo duden: venden más las tramas de la Monarquía Hispánica,
tercios y esas cosas.
Este
blog visitó para ustedes este periodo el 7 de marzo de 2013. Si lo desean leer
nuevamente PINCHEN AQUÍ y luego continúen con la crítica literaria. ¿Ya?
Sigamos, entonces. El libro es la lucha entre una visión de quienes quieren
pactar con Córdoba, encabezados por Nepociano y los que quieren luchar a toda
costa, que se agrupan con Ramiro. Ambos tendrán derecho, en cierto modo, a ser
sucesores de Alfonso II el Casto. Y, por otro lado, la pelea por el poder
dentro del harem del califa cordobés. El libro salta de una trama a otra
manteniendo la línea temporal y permitiendo al lector ver el cuadro completo.
Esparza
ya ha demostrado su capacidad para la descripción detallada de lugares y
situaciones. Sentiremos la lucha de poder entre clero y rey, los problemas de
la plebe, los movimientos culturales ,el comercio... No solo eso sino que se
adjuntan las necesarias explicaciones históricas y croquis.
José Javier Esparza |
Los
personajes están trabajados y son psicológicamente ambiguos. No tenemos una
propuesta maniquea con "castellanos buenos" y "moros malos"
o lo contrario. Más aún, si hay algo que une a todos es su pragmatismo ante la
realidad. Con ellos conoceremos la forma de relacionarse las personas y estas con
Dios. Esfuerzo añadido el dotar de credibilidad a personajes, la mayoría,
cimentados sobre individuos reales que deben pensar y actuar como personas del
año 800 y no como reflejos nuestros en el pasado. Podríamos decir que la novela
se ajusta a la historia y que, solamente, rellena los huecos de las siempre
escuetas crónicas.
Destaquemos
a Nuño de Cigüenza que es presentado como un típico señor de frontera con su
mesnada de campesinos soldados. Será el padre de Paterna y de un muchacho
llamado Rodrigo. Será este el que salga al paso de Hernán de Mena cuando avance
por el valle del Nela hacia Cigüenza:
"El horizonte cambiaba al
pasar las sierras, a favor de los barrancos que vierten sus aguas en el Nela.
Aquí la aspereza del paisaje amainaba y en su lugar aparecían suaves laderas y
verdes llanos que reclamaban la mano del hombre. el rumor lejano de los
cencerros de las reses anunciaban vida civilizada. Y un poco más adelante,
apenas un par de leguas, empezaba a verse la huella de la repoblación: campos limpios
y ordenados, cercas y setos, agrestes chozos de pastor, alguna columna de humo
y, al fin, la breve silueta, chaparra y ancha, de una rústica iglesia. Habían
llegado a Cigüenza."
Podría
llegar a decirse que José Javier Esparza se ha recorrido Las Merindades para
documentarse. Incluso nos deleita a los lugareños con otras bonitas
descripciones como esta del Valle de Manzanedo:
"El valle era una
explosión de promesas. La primavera se enseñoreaba del paisaje y una vida nueva
se anunciaba en los sonidos de aquellos abigarrados bosques de robles, encinas,
hayas, tejos, bojes, madroños; bajo la sombra de las águilas que, majestuosas,
describían misteriosos signos en el aire, y en el inconfundible himno del
urogallo en celo. Aquí y allá, como arrojados por la mano caprichosa de Dios,
se erguían megalitos de edades remotas que hablaban el turbador idioma de los
viejos espíritus, y en un paraje a orillas del río (Ebro), aprovechando la ductilidad de la roca arenisca,
a favor de una pendiente donde la piedra se derramaba como si algún día hubiera
sido líquida, pías manos habían escavado una iglesia rupestre dedicada a San
Pedro (de Argés). Una solitaria
columna sostenía el pórtico natural abierto en la montaña. En su interior
huecos excavados sobre la roca hacían la función de altares y hornacinas, y el
vientre cóncavo del monte se ofrecía como bóveda vestida con pinturas de vivo
color. Los viajeros se detuvieron apenas el tiempo de una breve oración".
Hay
alguna más pero eso deberán ustedes descubrirlo.
Mapa del libro |
Es
una obra fácil de leer, con un estilo ágil y fresco, lejano a frases de verbo
complicado. Peca, eso sí, de tener varios falsos finales que desconciertan y
llevan a sentir que avanza a trompicones. Así podríamos tener tres partes:
- Muerte de Alfonso y designación de Ramiro. Aquí aparece Hernán de Mena, el segundo caballero del jabalí Blanco, que deberá llevar a Oviedo al nuevo rey. Mientras, desde la oscuridad acecha un conocido de los lectores de "El caballero del Jabalí blanco": Nepociano que con intrigas palaciegas -y el dinero de Córdoba- se encumbra cerca del trono vacante.
- La batalla de Cornellana con la coronación de Ramiro y su boda. Por cierto, lucha muy bien relatada donde devoramos cada página con miedo a la muerte de alguno de los personajes literarios.
- El fin de Nepociano, que no el fin de las tensiones que creó el personaje que se dejan para una tercera novela del ciclo del "jabalí blanco". Lo mismo ocurre con la trama cordobesa.
Sobre
el estilo literario de esta novela dispuesta en 20 capítulos que recorre la
línea temporal sin flashbacks ni evocaciones a la anterior novela fuera de las
lógicas referencias vitales de algunos personajes. Dentro de cada capítulo se
salta de un grupo de personajes a otro, lo que, tras las primeras páginas, nos
delimita las líneas argumentales, las visiones, de la obra: Ramiro Bermúdez y Hernán
de Mena, Nepociano y Jimena, el eunuco y la preferida y Abderramán II.
Ya solo queda desearles que disfruten con su lectura.
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