En su obra “Apuntes sobre la historia de las
Merindades antiguas de Castilla” Julián García Sainz de Baranda deja dos
definiciones:
- Cuta o tuta.—N. fem. Se llama así el bolito de madera de bases planas en cuya parte superior se colocan las monedas, las cuales son tiradas desde cierta distancia por tarjones o chapas redondas de hierro, en el juego de su nombre.
- Tarjan.—N. c. masc, aumentativo. Disco de hierro con el que los niños juegan al juego de la tuta.
Aparte de que me dejó un poco mosqueado la
asociación entre dinero arriesgado y niños, el bueno de Julián no añadía más
información lo que me llevaba a pensar que esta resultaba innecesaria al ser un
juego por todos ellos conocido.
Hoy es algo más difícil conocerlo porque los niños
están más con NINTENDO y WII que en la calle. A pesar de ello se ha venido
constatando desde la década de 1970 que en muchos pueblos se recurre a estos
arcaicos entretenimientos en los programas de las fiestas populares. En esta
bitácora ya se ha hablado de los bolos tres tablones, por poner un ejemplo. Y,
junto a los bolos, tenemos a la tuta. Esta es un cilindro de madera dura,
generalmente de olmo, encina o roble, de 17 cm. de altura por unos 4 cm. de
diámetro de sus bases. El cuello mide 2`8 centímetros y el anillo 4 cm. Esta
ornamentación, el anillo, busca hacer la tuta más visible desde el lugar en que
se sitúa el jugador para lanzar los tejos, tarján, tangas o doblones. ¡Y no son
estos sus únicos nombres! Dependen de las localidades y regiones donde se juega
a la tuta. Los tejos son discos de entre 9 y 12 cm. de diámetro y 1`5 cm. de
grosor, generalmente de hierro. Su peso es de medio kilo.
La antigüedad del juego se percibe en la forma
de los tejos: los más modernos son convexos en ambas caras. Los más antiguos solo
en una y la otra es plana. Estos podían llevar filigranas que servían para
señalarlos y distinguirlos tanto de otros fabricantes como de los de los otros jugadores,
pues cada jugador podía llevar sus propios tejos.
El Diccionario de Autoridades define la Tuta como
“Un juego entre dos o más personas, que
se ejecuta, poniendo un hueso o canto en el suelo y encima un ochavo o cuarto
(por) cada uno de los que juegan, los
cuales tiran con un ladrillo o tejo desde parte determinada a derribarlos, y
los gana el que los pone más cerca del tejo, que tiran”.
En “Descripción de los juegos de la infancia,
los más propios a desenvolver sus facultades físicas y morales, y para servir de
abecedario gimnástico” escrito por Vicente Naharro en 1818, este, preocupado
por el ejercicio en la educación de los niños, nos dice de la Tuta que “se reduce a un pedazo de caña de tres dedos
de largo cortado bien igual, para que se tenga derecho, sobre el cual ponen los
cuartos: juegan regularmente con piezas de dos cuartos, el que derriba el
chito, y la pieza con que ha tirado está más cerca del dinero que el mismo
chito, gana; y si no tira otro. En otros países (sic) se juega con unas losas de piedra que se llaman tejos; el dinero lo ponen
sobre un cantito que se llama el tango, o detrás en un hoyo; el que se lleva el
tango y su tejo queda más cerca del dinero, ese se lo lleva; si el tejo (el
autor dice tango, por equivocación) está
encima o debajo del tango, se dice que tanguea y no gana hasta que se quite
este impedimento o vuelva a tirar el que tenía aquel tejo. Todos estos juegos
son excelentes y sin riesgo alguno para la educación física de los niños”. Este
libro seguía siendo considerado útil para las escuelas primarias en 1856 y, por
lo tanto, susceptible de aplicación en la educación física.
No nos cuentan las definiciones que la zona de
juego de la tuta tiene unos 20 a 28 metros, más lo que ocupa el
"pato" o punto de lanzamiento. La pista es lisa, de tierra batida, de
dos metros de anchura, quedando a cada lado sendas zonas de seguridad para los
espectadores. La tuta se coloca a 22 metros del "pato" y a seis
metros de ella se coloca un tablón para seguridad.
En su origen y en su desarrollo normal, además
de la Tuta y los tejos, cada jugador debe poner una cantidad de dinero en
monedas sobre la parte superior de la tuta. Pero, como en todo, esto no es
obligatorio y así se puede colocar una chapa o “moneda” sobre la tuta con unas
dimensiones de 2`5 cm. por 2 de espesor y un peso de 10 gramos. Como una moneda
de 25 pesetas.
Artículo sobre La Tuta en la revista ESTAMPA |
Las reglas del juego son sencillas y fáciles. No
hay límite de jugadores pero se suele jugar en equipos de dos a cuatro
jugadores. Cada jugador dispone de dos tiradas de disco que los utiliza de este
modo: uno de ellos lo lanza de tal forma que se sitúe lo más cerca posible de
la tuta; con el otro disco intentará derribar la tuta tratando de alejar ésta
lo más posible al mismo tiempo que caen las monedas colocadas sobre ella.
Cuestión de pulso y puntería.
Para dirimir las cuestiones y dudas suele haber
un árbitro que mide escrupulosamente la distancia. Puede darse la situación de
"toma"; cuando la tuta queda debajo o encima del "tejo". En
este caso hay que separarlos tirando el otro "tejo".
Artículo en el "Diario de Burgos" |
Después de cada tirada, las monedas situadas más
cerca de cada uno de los tejos que de la tuta, pertenecen al jugador que arrojó
los discos en último lugar. Y así sucesivamente hasta que los jugadores se van
cobrando las monedas que al arrojar sus tejos, igualmente, quedan más cerca del
tejo que de la tuta, hasta agotar las monedas. Si el dinero queda más cerca de
la tuta, no se lo lleva el jugador. Se produce la situación de
"bolsa" o "cama" cuando el tejo queda más cerca de la tuta
que de la moneda, o cuando la moneda queda también más cerca de la tuta que del
tejo. En ese caso no se produce tanto, ni tampoco si quedan a la misma
distancia. Y se vuelve a comenzar, colocando nueva "puesta" en la
tuta y el juego continúa. El recurso de cada jugador es, o alejar la tuta o
acercar el tejo a las monedas. Sabemos que en cuanto a reglas y normas hay una
absoluta unanimidad y uniformidad, pues no son complicadas, a pesar de lo que
pueda parecer el párrafo que acaban de leer. Al existir de diferentes formas de
juego la Federación Regional de Deportes Autóctonos de Castilla y León unificó
éstas en un Reglamento Oficial.
Pero lo que no se puede unificar son las
denominaciones. Los burebanos llaman "tejos" a los discos; en la zona
de Villarcayo se les ha conocido por "tajos"; en la Ribera del Duero
y Lerma son "chanflos" y "chanflones"; en Burgos capital,
"doblones". Y, además, podemos oírlas llamar "tangas" o
"tango". En Palencia se les llama "petacos".
¿Y el juego? La Tuta se conoce también como
“tejo”, “toka” (País Vasco), "tanga" o “tango” (Ávila),
"tanguilla" (Soria), "chita" o “chito” (Madrid), “tángano”
(Salamanca), “caliche” (Murcia), "tarusa" (León) -esta última palabra
se usaba, en algunos pueblos, solo para la modalidad infantil-... Se documentan
ciento quince formas diferentes, aunque no todas ellas tienen la misma
importancia en cuanto a su uso y a su extensión geográfica. Algunas tienen
localizaciones muy concretas, como “chis”, voz navarra o “uta”, de La Rioja.
Son muchas las voces cuyo uso se limita a zonas geográficas muy reducidas, como
chíla, cona, nita, etc. Estas voces no están ni incluidas en el Diccionario de
la lengua española de la Real Academia Española.
"Hoja del Lunes" de Burgos |
Sobre el juego para niños, se cuenta que los
tejos eran sustituidos por piezas de cobre de 10 céntimos de Alfonso XII y XIII
que fueron muy populares a comienzos del siglo XX. La "tuta" era sustituida
por un carrete de hilo vacío.
El juego de la tuta procede del mundo rural pero
se puede ver en las ciudades fruto de la emigración hacia ellas. Pero… ¿Cuál es
su origen? ¿Dónde surge? ¡Vaya usted a saber! Que diría un castizo. Puede ser
celta, griego, romano, germánico, asiático o, incluso, árabe. Sin embargo, diremos
que vino con los romanos porque los dos nombres que más se repiten para designarlo
tienen su etimología latina: TUTA: de Tutus-a-um, que significa seguro, segura,
defendida. TANGA: Tango, Tanguet, Tángana, etc. del verbo Tango-is-tangere, que
significa tocar. Aunque puede ser solo una coincidencia.
También es curioso observar unas columnas, en el
teatro romano de Merida, cuyos bajorrelieves del capitel son la figura de una
tuta. Hay constancia de que en el siglo X, con más o menos profusión, era
practicado en el norte de la península Ibérica. También la hay de un juego similar
durante el siglo XVIII llamado “hito”.
¿Por qué se sigue jugando y ofreciendo, en
especial durante fiestas patronales? Diremos que es por un afán de búsqueda de
las señas de identidad, por nostalgia de los mayores, por ocio y deporte de los
jubilados, por tendencia política de afirmación del localismo… Todos estos
factores, con mayor o menor peso en la mezcla, influyen en la supervivencia del
juego. Así se ven reseñas en los periódicos locales, páginas web de
ayuntamientos y demás elementos de comunicación.
La influencia social también fue importante. Hay
una pícara letrilla que tiene su origen en los tejos que se
utilizan para jugar a la Tuta:
Debajo de tu ventana
un tejo vi relucir;
nadie daba con el tejo
y yo con el tejo di.
Los tejos, al ser metálicos, cuando se usaban
constantemente, pasaban de mano en mano y rozaban en el suelo con la arena y
las piedras, adquirían un brillo que aumentaba cuando les daba el sol y a eso
se refiere la canción diciendo "un tejo vi relucir".
La coplilla nos permite acercarnos al poso que
este juego ha dejado en el lenguaje castellano. Igual que muchas viejas frases
taurinas o militares que usamos sin conocer su razón última la tuta ha dejado
al menos una: "Tirar los tejos" para designar el acercamiento con
fines sentimentales entre dos personas, esos primeros tanteos, el flirteo.
Bibliografía:
“La tuta: orígenes y reglamento del juego”.
Carlos de la Villa Porras.
Asociación Cultural: “La Tanguilla”.
Blog “El arte de Jugar”.
Burgospedia.
“Los juegos tradicionales de lanzamiento y
precisión en el aula de Educación Física. Una adaptación práctica” por Juan
Luís López Anaya
“La tuta, un juego o deporte rural ancestral de
la provincia de Burgos”. (Revista de Folclore) Jaime L. Valdivielso Arce.
www.esacademic.com
“Apuntes sobre la historia de las antiguas
Merindades de Castilla la Vieja” Julián García Sainz de Baranda.
“Mil juegos y deportes populares y
tradicionales” Pere Lavega Burgues.
“Vicente Naharro y los juegos corporales en la
educación física española de la primera mitad del siglo XIX” por Xavier
Torrebadella Flix.
“Las denominaciones del juego del chito en la
geografía lingüística hispánica” Josefa María Mendoza Abreu.
Revista “La Estampa”.
Periódico “Diario de Burgos”.
Periódico “La hoja del lunes de Burgos”.
Para saber más:
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