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lunes, 25 de mayo de 2015

Las cinco vidas y una muerte de un caserón en Valdeviñas (Valdenoceda)

Vamos a escribir sobre el edifico más conocido de Valdenoceda. O al menos el que creemos conocer porque una de sus actividades ha eclipsado todo lo que fue antes. Y después.

Valdenoceda con "LA FÁBRICA" al fondo.

Nos remontaremos a mediados del siglo XVIII donde encontramos que existía un molino para aprovechar la fuerza del Ebro a su paso por la localidad. Y esta fuente de energía es una pista muy importante para conocer el devenir industrial del pueblo.

UNO

De hecho, informa Eugenio Larruga en sus "Memorias Políticas y Económicas, 1785-1800" que la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas fundó durante el reinando de Fernando VI (1713-1759), en el barrio de Valdeviñas, o de Arriba, de Valdenoceda una fábrica de: bayetas, mantas, barraganes, franelas, estameñas, sargas, sayales, monfortes, cordellates, camelotes y otros géneros. Contaban para ello con 14 telares corrientes y 84 empleados. Lo más importante es que para ello se edificó una casa de nueva planta de 28 varas de largo y 18 de ancho - 23´50 m x 15´00 m- con dos suelos y otro edificio para el tinte, tinas, calderas y demás pertrechos.

Poseía un batán sobre el río con dos pilas, cuatro mazos y canal de piedra de sillería; un aspa que cogía 44 madejas torcidas y 45 husos; y una percha con sus baluartes y diferentes carros para la hilaza. Llegaban a repartir estambre para hilar a la rueca en 25 lugares. Los productos obtenidos eran enviados a la provincia de Venezuela.


Dada la importancia de la fábrica de Valdenoceda la Junta General del Comercio le concedió en 1761 franquicias, libertados y exenciones. Todavía funcionaba en 1779 siendo Francisco de la Garza administrador de la compañía y principal de esta factoría. En 1794 nos informa, nuevamente, Larruga que "se perdieron estas fábricas por el mal método económico de su director. Adoptó los géneros más finos que no se gastaban en el país (Venezuela): estos salían más caros que los extranjeros , y así todo fue pérdidas". Pero también se avisó en 1760 que el producto era mejorable para hacerlo competitivo ante un mercado abierto.

Don Francisco de la Garza pasó a dirigir otra fábrica de paños toscos en Villarcayo.

Aunque las referencias sobre su situación son ambiguas y otras fuentes sitúan esta fábrica en la casona de los De La Garza y no junto al Ebro.


DOS

Hagamos una pausa en la carrera en el año del señor de 1828. Sebastián Miñano incluye en su "diccionario" que ya no existía industria en ese lugar. No refleja la presencia del molino del Duque de Frías que incluía el "Catastro de Ensenada" ni la fábrica de tejidos mencionada.

Será el "diccionario de Madoz" quién refleje actividad en los viejos edificios de "la Guipuzcoana" que identificamos gracias a que "en él se encuentra una ermita titulada de la Invención de la Santa Cruz, situado en la fábrica de harinas que impulsan las aguas del Ebro (...)".

Interior actual del inmueble.

Por tanto: una fábrica de harinas. Tenía esta fábrica siete piedras que molían 50.000 fanegas de trigo al año (2.775.000 litros) y en el "Indicador General de la Industria de Burgos" de 1894 figura este molino con don Severiano Peña Arce. Este nombre, Severiano Peña, aparecerá en el "Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración" como comerciante de alimentación hasta, al menos, 1911.

¿Todo bien? No. Aparece un problema si asumimos que la presencia de Severiano implica la persistencia de la fábrica de harinas. Ser comerciante de alimentos no significa ser molinero. Podría ser que dispusiese de una actividad secundaria como expendedor de alimentos, o que haya un error en los datos, o que sean dos personas diferentes... Lo claro es que para 1905-1910 ya tenemos la fábrica de seda artificial.

TRES

La tercera vida del complejo será como fábrica de "seda artificial", conocida como Rayón. En diferentes publicaciones se indicaba que se constituyó en 1905, 1907 o 1909 aunque en su publicidad figura como fecha 1910. Tenía un capital social de 3.800.000 pesetas y producía unos 60.000 kg de seda cada año (según "La industria nacional" de 1927). Eso sí, en 1930 otra publicación -"Ingeniería y construcción"- cifraba esa producción en 150.000 kg/año. Factor importante este porque para esos años la competencia de otras fábricas, básicamente en Cataluña -principal consumidor de seda artificial-, se acentuaba.

Seda artificial

Inicialmente la empresa de seda artificial fue de Magín Puig para traspasarse posteriormente a Alday y Compañía, procedentes de Santander (para otros vascos, quizá por la sonoridad del nombre). Tal vez tengamos aquí la razón de la disparidad de fechas de constitución: un cambio de propietarios.

El procedimiento empleado en esta fábrica, y en sus posteriores competidoras, es el de viscosidad que usa como materia prima la pulpa de madera, importada de Suecia. Fue ideado por dos químicos británicos, Cross y Bevan en 1892. Se sumerge la pulpa de madera en una solución fuerte de soda cáustica que se trata con bisulfuro de carbono. De esta forma se convierte la celulosa en un compuesto que es de fácil dispersión en la solución de soda cáustica. Al producto que así se obtiene se le da el nombre industrial de "viscosa". Se pasa por presión por los pequeños poros de una hilandera de metal hacia una solución de ácido que vuelve a convertir las hebras viscosas en celulosa pura.


Valdenoceda trató de utilizar otras fuentes de celulosa e, incluso, lanzó al mercado una nueva seda llamada Rayo alfa. Buscaron, también, emplear celulosa obtenida de los trapos viejos por los procedimientos Kaufmann o Umbach.

En 1925 se autorizó a Ernesto Hattemberg, ingeniero alemán de la empresa, a elevar en 50 centímetros la presa de la fábrica de Valdenoceda. Vana tarea porque un par de años después se tomará la decisión de trasladarse a Burgos.


Durante 1929 la sociedad Alday y Compañía obtuvo los permisos para el traslado de su maquinaria. ¿Razones? Podríamos indicar la mala comunicación a puntos ferroviarios de vía ancha, los costes laborales ante una menor cantidad de candidatos (pasaron de cobrar 3´50 ptas./día a 1`50 ptas./día), presión de los nuevos socios...

En fin que José Alday Maliaño asociado con alemanes y la casa CROS de Barcelona convirtió la veterana empresa del Valle de Valdivielso en la SESA del barrio del Pilar de Burgos, junto a la Azucarera, que cerró en 1966.

CUATRO

Penetramos en la cuarta vida de nuestro protagonista, la más conocida y aireada: Penal de republicanos.

Todo empieza en 1937. Los nacionales están ganado la guerra y ello implica tener más territorio bajo control y más prisioneros -tanto civiles como combatientes- que hay que controlar. Así surge la orden del 5/07/1937 para crear campos de concentración y destacamentos de trabajo. Burgos tenía cuatro campos de estos y dos prisiones que no daban a basto.


Se buscaron nuevas localizaciones para más cárceles. Debían disponer de construcciones fijas, agua corriente, luz eléctrica, clima moderado, estar bien comunicados, un rio grande cercano y ser un sitio discreto. Y, sí, la vieja fábrica de seda cumplía todos los requisitos.

Se buscó a los propietarios pero finalmente se requisó mediante una orden de la Subsecretaría de Gobernación que trasfería la titularidad a Prisiones. El 13 de marzo de 1938 empezó el acondicionamiento.

Aparentemente el edificio estaba en buenas condiciones con una primera planta de piedra y el resto del edificio principal mediante vigas de roble afirmadas sobre machones. Paredes de adobe encaladas y cubierta a dos aguas que hubo que reparar por el abandono de una década. La planta baja será el comedor, el cuerpo de guardia, las oficinas y la enfermería. Se enrejarán las ventanas, claro. A las plantas superiores se accedía por una escalera de madera sustituida, para los presos, por otra exterior de hormigón. En el tejado se colocó el depósito de agua.


Un almacén de la sedera, situado entre un canal de servicio y el Ebro se transformó en las celdas de castigo que eran fácilmente inundables. Se derribaron edificios y se construyeron otros para adecuar el lugar a su nueva actividad.

Celdas de castigo

Su primer director, Eduardo Carazo Gómez, llegó rápidamente para supervisar las obras y los primeros presos fueron encarcelados el 12 de octubre de 1938. Cientos o miles de reclusos penarán en Valdenoceda hasta su cierre en 1945 pero solo dos directores: el citado Carazo que duró hasta marzo de 1943 y José María Figueroa Monis hasta noviembre de 1945, quien fue preparando la liquidación del penal.

CINCO

La siguiente vida del lugar es la más sorprendente por la falta de pruebas impresas que, en la actualidad, podemos encontrar. No es que haya sido una base ultrasecreta sino una granja. Alguno de nuestros informantes la ha identificado como porcina y otros como avícola (gallinas y faisanes).

Sedera

Hoy la fábrica de tejidos o viejo molino o vieja fábrica de Rayón o presidio o granja está en ruinas. Por ello, cuando pase por Valdenoceda no olvide mirar -aunque sea fugazmente- este resto de nuestra historia industrial y del dolor de la guerra.


Bibliografía:

"Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración".
Catastro de Ensenada.
Revista "Castilla industrial y agrícola".
"Diario de avisos (Santa Cruz de La Palma)".
Revista "El Progreso agrícola y pecuario".
Periódico "El Sol"
"Indicador general de la industria y el comercio de Burgos" (1894)
Revista "Ingeniería y construcción".
"La Industria nacional"
"Madrid científico"
"Memorias Políticas y Económicas" tomo XXX de Eugenio Larruga.
"Diccionario geográfico y estadístico de España y Portugal" de Sebastián Miñano.
"El penal de Valdenoceda" por Fernando Cardero Azofra y Fernando Cardero Elso.
"Burgos en el recuerdo" Elías Rubio Marcos.
"Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar" de Pascual Madoz.



7 comentarios:

  1. Excelente artículo, como todos los tuyos. De esta historia hice yo una referencia breve en mi blog.

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  2. Querido amigo: Magistral y exhaustivo trabajo. Me ha encantado conocer de tu mano los cambios que sufrió esta antigua fábrica.
    Un fuerte abrazo.
    P.D. He visto que esta fábrica tuvo representación en la calle Rafael Calvo de Sevilla, y creo que tengo algún anuncio de ello, a ver si te lo puedo buscar el próximo fin se semana y me pongo en contacto contigo para enviártelo, es que esta semana estamos de romería y feria en el pueblo y tengo familia de fuera en casa, y me es imposible.

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  3. Pues... ¿Qué decir? Gracias a ambos.

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  4. Yo la conocí como granja de faisanes.
    ¡ A noi ¡

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  5. Llevo habituando el valle de Valdivielso unos 40 años, y nadie me había contado tan bien y tan profusamente la historia del... lugar. ;)

    Muchas gracias.

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  6. Muchas gracias, excelente trabajo.
    Es muy interesante, también es muy interesante la vida de D. Alfredo Alday, pero eso es otra historia.
    Un enamorado de la industria burgalesa.

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