Volvemos a
tratar la vida y milagros de un Velasco. Otro de los que transitaron el siglo
XIX de España: don José María Bernardino Silverio Fernández de Velasco y Jaspe
quien…
…Fue Grande de
España de primera clase, Maestrante de Sevilla, Gentilhombre de Cámara de S. M.
con ejercicio y servidumbre, gran cruz de Carlos III desde 1858, Senador del
reino y Diputado a Cortes. Poseía los títulos de Marqués de Belmonte, Berlanga,
Caracena, Frechilla, del Fresno, Villarramiel, Frómista, Jarandilla, Toral de
los Guzmanes, del Villar de los Grajaneros y algún otro; y los de Conde de
Alcaudete, de Salazar, Colmenar de Oreja, Fuensalida que lleva Grandeza de
primera clase, Oropesa con Grandeza de primera clase, Salazar, Deleytosa, etc.
Pero era solo
un ser humano, con sus defectos y virtudes. José María, nació en París, el 20
de junio de 1836, siendo bautizado al día siguiente en la iglesia de San Luis
D’Antin. Era hijo de Bernardino Fernández de Velasco, Duque de Frías, madrileño,
y su tercera esposa Ana Jaspe y Macías, gaditana. Sobre su padre les invito a
leer la entrada realizada sobre él: ¿Quién es Bernardino V Fernández deVelasco? Aún así, les señalo que su nacimiento en Francia fue debido a que su
padre era embajador de España en esa nación.
En 1851, al
fallecer don Bernardino, hereda, entre otros, el título de Duque de Frías, lo
que conlleva tierras y rentas por toda España.
Un suceso
personal iba a trastocar la seria imagen de Don José María llevándole a cambiar
su residencia de España a Francia. La causa fue la casada señora Victoria Crampton,
de soltera Balfe, cantante de ópera de cierta fama. Era la segunda hija del
cantante y compositor irlandés Michael Williams Balfe y la soprano húngara Lina
Roser.
Michael Williams Balfe |
Estudiémosla un
poco por qué influyó en nuestro protagonista. La muchacha nació el primero de
Septiembre de 1837, parisina curiosamente. Con dotes para la música y el canto,
su padre le dio las primeras lecciones. Luego estudió en el Conservatorio de
Paris, en Londres (con maestros como sir William Sterndale Bennett y Manuel
Vicente García) y, para ampliar sus estudios, marchó a Italia con 18 años. El
28 de Mayo de 1857 debutó como protagonista en el papel de Amina de la
“Sonámbula” de Bellini que se representó en el Lyceum Theatre de Londres con
notable éxito. Otros papeles que le darían renombre fueron el de Lucía en la
ópera de Donizetti y el de Zerlina en el Don Giovanni mozartiano.
Su carrera
duraría pocos años, pero mientras conoció Dublín y Birmingham antes de volver a
Londres al concluir la temporada de 1857. De allí a Italia, donde actuó en
1858, obteniendo un brillante éxito en Turín. Todo iba estupendamente y en la
temporada de 1859 consiguió un contrato de exclusiva en el Teatro Drury Lane,
donde interpretó sus tres papeles de referencia, pero no revalidó el éxito
obtenido dos años antes; en buena parte por la limitación de sus facultades
vocales, más evidente que antes por el mayor aforo de este teatro.
Teatro Drury lane de Londres |
En diciembre de
1859 Victoria viajó con su padre a San Petersburgo. Guapa y descocada se
granjeó un gran éxito entre la colonia británica. Estos caballeros le obsequiaron
con un regalo a escote. Así conoció Victoria al embajador inglés ante la corte
zarista, el baronet sir John Fiennes Twistleton Crampton, de 55 años, con el
que se casó en menos de tres meses, el 31 de marzo de 1860… ¡Victoria aún no
había cumplido 23 años!
Con igual
rapidez Michael Balfe obtuvo de su yerno -tres años mayor que él y al que se
dirigía como "Sir John"- un préstamo de 1.000 libras para saldar una
deuda por la que ya había sido demandado y que no consta fuera devuelto.
Esa boda
permitió que Victoria, ya Victoire Crampton, se pasease por los salones más
destacados de Madrid del brazo de su marido que, a la sazón, ya era embajador
de su Graciosa Majestad Británica en la corte española. Salones que eran la
zona de alterne de José María Bernardino, que contaba en ese momento con 24
años. Este se pavoneaba por dichos salones disfrutando de su fortuna, planta y
posición y coqueteando con las damas, señoras y señoritas, de su círculo. Sobre
el carácter del Duque de Frías escribieron muchos, señalando que el Duque de
Frías era afable, caballeroso y cortés.
Por ejemplo,
era socio del Casino de Madrid desde el 16 de febrero de 1857. Su influencia
debió de ser importante, porque en 1862 era el Presidente del mismo. Vale, estuvo
solo cuatro meses: ocupó la presidencia
entre diciembre de 1861 y mayo de 1862.
El matrimonio
de Victoria con el baronet reventó. Tenemos a una dama extranjera, casada con
un embajador y, quizá ya, vinculada sentimentalmente con un Grande de España
que debe normalizar su situación. Ella instó y obtuvo la anulación por el tribunal
de La Rota el 20 de noviembre de 1863 alegando impedimento matrimonial por
impotencia. La imagen que queda de toda esta aventura de boda, préstamo y
divorcio invita a especular con una conspiración familiar y la sensación de
encontrarnos ante una cazadotes.
A primeros de
Octubre de 1864 “El Contemporáneo” publicaba el permiso regio para el
matrimonio. Aunque parece que el matrimonio de Don José María no fue bien visto
por Isabel II, quién le negó la entrada en palacio, por lo que el Duque de
Frías devolvió su llave de gentilhombre de cámara y las insignias de la gran
cruz de Isabel la Católica. Podríamos ver, quizá también, una cierta tensión
amorosa entre la reina y el gentilhombre. O no. Se casaron el 12 de octubre de
1864, en la ciudad de Londres. Las arras entregadas ascendían a más de dos millones
de reales en alhajas y dinero.
Isabel II |
Cambiemos de
tercio. Nuestro hombre fue diputado durante la legislatura de 1863 a 1864 por
el distrito de Puente del Arzobispo (Toledo) con 211 votos. Siguió en la de
1864 a 1865 por Briviesca (Burgos) con 229 votos –del cual será sustituido- y
por Puente del Arzobispo con 467 votos de 467 emitidos. En las elecciones de
1865 a 1866 será diputado por Toledo capital con 3.169 votos.
Su primer hijo,
Bernardino, nació el 1 de mayo de 1866, en la casa familiar de Madrid, sita en
la calle Fomento, nº 2. Al poco tiempo, el duque marchó
a Francia. Tenía residencia en Biarritz y París, donde también vivía su
hermanastro Bernardino (fallecido en 1874), a quién nombró heredero en su
testamento: “por el gran cariño que ha manifestado siempre y al que yo he
procurado corresponder”. Su hija, Mencía, ya nació en París en 1867, viviendo
la familia en la residencia del abuelo materno, en la calle Presbourg, junto a
los Campos Elíseos.
Terminado el
reinado de Isabel II, el duque de Frías regresó a España y su tercer hijo,
Guillermo, nació en 1870 en Madrid, también en la calle Fomento. A los pocos
días del nacimiento de su tercer hijo, el 22 de enero de 1871, fallecía
Victoria debido a unas fiebres reumáticas. Fue enterrada en la catedral de
Burgos y existe una calle en la ciudad castellana con su nombre.
Poco después,
don José María regresó a Biarritz y, quizá, ya residió en su villa conocida
como “Villa Frías” de Biarritz. Esta era la antigua villa Candas, o Clemence,
construida en 1860 que se encontraba frente a la capilla Imperial y, vendida por
la viuda del duque en 1893, fue derribada en 1920.
Desde 1880 el
Duque volvió a aparecer en los periódicos, y a ser personaje de actualidad, por
su boda con María del Carmen Josefa de Copertino Rosa Jenara Pignatelli de
Aragón y Padilla, natural de Nápoles y nacida el 18 de septiembre de 1855 (24
años) e hija del Conde de Fuentes. La boda tuvo lugar en Biarritz el 28 de
Octubre de ese año y fueron testigos, entre otros, los Duques de Alba y de Tamames.
Para entonces el duque se encontraba rehabilitado ante la Corte y puesto a
disposición de la reina regente tras el fallecimiento de Alfonso XII. Como
vemos esta ya era una boda de postín.
En 1882
presidió el duelo por el entierro del primer Presidente del casino de Madrid, Mariano
Téllez Girón Beaufort, Duque de Osuna, celebrado en Beuaring (Bélgica). Don
José María retornó a finales de 1883, instalándose en Madrid y participando en
la vida política al ser elegido senador por Canarias.
En 1883
participó en el asunto del Copón de Santa Clara que se estudió en el Blog
Relatos en Las Merindades.
En 1886 fue
nombrado Gobernador Civil de Madrid, teniendo que dejar el senado. La elección
causó cierta extrañeza ya que llevaba mucho tiempo fuera de cargos públicos. En
1887 fue diputado a Cortes, por el distrito de Cervera de Pisuerga (Palencia),
formando parte del partido liberal en sustitución de Luis Polanco Labardero. Por
cierto, era defensor del estatus de la aristocracia.
Don José María Fernández
de Velasco falleció a la una y cuarto de la madrugada del 19 de mayo de 1888,
en su domicilio de Madrid, sito ahora en la calle Mayor 15, a consecuencia de
una pleuroneumonía aguda. Moría así este hombre definido como “de estatura
elevadísima, de barba larga y entrecana y (que) había sido cuando joven de
figura arrogante”. Sus funerales fueron una muestra de la importancia del
personaje: gran cortejo, las máximas autoridades en su funeral y entierro, y
notas biográficas en la prensa.
Dejó tres hijos
de su primer matrimonio, dos de los cuales, Bernardino y Guillermo, serían
sucesivamente duques de Frías. Y, según la publicación “La época” en el
obituario que le dedicó el 15 de octubre de 1886, también un patrimonio
mermado:
“Esta casa, así
como en nobleza, era una de las primeras en bienes y palacios, adornados de
magníficos muebles y riquísimos tapices, que se han vendido en estos últimos
tiempos. Tenía cinco o seis administraciones en España verdaderamente
importantes. De estas positivas grandezas, recuerdo de un glorioso pasado, no
le queda casi nada a la casa actual. El último girón era el histórico y más que
regio castillo de Oropesa, rodeado de importantes tierras, y fue adquirido hará
unos tres años por el Sr. D. Enrique Gutiérrez de Salamanca.”
Fue enterrado
en Madrid.
Bibliografía:
Relatos en Las
Merindades.
Periódico EL
CLAMOR PÚBLICO
Periódico EL CONTEMPORÁNEO
Congreso de los
Diputados de España.
Senado de
España
Revista LA
ÉPOCA
Gaceta del
Casino de Madrid.
Periódico LA
CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA
Anejo:
Mencía Fernández
de Velasco Pacheco y Balfe: Nació en Paris el 5 mayo de 1867 y falleció en
Madrid el 24 de mayo de 1948. Fue XX Condesa de Fuensalida, XVI Marquesa de
Berlanga, Grande de España. Con fecha del 16 agosto de 1891 se le concede Real
carta de sucesión en el título de Conde de Fuensalida, con grandeza de España
de primera clase a favor de doña Mencía Fernández de Velasco y Balfe, por
fallecimiento de su padre el Conde don José Bernardino Fernández de Velasco y
Jaspe, Duque de Frías. Le sucedió su sobrino.
ME VAN A PERMITIR QUE TERCIE EN LA DISPUTA TERRITORIAL HISTORICA...
ResponderEliminarHE LEIDO UN SINFIN DE TEORIAS ALGUNAS SENSATAS Y OTRAS DISPARATADAS
HACE MUCHO QUE CADA GRUPO HUMANO ELABORA SUS PROPIOS PASADOS A SU INTERES Y ESO ES INEVITABLE
CREO FIRMEMENTE QUE CASTELLA VETULA O MERINDADES ES UNA FIRME REALIDAD, SE LA PUEDEN RIFAR LAS DIFERENTES TENDENCIAS Y NACIONALISMOS
EN EFECTO, LA COSA VA DE NACIONALISMOS
LA CULTURA Y LA HISTORIA AL SERVICIO DE LOS DIFERENTES RELATOS NACIONALISTAS
ES GRACIOSO QUE LA ETNIA ORIGINARIA DE LA PENINSULA, LOS IBEROS, SOLO SEA USADA PARA JAMONES Y CHARCUTERIAS
EN EFECTO, SOY IBERISTA Y SUELE MOLESTAR
RIO IBER, RIO EBRO
BIENVENIDOS LOS ADORADOS ITALIANOS DE ROMA...PERO CREO QUE OTROS VISITANTES NO HAN SIDO TAN QUERIDOS
POR CIERTO, PRECIOSAS COMARCAS BURGALESAS
LO DE CANTABROS EN FIN...CUALQUIERA QUE ESCUCHE EL HABLA MONTA;ESA SABE A QUE SUENA...
URBEL
Gracias por participar.
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